Imagen: Cuarto Poder / Elsa Ruiz |
Entrevistamos a la cómica e ilustradora Elsa Ruiz para hablar de sus proyectos, de la actualidad y de su activismo trans. El próximo 28 de febrero se subirá al escenario de Beer Station (Madrid) con el monólogo 'Pizza con piña: la última porción'.
Sara Montero | Cuarto Poder, 2020-02-22
https://www.cuartopoder.es/cultura/2020/02/22/elsa-ruiz-me-enfada-que-las-personas-trans-seamos-sujeto-de-debate-nuestra-identidad-no-es-opinable/
Elsa Ruiz (Madrid, 1987) se compara con un “unicornio con el cuerno desplazado" o una pizza con piña. No sabemos si esta mujer tiene algo de mitológico o si es el plato más polémico del menú, pero esta cómica sí tiene algo de excepcional: habla de la realidad trans mientras hace reír a su público.
Cuenta que su talento para la comedia viene de un padre “irónico” y una madre con la que se ríe a “carcajadas”. La obsesión por ‘Mortadelo y Filemón’ o por ‘Los Simpsons’ desde que era una niña hizo el resto. Ahora hace monólogos, trabaja en el programa televisivo ‘Todo es Mentira’, de Cuatro, prepara un libro de ilustraciones y sube vídeos de temática LGTBI a su canal de Youtube bajo el título ‘Lost in Transition’. El próximo 28 de febrero vuelve a la cervecería Beer Station de Madrid con su monólogo ‘Pizza con piña: La última porción’. También repetirá el 14 y el 27 de marzo.
Una semana antes de que vuelva a subirse al escenario de la cervecería, Beer Station enciende los focos en un pase único de Elsa Ruiz para cuartopoder.
-Haces humor en muchos formatos. Haces monólogos, tienes tu canal de Youtube, vas a estrenar un libro y trabajas en la televisión, ¿en qué se diferencian los formatos?, ¿hay chistes que no se pueden hacer en la tele?
-Yo creo que no es que haya chistes que no se puedan decir en la tele. Hay temas que no se tocan por el horario en el que trabajamos, por la legalidad vigente. No es un tema de censura sino del horario. Trabajando en televisión, sobre todo en el programa en el que estoy, en ‘Todo es Mentira’, siempre ha habido mucha libertad para improvisar, meter chistes y no nos han censurado nada. Siempre han estado muy abiertos a propuestas.
Risto tiene muchísimo sentido del humor, es un tío muy divertido en las distancias cortas. En este tiempo que lleva trabajando con nosotros yo le noto más gracioso. Se ha engrasado todo y ya sabemos por dónde va a salir la cosa. Es un programa en el que el humor va muy rápido. Castelo, por ejemplo, es una metralleta del humor. Siempre tiene alguna pullita, un chistecillo corto. Tiene una puntería cómica increíble.
-Una de las quejas que se han hecho al mundo del humor español es la falta de cómicas, pero parece que algo está cambiando ¿es una buena época para el humor hecho por mujeres?
-Siempre ha habido mujeres cómicas. Ahora está muy en boga, pero creo que desde los inicios de Paramount Comedy siempre ha habido cómicas. Carolina Noriega, Belinda Valbuena, Coria Castillo, Eva Cabezas, Esther Gimeno, Esther Vidal... Han estado desde el surgir del stand-up de los monólogos en España. Ahora ha habido un efecto llamada y cada vez hay más chicas que se atreven a subirse, a probar material y escribir chistes.
Ahora es un buen momento, no para que haya mujeres que siempre las ha habido, sino que ahora parece que las chicas se apuntan y eso es superguay.
-Tú tenías un canal de Youtube, pero decidiste abrirte un espacio para hacer vídeos de temática LGTBI, ¿hacía falta humor trans en el panorama español?¿encontraste un hueco claro?
-Mi canal de Youtube empezó como canal de comedia. Empecé subiendo reflexiones sobre cosas cotidianas y haciendo sketches, era variado. Me cansó un poco porque tampoco lo veía mucha gente y me apetecía hacer un blog hablando de mi día a día como mujer trans. Como crecimiento personal y por si podía tener feedback. Eso ha petado más. Al principio era plano secuencia, ahora hay montajes, hay mucho humor, mucho grafismo gracias a Gemma que es la que me edita el vídeo. Procuro jugar un poco más. Hablo de activismo desde la comedia, que es el lenguaje que más uso.
