Imagen: La Voz de Galicia |
El menor, que vive en Salceda, ya tiene inscrita su nueva identidad en el DNI.
Alejandro Martínez | La Voz de Galicia, 2016-09-16
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2016/09/16/nino-transexual-8-anos-joven-galicia-cambiar-nombre/0003_201609G16P30991.htm
Ya pone Marc en el carné de identidad de Marc. Por fin este niño de Salceda no lee un nombre de chica cuando coge su DNI. A sus ocho años, es el transexual más joven de Galicia que lo ha conseguido. Ha sido posible gracias a un auto del juzgado de O Porriño que ya es firme. Y, sobre todo, por el empeño de su madre, Eva María Serantes, que quiere que su pequeño sea feliz. El reconocimiento oficial de su nombre tiene un gran significado para el menor, que es un crac jugando al fútbol. Ya podrá competir con su nombre «sentido» con su equipo de las escuelas deportivas de Salceda en las ligas zonales de fútbol. Hasta hace poco tiempo no pudo federarse como Marc para poder participar en los encuentros oficiales. Y no quería formar parte de la federación con su anterior nombre de chica, porque no reflejaba su verdadera identidad. «No quise llorar, pero unas lagrimillas ya se me cayeron. Es como si mi hijo volviera a nacer». Así describe la madre el momento en el que fue a recoger el nuevo carné de identidad de su pequeño. A partir de ahora celebrarán cada aniversario de la expedición del documento como si fuera su cumpleaños.
Sus padres lo inscribieron con un nombre de chica porque, al nacer, vieron que sus genitales son femeninos. Pero al verlo crecer han aprendido que el género no es siempre una cuestión física, sino que se encuentra en la mente de las personas. Desde muy pequeño empezó a mostrar su identidad sexual masculina. «Con dos o tres años no tenía conciencia de su cuerpo, pero sí de lo que era y dónde se sentía más a gusto, con los niños», afirma su madre. «Le intentabas poner la ropa de su hermana y todo eran llantos», recuerda Eva María, para quien su hijo es un niño desde que tiene uso de razón.
Cambio positivo
La vida de Marc dio un cambio muy positivo hace más de un año. Desde entonces se muestra al mundo como el niño que es. Marc se expresa así desde que, en el 2015, la profesora de gimnasia ordenó a sus alumnos que fueran a cambiarse al vestuario. Él, sin pensárselo dos veces, se fue al de los chicos. La profesora lo dejó ir, pero informó a los padres. Entonces su hermana mayor aportó otra clave. «Anda que no me ha preguntado veces que, si es un niño, por qué tiene un cuerpo de chica», le dijo un día a su madre en Navidad.
Desde entonces, sus padres no han dudado en permitir a su hijo expresarse con el género que él siempre ha sentido como propio. Él mismo se puso el nombre de Marc por Marc-André ter Stegen, el portero del Barça, equipo por el que siente una gran admiración. Eva María se asesoró entonces en la asociación Chrysallis, colectivo estatal de familias de menores transexuales, que cuenta con siete casos en Galicia y al que el Concello de Salceda cederá un espacio en un centro cultural para promover sus actividades. Desde que se muestra como un chico experimentó un cambio muy notorio en el colegio, donde se encuentra muy integrado. «Es un niño que ahora ríe, antes no quería una foto, no saludaba y se mostraba hosco», comenta su madre. La transformación también se notó en sus resultados académicos, puesto que subió las notas y se muestra más participativo en todo.
«La ley prohíbe los nombres que induzcan a error en cuanto a sexo y el menor del que se efectúa la pretensión está inscrita como mujer y, sin embargo el nombre utilizado habitualmente es el de varón», señala el auto. Sin embargo, la autoridad judicial entiende que existen argumentos a favor del cambio solicitado, ya que la Ley del Registro Civil «prohíbe también los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona». Se ha tenido en cuenta toda la documentación que fue entregada en el juzgado de Instrucción número 1 de O Porriño que se acompañaba a la solicitud.
Uno de los más contundentes es el informe del médico José Otero Gándara certificando que Marc presenta un cuadro diagnosticado de disforia de género. La madre también presentó diversos informes psicológicos del Hospital Nicolás Peña y testimonios de vecinos. También aportó al expediente fotografías en las que puede apreciarse claramente la imagen masculina del niño.
«Mantener un nombre que no se corresponde con la identidad sexual que se siente a nivel personal y que se muestra a nivel social perjudica a la persona», concluye el auto de la magistrada Eva Ferreiro Estévez, que también presume, sin necesidad de ninguna prueba directa, «el malestar que debe suponer para una persona identificarse públicamente con un nombre que revela esa discordancia».
