miércoles, 31 de julio de 2013

#books #documentation | Feminist Pedagogy for Library Instruction

Feminist Pedagogy for Library Instruction / Maria T. Accardi
Sacramento, CA : Litwin Books, 2013 [07]
160 p.
Colección: Series on Gender and Sexuality in Information Studies ; 3

ISBN 9781936117550
/ EN / ENS /
/ Bibliotecas / Documentación / Educación / Feminismo

Providing both a theoretical framework and practical guidance, this title introduces feminist pedagogy to librarians seeking to enrich their teaching practices in feminist and progressive ways. Drawing heavily upon the women’s studies literature where the concept first appears, Accardi defines and describes recurring themes for feminist teachers: envisioning the classroom as a collaborative, democratic, transformative site; consciousness raising about sexism and oppression; ethics of care in the classroom; and the value of personal testimony and lived experience as valid ways of knowing. Framing these concepts in the context of the limits of library instruction--so often a 50 minute one-shot bound by ACRL-approved cognitive learning outcomes--Accardi invites a critical examination of the potential for feminist liberatory teaching methods in the library instruction classroom.

#libros #literatura | Coral Glynn


Coral Glynn / Peter Cameron ; traducción de Patricia Antón
Libros del Asteroide, Barcelona : 2013
269 p.
ISBN 9788415625520 [2013-07] / 18,22 €
/ ES / EN / NOV
/ Literatura / Relaciones humanas

En 1950, una joven llamada Coral Glynn acepta un trabajo en una casa de campo inglesa. Deberá cuidar a una anciana enferma, la señora Hart, con la que vive también su hijo Clement, un militar todavía convaleciente de las heridas sufridas durante la segunda guerra mundial. En el frío ambiente de la casa, se produce el acercamiento entre Coral y Clement: dos seres solitarios que se reconocerán mutuamente en el dolor íntimo que uno y otro esconden. Circunstancias aparentemente fortuitas –el encuentro con unos niños, la desaparición de un anillo o una carta extraviada– condicionarán desde el principio su relación. En esta desolada historia de amor Cameron nos habla de la evolución de los sentimientos, de la rapidez con que la soledad y el deseo pueden dar lugar al amor y de cómo este, a veces, puede terminar transformándose en algo menos radical. Con su habitual maestría para crear ambientes y revelar los matices de sus personajes, Cameron nos guía por los sutiles recovecos sentimentales de la historia hasta un inesperado final.

Peter Cameron nació en Pompton Plains, Nueva Jersey, en 1959 y se graduó en el Hamilton College de Nueva York en Literatura Inglesa. Ha trabajado en el mundo editorial y ha sido profesor en varias universidades norteamericanas, como Columbia, Sarah Lawrence o Yale. Antes de publicar su primer libro, una colección de relatos titulada “De un modo u otro” (1986), había publicado varios cuentos en The New Yorker. Desde entonces ha publicado siete libros que le han consolidado como un escritor de fama internacional, entre ellos destacan las novelas: “Año bisiesto” (1990), “Un fin de semana” (1995), “Andorra” (1997), “La ciudad de tu destino final” (2002), “Algún día este dolor te será útil” (2007) y “Coral Glynn” (2012).

ENLACES
Libros del Asteroide | Coral Glynn
http://www.librosdelasteroide.com/-coral-glynn

DOCUMENTACIÓN
Sobre mujeres
elputojacktwist | Dos Manzanas, 2014-11-21

http://www.dosmanzanas.com/2014/11/sobre-mujeres.html
“Coral Glynn”, el esperado retorno de Peter Cameron
Culturamas, 2013-10-13
http://www.culturamas.es/blog/2013/10/13/coral-glynn-el-esperado-retorno-de-peter-cameron/

viernes, 26 de julio de 2013

#hemeroteca #cine | Cine y literatura quinqui, puro underground

Cine y literatura quinqui, puro underground
La revista underground «Vinalia Trippers» rinde tributo a las películas de navajeros con relatos e ilustraciones de más de cuarenta autores, con un especial homenaje al desaparecido realizador de Zarautz Eloy de la Iglesia.
Patxi Irurzun | Naiz, Gara, 2013-07-26
http://gara.naiz.eus/paperezkoa/20130726/415098/es/Cine-literatura-quinqui-puro-underground/

Los supermiriafioris, la música de los Chunguitos o Burning, los chutes en primer plano, las películas de delincuentes juveniles convertidos en mitos (el Torete, el Pirri, José Luis Manzano...). El último número de la revista para adultos «Vinalia Trippers» homenajea el cine quinqui de directores como zarauztarra Eloy de la Iglesia, José Antonio de la Loma o Carlos Saura en un monográfico titulado «Spanish quinqui» en el que más de veinte escritores y otros tantos ilustradores recrean una época de tirones, sirlazos, heroína y miedo a salir de noche. Otra de las caras b de la transición, que dejó un reguero de cadáveres bonitos (o, al menos, jóvenes).

