jueves, 23 de septiembre de 2021

#hemeroteca #lgtbifobia | Neonazis en Chueca, más anárquicos y disfrazados de vecinos

ABC / 'El Ratilla' y otros neonazis identificados en Chueca //

Neonazis en Chueca, más anárquicos y disfrazados de vecinos.

Los impulsores de la marcha, multados con 600 euros, tratan de desmarcarse de los cánticos homófobos proferidos. Algunos grupúsculos intentan pasar por asociaciones de vecinos a fin de colar su mensaje de odio en los barrios.
Aitor Santos Moya | ABC, 2021-09-23
https://www.abc.es/espana/madrid/abci-neonazis-chueca-mas-anarquicos-y-disfrazados-vecinos-202109212015_noticia.html 

Camaleónico como pocos, el movimiento neonazi ha mutado su color de piel en pro de una aceptación social de la que jamás ha gozado. Recogidas de alimentos solo para españoles, okupaciones de inmuebles vacíos para acoger a personas sin hogar, entregas de víveres en hospitales y residencias durante el confinamiento... acciones, todas, lanzadas por marcas de nuevo cuño, que de un tiempo a esta parte han roto la posición hegemónica de los tradicionales partidos políticos. Solo así se explica que detrás de la amalgama de grupúsculos neonazis (disfrazados de falsas asociaciones vecinales) que tiñeron de odio las calles de Chueca, no hubiera un liderazgo claro. Ni siquiera el de Alberto Ayala de Cantalicio, viejo conocido de la Brigada de Información y una de las dos personas encargadas de informar a la Delegación de Gobierno de la organización de la marcha.

La manifestación, comunicada en tiempo y forma por la Asociación de Vecinos de San Blas-Canillejas y la Asociación de Vecinos del Pinar de Chamartín y Hortaleza Carlomagno, se anunció bajo el lema ‘Di no a las Agendas 2030-2050’. Pero la realidad fue bien distinta. Como es habitual en cualquier tipo de protesta, fueron los convocantes los que propusieron el recorrido por buena parte de las calles del barrio de Chueca, lo que denota la intención homófoba de la misma. Ayer, la delegada del Gobierno, Mercedes González, tuvo que salir al paso para señalar, en rueda de prensa, que los dos citados cabecillas recibirán una sanción de 600 euros, la máxima que contempla la Ley.

González reconoció que conocían la ideología ultraderechista del propio Ayala, motivo insuficiente para cancelar la concentración. De hecho, justificó el permiso amparándose en las cuatro manifestaciones convocadas por el mismo sujeto en el último año, de carácter minoritario y saldadas sin incidentes. Conscientes del peligro de la turba, el dispositivo policial para evitar incidentes incluyó un nutrido grupo de antidisturbios. El último gran precedente se remontaba a 2008, cuando medio centenar de neonazis tuvo que ser desalojado de la plaza de Lavapiés, después de que jóvenes de extrema izquierda montaran barricadas de forma simultánea en varios de los accesos. En aquella ocasión, la protesta también fue autorizada.

Los tiempos hoy han cambiado, aunque no del todo. La media de edad del largo centenar de asistentes el pasado sábado no era precisamente baja. Había ‘cachorros’ (los miembros más jóvenes), si bien la ausencia a nivel de grupo de Bastión Frontal disminuyó sobremanera la presencia de novicios. Además de los impulsores, bajo el paraguas de la ‘federación de asociaciones’ Madrid Seguro, la marcha estuvo respaldada por la ‘asociaciones de vecinos’ de Villamantilla, Coslada y San Fernando de Henares; España 2000; Juventud Nacional; Partido Orden y Ley; Getafe NR y las plataformas por la Dignidad, la Libertad y la Vida, El Pueblo por la Verdad y Cultural-ñ.

Al crisol puesto en escena, impensable tiempo atrás, se sumaron integrantes de Madrid Sur, organización que aglutina a Suburbios Firm, una de las facciones expulsadas del Frente Atlético (junto a Pella Salvaje y la extinta Fight Firm) por mantener relaciones con Outlaw Madrid, la marca liderada, entre otros, por Antonio Menéndez Mories, El Niño; y Javier Oviedo González, El Bombero, que en el año 2013 protagonizaron un golpe de estado en el seno de Ultras Sur. Conseguido el objetivo, sus amigos de Suburbios trataron de hacer lo propio a orillas del Manzanares. No pudieron y acabaron relegados al otro fondo del estadio.

Su líder, apodado ‘El Ratilla’, no dudó en acudir a Chueca junto a alguno de sus conocidos. Estuvo en la parte de la masa más activa, ignorando las consignas oficiales (el domingo, Madrid Seguro emitió un comunicado para desmarcarse de cualquier cántico que no saliera desde el megáfono) y sumándose a todos los ataques verbales proferidos. Pese a la supuesta parafernalia mostrada, más propia de grupos paramilitares, lo cierto es que la protesta neonazi no estuvo tan controlada como los organizadores pensaban.

Suplantación
Otra de las circunstancias más reseñables es el disfraz vecinal que se han colocado varias de estas camarillas, a fin de colar su mensaje de odio entre las clases trabajadoras. En ese sentido, la autodenominada Asociación de Vecinos de San Blas-Canillejas, creada y dirigida por Ayala de Cantalicio, representa el máximo exponente. Si hace dos décadas lideraba el grupúsculo de Juventudes Canillejas, claramente identificado por sus símbolos y lemas xenófobos, ahora, con esta nueva estrategia, busca penetrar con un discurso en apariencia más moderado.

«Nuestro trabajo es inclusivo, primero con la migración interior de los años 50 y 60 y después con los colectivos más vulnerables. Nos preocupa que nos puedan relacionar», apuntaba ayer a ABC el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), Quique Villalobos. No será fácil, a tenor del hostigamiento al que se ven sometidas las asociaciones vecinales arraigadas en las mismas zonas, como las de Clara Campoamor y Fleming, en Coslada, atacadas por los mismos que pretenden suplantarlas.

Confusión en Canillejas por la supuesta asociación vecinal que activó la protesta neonazi
Al tiempo que la marcha neonazi avanzaba por las calles de Chueca, los mensajes de indignación en las redes sociales comenzaron a correr como la pólvora. Después, el foco mediático se trasladó a los medios, destapándose los grupos participantes, entre ellos la Asociación de Vecinos de San Blas-Canillejas. El hecho de que grupos neonazis traten de camuflar su apariencia afecta a las históricas asociaciones de vecinos, como la de la Amistad de Canillejas, con casi medio siglo de actividad. Tal es la controversia, que algunas personas han contactado estos días con ellos para mostrar su repulsa al confundir una asociación por otra. «Nuestros valores (ayuda, tolerancia, respeto) no tienen nada que ver con los de esta gente», recuerdan.

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