«Perdoné a mis acosadores» Jesús Vázquez, que fue maltratado por sus compañeros en el colegio, presentará 'Proyecto Bullying' (Cuatro). «Nunca se lo conté a mis padres»
Miguel Ángel Alfonso | El Diario Vasco, 2016-06-07
http://www.diariovasco.com/culturas/tv/201606/07/perdone-acosadores-20160607002155-v.html
Ahora es un triunfador, pero no siempre fue así. Cuando tenía once años «era un chico rellenito, con gafas y acento gallego». Tres diferencias que sus compañeros de clase no aceptaron cuando llegó a Madrid y se lo hicieron pagar con insultos y acoso constante. Jesús Vázquez (Ferrol, La Coruña, 1965) ahora está al frente de 'Proyecto Bullying', el nuevo formato de Cuatro que se estrenará a finales de junio, y que en cada entrega recoge en primera persona la situación de las víctimas. El programa se ha topado con la Fiscalía de Madrid, que impide a la cadena emitir dos de los cuatro capítulos grabados por afectar a la intimidad y al honor. «No vamos a tirar la toalla».
Usted sufrió acoso escolar.
Es horrible cuando lo vives en tus carnes y en este programa lo he vuelto a revivir con los niños. Me he tenido que tragar las lágrimas porque me he sentido muy identificado.
¿Se mantiene al margen a la hora de juzgar a los agresores?
Tenemos que cambiar el chip. El objetivo del programa no es ese, lo más fácil sería juzgar y decirles a estos niños que son unos hijos de puta o pegarles dos hostias... Aunque cueste hay que darle la vuelta. El acosador es una víctima más y, según los estudios, luego suelen acabar mal de adultos. Aquí no hay culpables, esto es un problema social y hay que tomar conciencia.
¿Y si su hijo es el acosador?
No sé cómo reaccionaría, pero supongo que hay que recurrir a ayuda profesional. Es muy duro también para un padre saber que tu hijo hace eso.
¿Ha logrado perdonar a sus acosadores?
Sí, para mí es una norma de vida no vivir con rencor. Lo sufrí en una época en el cole, desde los 11 hasta los 15 años, luego ya pegué el estirón y mi vida cambió.
¿Qué problema tenían con usted?
Los chavales buscan la diferencia y yo tenía unas cuantas. Cuando llegué a Madrid era un chico rellenito, con gafas y con mucho acento gallego... Y encima tenía bastante pluma (risas). A mí me llamaban 'vaca gallega', y hubo un momento en que respondía a ese nombre, lo veía normal, llegué a pensar que me lo merecía.
¿Pidió ayuda?
No, nunca se lo conté a mis padres. Pero ahora hay un elemento más grave: antes el acoso terminaba al salir de clase, pero ahora con las redes sociales es una tragedia, sigue en casa.
¿Cómo acabó todo?
De repente. Un día resulta que las niñas del cole de al lado decían que les gustaba, y allí acabó todo. Fueron años muy malos, mi hermano tenía 4 añitos y me daba vergüenza que me insultaran delante de él.
Pero este programa no deja de ser un formato de entretenimiento.
No me parece un formato de entretenimiento. A mí lo que me importa es que los chavales, que me ven como una persona triunfadora, entiendan que yo pasé por lo mismo, que se sale. No buscamos el morbo.
La Fiscalía les impide emitir dos de las cuatro entregas.
Yo no tiro la toalla. Espero que la Fiscalía de Madrid recapacite y que se puedan reunir mis jefes con ellos. No creo que este programa afecte a la intimidad ni al honor, está tan cuidado que no veo motivos para no emitirlo. Es un problema universal, que afecta a todos los colegios. Un colegio no es malo porque haya 'bullying'. Ya es hora de que los centros dejen de tener miedo, los buenos centros lo aceptan y luchan contra el acoso.
Usted sufrió acoso escolar.
Es horrible cuando lo vives en tus carnes y en este programa lo he vuelto a revivir con los niños. Me he tenido que tragar las lágrimas porque me he sentido muy identificado.
¿Se mantiene al margen a la hora de juzgar a los agresores?
Tenemos que cambiar el chip. El objetivo del programa no es ese, lo más fácil sería juzgar y decirles a estos niños que son unos hijos de puta o pegarles dos hostias... Aunque cueste hay que darle la vuelta. El acosador es una víctima más y, según los estudios, luego suelen acabar mal de adultos. Aquí no hay culpables, esto es un problema social y hay que tomar conciencia.
¿Y si su hijo es el acosador?
No sé cómo reaccionaría, pero supongo que hay que recurrir a ayuda profesional. Es muy duro también para un padre saber que tu hijo hace eso.
¿Ha logrado perdonar a sus acosadores?
Sí, para mí es una norma de vida no vivir con rencor. Lo sufrí en una época en el cole, desde los 11 hasta los 15 años, luego ya pegué el estirón y mi vida cambió.
¿Qué problema tenían con usted?
Los chavales buscan la diferencia y yo tenía unas cuantas. Cuando llegué a Madrid era un chico rellenito, con gafas y con mucho acento gallego... Y encima tenía bastante pluma (risas). A mí me llamaban 'vaca gallega', y hubo un momento en que respondía a ese nombre, lo veía normal, llegué a pensar que me lo merecía.
¿Pidió ayuda?
No, nunca se lo conté a mis padres. Pero ahora hay un elemento más grave: antes el acoso terminaba al salir de clase, pero ahora con las redes sociales es una tragedia, sigue en casa.
¿Cómo acabó todo?
De repente. Un día resulta que las niñas del cole de al lado decían que les gustaba, y allí acabó todo. Fueron años muy malos, mi hermano tenía 4 añitos y me daba vergüenza que me insultaran delante de él.
Pero este programa no deja de ser un formato de entretenimiento.
No me parece un formato de entretenimiento. A mí lo que me importa es que los chavales, que me ven como una persona triunfadora, entiendan que yo pasé por lo mismo, que se sale. No buscamos el morbo.
La Fiscalía les impide emitir dos de las cuatro entregas.
Yo no tiro la toalla. Espero que la Fiscalía de Madrid recapacite y que se puedan reunir mis jefes con ellos. No creo que este programa afecte a la intimidad ni al honor, está tan cuidado que no veo motivos para no emitirlo. Es un problema universal, que afecta a todos los colegios. Un colegio no es malo porque haya 'bullying'. Ya es hora de que los centros dejen de tener miedo, los buenos centros lo aceptan y luchan contra el acoso.
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