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jueves, 11 de junio de 2015

#hemeroteca #inmemoriam | Homófobos en deuda

Imagen: Noticias de Navarra
Homófobos en deuda
La presencia de Pedro Zerolo en la política no ha sido en vano. Ha servido para profundizar en los derechos de los homosexuales.
Jorge M. Reverte | El País, 2015-06-11
http://elpais.com/elpais/2015/06/10/opinion/1433948930_113932.html

La gente de mi generación, y no digamos la de generaciones anteriores, tiene una inmensa deuda de honor y de dignidad con todos los que han luchado a favor de los derechos de los homosexuales. Cuando yo era un crío, en el patio del colegio había peleas por ver quién era más canalla con cualquiera que manifestara un comportamiento amanerado, “equívoco”. Eso, por supuesto, era muy incentivado por los curas.

En la vida de todos había otro capítulo que era la mili, donde siempre, en cada compañía, había un par de desviados que permitían no sólo las formas más repugnantes de homofobia, sino las escondidas mañas según las cuales el más macho acababa siendo el más excitable por estos desviados. Casi siempre, los militares profesionales alentaban aquello.

Ya más tarde, y hablo de los años ochenta, dejó de haber pretextos. El que optaba por la homofobia lo hacía porque le daba la gana. Habían aparecido una serie de tipos como Pedro Zerolo o Héctor Anabitarte (este todavía vive, espero que por mucho tiempo). Y esos tipos tenían unas agallas que para sí las hubiera querido cualquier siete machos.

Algunos, como Zerolo, se dedicaron a la política. Todos lo hacían, porque todo eso era política. Pero Zerolo lo hizo desde el punto de vista institucional. Por supuesto, eso sólo lo podía asumir la izquierda. La derechona se rió muy poco tiempo de la ocurrencia, y los homosexuales de derechas se sintieron protegidos por las leyes de igualdad de género.

En los últimos años, la presencia de Pedro Zerolo y otros en la política no ha sido en vano, sino que ha servido para recordar que las conquistas no tienen por qué ser eternas, y para profundizar en los derechos de los homosexuales.

Yo no sabía cómo hacer un homenaje a esa gente. Y se me ha ocurrido que si cada uno de los homófobos antiguos contamos públicamente nuestro repugnante pasado, el mundo será más limpio que antes. Y desde luego, lo seremos nosotros.

La libertad, la profundización de los derechos civiles, no nos va a hacer más felices, pero sí más dignos y libres.

Gracias, Zerolo.


San Pedro Zerolo
Ahí quedan una vida y una muerte ejemplares. Ahí estaba su viudo velando dignísimo sus restos.
Luz Sánchez-Mellado | El País, 2015-06-11
http://elpais.com/elpais/2015/06/10/opinion/1433945923_019093.html

Pedro Zerolo era, lo saben todos los que ahora le hacen la ola, más pesado que matar una vaca a besos, la única forma de matar a alguien que puedo imaginar junto a su nombre en la misma frase. Le decías buenos días y te soltaba un discurso de 10 puntos sobre igualdad, tolerancia y respeto a la diferencia, por si luego no tenía tiempo de colocarte el mitin. Zerolo era, lo saben todos los que ahora le cantan coplas, una mosca cojonera, un intenso, un canario zumbón, valga la redundancia. Y un tío bueno de caerte de espaldas, todo sea dicho: una cosa es que él fuera gay irredento y otra que nosotras fuéramos ciegas.

Lo que quizá no sepan o no quieran saber los que ahora le suben a los altares es que no le hace falta. Zerolo fue un santo en vida. Acredita el milagro de haberse casado con su novio y haber declarado mujer y mujer y marido y marido a sus semejantes en un país donde, cuando él vino al mundo, se metía presos a los homosexuales por vagos y maleantes. Certifica el prodigio de que el epíteto maricón retrate hoy más a quien lo esputa que a quien lo recibe. Sufrió, bien que le pesara, el martirio de un mal tan diabólico como para matar de raíz ese pelazo que le brotaba de ese cráneo privilegiado que la enfermedad dejó al aire y que fue su última bandera. Y todo, sin molestarnos con su declive, ahora que estamos tan entretenidos con nuestras pantallitas.

Ahí quedan una vida y una muerte ejemplares. Ahí estaba su viudo velando dignísimo sus restos. Los maceros presentándole sus cascos emplumados. La regidora Botella tragándose sus peras y sus manzanas ante su figura. Un santo varón, ya te digo. Como que yo mataría una vaca a besos por ver al obispo Reig Plá sacarlo en procesión a hombros de los “paracas” cantándole “La muerte no es el final” voz en cuello y bíceps en ristre. Flores, plumas, maromazos. Qué más querría el santo finado. Que fuera ateo es lo de menos.

Y TAMBIÉN…
Un arcoíris cubre Chueca para despedir a Pedro Zerolo
Clara Hernández, EFE | Noticias de Navarra, 2015-06-09

http://www.noticiasdenavarra.com/2015/06/09/politica/estado/un-arcoiris-cubre-chueca-para-despedir-a-pedro-zerolo

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