Imagen: El Mundo / Tino Casal |
El artista, fallecido hace 25 años, mantuvo un largo noviazgo con Pepa Ojanguren. Su otro pilar femenino fue su hermana Conchita.
Antonio Diéguez | LOC, El Mundo, 2016-09-24
http://www.elmundo.es/loc/2016/09/24/57e52254e5fdeaf4388b4670.html
En el calendario del pop español siempre aparecerá marcado el 22 de septiembre como el día en el que perdió la vida Tino Casal. Y aunque ya hayan pasado 25 años de aquel trágico accidente, sus fans siguen llorando la desaparición del artista asturiano, que se produjo a las 7 de la mañana de un día como el pasado jueves, cuando el Opel Corsa blanco en el que se encontraba Tino colisionó contra una farola. El revés en el kilómetro 4,5 de la M-500 madrileña se saldó con la única muerte del intérprete de ‘Eloise’ y ‘Embrujada’, que circulaba en el asiento del copiloto y sin cinturón de seguridad.
Así recuerda aquel fatídico día la periodista Paloma Aznar, conocida como Vampirella, que estuvo con el cantante horas antes de fallecer: "Fuimos al Stella, un bar de la calle Arlabán. Luego sé que se pasaron por el Max, un ‘after’, y que querían ir a Attica -mítica discoteca de la ruta del bakalao-, pero yo me fui antes para trabajar. Tino se quedó con [el pintor Antonio] Villa-Toro, su batería y otro chico". En la mañana en la que el pop español se quedó huérfano, decenas de amigos y artistas despidieron a Casal en la galería Tate Tate, en el centro de la capital. Extrañó entonces la ausencia de su única novia oficial, Pepa Ojanguren, con quien el intérprete de ‘Eloise’ estuvo unido sentimentalmente entre 1970 y 1983 con absoluta discreción. De hecho, apenas existe material gráfico de ambos en los medios. La última fotografía de la pareja la publicó la revista ‘Semana’, meses antes de que se produjera la ruptura, con unas palabras del cantante. "La conocí en Oviedo. Ella es profesora, licenciada en Filología inglesa, y reside en Asturias. Llevamos nuestra relación a nuestra manera, porque ninguno somos partidarios de convencionalismos", declaró en junio del 83.
El éxito masivo de ‘Embrujada’, editado ese año, agitó la agenda de Casal y terminó resquebrajando su noviazgo con Ojanguren, quien ya confeccionaba vestuarios para espectáculos teatrales en su tierra natal. "Pepa fue fundamental en su imagen, junto con el diseñador Pepe Rubio. Ella le abrió puertas, porque tenía más bagaje y había viajado más a Londres", cuenta Paco Clavel a LOC. "Aunque ella estaba dando clases en Oviedo, acompañaba a Tino a mirar todo. En Londres compraban ropa", añade Fabio McNamara, quien define así esta relación. "No eran novios como de casarse, sino de salir y divertirse. Ella estaba en Asturias y cada uno tenía su vida".
Tras la ruptura, Ojanguren se desligó de la escena madrileña. Así terminó trabajando con el prestigioso director de escena Emilio Sagi en montajes que han llegado al Teatro Campoamor de Oviedo y al Teatro Real de Madrid. Reconocida por su profesión, la ahora figurinista huye de la memoria de Casal y se niega a hablar de él, tanto en los medios como en privado. Así lo sostiene Conchita, la hermana del artista: "Quiere pasar inadvertida, pero si convivieron 13 años... No puede ser... Son muchos recuerdos". Fuentes próximas informan a LOC que Pepa nunca se ha casado ni ha tenido hijos.
Tino encontró precisamente otro pilar en su hermana Conchita, cinco años mayor que él. "Me llamaba cuidarlo y mi madre delegó en mí. Siempre estábamos juntos", declara a LOC. "Desde muy críos los dos hacíamos teatro y él escribía la obra. Luego yo cantaba en un coro y se le caía la baba cuando venía a verme. Teníamos una unión muy especial y él despertó en el mundo de la música de esa manera", explica Conchita. Es la misma hermana, la segunda de las dos que tenía el artista, quien revela a este medio cómo la familia vivió sus inicios en la música: "Mi padre siempre intentaba convencerle para que lo dejara, pero él respondía que su camino era ése". Y así fue cuando el asturiano abandonó Los Archiduques, a quienes había puesto voz desde 1963, para viajar a Madrid y Londres, donde se codeó con Duran Duran y acuñó la excesiva estética ‘new romantic’. "En casa nos quedábamos un poquitín sobrecogidos, pero nos fuimos acostumbrando", recuerda su hermana.
