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Beatriz Fernández, de Sevilla, la cara comercial y visible del proyecto // |
Desplante, el aceite LGTBI que desafía el éxodo rural y la homofobia
Desde un olivar familiar en Ciudad Real hasta los escaparates de eventos como Fitur o el Festival de Cine de Málaga
Inmaculada Calahorro | El Diario, 2025-04-09
https://www.eldiario.es/andalucia/blogs/dias-de-empresa/desplante-aceite-lgtbi-desafia-exodo-rural-homofobia_132_12118087.html
La empresa fue creada por dos emprendedoras: Beatriz Fernández, de Sevilla, la cara comercial y visible del proyecto, y su socia, decidieron dar un giro al negocio familiar y transformar la explotación del olivar paterno en un emblema de calidad y reivindicación. “Queríamos volver, como en la película de Almodóvar, pero no a cualquier costo”, afirma Fernández, quien ha enfrentado en carne propia la discriminación que aún sufren las mujeres del colectivo en los pueblos.
El diseño de su lata de aceite es una declaración de intenciones: dos reinas de ajedrez junto a la bandera LGTBI. Un mensaje claro para quienes buscan referentes en lugares donde la diversidad aún sigue siendo invisible. Esta identidad visual tan característica de Desplante fue creada por Teresa J. Gómez, hermana de Beatriz, quien se encarga del diseño y dirección artística de la marca. Como cuenta Fernández, “todo queda en familia”.
Desplante inició su andadura con una tirada de 700 latas de 500 mililitros y una facturación inicial de 4.000 euros. Fernández reconoce que, aunque han obtenido beneficios, el tiempo y esfuerzo invertidos aún no son proporcionales a las ganancias. A pesar de ello, la empresa está a punto de agotar su primera producción y ya planea duplicar su volumen el próximo año, incluyendo un nuevo formato de 250 mililitros. “El objetivo no es crecer exponencialmente, sino poder vivir de esto en cinco años”, explica Beatriz, quien compagina su labor empresarial con su carrera como escritora y gestora cultural.
En Desplante, el proceso de producción del aceite está cuidadosamente supervisado. La aceituna, de variedades picual y cornicabra, se recoge en su punto óptimo y es trasladada en menos de una hora a la almazara Oro Tradicional, lo que garantiza su frescura y calidad. Precisamente la preservación de esa calidad es lo que lleva a Beatriz y su socia a tomar prudencia: “No queremos crecer a cualquier costo y sacrificar la excelencia de nuestro aceite por una producción masiva”, asegura la fundadora.
Rompiendo barreras en un sector dominado por hombres
El mundo del aceite de oliva ha estado tradicionalmente dominado por hombres, y el campo no es una excepción. “La mayoría de quienes trabajan en la poda y recolección son hombres, y en la almazara las mujeres suelen estar relegadas a labores secundarias como el envasado”, comenta Beatriz. Con Desplante, aspiran a cambiar esta realidad y demostrar que las mujeres pueden liderar en cualquier ámbito, incluido el agrario. “Si somos capaces de gestionar familias enteras, ¿por qué no estar al frente de empresas y altos cargos agrícolas?”, reivindica.
Con una filosofía de crecimiento pausado, pero firme, Desplante ha despertado el interés de restaurantes, chefs reconocidos e incluso una estrella Michelin. “Queremos crear una base sólida y generar clientes fieles antes de expandirnos masivamente”, explica Fernández. Asimismo, este mes de marzo, la marca participará en una cata en Sevilla el día 8 y en el Festival de Cine de Málaga.
Más allá del negocio, el sueño de Desplante es inspirar a otras mujeres y personas del colectivo a emprender sin miedo. “Queremos volver al pueblo, pero a nuestra manera. Sin renunciar a nuestra identidad, sin escondernos”. En los próximos años, sus fundadoras buscan afianzar la marca, expandir su alcance y seguir demostrando que tradición y cambio pueden ir de la mano en el mundo rural.