¿Que si había hueco para el humor trans en España? Sencillamente, no fue buscado. Quería hacer comedia a través de lo que yo había vivido y sentido. Daba la casualidad de que nadie había hecho esto en España o, si se había hecho, yo no había sido capaz de encontrarlo. Si dentro de unos años vemos que hay mogollón de personas trans haciendo monólogos, me parecerá guay.
-¿Hay algo sobre lo que no hagas chistes?
-Cuando no toco una temática, no es porque me dé reparo, sino porque no me interesa el tema para hacer comedia o porque no he encontrado un chiste o un punto de vista divertido. Ahora estoy muy on fire con dos bloques en mi espectáculo, con el pin parental y mis coleguis de Hazte Oír, los pinta-autobuses.
- ¿La ultraderecha da risa o da miedo?
-Da un poco de miedo, sobre todo, porque están sustentados por ‘fake news’. Se desmonta a la ultraderecha casi a diario, que nunca te falten tus cinco piezas de desmontar a la ultraderecha con hechos. También lo utilizan para que la gente hable de ellos.
Me dan miedo, pero intento desmontarles con lo que mejor conozco: la comedia. No pretendo combatirles con comedia pero digo, si queréis dar susto, yo quiero que deis más risa. Vamos a ver si podemos reciclar un poco el miedo en algo bonito.
- Con este auge de la ultraderecha en las instituciones y con el eco que tienen sus discursos, también tránsfobos, ¿da un poco más de miedo visibilizarse?
-Me expongo porque he decidido hacerlo, porque lo necesito y lo quiero, pero me consta que muchas personas trans no se visibilizan por miedo y no solo a la ultraderecha. En su entorno cercano hay gente muy tránsfoba o que se rige por estereotipos y tópicos. Creo que eso es terrible. Como persona trans visible que puedo trabajar, no sufrir agresiones, etc. creo que mi responsabilidad es ser todo lo visible que pueda por aquellas que no pueden. No soy ninguna heroína, pero si tengo una pequeña vocecita, quiero utilizarla por aquellas que no pueden.
-Es verdad que las personas trans siguen teniendo que recorrer un camino difícil, ¿crees que hay que dar también ejemplos positivos de personas que han hecho su transición de manera tranquila, que su familia les acepte, como en tu caso?
-A mí no me gusta ponerme de ejemplo, pero coincido con la necesidad de contar historias trans positivas. Evidentemente, hay que denunciar los insultos, las agresiones, la transfobia... pero soy muy de contar las historias trans positivas porque muchas personas en lugar de preguntarte cómo lo llevas, te preguntan cómo se lo ha tomado tu familia. En la sociedad está tan instaurada la transfobia que lo primero que piensan es si tu familia te ha aceptado o no. Creo que es importante la visibilidad por lo que yo llamo el "síndrome de Españoles por el mundo". Te sacan a la persona con casoplón, que le va genial en la vida, que su pareja es atractiva, tiene una chavalada monísima... y cuando le preguntan por qué se fue tan lejos de casa, contestan que fue por amor. ¡Venga ya! No te sacan al tío que vino a Bali vendiendo acciones, le tangaron y ahora está en la ignominia.
Creo que es importante contar historias positivas. Hay muchas personas trans que son muy punteras en sus profesiones. Tenemos a Abril Zamora, actriz, dramaturga, guionista escritora, Roberta Marrero, ilustradora buenísima, Alba Palacios, futbolista, Topacio Fresh, galerista de arte, Valeria Vegas, escritora y periodista que escribió la biografía de la Veneno. Tenemos a gente trans que hace cosas muy guays y que sus historias deben ser contadas para inspirar a las nuevas generaciones de personas trans. Vamos a pasarle los apuntes a los que vienen detrás para que este curso se les haga un poquito más fácil.
-¿Tú sientes que eres parte de una nueva generación de personas trans que contrasta con la generación anterior, educadas en el franquismo y la transición?