Un bulo doloroso
Pero no todo fue tan mágico en la vida profesional de Tino Casal. En verano de 1985, sufrió un esguince en la pierna durante un concierto celebrado en Pachá Valencia. El cantante estuvo automedicándose con cortisona durante semanas y aquella lesión degeneró en una grave necrosis. Necesitó cinco operaciones en la clínica Asepeyo y casi dos años de hospitalización, mientras que algunos medios propagaron el bulo de que había contraído VIH. "Le ingresaron muchas veces: una vez se le reprodujo la infección, otra se le salió la prótesis del sitio... Tuvo bastantes percances", relata Conchita. "Pepa se acercó cuando estuvo grave. Hubo unos pequeños problemas en Madrid, pero los resolvimos. Luego ella hizo su vida", dice Conchita de Pepa.
También surgieron numerosas leyendas sobre la relación del asturiano con la Movida Madrileña, como que participó en la financiación de ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’, el primer largometraje de Almodóvar. Lo único que hay confirmado es que no trataba con el manchego, sino con Fabio McNamara y las Costus, dúo compuesto por los pintores Enrique Naya y Juan José Carrero. "Tino era mayor que Alaska y toda esa gente. Es anterior a la Movida. Tenía más amigos pintores que en la música", sostiene Paco Clavel. Además, McNamara comparte sus vivencias con LOC: "Cuando le conocí, yo no tenía nada. Me dijo que fuera a su apartamento de Santo Domingo -centro de la capital- y estuve un año. También viví en su casa de Paseo del Rey. Aunque yo volví con mis padres, tuve también llaves de su casa en Torre del Retiro y dormía muchas noches allí". Además de aclarar que lo suyo nunca sobrepasó los límites de la amistad, McNamara no se cansa de reivindicar al cantante: "Era el Leonardo Da Vinci de España. En la música, pintura y estilista, era súper avanzado". Todo ello se reflejará en la exposición que prepara el Museo del Traje de Madrid para el próximo 15 de noviembre: la muestra 'Tino Casal. El arte por exceso' reunirá 200 piezas de este icono irrepetible de la música española.
Así recuerda aquel fatídico día la periodista Paloma Aznar, conocida como Vampirella, que estuvo con el cantante horas antes de fallecer: "Fuimos al Stella, un bar de la calle Arlabán. Luego sé que se pasaron por el Max, un ‘after’, y que querían ir a Attica -mítica discoteca de la ruta del bakalao-, pero yo me fui antes para trabajar. Tino se quedó con [el pintor Antonio] Villa-Toro, su batería y otro chico". En la mañana en la que el pop español se quedó huérfano, decenas de amigos y artistas despidieron a Casal en la galería Tate Tate, en el centro de la capital. Extrañó entonces la ausencia de su única novia oficial, Pepa Ojanguren, con quien el intérprete de ‘Eloise’ estuvo unido sentimentalmente entre 1970 y 1983 con absoluta discreción. De hecho, apenas existe material gráfico de ambos en los medios. La última fotografía de la pareja la publicó la revista ‘Semana’, meses antes de que se produjera la ruptura, con unas palabras del cantante. "La conocí en Oviedo. Ella es profesora, licenciada en Filología inglesa, y reside en Asturias. Llevamos nuestra relación a nuestra manera, porque ninguno somos partidarios de convencionalismos", declaró en junio del 83.
