Imagen: Fórmula TV / Valerio Pino // |
Valerio Pino: "La idea de que mi ex había matado a alguien y estaba en la cárcel casi me vuelve loco".
El profesor de 'Supermodelo' publica un libro en el que relata su relación con Markus Bellamy, condenado a 20 años por haber asesinado a su pareja.
David Carro | Fórmula TV, 2020-06-23
https://www.formulatv.com/noticias/valerio-pino-ex-matado-carcel-vuelve-loco-102259/
Año 2019. El bailarín Markus Bellamy es condenado a 20 años de prisión en Estados Unidos por asesinar a su novio. Al otro lado del charco, la noticia abate a Valerio Pino, quien mantuvo una breve pero intensa relación con el homicida cuando trabajaron juntos en uno de los programas más famosos de la televisión italiana. El escándalo les rodeó durante mucho tiempo en un país en el que todavía no existe tanta libertad, y menos para la comunidad LGBT+.
Tras hacer pública su relación, el bailarín, conocido en España como profesor de 'Supermodelo', decide escribir el libro "Amor en el camerino" para exponer con calma su historia de amor. "Una persona que después se convierte en asesino antes ha podido ser una persona maravillosa", defiende en esta entrevista para FormulaTV, a sabiendas de que las drogas arruinaron la vida de su expareja. Aquella noche, asesino y víctima fumaron tanta metanfetamina que Markus creyó que estaba viendo al diablo, tal y como declaró en el juicio.
Valerio se encuentra en un momento distinto al de su triunfo en la televisión española. Ya no teme hablar de su lado más personal, incluso aunque otro de sus ex le haya amenazado por escribir el libro y su publicación le haya hecho perder trabajos. Él no se achanta y no por ello ha firmado "Amor en el camerino" bajo el pseudónimo de oniPo irelaV, su nombre al revés. "Se entiende cuando lees el libro porque, en un momento determinado, hay un giro", adelanta.
En "Amor en el camerino" relatas tu relación con Markus Bellamy, ¿por qué decides contarla?
Todo empezó hace diez años, en 2010. Entramos los dos como bailarines profesiones de 'Amici', un programa que en Italia es muy famoso. Nos enamoramos y vivimos nuestra historia. Al acabar el programa, salió en la portada de una revista que yo había mantenido relaciones sexuales con alguien en la parte de atrás del escenario y en el camerino. Fue un escándalo aquí y, durante muchos años, me estuvieron preguntando en entrevistas quién era la otra persona. Llegó un momento en el que ya no pude más y decidí poner fin a esto y decir quién era.
Dos años antes de hacerlo público había ocurrido ese homicidio, ese momento surrealista en el que él mató a su pareja en Nueva York. A pesar de ello, hago público su nombre, pero lo que no quería es que el mensaje fuese simplemente que habíamos tenido sexo. Se quedaba en algo frívolo y superficial, así que hace dos años decidí escribir la historia completa en un libro. Quería decirle a la gente que durante esos cinco meses nos amamos, no fue solamente sexo. Lo publiqué y, ahora, durante el confinamiento, aproveché que tenía tiempo para traducirlo en español porque me di cuenta de que nunca he querido hablar de mi vida privada en España.
Quería que fuese la primera vez pero quería que fuese en un libro para que se conociera bien la historia, porque en un plató de televisión das titulares y va todo muy rápido. No ha sido fácil porque he recibido amenazas por parte de mi ex, el cantante colombiano Oscar Wilder, que vive en Madrid. Él sigue enamorado de mí, es muy celoso y está obsesionado con que no me relacionen con otros nombres.
¿Cuál fue la repercusión cuando publicaste el libro en Italia?
El escándalo se reabrió, pero era la única manera de normalizar esa historia y sacar todo lo que llevaba dentro. Aquí en televisión hay mucha censura, en Italia no es todavía algo normal.
¿Crees que el hecho de que fuera un hombre alimentó el morbo sobre la historia?
Yo nunca había dicho si la persona era un hombre o una mujer, nadie tenía ni idea salvo los del programa. Italia no es como España, no hay libertad de expresión verdadera. Es falsa, te dicen que hay libertad pero es mentira. Y, hace diez años, todavía más. Seguramente esto fue tan morboso por ser Italia como es. Yo había vivido diez años en España y me había acostumbrado a otro tipo de comunicación. En España hay más verdad, las cosas se dicen como son y no hay ningún problema. Aquí todavía tienes que tener cuidado con lo que dices, con la gente a la que nombras, con cómo lo dices...
