Imagen: La Vanguardia / Un salón de The AllBright |
‘The AllBright’ llega a la capital británica con el objetivo de conseguir la igualdad de género y “para acabar con el machismo imperante de la ciudad”.
Lara Gómez Ruiz | La Vanguardia, 2018-05-14
http://www.lavanguardia.com/vida/20180514/443471423000/reino-unido-primer-club-mujeres.html
Los clubs exclusivos para caballeros son un clásico en el Reino Unido. En algunos de estos lugares, considerados templos para muchos, se han cerrado alguno de los negocios clave para la economía británica. Pero no todo es positivo en ellos, pues sus reglas están dotadas de un pronunciado sexismo, motivo por el que diferentes colectivos femeninos les han denunciado en más de una ocasión.
Pese a las múltiples críticas que reciben, la justicia parece no hacer nada por obligarles a cambiar sus normas, y aceptar a mujeres. Por ello, han decidido tomar las riendas de la situación creando The AllBright, el primer club “sólo para mujeres” que existe en el Reino Unido. Existían pequeñas asociaciones femeninas en el país, pero a ninguna se le había permitido tener la categoría de club hasta ahora. Su nombre que rinde homenaje a la política estadounidense y se inspira en un mitin que en su día ofreció la que fuera primera secretaria de Estado de la historia en EE.UU., Madeleine Albright, en el que popularizó la frase “hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no se ayudan entre sí”.
Sus fundadoras, Debbie Wosskow y Anna Jones han querido aportar su granito de arena al movimiento #MeToo y Time’s Up, que tanto resuena estos meses en Hollywood y el mundo entero. Ambas dejaron sus respectivos trabajos para volcarse de pleno en esta iniciativa, que consideran necesaria para acabar con “el machismo imperante en la ciudad”. Wosskow vendió su compañía de intercambio de casas de vacaciones, ‘Love Home Swap’, el pasado año para poder llevar a cabo el proyecto. Por su parte, Jones abandonó su jefatura en ‘Hearst Magazines’ en el Reino Unido.
Juntas abrieron el pasado 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, lo que consideran un “oasis” para las profesionales que quieran “crear, conectar y colaborar”. Y es que The AllBright no está exclusivamente pensado para hacer negocios (que también) como el resto de clubs ingleses, sino que en él también se imparten desde talleres de marketing hasta programas para buscar inversores.
Su ubicación, en el barrio de Bloomsbury, no es cosa del azar. Fue allí donde varias intelectuales urdieron sus estrategias sufragistas y donde vivió una de las figuras del feminismo anglosajón del siglo XX, Virgina Woolf. Allí sobresale un caserón de cinco casas y de estilo georgiano, rehabilitado por las arquitectas Katie Earl y Emma Rayner. En su interior, todo, desde el vino hasta las toallas y el jabón, es provisto por empresas dirigidas por mujeres.
En su interior, figuran varias salas de reuniones, comedores, sala de exposiciones, cafetería, coctelería y un espacio para ‘fitness’ y belleza, con objeto de atender las diferentes necesidades de sus socias, quienes buscan “un ambiente para sentirse relajadas y cómodas lejos de casa”, según Wosskow. El nombre de cada uno de estos lugares es de inspiración feminista. Así, en la planta baja encontramos la sala Lopokova, Bell en la primera, Woolf la segunda y West la tercera. Por su parte, la recepción está bautizada como Morell.
Pero, ¿está verdaderamente teniendo éxito la iniciativa? Así es. Con sólo un mes y medio de vida, The AllBright ya cuenta con 600 mujeres empresarias de todos los ámbitos, desde las ciencias y el deporte hasta el arte y los negocios, y cuentan con una larga lista de espera. Su tarifa de ingreso es de 300 libras (unos 340 euros), más una cuota anual de 750 libras (850 euros).