-Creo que sí, yo me siento bisagra de la generación de antes con la nueva. En mi infancia y adolescencia no tenía referentes de personas trans y los que tenía eran topicazos, clichés y cosas asociadas a la marginalidad, al “te va a ir mal en la vida por ser trans”. En realidad si te va mal en la vida es por los prejuicios y la transfobia, no porque seas trans.
Al criarme sin referentes positivos he tenido que educarme más tarde, buscar referentes, leer, bichear...Yo salí del armario con 27 años. No digo que sea ni pronto ni tarde, pero no dejo de preguntarme si hubiera tenido referentes positivos en la infancia, habría salido del armario antes o después. Por eso, abogo mucho por contar que sí se puede, que ser trans no es un problema y que el problema es la transfobia.
-Así que crees que la falta de referentes influyó en salir tarde del armario.
-Sí, yo tardé mucho tiempo en aceptar quién era y qué ocurría y que no era nada malo. Parcheaba una sensación, no quería enfrentarme a ello por miedo al rechazo social y de mi entorno y a no tener una vida laboral. Pensaba que no me iban a contratar en ningún sitio. Ahora está cambiando, pero tenía unos prejuicios que no eran míos. Nadie nace con prejuicios, igual que nadie sabe leer. Igual que cuando haces un micromachismo y te preguntas por qué si soy feminista hago eso si no es mío. Luego te deconstruyes y te lo quitas como si fuera una espinilla de la espalda.
-En tu canal de Youtube derribas mitos. Vamos a empezar por uno que seguro que has oído mucho: “Las personas trans nacen en el cuerpo equivocado”.
-Primero, no hay cuerpos equivocados. Creo que es una definición caducada. No nacemos en un cuerpo equivocado, sino que la persona trans es alguien que no está de acuerdo con la identidad de género que se le asignó al nacer únicamente en base a sus genitales. Lo explica muy bien Roberta Marrero en su libro ‘Bebé verde’. Yo no nací ni hombre ni mujer, nací bebé y necesito tiempo para saber quién soy. Por qué nada más nacer se nos asigna un nombre y un género y sin embargo hace falta que pasen 18 años para que podamos votar, opinar.
-Antes hablabas del miedo a no encontrar trabajo, pero en tus vídeos cuentas que también existe el miedo a no encontrar pareja. Has contado tus experiencias con aplicaciones de citas, ¿qué te has encontrado?
-Me he encontrado cosas muy locas. He tenido más experiencias desagradables con hombres que con mujeres. Me he encontrado mucho tío que solo quería hablar conmigo por curiosidad. Mucho tío que me corregía a mí diciéndome que si no estoy hormonándome u operada del pecho, entonces soy travesti, no trans. De repente, me hacían un ‘mansplaining’ de lo que yo era. Encima me decía que no estaba de acuerdo conmigo. No tienes que estar de acuerdo conmigo, es lo que soy. Y punto.
Hubo una vez una cosa muy graciosa visto ahora, pero era igual de grave. Hubo un tío que quería estar conmigo por dos motivos. La primera, que le daban morbo los trans, cosa que me parece horrible que se nos reduzca a un fetiche o algo que tienes que tachar de tu lista de polvos. Lo segundo era que quería estar conmigo porque era muy fan de Ana Morgade. Fetichismo y ser el segundo plato. Adoro a Ana Morgade, me parece una tía superápida e inteligente, soy fan desde hace muchos años, pero yo soy el primer plato o el postre como mucho, pero el segundo no. De repente, ser la versión low cost de Ana Morgade, ¿pero de qué vamos?
-Estamos viendo un debate en el seno del movimiento feminista al que tú también has dedicado un vídeo. Tras ver los últimos comunicados del Partido Feminista, ¿tú dirías que es tránsfobo?
-Sí, cualquier feminismo que no incluya a todas las mujeres no es feminismo, no es igualdad. No solamente te hablo de las mujeres trans, también de las racializadas, las migrantes... El feminismo no puede ser cis, blanco y europeo. Hay muchas realidades de mujeres distintas en todo el planeta y se olvida. Creo que todo pasa por la no aceptación de que dentro de las mujeres hay mucha diversidad de cuerpos, desde el color de piel, a la fisionomía, a tener diversidad funcional... Hay muchas cosas que excluyen. Si existe un feminismo que excluye para mí no es feminismo. Si hace falta una nota de corte para entrar en un feminismo o intento entrar al feminismo como entrar como si fuera una en la discoteca y las que están en la puerta te dicen que no se puedes entrar, no es feminismo.