¿Y se debe a la gente en la calle o a quien controla los medios?
Es por cultura y por quien controla los medios, hay determinadas personas de poder a las que no se puede tocar. Yo soy un personaje que rompe completamente el equilibrio.
De todas formas, es muy atrevido hablar del amor que sentiste hacia una persona que acaba de ser condenada por asesinato.
Marcus cometió el crimen en 2016. Yo escribí el libro en 2018, habían pasado dos años. Un año después de la publicación, salió la condena de 20 años. Fue un altibajo de emociones, de rabia, de dolor...
¿Cómo procesas que una persona a la que has querido tanto sea condenada por un delito como este?
Muy mal, la verdad. Las primeras dos semanas no dormí. Lo pasé fatal, llorando, pensando que no podía ser verdad. La idea de que él hubiera matado a alguien y estuviera en la cárcel, conociéndolo tan bien... sentía que me iba a volver loco. No tenía el teléfono de su madre, él estaba en Estados Unidos y yo en París... sentía impotencia por no poder hacer nada. Es muy frustrante, una sensación horrible.
¿Alguna vez sospechaste que él podría hacer algo así?
Nunca porque, cuando estuvimos trabajando juntos en Roma, jamás dio señales de violencia, locura o agresividad. Era un chico muy dulce y tranquilo, muy trabajador. El único problema eran las drogas. Él se drogaba y yo intenté ayudarle a dejarlo en esos cinco meses, pero es muy complicado, eso tiene que hacerlo un profesional. En la sentencia se puede ver que la madre del chico al que mató le preguntó "¿por qué mataste a mi hijo?". Y el contestó: "Señora, su hijo y yo, desgraciadamente, nos drogábamos mucho. Yo estaba drogado en ese momento".
¿Por qué terminó tu relación con Markus?
Porque terminó el programa de televisión y yo regresé a Madrid y, él, a Nueva York. Markus seguía viviendo con una pareja con la que lo estaba dejando y, yo, en Madrid con el colombiano, aunque ya no estaba con él. Teníamos una situación bastante complicada por distancia, por anteriores relaciones... en el libro lo detallo mejor. Fui a verlo a Nueva York tras dos meses separados pero las cosas eran muy complicadas para seguir juntos.
¿Crees que hacer pública esta historia te ha pasado factura a la hora de trabajar en Italia?
Sí, mucho. Toqué uno de los programas más importantes de nuestra televisión. Es como si fuera el 'Operación Triunfo' italiano. Fue un shock que yo me atreviera a hacer eso y aquí no fue bien visto, fue como un desafío contra la normalidad de aquí, en la que se censura todo.
¿Y cómo estás en el apartado laboral? ¿Has pensado regresar a España?
Te cuento las cosas como son porque yo no tengo pelos en la lengua, precisamente por haber vivido diez años allí. Aquí flipan, me dicen que estoy loco y que me tengo que callar o no voy a trabajar más en la vida. La cosa está ahora en que mi representante en España no me llama desde hace prácticamente un año. No sé qué pensar, yo creo que hay una mano negra en la televisión española. Claro que me gustaría volver, pero debe haber alguien que me tiene manía y hace que yo no trabaje, porque es inexplicable. No tengo ni idea de quién podría ser, he trabajado muchísimo en España y todo esto es un poco raro, algo me huele mal.
¿Y tendrías alguna preferencia laboral a la hora de regresar a España?
He sido colaborador muchos años en muchos programas. Después de 'Supermodelo' y 'Supervivientes 2007' estuve en Cuatro y Telecinco y colaboré en casi todas partes. 'El programa de Ana Rosa', 'Sálvame'... me gustaría volver como colaborador, que es lo que creo que sé hacer. Pero me hubiera gustado hacer 'Tu cara me suena' o 'MasterChef Celebrity', creo que podría ser muy interesante y divertido.
En 'Supermodelo' tampoco os mordíais la lengua. ¿Crees que se podría hacer hoy un programa así?