Es el tercer monográfico que edita «Vinalia Trippers», en esta segunda etapa de la revista, tal y como nos cuenta el escritor leonés Vicente Muñoz Álvarez: «Vinalia nació en 1995 en León. Hasta 2001 sacamos nueve números de la revista y en el año 2007 editamos una antología en formato de libro titulada `Tripulantes: Nuevas aventuras de Vinalia Trippers', que era en principio un homenaje con el que pensábamos despedir el fanzine. Dos años después, sin embargo, el diseñador Rodrigo Córdoba se interesó por el proyecto y nos propuso continuarlo. Con él hemos editado otros tres números, `Plan 9 del Espacio Exterior', dedicado a los marcianos y la ciencia ficción, `Trippers from the Crypt', un tributo a la revista norteamericana `Tales from the Crypt', y recientemente, hace unas semanas, el número 12, `Spanish Quinqui', dedicado al cine quinqui».

«Vinalia Trippers» ha vuelto, pues, y en formato monográfico. Cada nuevo número es un homenaje, una recreación de universos y temas que obsesionan tanto a los artífices de la revista (Silvia D. Chica, Alfonso Xen Rabanal y H. Valdez, además del propio Vicente) como a sus colaboradores, que participan en ella con cierto sentimiento de grupo e incluso de clase, de tripulación o banda, con afinidades estéticas y un recorrido por los márgenes de la creación y de los canales convencionales. «Somos una revista subterránea por vocación», dice Vicente Muñoz. «Para publicar literatura convencional ya hay cientos de editoriales y revistas, pero no para publicar el tipo de literatura, visceral, independiente y crítica, por la que nosotros apostamos. Nacimos con esa pretensión y como no hacemos esto para ganar dinero, no nos hemos rendido ante el mercado ni las exigencias de nadie. Editamos `Vinalia' por amor al arte, sin más, y por compromiso con un tipo de literatura que no tiene demasiada buena prensa ni facilidad para encontrar su hueco en otros lugares».

En «Vinalia Trippers» participan escritores como David González, Eloy Fernández-Porta, Kike Turrrón, Mario Crespo, Carlos Salcedo Odklas, Esteban Gutiérrez, Felipe Zapico, Pepe Pereza, Cisco Bellabestia... e ilustradores como Miguel Ángel Martín (que una vez más ha hecho la portada), Juan Kalvellido o Toño Benavides. Los relatos, por otra parte, se han nutrido tanto de las referencias cinematográficas de películas como «Deprisa, deprisa», «El pico» o «Perros callejeros», como de experiencias propias, pues buena parte de los autores vivió y sobrevivió en primera persona a aquella época. «La lucha de clases existe, por supuesto, y afecta también, obviamente, a nuestro gremio: hay escuelas, élites, grupos de poder, presiones, vetos, tapones, etc. que por lo general vienen siempre de arriba, nunca de abajo... Que cada uno saque las conclusiones que quiera. Lo cierto es que nosotros, habitualmente, publicamos a autores de la calle, o relacionados con ella, porque son los que nos interesan y los que necesitan, además, una plataforma digna de expresión», señala Vicente.

La revista viene acompañada, como es habitual, con una separata de poesía, esta vez dedicada a El Ángel, uno de los iconos de la época, autor del mítico «Los planos de la demolición», en la que participan tres poetas vascos (Karmelo Iribarren, Iñaki Estevez y Garazi Gorostiaga). Y además de los relatos, una entrevista con un miembro del grupo «Los Calis» y otra con el actor Bernad Seray, protagonista habitual de películas quinquis. Y un póster desplegable de El Pirri. «Vinalia Trippers»: puro underground.

DOCUMENTACIÓN
La visión de Vinalia Trippers ante la cultura quinqui
Vinalia, 2014-08-26

http://vinaliaplan9espacio.blogspot.com.es/2014/08/la-vision-de-vinalia-trippers-ante-la.html
Vinalia Trippers “Spanish Quinqui”
ZooGráfico, 2013-08-00

http://zoograficoenlinea.blogspot.com.es/2013/08/vinalia-trippers-spanish-quinqui.html
Vinalia Trippers rinde homenaje al cine quinqui español
L. Fraile | Ultimo cero, 2013-06-07

http://www.ultimocero.com/articulo/vinalia-trippers-rinde-homenaje-al-cine-quinqui-espa%C3%B1ol

miércoles, 24 de julio de 2013

#hemeroteca #politica | Benjamín Medrano: “Falta mucho para que los homosexuales tengan igualdad en México”

Imagen: El País / Benjamín Medrano
“Falta mucho para que los homosexuales tengan igualdad en México”
Benjamín Medrano, de 47 años, es el primer alcalde abiertamente gay de México
Verónica Calderón | El País, 2013-07-24
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/24/actualidad/1374628484_030499.html

El mexicano Benjamín Medrano, de 47 años, es músico y abogado. Emigró a Estados Unidos de niño. “Vengo de una familia muy pobre y éramos 11 hermanos”, explica. Desde hace unas semanas es el presidente municipal electo de Fresnillo, una ciudad de más de 200.000 habitantes situada justo en el ombligo del país, en el Estado de Zacatecas. Y en septiembre se convertirá en el primer alcalde abiertamente gay de México.

No le molesta la atención. “A mí me ha dado mucha fortaleza. Me siento muy bien al saber que la gente que me ha elegido sabe que soy abiertamente gay y además, espero que inspire a muchos otros homosexuales mexicanos para que puedan gobernar”. Medrano (de militancia priista) nunca ha ocultado su orientación sexual. “Saqué el tema porque me dolieron mucho los ataques de mis contrincantes”, subraya.

Pregunta. ¿Sus contendientes usaron su sexualidad para atacarle durante la campaña?

