Imagen: El Diario Vasco / Alejandro Rodríguez Portillo |
El sacerdote recuerda que «la Iglesia dice claramente que las relaciones homosexuales son un pecado grave y no permite las relaciones entre personas del mismo sexo».
El Diario Vasco, 2015-11-25
http://www.diariovasco.com/sociedad/201511/25/cura-impide-padrino-bautizo-20151125165153.html
Alejandro Rodríguez Portillo, un joven de 30 años de la localidad sevillana de Utrera, ha denunciado, a traves de su perfil de Facebook, que un sacerdote de una localidad cercana al suyo le ha impedido ser padrino en el bautizo de su sobrina por su condición de gay y por "propagarlo en las redes sociales".
El joven ha declarado que se reunió con el párroco de la iglesia de San Eutropio, en el municipio de Paradas, quien le dijo que "si fuese científico o médico" sabría lo que le "pasa por la cabeza", lo que entendió como "un ataque con muy buenas palabras, pero ataque al fin y al cabo". "Es una ofensa", ha declarado indignado.
El joven, que es católico practicante, había acudido con su pareja al despacho del cura para coordinar todo lo referente al bautizo de su sobrina, nacida hace dos meses y medio. Es miembro activo de Cáritas y perteneció también a la junta directiva de un grupo de fieles de la localidad de Paradas.
Durante la reunión, el sacerdote le dijo, según relata el denunciante, que sabía que no le iba a gustar o quizás no llegase a entenderlo, pero que no podía ser padrino de la niña por su orientación sexual. Añade que también le dijo que "los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo". El joven es miembro activo de Cáritas y perteneció también a la junta directiva de un grupo de fieles de la localidad de Paradas.
El párroco se habría referido a fotos en las redes sociales en las que el joven aparece junto a su pareja, a lo que Rodríguez Portillo ha señalado que él publica fotos "como cualquier otra persona hace, con su pareja o con quien le apetezca".
Por su parte, el párroco, Francisco Javier Aranda, asegura que la prohibición "no es una cuestión de homofobia, sino de moral". Recuerda que «la Iglesia dice claramente que las relaciones homosexuales son un pecado grave y no permite las relaciones entre personas del mismo sexo». También indica que "cuando uno expresa una conversación de este tipo no se pone todo por falta de memoria o por malas interpretaciones". Adiverte el párroco de que ser padrino va más allá de «transmitir la fe» e implica la asunción de «la moral de la Iglesia y un modo concreto de vivir». "Estuve media hora hablando con él y después le abracé. Tenía la necesidad de abrazarle", concluye.
«Los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo», ha declarado en las redes sociales, por su parte, el joven, camarero de profesión, parafraseando al sacerdote. Subraya que se siente "enfadado y desilusionado" por una decisión que, según el Arzobispado de Sevilla, puede ser recurrida.
El joven ha declarado que se reunió con el párroco de la iglesia de San Eutropio, en el municipio de Paradas, quien le dijo que "si fuese científico o médico" sabría lo que le "pasa por la cabeza", lo que entendió como "un ataque con muy buenas palabras, pero ataque al fin y al cabo". "Es una ofensa", ha declarado indignado.
El joven, que es católico practicante, había acudido con su pareja al despacho del cura para coordinar todo lo referente al bautizo de su sobrina, nacida hace dos meses y medio. Es miembro activo de Cáritas y perteneció también a la junta directiva de un grupo de fieles de la localidad de Paradas.
Durante la reunión, el sacerdote le dijo, según relata el denunciante, que sabía que no le iba a gustar o quizás no llegase a entenderlo, pero que no podía ser padrino de la niña por su orientación sexual. Añade que también le dijo que "los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo". El joven es miembro activo de Cáritas y perteneció también a la junta directiva de un grupo de fieles de la localidad de Paradas.
El párroco se habría referido a fotos en las redes sociales en las que el joven aparece junto a su pareja, a lo que Rodríguez Portillo ha señalado que él publica fotos "como cualquier otra persona hace, con su pareja o con quien le apetezca".
Por su parte, el párroco, Francisco Javier Aranda, asegura que la prohibición "no es una cuestión de homofobia, sino de moral". Recuerda que «la Iglesia dice claramente que las relaciones homosexuales son un pecado grave y no permite las relaciones entre personas del mismo sexo». También indica que "cuando uno expresa una conversación de este tipo no se pone todo por falta de memoria o por malas interpretaciones". Adiverte el párroco de que ser padrino va más allá de «transmitir la fe» e implica la asunción de «la moral de la Iglesia y un modo concreto de vivir». "Estuve media hora hablando con él y después le abracé. Tenía la necesidad de abrazarle", concluye.
«Los homosexuales que viven en pareja y públicamente manifiestan su amor no tienen el derecho de apadrinar a un ser querido bajo el sacramento del bautismo», ha declarado en las redes sociales, por su parte, el joven, camarero de profesión, parafraseando al sacerdote. Subraya que se siente "enfadado y desilusionado" por una decisión que, según el Arzobispado de Sevilla, puede ser recurrida.
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