Yo creo que sí. Si volviera hoy, hecho con los medios y el contexto de hoy. Han pasado casi 15 años y han cambiado muchas cosas, pero si volviera un 'Supermodelo' bien hecho creo que podría tener una buena acogida.
A veces hacíais comentarios duros sobre el físico de las chicas, esto hoy sería complicado.
Habría que adaptarlo a 2020. Todos hemos cambiado, también la forma de hacer algunos programas. Si el programa se enfocase bien y se hiciese bien podría ser un formato que encontrase su hueco en televisión. Por lo menos intentaría ofrecerlo y a ver qué tal.
Volviendo a lo que decías de hablar públicamente de tu vida privada, ¿nunca lo habías hecho porque no querías o porque no te lo habían propuesto?
Yo no quería. Me lo propusieron muchas veces cuando trabajaba en Telecinco, querían que me sentara en 'La noria' y siempre dije que no porque no me sentía cómodo. No era el momento, yo no quería ser uno más del mundo del corazón, quería destacar más mi faceta profesional. Luego pasa el tiempo y uno cambia, no digo que nunca vaya a hablar de mi vida, pero estoy contento habiéndolo hecho por primera vez en un libro.
¿Ha provocado algún tipo de repercusión en el entorno de Markus?
No, cuando saltó la noticia del asesinato y de la condena no quise saber mucho sobre la cárcel en la que está ni nada. Me da miedo que, si voy a verlo, me quede con eso en la cabeza y me machaque. Quería esperar al momento oportuno para saber algo más. A pesar de haber amado a un asesino, yo quería relatar cómo era él realmente y cómo era yo cuando nos conocimos. Una persona que después se convierte en asesino antes ha podido ser una persona maravillosa, una cosa no quita a la otra. Desde que nos conocimos hasta que mató a su pareja pasaron unos años y, por desgracia, se puede cambiar. Desgraciadamente las drogas te pueden llevar a la ruina total. El mensaje es ese.
¿Hay algún episodio duro en el libro que pueda cambiar la imagen pública que tú tienes?
Cuando yo me mudé a España la cultura entró en mi piel y salí de la cárcel de la hipocresía italiana. Al volver me faltaba el aire. En el libro hablo abiertamente y sin filtros de cada detalle de cómo hacíamos el amor, cuento la pasión tal y como yo la viví. Es un relato sin hipocresía ni falsedad, sin ganas de quedar bien o tener cuidado. Era la única manera de luchar contra la hipocresía de aquí. Es un grito de libertad y un mensaje contra la homofobia, y me gusta que me acerque íntimamente al público.
Tras hacer pública su relación, el bailarín, conocido en España como profesor de 'Supermodelo', decide escribir el libro "Amor en el camerino" para exponer con calma su historia de amor. "Una persona que después se convierte en asesino antes ha podido ser una persona maravillosa", defiende en esta entrevista para FormulaTV, a sabiendas de que las drogas arruinaron la vida de su expareja. Aquella noche, asesino y víctima fumaron tanta metanfetamina que Markus creyó que estaba viendo al diablo, tal y como declaró en el juicio.
Valerio se encuentra en un momento distinto al de su triunfo en la televisión española. Ya no teme hablar de su lado más personal, incluso aunque otro de sus ex le haya amenazado por escribir el libro y su publicación le haya hecho perder trabajos. Él no se achanta y no por ello ha firmado "Amor en el camerino" bajo el pseudónimo de oniPo irelaV, su nombre al revés. "Se entiende cuando lees el libro porque, en un momento determinado, hay un giro", adelanta.
En "Amor en el camerino" relatas tu relación con Markus Bellamy, ¿por qué decides contarla?
Todo empezó hace diez años, en 2010. Entramos los dos como bailarines profesiones de 'Amici', un programa que en Italia es muy famoso. Nos enamoramos y vivimos nuestra historia. Al acabar el programa, salió en la portada de una revista que yo había mantenido relaciones sexuales con alguien en la parte de atrás del escenario y en el camerino. Fue un escándalo aquí y, durante muchos años, me estuvieron preguntando en entrevistas quién era la otra persona. Llegó un momento en el que ya no pude más y decidí poner fin a esto y decir quién era.