Respuesta. Claro. Fui un blanco perfecto. Pero me ayudó que la gente de Fresnillo reaccionó de manera opuesta a como esperaban. Soy una persona que da la cara. Yo enfrento las situaciones y no juzgo a la gente por lo que tiene en medio de las piernas. Me dolió mucho que usaran eso en mi contra y por eso decidí sacar el tema, aunque nunca lo he ocultado.

P. ¿Su familia era tolerante?
R. Mucho.

P. ¿A qué se dedicaban sus padres?
R. Mi madre era ama de casa y mi padre se dedicaba a varios oficios. Tuvo un taxi, luego una cantina...

P. Usted vivió un tiempo en Estados Unidos...
R. Fui un niño inmigrante. Vengo de una familia pobre, de 11 hermanos. Regresé a Zacatecas para estudiar la secundaria y pude ir a la universidad. Soy licenciado en Derecho y tengo una maestría por la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

P. También ha sido cantante.
R. Sí, me dedicaba a cantar en fiestas y de ahí surgió el asunto político, me convertí en líder del sindicato de músicos de Zacatecas.

P. En una entrevista con el periódico "El Universal", hizo unas declaraciones muy duras sobre los gays de clóset...
R. Quiero aclarar que no odio a los gays de clóset. Lo único que digo es que muchos de ellos, particularmente los que están en el poder, son los principales enemigos de los que vivimos abiertamente nuestra condición.

P. También le han llamado el alcalde gay antigay en una columna publicada en "Reforma" porque dijo que su pueblo no estaba preparado para el matrimonio homosexual.
R. Pues sí, y es muy injusto. Yo no dije eso. Sólo expresé que mi pueblo no está preparado para el matrimonio gay, porque el catolicismo está muy arraigado en estos ranchos y la Iglesia no permite que eso pueda pasar.

P. ¿Usted apoya el matrimonio gay?
R. ¡Por supuesto que lo apoyo! Es más, en los Estados mexicanos en los que ya se ha legislado para que se reconozca legalmente las uniones entre personas como yo hay todavía mucho qué hacer. El propio Seguro Social sigue negando a muchas de estas parejas los servicios médicos. Falta mucho para que se pueda hablar en México de una auténtica igualdad ante la ley entre las parejas heterosexuales y las homosexuales. Hace falta reformar el código civil e incluso la constitución. En todo caso, no es responsabilidad de un presidente municipal.

P. ¿Cree que México es más tolerante a lo que era en el pasado?
R. Claro. Fresnillo ha elegido un alcalde gay. Aunque tiene muy poco tiempo. El homosexual en México es el maricón del barrio al que todo mundo critica por amanerado. Y yo estoy en contra de ese trato denigrante. Si fuéramos un pueblo más educado tendríamos menos violencia, porque eso también lo es. La violencia comienza en faltar al respeto a nuestros semejantes. A mí me gustaría que me preguntaran sobre mi agenda política o por los proyectos que tenemos, no solo ser famoso porque tuve la hombría de declararme homosexual.

jueves, 18 de julio de 2013

#hemeroteca #homofobia | Un grupo de la Olavide rescata del olvido la represión de los homosexuales andaluces en el franquismo


Imagen: Andaluces / Eusebio Valderrama
Un grupo de la Olavide rescata del olvido la represión de los homosexuales andaluces en el franquismo.
"En los partidos de izquierdas también había homofobia", sostiene el profesor José María Valcuende
Olivia Carballar | Andaluces, 2013-07-18
http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/un-grupo-de-la-olavide-rescata-del-olvido-la-represion-de-los-homosexuales-andaluces-en-el-franquismo/

Eusebio Valderrama estuvo dos veces en la cárcel. Tres meses cada una. “Llevar cuatro botones dorados en la chaqueta es una mariconada”, le dijeron la primera vez. En la segunda ocasión se lo llevaron directo al calabozo. Acababa de asistir con un amigo a una obra de teatro. “Había una gran hipocresía, porque yo estaba en prisión por homosexual pero un carcelero intentó violarme y me dijo ‘niña, prepárate’. Yo empecé a gritar”, contó desde su casa en Málaga cuando el Gobierno anunció las indemnizaciones a los homosexuales que fueron represaliados en aplicación de las derogadas leyes de Vagos y Maleantes (1954) y Peligrosidad Social (1970).

¿Cómo fue la represión de los homosexuales durante el franquismo en Andalucía? ¿Cuántas personas fueron represaliadas por su sexualidad? ¿Cómo influyó la iglesia en esa represión? ¿Qué papel ejercieron las familias? ¿Por qué se tardó tanto en incluirlas como víctimas específicas de la represión franquista? Varios profesores de la Universidad Pablo de Olavide, en colaboración con el Grupo de Memoria Histórica de CGT-A, han iniciado un proyecto de investigación sobre un asunto silenciado, olvidado e incluso tratado con recelo dentro de los partidos de izquierdas, como ocurrió también con la represión que sufrieron las mujeres durante la dictadura. “Es necesario reconocer como discriminación política la represión experimentada por estos colectivos, como también es necesario analizar de forma conjunta su situación en el caso andaluz, donde contamos con una escasa y fragmentaria información”, explica el antropólogo José María Valcuende.