-Son años muy buenos para el feminismo, hay muchos debates y discusiones. ¿a ti, como mujer trans, te decepciona que este tema ocupe mucho espacio y muchos artículos este año?
-A mí me cansa, me agota y me enfada que las personas trans seamos un sujeto de debate. Nuestra identidad no es opinable, no puede medirse científicamente ni nada. No es debatible. Esto no es qué ocurrió con el asesinato de Kennedy ni somos un unicornio ni el monstruo del lago Ness. Nuestra identidad no está sujeta a debate. Ni de hombres trans, ni de mujeres trans, ni de personas trans no binarias. Existimos y punto. Lo que pasa es que hay muchas denominadas feministas que excluyen a las mujeres trans del feminismo por no considerarlas mujeres y son muy ruidosas. Están utilizando tácticas del enemigo. En vez de unirnos contra el enemigo común que es el patriarcado, el machismo, que nos asesinen y nos violen, la brecha salarial, etc. prefieren hacer lo mismo que hace el machismo con unas mujeres en concreto.
-Tú como mujer también has sufrido el machismo.
-Evidentemente. A las mujeres trans se nos cosifica muchísimo, para mucha gente una mujer trans es algo exótico, que da morbo acostarse con ella. No, yo no quiero acostarme con alguien que quiere acostarse conmigo pese a tener pene o porque lo tengo. Yo quiero acostarme con alguien que quiera acostarse conmigo y punto. No que me idealice y me reduzca a un objeto.
-En tu experiencia, ¿crees que es necesario que se apruebe en España una ley trans?
-Sí, es muy necesaria. La ley trans que se iba a proponer en el Congreso antes de este jaleo político se quedó en un cajón. Vino la moción de censura, luego el gobierno en funciones, elecciones, etc. Espero que ahora se ponga en marcha porque ambos partidos lo tenían en su programa y en el documento de consenso. Tengo la esperanza que así sea. Hay gente que dice “¿no es más urgente las pensiones?”. Esto no va de qué es más importante o urgente.
Hay muchas personas trans que ya no están en este mundo y han sido enterradas con un nombre y un género que no les correspondía. Hay gente trans que se ha dejado la piel literalmente en este país y en el mundo porque las personas trans que estamos aquí y ahora tengamos derechos. De igual manera que hoy en día a mucha gente le escuece que este país haya pasado una transición también hay a mucha gente que les escuece que haya personas que también pasamos una transición.
Cuenta que su talento para la comedia viene de un padre “irónico” y una madre con la que se ríe a “carcajadas”. La obsesión por ‘Mortadelo y Filemón’ o por ‘Los Simpsons’ desde que era una niña hizo el resto. Ahora hace monólogos, trabaja en el programa televisivo ‘Todo es Mentira’, de Cuatro, prepara un libro de ilustraciones y sube vídeos de temática LGTBI a su canal de Youtube bajo el título ‘Lost in Transition’. El próximo 28 de febrero vuelve a la cervecería Beer Station de Madrid con su monólogo ‘Pizza con piña: La última porción’. También repetirá el 14 y el 27 de marzo.
Una semana antes de que vuelva a subirse al escenario de la cervecería, Beer Station enciende los focos en un pase único de Elsa Ruiz para cuartopoder.
-Haces humor en muchos formatos. Haces monólogos, tienes tu canal de Youtube, vas a estrenar un libro y trabajas en la televisión, ¿en qué se diferencian los formatos?, ¿hay chistes que no se pueden hacer en la tele?
-Yo creo que no es que haya chistes que no se puedan decir en la tele. Hay temas que no se tocan por el horario en el que trabajamos, por la legalidad vigente. No es un tema de censura sino del horario. Trabajando en televisión, sobre todo en el programa en el que estoy, en ‘Todo es Mentira’, siempre ha habido mucha libertad para improvisar, meter chistes y no nos han censurado nada. Siempre han estado muy abiertos a propuestas.