“La paridad de género es el objetivo final”, explican sus creadoras. “Gran Bretaña ha tenido seis reinas y dos primeras ministras, pero solo siete empresas que cotizan en el índice bursátil de Londres están dirigidas por mujeres y tan solo el dos por ciento de todo el capital inicial se destina a mujeres empresarias. Las estadísticas son tan lejanas, que no nos arrepentimos de que nuestro club sea solo para mujeres”, asegura Jones.
Pese a las múltiples críticas que reciben, la justicia parece no hacer nada por obligarles a cambiar sus normas, y aceptar a mujeres. Por ello, han decidido tomar las riendas de la situación creando The AllBright, el primer club “sólo para mujeres” que existe en el Reino Unido. Existían pequeñas asociaciones femeninas en el país, pero a ninguna se le había permitido tener la categoría de club hasta ahora. Su nombre que rinde homenaje a la política estadounidense y se inspira en un mitin que en su día ofreció la que fuera primera secretaria de Estado de la historia en EE.UU., Madeleine Albright, en el que popularizó la frase “hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no se ayudan entre sí”.
Sus fundadoras, Debbie Wosskow y Anna Jones han querido aportar su granito de arena al movimiento #MeToo y Time’s Up, que tanto resuena estos meses en Hollywood y el mundo entero. Ambas dejaron sus respectivos trabajos para volcarse de pleno en esta iniciativa, que consideran necesaria para acabar con “el machismo imperante en la ciudad”. Wosskow vendió su compañía de intercambio de casas de vacaciones, ‘Love Home Swap’, el pasado año para poder llevar a cabo el proyecto. Por su parte, Jones abandonó su jefatura en ‘Hearst Magazines’ en el Reino Unido.
Juntas abrieron el pasado 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, lo que consideran un “oasis” para las profesionales que quieran “crear, conectar y colaborar”. Y es que The AllBright no está exclusivamente pensado para hacer negocios (que también) como el resto de clubs ingleses, sino que en él también se imparten desde talleres de marketing hasta programas para buscar inversores.
Su ubicación, en el barrio de Bloomsbury, no es cosa del azar. Fue allí donde varias intelectuales urdieron sus estrategias sufragistas y donde vivió una de las figuras del feminismo anglosajón del siglo XX, Virgina Woolf. Allí sobresale un caserón de cinco casas y de estilo georgiano, rehabilitado por las arquitectas Katie Earl y Emma Rayner. En su interior, todo, desde el vino hasta las toallas y el jabón, es provisto por empresas dirigidas por mujeres.
En su interior, figuran varias salas de reuniones, comedores, sala de exposiciones, cafetería, coctelería y un espacio para ‘fitness’ y belleza, con objeto de atender las diferentes necesidades de sus socias, quienes buscan “un ambiente para sentirse relajadas y cómodas lejos de casa”, según Wosskow. El nombre de cada uno de estos lugares es de inspiración feminista. Así, en la planta baja encontramos la sala Lopokova, Bell en la primera, Woolf la segunda y West la tercera. Por su parte, la recepción está bautizada como Morell.
Pero, ¿está verdaderamente teniendo éxito la iniciativa? Así es. Con sólo un mes y medio de vida, The AllBright ya cuenta con 600 mujeres empresarias de todos los ámbitos, desde las ciencias y el deporte hasta el arte y los negocios, y cuentan con una larga lista de espera. Su tarifa de ingreso es de 300 libras (unos 340 euros), más una cuota anual de 750 libras (850 euros).
“La paridad de género es el objetivo final”, explican sus creadoras. “Gran Bretaña ha tenido seis reinas y dos primeras ministras, pero solo siete empresas que cotizan en el índice bursátil de Londres están dirigidas por mujeres y tan solo el dos por ciento de todo el capital inicial se destina a mujeres empresarias. Las estadísticas son tan lejanas, que no nos arrepentimos de que nuestro club sea solo para mujeres”, asegura Jones.
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