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| Imagen: Google Imágenes |
Chema Ferrer | Mallorca Diario, 2016-03-30
http://www.mallorcadiario.com/gays-que-discriminan-a-gays
Los gays y lesbianas deberíamos ser más tolerantes y respetuosos con los que son diferentes y es que tantos años de discriminación deberían habernos enseñado algo pero la verdad es que en una gran mayoría no somos tan diferentes de los homófobos que nos consideran unos ciudadanos de segunda y tanto nos escandaliza. Nos encanta clasificar y repudiar a los que son distintos a nosotros por el simple hecho de ser diferentes.
Los gays masculinos y/o armarizados huyen de la pluma y de los gays amanerados que viven su sexualidad de una manera mucho más liviana que los machotes que de cara a la galería son una bomba de testosterona aunque muchas veces de puertas para adentro sean unas princesitas de cuidado.
Los gays jóvenes discriminan de manera cruel a los gays más mayores sin ningún tipo de remordimiento y se creen que toda la vida van a ser "peterpanes" y cuando se quieran dar cuenta se habrán convertido en un señor mayor, invisible, calvo rogando un poco de atención o una caricia en un cuarto oscuro muy sórdido a las dos de la mañana.
Las musculocas sólo se relacionan con musculocas y como te salga un michelín te expulsarán de su paraíso de la carne y de los anabolizantes en menos que canta alguna diva en el Circuit, con los años van ganando en cordura aunque seguramente sea ya demasiado tarde y es que las neuronas no se regeneran amiguis aunque algunos penseis lo contrario.
Los gordos no tienen otra opción que rebautizarse como osos y acabar viviendo en comunidad osuna, una comunidad que no ve con buenos ojos a los gays delgados, sin vello y sin camisa de leñadora a lo Rosana. Los osos tienen sus propias fiestas, Orgullos, bares y redes sociales, aunque parezcan entrañables y cariñosos pueden ser casi más crueles que las musculocas más viperinas.
Por no hablar de la serofobia de los propios gays que sólo consiguen que muchos seropositivos tengan que volver al armario del que un día salieron con mucho esfuerzo. El VIH es algo que se vive en silencio por miedo y si algún día se supiera cuantos gays son portadores nos daríamos cuenta de que es algo muy normal que no debe ser motivo de discriminación ni burla. En vuestras pandillas de amigos seguro que hay alguien que es VIHpositivo y no os lo ha dicho por miedo. No es para sentirse ni un poco orgullosos.
Y aunque nos llamemos colectivo LGTBI os puedo asegurar que l@s transexuales son vistos como bichos raros en su mayoría. A todos nos encanta una peluca y unas lentejuelas y un transformista haciendo la mamarracha en un escenario pero a la hora de la verdad somos incapaces de aceptar la transexualidad como algo normal.
Nos encanta considerar a los bisexuales como viciosos incapaces de definirse en vez de entender que la bisexualidad es algo natural y no un estado transitorio.
¿Cómo podemos pedir a la sociedad tolerancia y respeto cuando de puertas para adentro no somos capaces de respetarnos entre nosotros? El pensamiento único marica debe ser erradicado para empezar a desetiquetar y ver personas donde ahora vemos viejos, gordos, sidosos, travelos o viciosos. La dictadura del pensamiento único gay debe tocar a su fin para ser mejores personas y empezar a ser un verdadero colectivo.
Los gays masculinos y/o armarizados huyen de la pluma y de los gays amanerados que viven su sexualidad de una manera mucho más liviana que los machotes que de cara a la galería son una bomba de testosterona aunque muchas veces de puertas para adentro sean unas princesitas de cuidado.
Los gays jóvenes discriminan de manera cruel a los gays más mayores sin ningún tipo de remordimiento y se creen que toda la vida van a ser "peterpanes" y cuando se quieran dar cuenta se habrán convertido en un señor mayor, invisible, calvo rogando un poco de atención o una caricia en un cuarto oscuro muy sórdido a las dos de la mañana.
Las musculocas sólo se relacionan con musculocas y como te salga un michelín te expulsarán de su paraíso de la carne y de los anabolizantes en menos que canta alguna diva en el Circuit, con los años van ganando en cordura aunque seguramente sea ya demasiado tarde y es que las neuronas no se regeneran amiguis aunque algunos penseis lo contrario.
Los gordos no tienen otra opción que rebautizarse como osos y acabar viviendo en comunidad osuna, una comunidad que no ve con buenos ojos a los gays delgados, sin vello y sin camisa de leñadora a lo Rosana. Los osos tienen sus propias fiestas, Orgullos, bares y redes sociales, aunque parezcan entrañables y cariñosos pueden ser casi más crueles que las musculocas más viperinas.
Por no hablar de la serofobia de los propios gays que sólo consiguen que muchos seropositivos tengan que volver al armario del que un día salieron con mucho esfuerzo. El VIH es algo que se vive en silencio por miedo y si algún día se supiera cuantos gays son portadores nos daríamos cuenta de que es algo muy normal que no debe ser motivo de discriminación ni burla. En vuestras pandillas de amigos seguro que hay alguien que es VIHpositivo y no os lo ha dicho por miedo. No es para sentirse ni un poco orgullosos.
Y aunque nos llamemos colectivo LGTBI os puedo asegurar que l@s transexuales son vistos como bichos raros en su mayoría. A todos nos encanta una peluca y unas lentejuelas y un transformista haciendo la mamarracha en un escenario pero a la hora de la verdad somos incapaces de aceptar la transexualidad como algo normal.
Nos encanta considerar a los bisexuales como viciosos incapaces de definirse en vez de entender que la bisexualidad es algo natural y no un estado transitorio.
¿Cómo podemos pedir a la sociedad tolerancia y respeto cuando de puertas para adentro no somos capaces de respetarnos entre nosotros? El pensamiento único marica debe ser erradicado para empezar a desetiquetar y ver personas donde ahora vemos viejos, gordos, sidosos, travelos o viciosos. La dictadura del pensamiento único gay debe tocar a su fin para ser mejores personas y empezar a ser un verdadero colectivo.
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