Risto tiene muchísimo sentido del humor, es un tío muy divertido en las distancias cortas. En este tiempo que lleva trabajando con nosotros yo le noto más gracioso. Se ha engrasado todo y ya sabemos por dónde va a salir la cosa. Es un programa en el que el humor va muy rápido. Castelo, por ejemplo, es una metralleta del humor. Siempre tiene alguna pullita, un chistecillo corto. Tiene una puntería cómica increíble.
-Una de las quejas que se han hecho al mundo del humor español es la falta de cómicas, pero parece que algo está cambiando ¿es una buena época para el humor hecho por mujeres?
-Siempre ha habido mujeres cómicas. Ahora está muy en boga, pero creo que desde los inicios de Paramount Comedy siempre ha habido cómicas. Carolina Noriega, Belinda Valbuena, Coria Castillo, Eva Cabezas, Esther Gimeno, Esther Vidal... Han estado desde el surgir del stand-up de los monólogos en España. Ahora ha habido un efecto llamada y cada vez hay más chicas que se atreven a subirse, a probar material y escribir chistes.
Ahora es un buen momento, no para que haya mujeres que siempre las ha habido, sino que ahora parece que las chicas se apuntan y eso es superguay.
-Tú tenías un canal de Youtube, pero decidiste abrirte un espacio para hacer vídeos de temática LGTBI, ¿hacía falta humor trans en el panorama español?¿encontraste un hueco claro?
-Mi canal de Youtube empezó como canal de comedia. Empecé subiendo reflexiones sobre cosas cotidianas y haciendo sketches, era variado. Me cansó un poco porque tampoco lo veía mucha gente y me apetecía hacer un blog hablando de mi día a día como mujer trans. Como crecimiento personal y por si podía tener feedback. Eso ha petado más. Al principio era plano secuencia, ahora hay montajes, hay mucho humor, mucho grafismo gracias a Gemma que es la que me edita el vídeo. Procuro jugar un poco más. Hablo de activismo desde la comedia, que es el lenguaje que más uso.
¿Que si había hueco para el humor trans en España? Sencillamente, no fue buscado. Quería hacer comedia a través de lo que yo había vivido y sentido. Daba la casualidad de que nadie había hecho esto en España o, si se había hecho, yo no había sido capaz de encontrarlo. Si dentro de unos años vemos que hay mogollón de personas trans haciendo monólogos, me parecerá guay.
-¿Hay algo sobre lo que no hagas chistes?
-Cuando no toco una temática, no es porque me dé reparo, sino porque no me interesa el tema para hacer comedia o porque no he encontrado un chiste o un punto de vista divertido. Ahora estoy muy on fire con dos bloques en mi espectáculo, con el pin parental y mis coleguis de Hazte Oír, los pinta-autobuses.
- ¿La ultraderecha da risa o da miedo?
-Da un poco de miedo, sobre todo, porque están sustentados por ‘fake news’. Se desmonta a la ultraderecha casi a diario, que nunca te falten tus cinco piezas de desmontar a la ultraderecha con hechos. También lo utilizan para que la gente hable de ellos.
Me dan miedo, pero intento desmontarles con lo que mejor conozco: la comedia. No pretendo combatirles con comedia pero digo, si queréis dar susto, yo quiero que deis más risa. Vamos a ver si podemos reciclar un poco el miedo en algo bonito.
- Con este auge de la ultraderecha en las instituciones y con el eco que tienen sus discursos, también tránsfobos, ¿da un poco más de miedo visibilizarse?
-Me expongo porque he decidido hacerlo, porque lo necesito y lo quiero, pero me consta que muchas personas trans no se visibilizan por miedo y no solo a la ultraderecha. En su entorno cercano hay gente muy tránsfoba o que se rige por estereotipos y tópicos. Creo que eso es terrible. Como persona trans visible que puedo trabajar, no sufrir agresiones, etc. creo que mi responsabilidad es ser todo lo visible que pueda por aquellas que no pueden. No soy ninguna heroína, pero si tengo una pequeña vocecita, quiero utilizarla por aquellas que no pueden.
-Es verdad que las personas trans siguen teniendo que recorrer un camino difícil, ¿crees que hay que dar también ejemplos positivos de personas que han hecho su transición de manera tranquila, que su familia les acepte, como en tu caso?