La prueba más evidente de esta discriminación, según los investigadores, es la primera amnistía de la que fueron excluidos los homosexuales, tanto los hombres como las mujeres: “Tuvieron que esconder su sexualidad incluso dentro de los movimientos sociales que contestaban al franquismo (partidos políticos, organizaciones sindicales…) y en sus centros de trabajo o incluso en la familia. La sexualidad estaba condenada en el mejor de los casos al ámbito de lo privado, y su consideración oscilaba entre la perversión, la enfermedad o el delito. Todo ello producto de la intoxicación ideológica del franquismo y de la iglesia durante tantos años de dictadura”, argumenta el equipo de investigación, compuesto por los antropólogos Valcuende, Ángel del Río, Rafael Cáceres y Assumpta Sabuco -profesora de la Universidad de Sevilla-, los psicólogos David Alarcón y María Marco y los trabajadores sociales Juan Blanco y Nuria Cordero, todos profesores también de la UPO. “En los partidos de izquierdas también había homofobia“, sostiene Valcuende.

“Las entrevistas realizadas hasta el momento nos aproximan a una realidad dura, de discriminación e indefensión. El tiempo corre en nuestra contra, sobre todo a la hora de aproximarnos a la situación de las personas de más edad”, añade.

Miles de personas fueron detenidas en la dictadura por ser homosexuales. Hasta el pasado diciembre, el Gobierno había examinado 173 solicitudes: 111 positivas, 44 negativas y 14 inadmitidas. Los Presupuestos Generales del Estado fijan el próximo 31 de diciembre como límite para presentar las solicitudes. ¿Por qué el número de solicitudes es tan bajo con respecto a las detenciones que se produjeron? “Las razones deben ser analizadas con profundidad, pero en todo caso es posible que mucha gente no haya querido salir del armario, y que, por otro lado, las detenciones que llegaron a un tiempo menor del estipulado en la ley han quedado fuera, como quedan fuera los malos tratos y vejaciones, de los que evidentemente no vamos a tener constancia documental”, responde el profesor de la UPO.

La investigación andaluza, que abarcará toda la dictadura hasta la transición, pretende visibilizar las dimensiones de esta represión, la resistencia de estas personas y su lucha. Para ello, los profesores analizarán especialmente los mecanismos represores directos, como las cárceles y los psiquiátricos; las consecuencias de estos procesos, como las penalizaciones sociales, los destierros, la emigración… Y las estrategias de ocultación y resistencia individual y colectiva de estas personas.

Distinta represión
No todos los homosexuales fueron represaliados de la misma forma. Empezando por las diferencias entre hombres y mujeres. Ellas fueron internadas mayoritariamente en psiquiátricos, en algunos casos, enviadas por sus propias familias, en busca de un tratamiento que las curase. “Trabajar con los archivos de los psiquiátricos puede aproximarnos a una parte de la represión prácticamente desconocida”, aclara Valcuende. Ellos ocuparon mayoritariamente las cárceles. “La sexualidad del hombre era más visible. En el caso de las mujeres la sexualidad se vivía de forma más oculta y podía pasar más desapercibida, sobre todo en una sociedad a la que le costaba especialmente reconocer la sexualidad entre mujeres”.

Los homosexuales, cuando era posible, eran separados del resto de sus compañeros, bien en campos de trabajo, en pabellones especiales en las cárceles, o en las cárceles que se habilitaron al efecto en Huelva y Badajoz. Muchos de los homosexuales andaluces fueron apresados en Cataluña, a partir del proceso de una emigración que fue económica y política. “En algunas entrevistas nos cuentan que la mayoría de los homosexuales presos en Cataluña eran andaluces. “Aunque la represión se produjo en todos los estratos sociales, esta fue especialmente dura con las clases subalternas, que fueron fundamentalmente las que nutrieron las prisiones”, concluye Valcuende.

domingo, 14 de julio de 2013

#libros #intersexualidad | Tarttelin narra en "El chico de oro" los problemas de los intersexuales

Imagen: El Diario
Tarttelin narra en "El chico de oro" los problemas de los intersexuales
EFE | El Diario, 2013-07-14

http://www.eldiario.es/politica/Tarttelin-narra-chico-problemas-intersexuales_0_153634828.html

La joven escritora británica Abigail Tarttelin se ha convertido en un fenómeno editorial con su nueva novela, "El chico de oro", que trata el tema de la intersexualidad desde una perspectiva de la adolescencia con la intención, ha dicho, de "plantear el debate sobre la posibilidad de elegir el sexo".

A sus 24 años, Tarttelin ha sorprendido a las letras inglesas con un libro en el que expone, de manera tan rotunda como delicada, la manera que tenemos de concebir lo masculino y lo femenino, "con una sociedad, la de Facebook, guiada tanto por los medios de comunicación como por los tabúes", ha señalado en una entrevista a Efe.

Tarttelin, un apellido de resonancias francesas para una autora genuinamente inglesa, es editora de libros de la revista de moda Phoenix, bloguera en el Huffington Post y actriz en Inglaterra y Francia, así como presidenta del festival Rider Taxi.

El origen de "El chico de oro" (Ediciones B) está en la película argentina "XXY", de Lucía Puenzo, que trataba el tema de la intersexualidad, -término que la autora prefiere al de hermafroditismo-

"Me pareció interesante reflexionar sobre las ideas preconcebidas que tenemos sobre los géneros y quise reflejar que realmente no es así, porque hay mujeres que son grandes ejecutivas que parece que tengan un rol más masculino u hombres que no responden a los clichés masculinos", explica.

