Tenía 4 años cuando en octubre una jueza de Tolosa le autorizó a llamarse Lucía. Desde los tres años siempre se refería a sí misma como una niña. En España unos cuarenta menores han solicitado el cambio de nombre, una treintena lo han conseguido. La asociación Chrisallys reivindica que se autorice por ley el cambio de nombre y de sexo registral, vetado a los menores.
A. Larrañeta | 20 Minutos, 2016-02-2
http://www.20minutos.es/noticia/2663094/0/lucia/menore-transexuales/cambio-nombre-registro-civil/
Acaba de cumplir cinco años y se llama oficialmente Lucía desde el mes de octubre, cuando con solo cuatro años se convertía en la menor transexual más pequeña en conseguir en España el cambio de nombre en el registro civil, gracias a que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Tolosa autorizó la petición de sus padres.
A Lucía, la tercera de cuatro hermanos de una familia de Asteasu, Guipúzcoa, sus padres le pusieron erróneamente al nacer un nombre masculino (Luken, Lucas en euskera) atendiendo a sus genitales, pero ella en el momento que pudo expresarse, más o menos desde los tres años, comenzó a manifestar que era una niña.
"En euskera, que es el idioma que hablamos en la familia, los adjetivos no distinguen femenino de masculino, pero Lucía enseguida empezó a hablar en castellano para así poder hacer la diferencia. Se empezó a referir en femenino a sí misma y a preguntar si había niñas con pene", explica al teléfono Abigail Labayen, su madre. Buceando en Internet en busca de respuestas, los padres de Lucía dieron con la asociación de familias con menores transexuales Chrisallys, quienes les dijeron que, en efecto, existían "las niñas con pene".
Como Lucía, alrededor de una treintena de niños y niñas en situación de transexualidad en toda España han conseguido un auto judicial favorable al cambio de nombre por "uso habitual", estrategia a la que recurren sus familias dado que los menores tienen vetado el cambio del sexo registral por ley.
La familia de Lucía dice que el proceso del cambio de nombre ha sido muy fácil. En su caso, les bastó un informe del pediatra, otro de la escuela pública local a la que asiste la niña y uno más de la alcaldesa de Asteasu para que la jueza decidiera en su favor, considerándolo "una causa justa", a pesar de que el fiscal dijera que les faltaba el preceptivo informe psiquiátrico.
Javier Maldonado, secretario y asesor legal de Chrisallys, explica a 20minutos que la primera victoria del colectivo de padres de menores sobre el cambio de nombre por condición de transexualidad data de 2013, cuando un juzgado de Córdoba fue el primero en entender que el cambio era necesario "por el interés del menor".
Desde entonces, alrededor de cuarenta niñas y niños, ambos sexos por igual, han solicitado el cambio de nombre por este motivo. Una treintena lo han conseguido, pero todavía hay una decena a la espera de resolución judicial o con ella denegada. La media de edad de los que lo han pedido hasta la fecha está en los 9 años, aunque los hay que lo consiguen con 4, como la pequeña Lucía, o con 17.
Las familias con menores transexuales llevan tiempo exigiendo una legislación que prevea expresamente a los menores transexuales. Denuncian que no existe un criterio común en la judicatura sobre el cambio de nombre, con circunscripciones muy favorables, como la de Granada, y otras contrarias, como Sevilla. Sin embargo, tienen puesta su confianza en que el próximo Gobierno de la nación promueva un cambio legal que autorice el cambio de nombre y también el del registro de sexo a los menores transexuales. Todos los partidos políticos, a excepción del Partido Popular, llevan esta medida en sus programas electorales.
La madre de Lucía explica que en un principio no le contaron a la niña que habían solicitado judicialmente el cambio de su nombre. "Para ella estaba todo arreglado desde el momento en que lo cambiaron en el perchero de la clase", dice la mujer. Pero cuando llegó el auto favorable a casa sí se lo comunicaron. "Y se echó a llorar de la emoción. Luego nos pregruntaba si ya estaba todo, si ya no la iban a llamar más por otro nombre que no fuera Lucía". Abigail explica que Lucía tiene ya DNI con su nombre nuevo y que lo siguiente será pelear judicialmente porque en dicho documento puedan cambiar la M de sexo masculino por una F, de femenino.
A Lucía, la tercera de cuatro hermanos de una familia de Asteasu, Guipúzcoa, sus padres le pusieron erróneamente al nacer un nombre masculino (Luken, Lucas en euskera) atendiendo a sus genitales, pero ella en el momento que pudo expresarse, más o menos desde los tres años, comenzó a manifestar que era una niña.
"En euskera, que es el idioma que hablamos en la familia, los adjetivos no distinguen femenino de masculino, pero Lucía enseguida empezó a hablar en castellano para así poder hacer la diferencia. Se empezó a referir en femenino a sí misma y a preguntar si había niñas con pene", explica al teléfono Abigail Labayen, su madre. Buceando en Internet en busca de respuestas, los padres de Lucía dieron con la asociación de familias con menores transexuales Chrisallys, quienes les dijeron que, en efecto, existían "las niñas con pene".
Como Lucía, alrededor de una treintena de niños y niñas en situación de transexualidad en toda España han conseguido un auto judicial favorable al cambio de nombre por "uso habitual", estrategia a la que recurren sus familias dado que los menores tienen vetado el cambio del sexo registral por ley.
La familia de Lucía dice que el proceso del cambio de nombre ha sido muy fácil. En su caso, les bastó un informe del pediatra, otro de la escuela pública local a la que asiste la niña y uno más de la alcaldesa de Asteasu para que la jueza decidiera en su favor, considerándolo "una causa justa", a pesar de que el fiscal dijera que les faltaba el preceptivo informe psiquiátrico.
Javier Maldonado, secretario y asesor legal de Chrisallys, explica a 20minutos que la primera victoria del colectivo de padres de menores sobre el cambio de nombre por condición de transexualidad data de 2013, cuando un juzgado de Córdoba fue el primero en entender que el cambio era necesario "por el interés del menor".
Desde entonces, alrededor de cuarenta niñas y niños, ambos sexos por igual, han solicitado el cambio de nombre por este motivo. Una treintena lo han conseguido, pero todavía hay una decena a la espera de resolución judicial o con ella denegada. La media de edad de los que lo han pedido hasta la fecha está en los 9 años, aunque los hay que lo consiguen con 4, como la pequeña Lucía, o con 17.
Las familias con menores transexuales llevan tiempo exigiendo una legislación que prevea expresamente a los menores transexuales. Denuncian que no existe un criterio común en la judicatura sobre el cambio de nombre, con circunscripciones muy favorables, como la de Granada, y otras contrarias, como Sevilla. Sin embargo, tienen puesta su confianza en que el próximo Gobierno de la nación promueva un cambio legal que autorice el cambio de nombre y también el del registro de sexo a los menores transexuales. Todos los partidos políticos, a excepción del Partido Popular, llevan esta medida en sus programas electorales.
La madre de Lucía explica que en un principio no le contaron a la niña que habían solicitado judicialmente el cambio de su nombre. "Para ella estaba todo arreglado desde el momento en que lo cambiaron en el perchero de la clase", dice la mujer. Pero cuando llegó el auto favorable a casa sí se lo comunicaron. "Y se echó a llorar de la emoción. Luego nos pregruntaba si ya estaba todo, si ya no la iban a llamar más por otro nombre que no fuera Lucía". Abigail explica que Lucía tiene ya DNI con su nombre nuevo y que lo siguiente será pelear judicialmente porque en dicho documento puedan cambiar la M de sexo masculino por una F, de femenino.
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