-A mí no me gusta ponerme de ejemplo, pero coincido con la necesidad de contar historias trans positivas. Evidentemente, hay que denunciar los insultos, las agresiones, la transfobia... pero soy muy de contar las historias trans positivas porque muchas personas en lugar de preguntarte cómo lo llevas, te preguntan cómo se lo ha tomado tu familia. En la sociedad está tan instaurada la transfobia que lo primero que piensan es si tu familia te ha aceptado o no. Creo que es importante la visibilidad por lo que yo llamo el "síndrome de Españoles por el mundo". Te sacan a la persona con casoplón, que le va genial en la vida, que su pareja es atractiva, tiene una chavalada monísima... y cuando le preguntan por qué se fue tan lejos de casa, contestan que fue por amor. ¡Venga ya! No te sacan al tío que vino a Bali vendiendo acciones, le tangaron y ahora está en la ignominia.
Creo que es importante contar historias positivas. Hay muchas personas trans que son muy punteras en sus profesiones. Tenemos a Abril Zamora, actriz, dramaturga, guionista escritora, Roberta Marrero, ilustradora buenísima, Alba Palacios, futbolista, Topacio Fresh, galerista de arte, Valeria Vegas, escritora y periodista que escribió la biografía de la Veneno. Tenemos a gente trans que hace cosas muy guays y que sus historias deben ser contadas para inspirar a las nuevas generaciones de personas trans. Vamos a pasarle los apuntes a los que vienen detrás para que este curso se les haga un poquito más fácil.
-¿Tú sientes que eres parte de una nueva generación de personas trans que contrasta con la generación anterior, educadas en el franquismo y la transición?
-Creo que sí, yo me siento bisagra de la generación de antes con la nueva. En mi infancia y adolescencia no tenía referentes de personas trans y los que tenía eran topicazos, clichés y cosas asociadas a la marginalidad, al “te va a ir mal en la vida por ser trans”. En realidad si te va mal en la vida es por los prejuicios y la transfobia, no porque seas trans.
Al criarme sin referentes positivos he tenido que educarme más tarde, buscar referentes, leer, bichear...Yo salí del armario con 27 años. No digo que sea ni pronto ni tarde, pero no dejo de preguntarme si hubiera tenido referentes positivos en la infancia, habría salido del armario antes o después. Por eso, abogo mucho por contar que sí se puede, que ser trans no es un problema y que el problema es la transfobia.
-Así que crees que la falta de referentes influyó en salir tarde del armario.
-Sí, yo tardé mucho tiempo en aceptar quién era y qué ocurría y que no era nada malo. Parcheaba una sensación, no quería enfrentarme a ello por miedo al rechazo social y de mi entorno y a no tener una vida laboral. Pensaba que no me iban a contratar en ningún sitio. Ahora está cambiando, pero tenía unos prejuicios que no eran míos. Nadie nace con prejuicios, igual que nadie sabe leer. Igual que cuando haces un micromachismo y te preguntas por qué si soy feminista hago eso si no es mío. Luego te deconstruyes y te lo quitas como si fuera una espinilla de la espalda.
-En tu canal de Youtube derribas mitos. Vamos a empezar por uno que seguro que has oído mucho: “Las personas trans nacen en el cuerpo equivocado”.
-Primero, no hay cuerpos equivocados. Creo que es una definición caducada. No nacemos en un cuerpo equivocado, sino que la persona trans es alguien que no está de acuerdo con la identidad de género que se le asignó al nacer únicamente en base a sus genitales. Lo explica muy bien Roberta Marrero en su libro ‘Bebé verde’. Yo no nací ni hombre ni mujer, nací bebé y necesito tiempo para saber quién soy. Por qué nada más nacer se nos asigna un nombre y un género y sin embargo hace falta que pasen 18 años para que podamos votar, opinar.
-Antes hablabas del miedo a no encontrar trabajo, pero en tus vídeos cuentas que también existe el miedo a no encontrar pareja. Has contado tus experiencias con aplicaciones de citas, ¿qué te has encontrado?
-Me he encontrado cosas muy locas. He tenido más experiencias desagradables con hombres que con mujeres. Me he encontrado mucho tío que solo quería hablar conmigo por curiosidad. Mucho tío que me corregía a mí diciéndome que si no estoy hormonándome u operada del pecho, entonces soy travesti, no trans. De repente, me hacían un ‘mansplaining’ de lo que yo era. Encima me decía que no estaba de acuerdo conmigo. No tienes que estar de acuerdo conmigo, es lo que soy. Y punto.
