Médicos, inquisidores y sodomitas / José Pardo Tomás
En: La medicina ante el nuevo milenio : una perspectiva histórica / coordinadores, José Martínez Pérez … [et al.]. Cuenca : Universidad de Castilla-La Mancha, 2004 [05]. ISBN 9788484272946. Recoge los contenidos presentados a: Congreso Nacional de Historia de la Medicina (12. 2002. Albacete). P. 841-856
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/ Control social / Historia / Iglesia católica / Inquisición / Medicina - Historia / Sodomía
TEXTO COMPLETO | Academia.edu · José Pardo-Tomás
http://www.academia.edu/1280274/M%C3%A9dicos_inquisidores_y_sodomitas
Biblioteca UPV/EHU
http://millennium.ehu.es/record=b1448935*spi
En el siglo XIX, tras el derrumbe del Antiguo Régimen, la ciencia positiva (y, dentro de ella, la medicina) pasó a ser socialmente legitimada para dar nombre y clasificar las desviaciones en lo que a conducta sexual se refiere: nacían así las perversiones. La sexualidad, como tal, nació también con la sexología médica que describe y clasifica "especies morbosas" en el ámbito de las prácticas sexuales, creando así las "anormalidades" y su correlato necesario un modelo de sexualidad "normal". Antes del siglo XIX no hay homosexuales ni heterosexuales, porque no hay homosexualidad ni heterosexualidad. En las sociedades europeas occidentales de Antiguo Régimen, la religión era el ámbito de definición de lo que era y no era normal, es decir, los teólogos eran los que estaban socialmente legitimados para monopolizar el discurso acerca de las fronteras de la norma, en éste como en otros aspectos. Por tanto, en el caso de las prácticas sexuales había, esencialmente, pecado y pecadores: sodomía y sodomitas. Las conductas y prácticas que caían dentro de la definición doctrinal del pecado de sodomía eran muchas y de muy variado tipo; la distinción o singularización de alguna de ellas fue un proceso complejo y extenso en el tiempo. El pensamiento teológico que construyó al sodomita, al fijar la frontera entre lo que era pecado y lo que no, elaboró también los ténninos y las justificaciones de su represión. El autor resalta la importancia de ampliar el espectro de las fuentes históricas a las que se recurre e interrogarlas mediante una serie de preguntas que difieren de las que sociólogos, antropólogos o filósofos les plantean. Se destaca la importancia de la aportación del discurso médico, más allá de lo establecido en los tratados médicos doctrinales de la época. Por otro lado, se plantea la necesidad de profundizar más en el terreno de las prácticas, donde todo parece indicar que médicos y cirujanos desarrollaron una pluralidad de actitudes, tanto desde el lado de la represión de la sodomía como desde el lado de los sodomitas, que resulta de enorme interés sacar a la luz.
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