Imagen: La Razón |
Gays, lesbianas y transgénicos denuncian que no son aceptados por la sociedad cubana.
Ángel Sastre | La Razón, 2018-01-29
https://www.larazon.es/internacional/la-bandera-del-arco-iris-sigue-sin-ondear-en-cuba-JF17560548
Las cenizas del comandante Fidel Castro descansan desde hace más de un año en una gran roca construida a modo de mausoleo en el cementerio de Santiago de Cuba, junto al cuerpo del héroe nacional José Martí. Muchos todavía lloran la muerte del dictador pero otros, buena parte de los activistas gais que fueron perseguidos por los "barbudos" durante el comienzo del régimen, no olvidan.
Más de un millar de gais, lesbianas y transgénicos marchan desde hace ochos años en mayo por La Habana, mostrando orgullosamente su orientación sexual en una sociedad en que aún persisten fuertes rasgos de discriminación.
La Jornada Cubana Contra la Homofobia tuvo hace tres años un significado adicional para unas 20 parejas que participaron de una celebración en la que intercambiaron votos simbólicamente, ya que los matrimonios entre personas del mismo sexo son todavía ilegales en Cuba.
"Nuestra familia nos acepta, pero la sociedad no. Y si mañana uno no está, el otro pierde todo. No es justo", nos comenta Raúl Orta, quien se "casó" con su pareja hace 13 años, Yaimel Medina. "Llevamos ocho años viviendo un sueño que no pensamos que fuera posible", añade. El ondeo de las banderas del arco iris no es habitual por las calles de la capital.
Orta afirma que la situación para los homosexuales en el interior del país era más dura que en la Habana. Este tipo de eventos únicos significa uno de los pocos donde realmente podemos mostrar la cara que tenemos, sin escondernos de nadie", asegura Raiza Marmol, quien se mudó desde Camagüey hace dos años e intercambió votos.
“Fresa y Chocolate”
“Es lo único bueno que hacen en este país”, decía en referencia al helado Diego, el protagonista de la película “Fresa y Chocolate” entrenada en 1993, la cual marcó un punto de inflexión respecto a la intolerancia en la sociedad cubana. En el filme Diego, un joven culto, homosexual se enamora de David, joven comunista y también heterosexual, pero lleno de prejuicios e ideas doctrinarias. Primero vienen el rechazo y recelo, después la fascinación.
Antón Arrufat, escritor perseguido en los 60 y ahora restituido, es quien enseñó “amaneramientos” al actor Jorge Perugorría, para interpretar el papel de Diego, uno de los personajes gais de la película.
“A mi la etapa dura pero hizo batallar. Decir no somos animales y realmente ese creo que es el mensaje que conseguimos transmitir con la película” afirma el escritor con el que nos encontramos en la Heladería Copelia, donde comienza y termina el largometraje.
Por su parte el propio Perugorría afirma : "Yo creo que sí, que la película de alguna forma fue una explosión, sabíamos que teníamos que hacer lo necesario".
Cae la noche en la Habana, con Jorge Ángel otros de los grandes escritores nacionales recorremos el circuito gay comenzando por el Malecón. Mira aquí tienes el Bing Bong, donde se van reuniendo extranjeros a ligar y travestis. Uno de ellos nos comenta, “en esta zona son más abiertos, puedes darte la mano pero no extralimitarte, por supuesto nada de darse besos”.
Última parada, la zona roja, en los alrededores del Capitolio. Allí dos travestis nos enseñan sus peños y gritan sin tapujos: ”Me operé gratis aquí, gracias a Mariela Castro, la hija de Raúl, la sanidad cubre cambios de sexo y mira que bien me quedaron”.
Persecución
En las parte vieja de la Habana nos encontramos con Angeline, una de las activistas que más ha luchado por los derechos las transexuales en la isla. Incluso ha protagonizado obras de teatro denunciando esta persecución. En su casa la maquilla su amigo Gala. Le pedimos bajar al mercado, a la carnicería. Ella al principio rehusa, asegura “me dirán de todo cuando recorra la calle con tacones”. Finalmente accede. Algún silbido, miradas lascivas y carcajadas. Parece que la presencia de las cámaras intimida a “la manada”.