Como escritora, decidió escribir sobre aquello que conocía, la adolescencia, ese período vital en el que todos nos sentimos diferentes y por ello muestra en su novela "el cambio que se produce desde un entorno protegido como la familia y la escuela, a una edad adulta".

Piensa la autora que la novela trasciende el mero lector juvenil, acostumbrado a leer historias de fantasía protagonizadas por adolescentes vampiros y que son un vehículo para hablar de la diferencia.

"He recibido respuestas de lectores adultos, padres de hijos diferentes, cartas de madres que se encontraban en situaciones parecidas y que se identifican a partir de la seis voces que narran la historia, cada una desde su perspectiva.

Para afrontar la novela, Tarttelin investigó a fondo los aspectos médicos de la intersexualidad, para reflejarlo de manera fidedigna, y recuerda que "hoy hay opiniones controvertidas entre la comunidad médica, pues mientras en Reino Unido ya no se opta por operar de niños a los intersexuales, en EEUU se tiende a operarlos en la infancia".

Aunque la autora no conocía a ningún intersexual antes de comenzar el libro, tras su publicación muchos le han agradecido el libro, asegura.

Considera que las redes sociales han supuesto un avance para las personas con diferencias de identidad, que "pueden encontrar en internet una salida al aislamiento que tradicionalmente sufrían, especialmente en los pueblos pequeños".

Tarttelin optó por no ocultar ningún detalle de la violación que sufre Max, el protagonista de la historia, a manos de un antiguo compañero antagonista de aula.

"Normalmente podemos ver escenas de violación en una película, pero ahí no quedan reflejados todos los matices y solo se ve una escena de violencia; y en los libros se dice que ha habido una violación pero no se suele describir y creo que es una injusticia hacia las víctimas", comenta la escritora inglesa.

Para Tarttelin "una violación no es un momento de shock como un puñetazo, sino que deja una huella muy profunda y erosiona la autonomía del individuo".

Tarttelin expresa su deseo de haber reflejado en el libro cómo una persona es incapaz de reaccionar en una situación así: "La autonomía del individuo queda totalmente anulada".

La violación lleva a la escritora a hablar de la crueldad, como una característica muy ligada a la vida en el instituto, en una época en la que "los jóvenes necesitan un apoyo extra" en medio de "un mundo lleno de reacciones primitivas o animales".

Tarttelin ya prepara la que será su próxima novela, de la que lo único que revela es: "por primera vez narraré con una voz femenina".

jueves, 11 de julio de 2013

#books #homophobia #africa | Sexuality and Social Justice in Africa : Rethinking Homophobia and Forging Resistance

Sexuality and Social Justice in Africa : Rethinking Homophobia and Forging Resistance / Marc Epprecht
London : Zed Books, 2013 [07-11]
232 p.
Colección: African Arguments
ISBN 9781780323824

/ EN / ENS
/ Activismo / Africa / Derechos Humanos / Homofobia / Legislación / LGTB / Persecuciones políticas / Política / Sexualidad / VIH-Sida

The persecution of people in Africa on the basis of their assumed or perceived homosexual orientation has received considerable coverage in the popular media in recent years. Gay-bashing by high political and religious figures in Zimbabwe and Gambia; draconian new laws against lesbians and gays and their supporters in Malawi, Nigeria, Uganda; the imprisonment and extortion of gay men in Senegal and Cameroon; and so-called corrective rapes of lesbians in South Africa have all rightly sparked international condemnation. However, much of the analysis thus far has been highly critical of African leadership and culture without considering local nuances, historical factors and external influences that are contributing to the problem. Such commentary also overlooks grounds for optimism in the struggle for sexual rights and justice in Africa, not just for sexual minorities but for the majority population as well.

Based on pioneering research on the history of homosexualities and engagement with current lgbti and HIV/AIDS activism, Mark Epprecht provides a sympathetic overview of the issues at play, and a hopeful outlook on the potential of sexual rights for all.

Clearly written, well researched and deeply committed to global social justice, this book foregrounds decades of research on sexuality in Africa. It shows, despite much publicized homophobia, the existence of sexual tolerance and calls for the elaboration of erotic justice. -- Dr Robert Morrell, Research Office, University of Cape Town, South Africa 'Through meticulous scholarship, Marc Epprecht has become a global authority on how homosexuality is indigenous to Africa.

In this book, he once more brings sanity, clarity and wisdom to a debate too often warped by ideology. His book is a vital introduction for anybody wishing to understand the complex ways that African societies are changing when it comes to issues of sexuality, and how new ideas about sexual identity - often deeply grounded in ancient traditions - are taking root on the continent. As the global culture wars play out on African soil, pitching those who advocate "human rights" against those who claim to represent "traditional values", Epprecht writes vividly of the people who actually live on the battlegrounds of these debates, and cautions us to eschew easy readings in favour of deeper understanding of the contexts. This very necessary book is a work of activism as well as scholarship. It provides trenchant lessons for all those interested in social justice and how to support and defend the rights of embattled sexual minorities in sub-Saharan Africa. -- Mark Gevisser, author, journalist and Open Society Fellow 

Marc Epprecht is a professor in the Department of Global Development Studies at Queen's University, Canada. He has consulted and published extensively on the history of gender and sexuality in Africa, including Hungochani: The History of a Dissident Sexuality in Southern Africa (winner of the 2006 Joel Gregory Prize from the Canadian Association of African Studies) and Heterosexual Africa? The History of an Idea from the Age of Exploration to the Age of AIDS (finalist for the 2009 Mel Herskovits prize from the African Studies Association). He recently received the Desmond Tutu Award for Outstanding Contributions to the Study of Sexuality in Africa from the International Resource Network-Africa. Marc holds his PhD in history from Dalhousie University, and has also taught at the University of Zimbabwe.

