Foto de Juantxo Quiroga / "Muxu 1 Mikela!" en el 28J de 2022 en Donostia // |
Cuando nos decían «las políticas»: Mikel Martín en el recuerdo
Julen Zabala · Amiga y compañera en EHGAM de Mikel | Naiz, 2023-06-28
https://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/cuando-nos-decian-las-politicas-mikel-martin-en-el-recuerdo
Llega un nuevo 28 de junio y estamos preparándonos para salir de nuevo a la calle. Para recordar que hace 54 años tuvo lugar la revuelta de Stonewall. Para volver a mostrar todos los colores de nuestra lucha, las reivindicaciones que siguen pendientes y denunciar, otra vez, las agresiones que no cesan.
Como las que tienen lugar aquí, agresiones por homofobia en Villabona –«¡Maricones de mierda, extranjeros, este no es vuestro sitio; largaos de aquí!»– o en fiestas de Gallarta. Un poco más allá, manifestaciones de lesbofobia en el parque Warner de Madrid –«¡Bolleras de mierda!»- o ataques por transfobia en el metro de Barcelona –«¡Te voy a matar a ti y a tu peluca. Compórtate, mierda!»-.
Por no hablar de las persecuciones que sufren en lugares más remotos, como Uganda o Rusia, Hungría o Polonia. O la obstinación de quienes profesan la ideología del odio, como Munilla –«el movimiento LGTB está construido contra la propia naturaleza»- o José Cobo Cano, nuevo arzobispo de «corte progresista», según dicen –«el matrimonio gay es como una eucaristía con cocacola»-. Por no hablar de los constantes insultos, delitos de odio y ataques por lgtbifobia que campan a sus anchas por las redes sociales, por cualquier motivo, aunque sea tan inofensivo como ser futbolista y posar en una celebración con un bolso…
Todas ellas son diferentes caras de una misma violencia machista y heterosexista. Incluso se atreven a insultarnos y agredirnos en las propias marchas del orgullo, como ocurrió hace unos días en Biarritz. O volver a sacar del armario la represión contra el «escándalo público» por mostrar los pechos en un concierto… Y, como podemos constatar, esto cada vez va a ir a peor, no es nada con la que se nos avecina o lo que nos espera, a la vuelta de la esquina…
¡Qué difícil nos lo ponen para llamarlo orgullo! «Estábamos hartas de que nos humillaran y las cosas simplemente comenzaron a suceder. No me quiero perder ni un instante de esto. ¡Es la revolución!», decía Sylvia Rivera. Simplemente empezamos a decir basta, a levantarnos por la liberación sexual. Y recordarlo cada 28 de junio.
El año pasado Mikel Martin ya no pudo dar la salida a la marcha que se celebra cada año en Donostia. Desplegando la pancarta con un nuevo mensaje, situando a unas y a otras aquí y allá, pidiendo voluntarias para esto y lo otro, indicando en qué orden deben ir la bandera arcoíris y la batucada… Y, por supuesto, animando a todas a seguir las consignas, como nuestro «aquí estamos y no nos ocultamos», «hemen gaude eta ez gara ezkutatzen», que siempre nos ha acompañado desde aquella primera manifestación con visibilidad de gais y lesbianas para denunciar el asesinato de Francis en junio de 1979.
Aquel año dimos un impulso a nuestra lucha, nos atrevimos a romper el silencio al que nos condenaba la heteronorma y dar la cara contra la discriminación que imponía un sistema cisheteropatriarcal. Las resistencias, prácticamente en todos los ámbitos sociales y políticos, fueron persistentes, pero supimos afrontarlas con audacia y poco más.
Mikel siempre recordaba cómo nos recibían en los propios sitios del ambiente –en aquella «cuesta del culo» o «mariconcha»- cuando íbamos a poner algún cartel o repartir alguna octavilla con aquellas primeras reivindicaciones o algún programa con actividades para celebrar aquellos primeros orgullos organizados por EHGAM. «Aquí están las políticas», nos decían con sumo desprecio.
Sí, siempre hemos sido «las políticas» y ese ha sido, precisamente, nuestro orgullo. Lo tuvimos claro desde el principio, asumiendo la máxima feminista de que «lo personal es político», porque no hay duda de que la experiencia personal tiene tremenda conexión con las grandes estructuras sociales y políticas. Y poníamos –y ponemos- nuestros cuerpos para intentar cambiarlas.
Este 28 de junio, estarás más presente que nunca, Mikel, en las calles, en nuestras manifestaciones por la liberación sexual. Saldremos más comprometidas que nunca contra la mercantilización de «lo gay», contra la instrumentalización por parte de las instituciones políticas, contra el «pinkwashing» empresarial e, incluso, contra la «homonormatividad» que se vive dentro del propio colectivo. Contra todo aquello que forma parte de lo que Shangay Lily denominó, con gran acierto, «gaypitalismo». Y, ¡cómo no!, allí estaremos «las políticas», recordando tu legado, siguiendo con tu lucha y mostrando con nuestros cuerpos que, ahora y siempre, «lo personal es político».
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