Dos años antes de hacerlo público había ocurrido ese homicidio, ese momento surrealista en el que él mató a su pareja en Nueva York. A pesar de ello, hago público su nombre, pero lo que no quería es que el mensaje fuese simplemente que habíamos tenido sexo. Se quedaba en algo frívolo y superficial, así que hace dos años decidí escribir la historia completa en un libro. Quería decirle a la gente que durante esos cinco meses nos amamos, no fue solamente sexo. Lo publiqué y, ahora, durante el confinamiento, aproveché que tenía tiempo para traducirlo en español porque me di cuenta de que nunca he querido hablar de mi vida privada en España.
Quería que fuese la primera vez pero quería que fuese en un libro para que se conociera bien la historia, porque en un plató de televisión das titulares y va todo muy rápido. No ha sido fácil porque he recibido amenazas por parte de mi ex, el cantante colombiano Oscar Wilder, que vive en Madrid. Él sigue enamorado de mí, es muy celoso y está obsesionado con que no me relacionen con otros nombres.
¿Cuál fue la repercusión cuando publicaste el libro en Italia?
El escándalo se reabrió, pero era la única manera de normalizar esa historia y sacar todo lo que llevaba dentro. Aquí en televisión hay mucha censura, en Italia no es todavía algo normal.
¿Crees que el hecho de que fuera un hombre alimentó el morbo sobre la historia?
Yo nunca había dicho si la persona era un hombre o una mujer, nadie tenía ni idea salvo los del programa. Italia no es como España, no hay libertad de expresión verdadera. Es falsa, te dicen que hay libertad pero es mentira. Y, hace diez años, todavía más. Seguramente esto fue tan morboso por ser Italia como es. Yo había vivido diez años en España y me había acostumbrado a otro tipo de comunicación. En España hay más verdad, las cosas se dicen como son y no hay ningún problema. Aquí todavía tienes que tener cuidado con lo que dices, con la gente a la que nombras, con cómo lo dices...
¿Y se debe a la gente en la calle o a quien controla los medios?
Es por cultura y por quien controla los medios, hay determinadas personas de poder a las que no se puede tocar. Yo soy un personaje que rompe completamente el equilibrio.
De todas formas, es muy atrevido hablar del amor que sentiste hacia una persona que acaba de ser condenada por asesinato.
Marcus cometió el crimen en 2016. Yo escribí el libro en 2018, habían pasado dos años. Un año después de la publicación, salió la condena de 20 años. Fue un altibajo de emociones, de rabia, de dolor...
¿Cómo procesas que una persona a la que has querido tanto sea condenada por un delito como este?
Muy mal, la verdad. Las primeras dos semanas no dormí. Lo pasé fatal, llorando, pensando que no podía ser verdad. La idea de que él hubiera matado a alguien y estuviera en la cárcel, conociéndolo tan bien... sentía que me iba a volver loco. No tenía el teléfono de su madre, él estaba en Estados Unidos y yo en París... sentía impotencia por no poder hacer nada. Es muy frustrante, una sensación horrible.
¿Alguna vez sospechaste que él podría hacer algo así?
Nunca porque, cuando estuvimos trabajando juntos en Roma, jamás dio señales de violencia, locura o agresividad. Era un chico muy dulce y tranquilo, muy trabajador. El único problema eran las drogas. Él se drogaba y yo intenté ayudarle a dejarlo en esos cinco meses, pero es muy complicado, eso tiene que hacerlo un profesional. En la sentencia se puede ver que la madre del chico al que mató le preguntó "¿por qué mataste a mi hijo?". Y el contestó: "Señora, su hijo y yo, desgraciadamente, nos drogábamos mucho. Yo estaba drogado en ese momento".
¿Por qué terminó tu relación con Markus?
Porque terminó el programa de televisión y yo regresé a Madrid y, él, a Nueva York. Markus seguía viviendo con una pareja con la que lo estaba dejando y, yo, en Madrid con el colombiano, aunque ya no estaba con él. Teníamos una situación bastante complicada por distancia, por anteriores relaciones... en el libro lo detallo mejor. Fui a verlo a Nueva York tras dos meses separados pero las cosas eran muy complicadas para seguir juntos.
¿Crees que hacer pública esta historia te ha pasado factura a la hora de trabajar en Italia?
