jueves, 11 de marzo de 2021

#hemeroteca #trans | Lola Rodríguez: "No se puede hablar desde una superioridad en derechos de un colectivo que no los tiene"

Imagen: Haper's Bazaar / Lola Rodríguez para Wallapop

Lola Rodríguez: "No se puede hablar desde una superioridad en derechos de un colectivo que no los tiene". 

La actriz canaria disfruta de un despegue maravilloso tras protagonizar Veneno. Ahora se abre un camino infinito de posibilidades para una de las voces del cine español más revolucionarias del momento.
Celia Torres | Haper’s Bazaar, 2021-03-11
https://www.harpersbazaar.com/es/cultura/ocio/a35763582/lola-rodriguez-entrevista-actriz-veneno-serie-trans-cine-series/ 

El nombre de Lola Rodríguez (La Palmas de Gran Canaria, 1998) resuena en todas partes tras interpretar a la escritora Valeria Vegas en ‘Veneno’, la serie de Los Javis. Lo que mucha gente desconoce es que este nombre esconde detrás una historia muy especial entre la actriz y su bisabuela. "Mi madre siempre me ha contado muchas cosas sobre ella. Era una mujer increíblemente fuerte, que dejó el colegio para cuidar sus hermanos pequeños, pero que se formó de forma autodidacta. Una mujer segura y revolucionaria, un referente de fuerza, lucha, entereza y elegancia. Me llamo Lola por ella", relata Rodríguez.

De ella conserva el nombre y un reloj antiguo, que guarda como reliquia. "Es lo único que tengo de ella. Es un reloj súper bonito, que ni funciona pero que me encanta tener. Cuando es un objeto de alguien muy importante en tu vida contiene tanta carga emocional que transmite muchísima fuerza", nos cuenta.

Aunque continúa con sus estudios en psicología, esta canaria de 22 años compagina la carrera con su sueño de llegar lejos en el mundo de la interpretación. Una trayectoria que ha tenido un despegue extraordinario y que le ha convertido en una de las actrices más prometedoras del cine español. Tanto es así, que Wallapop la ha escogido como protagonista de su última campaña con la que se desprende de algunos objetos de su infancia: desde zapatillas de ballet hasta unos pompones.

Hablamos con ella sobre su recorrido, los retos a los que se enfrenta el colectivo trans frente a las cámaras y la importancia de creer en una misma para alcanzar las metas más jugosas.

¿Cuál fue tu primer contacto con el mundo de la interpretación?
Desde pequeña he estado conectada con el mundo del arte, era y es mi método de escape. Al vivir en una isla, en un pueblo pequeño, tenía la necesidad de salir, me sentía un poco enjaulada. El baile llegó primero, y a partir de ahí descubrí la interpretación, la expresión corporal, el uso de la voz.

¿En qué sentido te han ayudado estas disciplinas a nivel personal?
El teatro, el baile y la interpretación eran mis vías de escape. Empecé a formarme como podía, con el grupo de teatro del instituto, del pueblo, de la universidad después. Aunque siempre era algo que intentaba tapar, porque la sociedad te dice que el arte no es la mejor salida ni la más fácil.

¿Cómo llega el proyecto de ‘Veneno’ a tu vida?

Me centré en la carrera y dejé un poco aparcado el mundo del arte hasta que llegó La Veneno. Yo no pensaba que podía dedicarme a esto, es un regalo que me ha dado la vida, además de ayudarme a confiar en mí misma y ver que sí valgo para esto. Para mí ser actriz es tener una fuerza de voluntad y una valentía que me costaba mucho conquistar porque es exponer una parte tuya muy importante al mundo. Pero cuando llegó este proyecto me di cuenta de que siempre había estado ahí, pero no quería mirarlo de frente.

En tu última campaña junto a Wallapop buscas inspirar a otras personas que estén viviendo cambios. ¿Qué cambios han sido los más importantes en tu vida?
Veo el cambio como algo progresivo. El construirme como Lola es el más importante, pero es un cambio que sigo experimentado a día de hoy. Creo que todos debemos cambiar siempre, constantemente para mejor, para evolucionar, crecer, madurar.

¿El hecho de estudiar psicología te ha ayudado en el proceso?
La psicología obviamente me está ayudando mucho, está continuamente en mi vida. El conocerte a ti misma, el darte cuenta de cómo funcionamos o aspectos tan importantes como el cuidado... La psicología es salud, la valoro muchísimo y creo que todos deberían tenerla en cuenta.

¿Qué ha sido lo mejor que te ha dado el sector audiovisual?

La seguridad que me ha dado en dos sentidos. Primero, la seguridad personal porque el personaje de Valeria habla de la vida de un millón de mujeres, pero también habla mucho de la mía. Me veía totalmente reflejada en ella y ha sido algo muy catártico, he sacado a la luz sentimientos que tenía escondidos y ha sido algo precioso, he afrontado miedos y he aceptado todas las etapas de Lola para valorar donde estoy ahora. Y desde el punto de vista profesional, me ha dado la oportunidad de trabajar de lo que me gusta. Disfruto como una niña con esto.

¿Crees que existe una representación real del colectivo trans en el cine y la televisión?

‘Veneno’ es el primer paso, pero no hay que quedarse aquí. Esta serie está cambiando las cosas y ha plantado una semilla que es necesaria históricamente y clave en el cambio de la ley trans. Lo que estamos consiguiendo ahora tiene que ver mucho con la serie, es un movimiento de representación que ha llegado a millones de casas. Cuando se cuentan historias con amor da igual que colectivo sea porque se habla de relaciones humanas y eso llega a la gente.

¿Crees que la ficción es un arma potente en cuestiones sociales?
Sin duda. Por más noticias que haya la gente no empatiza, y a través de una historia eso cambia. Tienen que hablar de nuestro colectivo desde otros ojos y nuestras historias deben ser contadas con dignidad. Ya no solo hablo de la transexualidad, sino de cómo se tiene que tratar a cualquier colectivo minoritario que esté en la sombra. No se puede hablar desde una superioridad en derechos y libertades de un colectivo que no las tiene.

¿Qué artista te gustaría que protagonizara una serie de denuncia o biográfica como Veneno?

Me encantaría que hubiese una ola de conciencia de la comunidad sorda. Tengo un compañero de reparto en la nueva serie en la que estoy trabajando, Carlos Soroa, que es un artista maravilloso y con el que estamos aprendiendo muchísimo. En muchos sectores no hay gente que sepa lengua de signos, es un colectivo que está totalmente marginado. Su historia es increíble, me inspira y creo que se merece muchísimo, debe ser respetado y valorado como actor. Me parece muy fuerte que sea el único que conocemos en España.

¿Qué puedes contarnos de esos nuevos proyectos y rodajes?

Estoy muy contenta. Hice una película en octubre con Fernando Colomo que esperamos estrenar dentro de poco, y ahora estoy rodando una serie para Netflix junto a actrices como Amaia Salamanca o Berta Vázquez. Hemos rodado en Lanzarote y ha sido increíble. Es un sueño grabar y ver el mar, rodar en la playa ha sido como volver a casa.

¿Un sueño por cumplir?
Sueños por cumplir tengo muchísimos, el ser actriz era uno de los más grandes, pero también me llena mucho lo social. Mi papel ideal tiene que ser algo como "La Veneno": papeles que consigan cosas, que cuenten algo importante, que fomenten un cambio. Personajes fuertes y seguros que me inspiren, que me enseñen y que nunca dejen de crecer.

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