LINKS
Zed Books | Sexuality and Social Justice in Africa

http://www.zedbooks.co.uk/node/20450

viernes, 5 de julio de 2013

#hemeroteca #historia #vih | Los activistas del VIH reivindican su propia memoria histórica

Imagen: Diagonal
Los activistas del VIH reivindican su propia memoria histórica
En 1987 se firmó el Protocolo de Montreal para preservar la capa de ozono; el terrorista Unabomber puso una bomba en Salt Lake City y el mundo alcanzó los 5.000 millones de habitantes. Todo esto, documentado en los medios, coincidió con la creación del movimiento Act Up! formado principalmente por gais que, aunque mucho menos conocido, es uno de los artífices de que la infección por VIH sea hoy una condición crónica para quienes acceden a los tratamientos. En España, esa presión social la ejercieron hace veinte años organizaciones como Hispanosida.
Ainhoa Iriberri | Sinc, 2013-07-05
http://www.agenciasinc.es/Reportajes/Los-activistas-del-VIH-reivindican-su-propia-memoria-historica
Recogido también por: Diagonal, 2014-06-30
https://www.diagonalperiodico.net/saberes/23338-activistas-del-vih-reivindican-su-propia-memoria-historica.html

El sida, la enfermedad provocada por el VIH –aislado por primera vez en 1983, dos años después de que se recogieran los primeros casos en EEUU– no sería lo que es hoy si no hubiera sido por el activismo social, ejercido principalmente por grupos de gais. Ellos hicieron visible una enfermedad destinada a la invisibilidad y lograron tratamientos en un tiempo récord, gracias a las presiones a políticos e industria.

La película “Cómo sobrevivir a una epidemia”, nominada al Oscar al mejor documental, relata esos primeros años de lucha a través de las dos principales organizaciones: Act Up! (¡Responde!) y su escisión TAG (siglas en inglés de Grupo de Acción en Tratamientos).

La cámara de David France, periodista en The New York Times y Newsweek, relata una historia en la que muchos de sus protagonistas están muertos. Los vivos, los que se convirtieron en conejillos de Indias, traficantes de medicamentos, lobistas, virólogos y químicos aficionados, apenas contienen las lágrimas en los testimonios recogidos en la actualidad. Todos ellos se salvaron de la muerte por suerte y ninguno es capaz de olvidar a los que no lo consiguieron.

En España, también hubo un movimiento civil encaminado a que los poderes públicos consideraran el sida una enfermedad de la magnitud debida y, sobre todo, a despertar la respuesta ciudadana, como recuerda Ferrán Pujol, fundador de la organización Projecte dels NOMS-Hispanosida, que descubrió que estaba infectado por el VIH en 1986, cuando no había ningún tratamiento sobre la mesa. “En España no hay memoria histórica del VIH/sida”, reflexiona, recordando que en EE UU el movimiento empujó al activismo en el resto del planeta.

El documental de France comienza con una reunión en un local del barrio gay de Nueva York, Greenwich Village. El escritor Larry Kramer anuncia la primera acción de renombre de la recién creada Act Up!: ocupar el Ayuntamiento de la Gran Manzana y preguntar a su alcalde, Ed Koch, por qué no se estaba haciendo nada frente a una enfermedad que ya había matado a medio millón de personas. Koch llegó a llamarles fascistas, y un joven Pat Buchanan les preguntó por qué no optaban por el celibato sin tan preocupados estaban.

Clubes de ciencia para aprender sobre el sida
Aunque fueron el principal foco de presión, la lucha para la visibilidad del sida no implicó solo a activistas gais y lesbianas. Hubo gente que, aterrada ante lo que estaba pasando, explicó a este grupo cómo hacerse visible, qué pedir y a qué organismos.

Es el caso de Iris Long, una química que ya no ejercía su profesión y que, aun así, acudió a Act Up! y les dijo: “Si quieren aprender cómo funcionan los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) y lo que se vaya sabiendo sobre el virus, aquí estoy yo para enseñarles”. De ahí nació el Comité de Tratamiento y Datos, en cuyos ‘clubes de ciencia’ se llevó a cabo un glosario del sida que se repartía entre los asistentes a las reuniones.

“Tuvimos que especializarnos a marchas forzadas en conceptos como el ADN, el ciclo vital de un virus, los ensayos clínicos y sus fases… Es curioso cómo algunos han llegado a aprender tanto”, recuerda Pujol, cuya pareja, Michael Meulbroek, que no es médico, todavía a día de hoy recibe a personas con VIH que buscan su consejo cuando los especialistas les proponen iniciar un tratamiento.

Los primeros boletines sobre tratamientos se originaron en la comunidad y a ellos recurrían incluso los clínicos. No existía internet y se creó una red de comunicación telemática, HIVNET. “Implementar un terminal era muy complicado y caro, pero Michael lo hizo en Barcelona. Servía para estar en contacto con el mundo e informarse. Duró un par de años, lo que tardó en hacerse común internet”, comenta el activista.