Sí, mucho. Toqué uno de los programas más importantes de nuestra televisión. Es como si fuera el 'Operación Triunfo' italiano. Fue un shock que yo me atreviera a hacer eso y aquí no fue bien visto, fue como un desafío contra la normalidad de aquí, en la que se censura todo.
¿Y cómo estás en el apartado laboral? ¿Has pensado regresar a España?
Te cuento las cosas como son porque yo no tengo pelos en la lengua, precisamente por haber vivido diez años allí. Aquí flipan, me dicen que estoy loco y que me tengo que callar o no voy a trabajar más en la vida. La cosa está ahora en que mi representante en España no me llama desde hace prácticamente un año. No sé qué pensar, yo creo que hay una mano negra en la televisión española. Claro que me gustaría volver, pero debe haber alguien que me tiene manía y hace que yo no trabaje, porque es inexplicable. No tengo ni idea de quién podría ser, he trabajado muchísimo en España y todo esto es un poco raro, algo me huele mal.
¿Y tendrías alguna preferencia laboral a la hora de regresar a España?
He sido colaborador muchos años en muchos programas. Después de 'Supermodelo' y 'Supervivientes 2007' estuve en Cuatro y Telecinco y colaboré en casi todas partes. 'El programa de Ana Rosa', 'Sálvame'... me gustaría volver como colaborador, que es lo que creo que sé hacer. Pero me hubiera gustado hacer 'Tu cara me suena' o 'MasterChef Celebrity', creo que podría ser muy interesante y divertido.
En 'Supermodelo' tampoco os mordíais la lengua. ¿Crees que se podría hacer hoy un programa así?
Yo creo que sí. Si volviera hoy, hecho con los medios y el contexto de hoy. Han pasado casi 15 años y han cambiado muchas cosas, pero si volviera un 'Supermodelo' bien hecho creo que podría tener una buena acogida.
A veces hacíais comentarios duros sobre el físico de las chicas, esto hoy sería complicado.
Habría que adaptarlo a 2020. Todos hemos cambiado, también la forma de hacer algunos programas. Si el programa se enfocase bien y se hiciese bien podría ser un formato que encontrase su hueco en televisión. Por lo menos intentaría ofrecerlo y a ver qué tal.
Volviendo a lo que decías de hablar públicamente de tu vida privada, ¿nunca lo habías hecho porque no querías o porque no te lo habían propuesto?
Yo no quería. Me lo propusieron muchas veces cuando trabajaba en Telecinco, querían que me sentara en 'La noria' y siempre dije que no porque no me sentía cómodo. No era el momento, yo no quería ser uno más del mundo del corazón, quería destacar más mi faceta profesional. Luego pasa el tiempo y uno cambia, no digo que nunca vaya a hablar de mi vida, pero estoy contento habiéndolo hecho por primera vez en un libro.
¿Ha provocado algún tipo de repercusión en el entorno de Markus?
No, cuando saltó la noticia del asesinato y de la condena no quise saber mucho sobre la cárcel en la que está ni nada. Me da miedo que, si voy a verlo, me quede con eso en la cabeza y me machaque. Quería esperar al momento oportuno para saber algo más. A pesar de haber amado a un asesino, yo quería relatar cómo era él realmente y cómo era yo cuando nos conocimos. Una persona que después se convierte en asesino antes ha podido ser una persona maravillosa, una cosa no quita a la otra. Desde que nos conocimos hasta que mató a su pareja pasaron unos años y, por desgracia, se puede cambiar. Desgraciadamente las drogas te pueden llevar a la ruina total. El mensaje es ese.
¿Hay algún episodio duro en el libro que pueda cambiar la imagen pública que tú tienes?
Cuando yo me mudé a España la cultura entró en mi piel y salí de la cárcel de la hipocresía italiana. Al volver me faltaba el aire. En el libro hablo abiertamente y sin filtros de cada detalle de cómo hacíamos el amor, cuento la pasión tal y como yo la viví. Es un relato sin hipocresía ni falsedad, sin ganas de quedar bien o tener cuidado. Era la única manera de luchar contra la hipocresía de aquí. Es un grito de libertad y un mensaje contra la homofobia, y me gusta que me acerque íntimamente al público.
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