Eva María Serantes afirma que la próxima batalla será lograr que en el DNI de su hijo conste que es de sexo masculino. Será en el futuro, cuando Marc cumpla la mayoría de edad y pueda presentar él mismo esa solicitud para lograr un reconocimiento pleno de su identidad sexual.
La disforia de género se produce cuando las personas sienten una discordancia entre el sexo asignado al nacer, con el que no se identifican ni sienten como propio.
Sus padres lo inscribieron con un nombre de chica porque, al nacer, vieron que sus genitales son femeninos. Pero al verlo crecer han aprendido que el género no es siempre una cuestión física, sino que se encuentra en la mente de las personas. Desde muy pequeño empezó a mostrar su identidad sexual masculina. «Con dos o tres años no tenía conciencia de su cuerpo, pero sí de lo que era y dónde se sentía más a gusto, con los niños», afirma su madre. «Le intentabas poner la ropa de su hermana y todo eran llantos», recuerda Eva María, para quien su hijo es un niño desde que tiene uso de razón.
Cambio positivo
La vida de Marc dio un cambio muy positivo hace más de un año. Desde entonces se muestra al mundo como el niño que es. Marc se expresa así desde que, en el 2015, la profesora de gimnasia ordenó a sus alumnos que fueran a cambiarse al vestuario. Él, sin pensárselo dos veces, se fue al de los chicos. La profesora lo dejó ir, pero informó a los padres. Entonces su hermana mayor aportó otra clave. «Anda que no me ha preguntado veces que, si es un niño, por qué tiene un cuerpo de chica», le dijo un día a su madre en Navidad.
Desde entonces, sus padres no han dudado en permitir a su hijo expresarse con el género que él siempre ha sentido como propio. Él mismo se puso el nombre de Marc por Marc-André ter Stegen, el portero del Barça, equipo por el que siente una gran admiración. Eva María se asesoró entonces en la asociación Chrysallis, colectivo estatal de familias de menores transexuales, que cuenta con siete casos en Galicia y al que el Concello de Salceda cederá un espacio en un centro cultural para promover sus actividades. Desde que se muestra como un chico experimentó un cambio muy notorio en el colegio, donde se encuentra muy integrado. «Es un niño que ahora ríe, antes no quería una foto, no saludaba y se mostraba hosco», comenta su madre. La transformación también se notó en sus resultados académicos, puesto que subió las notas y se muestra más participativo en todo.
El auto judicial: «Mantener un nombre que no se corresponde con la identidad sexual perjudica a la persona»
«Un diez al auto judicial». Así valoraba Eva María Serantes el documento del Registro Civil de O Porriño que reconoce oficialmente el nombre sentido de su hijo transexual. La redacción respeta el sentir del niño por encima de las contradicciones legales que podrían interpretarse. La Fiscalía practicó una prueba testifical y emitió un informe preceptivo en el que tampoco se oponía a la pretensión de los padres. «La ley prohíbe los nombres que induzcan a error en cuanto a sexo y el menor del que se efectúa la pretensión está inscrita como mujer y, sin embargo el nombre utilizado habitualmente es el de varón», señala el auto. Sin embargo, la autoridad judicial entiende que existen argumentos a favor del cambio solicitado, ya que la Ley del Registro Civil «prohíbe también los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona». Se ha tenido en cuenta toda la documentación que fue entregada en el juzgado de Instrucción número 1 de O Porriño que se acompañaba a la solicitud.
Uno de los más contundentes es el informe del médico José Otero Gándara certificando que Marc presenta un cuadro diagnosticado de disforia de género. La madre también presentó diversos informes psicológicos del Hospital Nicolás Peña y testimonios de vecinos. También aportó al expediente fotografías en las que puede apreciarse claramente la imagen masculina del niño.
«Mantener un nombre que no se corresponde con la identidad sexual que se siente a nivel personal y que se muestra a nivel social perjudica a la persona», concluye el auto de la magistrada Eva Ferreiro Estévez, que también presume, sin necesidad de ninguna prueba directa, «el malestar que debe suponer para una persona identificarse públicamente con un nombre que revela esa discordancia».
Eva María Serantes afirma que la próxima batalla será lograr que en el DNI de su hijo conste que es de sexo masculino. Será en el futuro, cuando Marc cumpla la mayoría de edad y pueda presentar él mismo esa solicitud para lograr un reconocimiento pleno de su identidad sexual.
La disforia de género se produce cuando las personas sienten una discordancia entre el sexo asignado al nacer, con el que no se identifican ni sienten como propio.
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