Del trabajo en red también habla uno de los médicos más veteranos en la lucha contra el VIH en España, Bonaventura Clotet, jefe de la Unidad de VIH del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, en Badalona, desde 1987. De esa época, Clotet recuerda “la sensación de impotencia”. “Nuestro objetivo era mejorar la calidad de vida, ya que la cantidad no se podía”, señala.

“Enseguida se vio la necesidad de crear recursos más allá de los que podía aportar la sanidad pública y de ahí surgió en 1992 [aún faltaban seis años para el descubrimiento de la triple terapia antirretroviral que supuso la cronicidad de la infección por VIH] la Fundación de la Lucha contra el Sida y el Instituto IrsiCaixa que, en 1993, se estableció para fomentar la investigación básica”, apunta.

Acciones radicales en Montjuïc
También recuerda que la situación no era fácil para los hombres que tienen sexo con hombres. “Estaban muy estigmatizados y la enfermedad les obligó a salir del armario de golpe”, recuerda. En esto los estadounidenses jugaban con ventaja. “El movimiento gay ya estaba muy organizado, allí todo es más a lo grande”, sostiene.

Y ese 'a lo grande' se manifestó en acciones radicales. Además de visitar el Ayuntamiento de Nueva York, los activistas de Act Up! se subieron a la sede de un laboratorio farmacéutico; se organizó una ‘besada’ en el campo donde jugaba George Bush y recriminaron a la iglesia la estigmatización de la homosexualidad.

En España, Pujol recuerda que también se llevaron a cabo acciones de este tipo, como ‘cerrar’ la entrada del cementerio de Montjuïc en pleno Día de Todos los Santos: “Nos pusimos en la entrada reivindicando a nuestros muertos en un día en que la gente va al cementerio a recordar a los suyos, se formó un tapón impresionante, acudió la guardia urbana y las colas llegaban hasta el monumento de Colón”.

Clotet apunta que “se tenía que ejercer mucha presión” y para ello llevaban a cabo actividades “que podrían parecer incívicas”. “Hay que felicitar al activismo porque fue crucial para acelerar el desarrollo y aprobación de fármacos”, subraya.

Frente a las acciones impactantes de Act Up! –como llevar las cenizas de un activista fallecido al cuartel general del candidato republicano George Bush– otros activistas optaban por demostraciones pacíficas. En 1987, un edredón (quilt, en inglés) creado por The Names Project Foundation cubrió completamente el National Mall en Washington. Este proyecto fue traído a España por Ferrán Pujol años más tarde. “Las acciones que hacíamos con Act Up! a mí me inquietaban porque podían producir rechazo social; la gente en lugar de solidarizarse con nosotros nos tenía miedo porque se supone que éramos infecciosos”, recuerda el activista.

“Acciones como el quilt eran una forma de visualizar lo que estaba ocurriendo y producían compasión y curiosidad”. Para Pujol, “ambos movimientos se apoyaron mutuamente, uno jugaba el papel de ‘poli malo’ y otros del bueno; ambos eran necesarios”. Porque, tal y como rememora, a principios de los años 90 “todas las plantas de muchos hospitales de Barcelona estaban inundadas de jóvenes muriendo de sida” pero, cuando se salía a la calle, “la vida seguía su curso, ante la ignorancia de todo el mundo”.

Las farmacéuticas reaccionaron
Las acciones daban su fruto, al menos en EEUU, donde los laboratorios se embarcaron en una carrera en busca del fármaco que curara el sida. Algo cambió en la FDA, organismo donde Act Up! también acudió a protestar. La forma más rápida de aprobar estos fármacos era simplificar los ensayos clínicos sin que fuera necesario comparar sus efectos con un placebo. Es decir, si había una sustancia que podía ser útil, tenía que llegar al máximo número de enfermos posible.

En paralelo, la gente acudía a México a comprar fármacos que se sospechaba podían ser eficaces, mientras la zidovudina o AZT, el primer fármaco aprobado frente al VIH en 1987, dejaba de hacer efecto a los meses de su aplicación.

El activista Pujol señala que la desesperación de los pacientes les llevaba a tomar decisiones drásticas. “Antes de que se demostrara el valor de la terapia combinada, el Ministerio de Sanidad solo autorizaba el uso compasivo [la forma en que se accedía a los fármacos mientras estaban en investigación] de un nuevo medicamento cuando había fracasado el anterior. Lo que algunos médicos hacían era ‘cruzar’ pareja: a un paciente se le recetaba un fármaco y al otro, el otro, y ellos lo mezclaban. Recibían ambos fármacos legalmente y ellos los combinaban, así se salvaron muchas vidas”, desvela.

Clotet reconoce que tuvo “mucha libertad” y que proporcionó “lo más novedoso a sus pacientes” casi siempre por la vía del uso compasivo. “Cuando se solicitaba mucho un fármaco para ensayos clínicos, lo pagaba la casa comercial”, explica Clotet, que luchó porque el centro donde trabajaba contara con los laboratorios para participar en estos ensayos.

La llegada de los primeros inhibidores de la proteasa (IP) y la demostración de que, en terapia combinada, podían controlar el VIH, supuso una ‘resurrección’ para muchos afectados. El actual director de Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas del EE UU, Anthony Fauci, lo denomina en la película “el efecto Lázaro”. “Los que estaban a punto de fallecer 'resucitaron' y los demás nos salvamos gracias a ellos”, subraya Pujol.