Pero lo peor comienza por la noche. “No podemos estar en las vías publicas porque según la policía las mujeres transexuales, los maricones nos vestimos de mujer para asaltar, para robar y prostituirnos. Nos maltratan y llevan al redil –cárcel-“ afirma Angeline.
“Campos de trabajo”
“Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones” dijo Fidel Castro en un discurso del 13 de marzo de 1963 refiriéndose a los homosexuales en Cuba, a quienes consideraba una "debilidad" de la revolución. “Han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre. (...) La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones. (..) No voy a decir que vayamos a aplicar medidas drásticas contra esos árboles torcidos, pero jovencitos aspirantes, ¡no!” añadía en la cita.
En el pasado Cuba mandó a personas homosexuales a campos de trabajo, una política que el presidente cubano admitió que fue errada. Entre 1959 y 1980 los hombres homosexuales sufrieron: opciones profesionales limitadas, detenciones, redadas en las calles y encarcelamiento en campos de trabajo.
En 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, una alternativa al servicio militar que agrupaba a religiosos, pacifistas, homosexuales y otros grupos. Se creía que el trabajo y un régimen estricto serviría para “rehabilitarlos”. Estos campos serían cerrados tres años después.
Tiempo después, la represión empeoró: la homosexualidad fue declarada una desviación incompatible con la revolución, decisión del Congreso Nacional de Cultura y Educación, lo que daría pie a la institucionalización de la homofobia. Eso ocurrió en 1971. Cuatro años después el Tribunal Supremo Popular anuló las leyes que ordenaban la exclusión de homosexuales en trabajos vinculados a la educación y la cultura.
Si bien, el dictador moderaría su discurso casi 50 años después, tras asumir su responsabilidad ante lo que llamó “una gran injusticia” —y señalar que él no tenía “ese tipo de prejuicios“— no dejaría de justificar la persecución señalando que en esa época eran otros los problemas que debía atender.
Los homosexuales en Cuba han causado gran revuelo en años recientes por la ayuda prestada por Mariela Castro, hija del actual presidente cubano Raúl Castro y sobrina de Fidel.
En otros sitios de Latinoamérica han legalizado los matrimonios del mismo sexo, pero en Cuba la posibilidad de las uniones homosexuales parece aún lejana. "No nos importa ser el primero. Lo que importa es lograrlo", ha dicho Mariela Castro en reiteradas ocasiones.
Con Raúl al mando y su hermano fallecido, es posible que las parejas del mismo sexo sigan avanzando, logrando nuevos derechos sin embargo, todavía les queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad dentro de la revolución.
Más de un millar de gais, lesbianas y transgénicos marchan desde hace ochos años en mayo por La Habana, mostrando orgullosamente su orientación sexual en una sociedad en que aún persisten fuertes rasgos de discriminación.
La Jornada Cubana Contra la Homofobia tuvo hace tres años un significado adicional para unas 20 parejas que participaron de una celebración en la que intercambiaron votos simbólicamente, ya que los matrimonios entre personas del mismo sexo son todavía ilegales en Cuba.
"Nuestra familia nos acepta, pero la sociedad no. Y si mañana uno no está, el otro pierde todo. No es justo", nos comenta Raúl Orta, quien se "casó" con su pareja hace 13 años, Yaimel Medina. "Llevamos ocho años viviendo un sueño que no pensamos que fuera posible", añade. El ondeo de las banderas del arco iris no es habitual por las calles de la capital.
Orta afirma que la situación para los homosexuales en el interior del país era más dura que en la Habana. Este tipo de eventos únicos significa uno de los pocos donde realmente podemos mostrar la cara que tenemos, sin escondernos de nadie", asegura Raiza Marmol, quien se mudó desde Camagüey hace dos años e intercambió votos.
“Fresa y Chocolate”
“Es lo único bueno que hacen en este país”, decía en referencia al helado Diego, el protagonista de la película “Fresa y Chocolate” entrenada en 1993, la cual marcó un punto de inflexión respecto a la intolerancia en la sociedad cubana. En el filme Diego, un joven culto, homosexual se enamora de David, joven comunista y también heterosexual, pero lleno de prejuicios e ideas doctrinarias. Primero vienen el rechazo y recelo, después la fascinación.
Antón Arrufat, escritor perseguido en los 60 y ahora restituido, es quien enseñó “amaneramientos” al actor Jorge Perugorría, para interpretar el papel de Diego, uno de los personajes gais de la película.