El éxito masivo de ‘Embrujada’, editado ese año, agitó la agenda de Casal y terminó resquebrajando su noviazgo con Ojanguren, quien ya confeccionaba vestuarios para espectáculos teatrales en su tierra natal. "Pepa fue fundamental en su imagen, junto con el diseñador Pepe Rubio. Ella le abrió puertas, porque tenía más bagaje y había viajado más a Londres", cuenta Paco Clavel a LOC. "Aunque ella estaba dando clases en Oviedo, acompañaba a Tino a mirar todo. En Londres compraban ropa", añade Fabio McNamara, quien define así esta relación. "No eran novios como de casarse, sino de salir y divertirse. Ella estaba en Asturias y cada uno tenía su vida".
Tras la ruptura, Ojanguren se desligó de la escena madrileña. Así terminó trabajando con el prestigioso director de escena Emilio Sagi en montajes que han llegado al Teatro Campoamor de Oviedo y al Teatro Real de Madrid. Reconocida por su profesión, la ahora figurinista huye de la memoria de Casal y se niega a hablar de él, tanto en los medios como en privado. Así lo sostiene Conchita, la hermana del artista: "Quiere pasar inadvertida, pero si convivieron 13 años... No puede ser... Son muchos recuerdos". Fuentes próximas informan a LOC que Pepa nunca se ha casado ni ha tenido hijos.
Tino encontró precisamente otro pilar en su hermana Conchita, cinco años mayor que él. "Me llamaba cuidarlo y mi madre delegó en mí. Siempre estábamos juntos", declara a LOC. "Desde muy críos los dos hacíamos teatro y él escribía la obra. Luego yo cantaba en un coro y se le caía la baba cuando venía a verme. Teníamos una unión muy especial y él despertó en el mundo de la música de esa manera", explica Conchita. Es la misma hermana, la segunda de las dos que tenía el artista, quien revela a este medio cómo la familia vivió sus inicios en la música: "Mi padre siempre intentaba convencerle para que lo dejara, pero él respondía que su camino era ése". Y así fue cuando el asturiano abandonó Los Archiduques, a quienes había puesto voz desde 1963, para viajar a Madrid y Londres, donde se codeó con Duran Duran y acuñó la excesiva estética ‘new romantic’. "En casa nos quedábamos un poquitín sobrecogidos, pero nos fuimos acostumbrando", recuerda su hermana.
Un bulo doloroso
Pero no todo fue tan mágico en la vida profesional de Tino Casal. En verano de 1985, sufrió un esguince en la pierna durante un concierto celebrado en Pachá Valencia. El cantante estuvo automedicándose con cortisona durante semanas y aquella lesión degeneró en una grave necrosis. Necesitó cinco operaciones en la clínica Asepeyo y casi dos años de hospitalización, mientras que algunos medios propagaron el bulo de que había contraído VIH. "Le ingresaron muchas veces: una vez se le reprodujo la infección, otra se le salió la prótesis del sitio... Tuvo bastantes percances", relata Conchita. "Pepa se acercó cuando estuvo grave. Hubo unos pequeños problemas en Madrid, pero los resolvimos. Luego ella hizo su vida", dice Conchita de Pepa.
También surgieron numerosas leyendas sobre la relación del asturiano con la Movida Madrileña, como que participó en la financiación de ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’, el primer largometraje de Almodóvar. Lo único que hay confirmado es que no trataba con el manchego, sino con Fabio McNamara y las Costus, dúo compuesto por los pintores Enrique Naya y Juan José Carrero. "Tino era mayor que Alaska y toda esa gente. Es anterior a la Movida. Tenía más amigos pintores que en la música", sostiene Paco Clavel. Además, McNamara comparte sus vivencias con LOC: "Cuando le conocí, yo no tenía nada. Me dijo que fuera a su apartamento de Santo Domingo -centro de la capital- y estuve un año. También viví en su casa de Paseo del Rey. Aunque yo volví con mis padres, tuve también llaves de su casa en Torre del Retiro y dormía muchas noches allí". Además de aclarar que lo suyo nunca sobrepasó los límites de la amistad, McNamara no se cansa de reivindicar al cantante: "Era el Leonardo Da Vinci de España. En la música, pintura y estilista, era súper avanzado". Todo ello se reflejará en la exposición que prepara el Museo del Traje de Madrid para el próximo 15 de noviembre: la muestra 'Tino Casal. El arte por exceso' reunirá 200 piezas de este icono irrepetible de la música española.
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