El panorama se enturbió con las primeras diferencias serias dentro del activismo, de las que nació TAG como escisión de Act Up!. Ante el descubrimiento de un nuevo y prometedor fármaco –que acabaría siendo parte indispensable del tratamiento en aquellos años–, la nueva asociación pidió que se dejaran de hacer los ensayos sin compararlos con placebo.

Estrés postraumático
La razón fue un estudio presentado en Berlín que demostraba la inutilidad del AZT. Desde TAG se quería evitar una aprobación rápida de un fármaco que a la larga mostrara ser ineficaz; Act Up! no quería correr el riesgo de que un ensayo convencional supusiera la muerte de los asignados al grupo placebo. Esos últimos años antes del descubrimiento de la triple terapia antirretroviral fueron los peores, a pesar de que se empezaba a intuir que se iba a controlar el virus.

Sin embargo, el triunfo fue agridulce para la mayoría. “Como en cualquier guerra, uno se pregunta cómo ha vuelto a casa”, afirma uno de los activistas que protagonizan “Cómo sobrevivir a una epidemia”. “Lo que pensábamos que iba a pasar en 1988 pasó en 1996”, explica otro.

Todos los entrevistados coinciden en que nada ha vuelto a ser lo mismo, a pesar de que su aspecto actual es mucho mejor del que mostraban hace 20 años. “Yo mantengo el estrés creado por llevar en aquella época a amigos moribundos a despedirse de otros más moribundos todavía; es estrés postraumático con el que me he acostumbrado a vivir”, concluye Pujol que, como en la película de David France, recuerda que aún quedan frentes por los que luchar.

En todo el mundo, hay seropositivos que siguen sin tratamiento o han sido excluidos de ellos; así como los que no pueden recibir los últimos y mucho más eficaces fármacos aprobados para la hepatitis C. Se ha logrado sobrevivir a la epidemia, pero el VIH no es igual para todos.

lunes, 1 de julio de 2013

#recursoselectronicos #tesis #fotografia #homoerotismo | La fotografía del deseo homoerótico : signos de construcción de la identidad masculina

La fotografía del deseo homoerótico [Recurso electrónico] : signos de construcción de la identidad masculina / Francisco A. Frisuelos Krömer ; Gloria Camarero Gómez (dir.).
Tesis Universidad Carlos III de Madrid, Departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte. Fecha defensa: 2013-07-01.

/ ES / Tesis / RE / Open Access
/ Arte / Deseo / Fotografía / Hombres / Homoerotismo / Homosexualidad / Identidades / Masculinidad / Signos y símbolos
TEXTO COMPLETO | e-Archivo · UCAR
http://hdl.handle.net/10016/17572

Esta tesis explora la utilización del hombre como objeto de deseo en un medio de expresión contemporáneo como es la Fotografía, desde sus inicios hasta nuestros días. Deteniéndose en los distintos usos del medio (Publicidad, promoción cinematográfica, Bellas Artes, revistas y creación artistica), la tesis busca demostrar como la aparición de estas imágenes han buscado distintos medios para escapar de las restricciones censoras y ver la luz para acabar convirtiéndose en espejo para la identificación del Hombre que ha visto en ellas el mejor modelo a imitar y alcanzar. Es por ello que, en definitiva, han sido (son) imágenes que han servido para construir una identidad masculina en la que el Hombre ha podido verse reflejado estableciendo los parámetros de los que se entiende por ser un Hombre.

Este trabajo nace con el propósito de estudiar la utilización de la figura masculina en la Fotografía artística desde los inicios del medio en el primer tercio del siglo XIX hasta nuestros días y cómo la aproximación al hombre como sujeto representado ha dado como resultado el desarrollo de una serie de signos de representación que han ayudado a conformar su identidad. Atendiendo al elemento homoerótico de las imágenes que cuentan con el hombre como protagonista, esta tesis se acerca a la obra de un número importante de fotógrafos que expresaron a través de sus creaciones su admiración por la armonía de las proporciones de reminiscencias clásicas, su deseo de emular la perfección corporal de los sujetos representados y, en muchos casos, la irresistible atracción por la belleza del físico masculino.

A lo largo de las distintas décadas transcurridas desde la invención de la Fotografía y su utilización como medio de expresión artística, han sido muy diversas las aproximaciones que los artistas han elegido a la hora de enfrentarse a un tema que, por razones de distinta índole, ha provocado encontradas reacciones, puede considerarse minoritario y no ha estado exento de controversia. Las distintas restricciones morales y religiosas a lo largo de las épocas han llevado a estos fotógrafos a desarrollar un lenguaje común repleto de signos que permitían la plasmación de las imágenes que mejor expresaban su pulsión artística, un lenguaje que, en la mayoría de los casos se vio obligado a buscar coartadas basadas en la Antigüedad clásica, la excusa artística o el propósito deportivo y que, finalmente, ha terminado por componer una serie de tipos propios del lenguaje homoerótico que finalmente se han popularizado hasta convertirse en modelos a emular por un número mayoritario de población masculina.

'No quería ser la lesbiana del pueblo' | Valencia | elmundo.es

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Cover Story: Bert and Ernie Celebrate Gay Marriage : The New Yorker

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