“A mi la etapa dura pero hizo batallar. Decir no somos animales y realmente ese creo que es el mensaje que conseguimos transmitir con la película” afirma el escritor con el que nos encontramos en la Heladería Copelia, donde comienza y termina el largometraje.
Por su parte el propio Perugorría afirma : "Yo creo que sí, que la película de alguna forma fue una explosión, sabíamos que teníamos que hacer lo necesario".
Cae la noche en la Habana, con Jorge Ángel otros de los grandes escritores nacionales recorremos el circuito gay comenzando por el Malecón. Mira aquí tienes el Bing Bong, donde se van reuniendo extranjeros a ligar y travestis. Uno de ellos nos comenta, “en esta zona son más abiertos, puedes darte la mano pero no extralimitarte, por supuesto nada de darse besos”.
Última parada, la zona roja, en los alrededores del Capitolio. Allí dos travestis nos enseñan sus peños y gritan sin tapujos: ”Me operé gratis aquí, gracias a Mariela Castro, la hija de Raúl, la sanidad cubre cambios de sexo y mira que bien me quedaron”.
Persecución
En las parte vieja de la Habana nos encontramos con Angeline, una de las activistas que más ha luchado por los derechos las transexuales en la isla. Incluso ha protagonizado obras de teatro denunciando esta persecución. En su casa la maquilla su amigo Gala. Le pedimos bajar al mercado, a la carnicería. Ella al principio rehusa, asegura “me dirán de todo cuando recorra la calle con tacones”. Finalmente accede. Algún silbido, miradas lascivas y carcajadas. Parece que la presencia de las cámaras intimida a “la manada”.
Pero lo peor comienza por la noche. “No podemos estar en las vías publicas porque según la policía las mujeres transexuales, los maricones nos vestimos de mujer para asaltar, para robar y prostituirnos. Nos maltratan y llevan al redil –cárcel-“ afirma Angeline.
“Campos de trabajo”
“Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones” dijo Fidel Castro en un discurso del 13 de marzo de 1963 refiriéndose a los homosexuales en Cuba, a quienes consideraba una "debilidad" de la revolución. “Han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre. (...) La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones. (..) No voy a decir que vayamos a aplicar medidas drásticas contra esos árboles torcidos, pero jovencitos aspirantes, ¡no!” añadía en la cita.
En el pasado Cuba mandó a personas homosexuales a campos de trabajo, una política que el presidente cubano admitió que fue errada. Entre 1959 y 1980 los hombres homosexuales sufrieron: opciones profesionales limitadas, detenciones, redadas en las calles y encarcelamiento en campos de trabajo.
En 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, una alternativa al servicio militar que agrupaba a religiosos, pacifistas, homosexuales y otros grupos. Se creía que el trabajo y un régimen estricto serviría para “rehabilitarlos”. Estos campos serían cerrados tres años después.
Tiempo después, la represión empeoró: la homosexualidad fue declarada una desviación incompatible con la revolución, decisión del Congreso Nacional de Cultura y Educación, lo que daría pie a la institucionalización de la homofobia. Eso ocurrió en 1971. Cuatro años después el Tribunal Supremo Popular anuló las leyes que ordenaban la exclusión de homosexuales en trabajos vinculados a la educación y la cultura.
Si bien, el dictador moderaría su discurso casi 50 años después, tras asumir su responsabilidad ante lo que llamó “una gran injusticia” —y señalar que él no tenía “ese tipo de prejuicios“— no dejaría de justificar la persecución señalando que en esa época eran otros los problemas que debía atender.
Los homosexuales en Cuba han causado gran revuelo en años recientes por la ayuda prestada por Mariela Castro, hija del actual presidente cubano Raúl Castro y sobrina de Fidel.
En otros sitios de Latinoamérica han legalizado los matrimonios del mismo sexo, pero en Cuba la posibilidad de las uniones homosexuales parece aún lejana. "No nos importa ser el primero. Lo que importa es lograrlo", ha dicho Mariela Castro en reiteradas ocasiones.
Con Raúl al mando y su hermano fallecido, es posible que las parejas del mismo sexo sigan avanzando, logrando nuevos derechos sin embargo, todavía les queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad dentro de la revolución.
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