Hubo una vez una cosa muy graciosa visto ahora, pero era igual de grave. Hubo un tío que quería estar conmigo por dos motivos. La primera, que le daban morbo los trans, cosa que me parece horrible que se nos reduzca a un fetiche o algo que tienes que tachar de tu lista de polvos. Lo segundo era que quería estar conmigo porque era muy fan de Ana Morgade. Fetichismo y ser el segundo plato. Adoro a Ana Morgade, me parece una tía superápida e inteligente, soy fan desde hace muchos años, pero yo soy el primer plato o el postre como mucho, pero el segundo no. De repente, ser la versión low cost de Ana Morgade, ¿pero de qué vamos?
-Estamos viendo un debate en el seno del movimiento feminista al que tú también has dedicado un vídeo. Tras ver los últimos comunicados del Partido Feminista, ¿tú dirías que es tránsfobo?
-Sí, cualquier feminismo que no incluya a todas las mujeres no es feminismo, no es igualdad. No solamente te hablo de las mujeres trans, también de las racializadas, las migrantes... El feminismo no puede ser cis, blanco y europeo. Hay muchas realidades de mujeres distintas en todo el planeta y se olvida. Creo que todo pasa por la no aceptación de que dentro de las mujeres hay mucha diversidad de cuerpos, desde el color de piel, a la fisionomía, a tener diversidad funcional... Hay muchas cosas que excluyen. Si existe un feminismo que excluye para mí no es feminismo. Si hace falta una nota de corte para entrar en un feminismo o intento entrar al feminismo como entrar como si fuera una en la discoteca y las que están en la puerta te dicen que no se puedes entrar, no es feminismo.
-Son años muy buenos para el feminismo, hay muchos debates y discusiones. ¿a ti, como mujer trans, te decepciona que este tema ocupe mucho espacio y muchos artículos este año?
-A mí me cansa, me agota y me enfada que las personas trans seamos un sujeto de debate. Nuestra identidad no es opinable, no puede medirse científicamente ni nada. No es debatible. Esto no es qué ocurrió con el asesinato de Kennedy ni somos un unicornio ni el monstruo del lago Ness. Nuestra identidad no está sujeta a debate. Ni de hombres trans, ni de mujeres trans, ni de personas trans no binarias. Existimos y punto. Lo que pasa es que hay muchas denominadas feministas que excluyen a las mujeres trans del feminismo por no considerarlas mujeres y son muy ruidosas. Están utilizando tácticas del enemigo. En vez de unirnos contra el enemigo común que es el patriarcado, el machismo, que nos asesinen y nos violen, la brecha salarial, etc. prefieren hacer lo mismo que hace el machismo con unas mujeres en concreto.
-Tú como mujer también has sufrido el machismo.
-Evidentemente. A las mujeres trans se nos cosifica muchísimo, para mucha gente una mujer trans es algo exótico, que da morbo acostarse con ella. No, yo no quiero acostarme con alguien que quiere acostarse conmigo pese a tener pene o porque lo tengo. Yo quiero acostarme con alguien que quiera acostarse conmigo y punto. No que me idealice y me reduzca a un objeto.
-En tu experiencia, ¿crees que es necesario que se apruebe en España una ley trans?
-Sí, es muy necesaria. La ley trans que se iba a proponer en el Congreso antes de este jaleo político se quedó en un cajón. Vino la moción de censura, luego el gobierno en funciones, elecciones, etc. Espero que ahora se ponga en marcha porque ambos partidos lo tenían en su programa y en el documento de consenso. Tengo la esperanza que así sea. Hay gente que dice “¿no es más urgente las pensiones?”. Esto no va de qué es más importante o urgente.
Hay muchas personas trans que ya no están en este mundo y han sido enterradas con un nombre y un género que no les correspondía. Hay gente trans que se ha dejado la piel literalmente en este país y en el mundo porque las personas trans que estamos aquí y ahora tengamos derechos. De igual manera que hoy en día a mucha gente le escuece que este país haya pasado una transición también hay a mucha gente que les escuece que haya personas que también pasamos una transición.
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