domingo, 30 de abril de 2017

#hemeroteca #libros #franquismo | Los ingenieros de Franco

Imagen: Faro de Vigo / Francisco Franco en una inauguración en 1958
Los ingenieros de Franco.
Una firma gallega de hormigón fue la primera en lograr un sello de calidad en 1960 que el dictador pretendía implantar en Europa.
Elena Ocampo | Faro de Vigo, 2017-04-30
http://www.farodevigo.es/sociedad/2017/04/30/ingenieros-franco/1670112.html

"Sin contar la investigación científico-técnica no se puede llegar a entender la configuración del Estado durante el franquismo", asegura el historiador Lino Camprubí. "Mi tesis principal es que determinados grupos de ingenieros y científicos fueron participantes activos en las transformaciones políticas y económicas", asegura el investigador en "Los ingenieros de Franco".

Semillas híbridas de arroz o viguetas de hormigón pretensado, carbón y uranio enriquecido, mapas de corrientes y mareas... Son algunos de los avances científicos que muestran "un retrato del franquismo apegado a las transformaciones materiales, inevitablemente ensambladas a las estructuras sociales e ideológicas", según el historiador Lino Camprubí, investigador en el Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia, en Berlín, que acaba de publicar un libro sobre ciencia, catolicismo y guerra fría en el Estado franquista.

Habla de los pantanos de Franco, de los pactos hispano-norteamericanos y Gibraltar, del Parque de Doñana o del conflicto del Sáhara Occidental, pero también vincula la historia de los avances constructivos con Galicia, a través de la empresa "Viguetas García".

En 1959 el Instituto de la Construcción y del Cemento -hoy Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja-, uno de mejor financiados del CSIC, inició un programa de estandarización de viguetas de hormigón pretensado. Se trataba de una apuesta por la modernización de la construcción y por la industrialización de la economía española.

El programa, Punto Azul, consistía en un sello de calidad que certificaría que las piezas estaban prefabricadas de acuerdo a las normas creadas por Torroja y su equipo. En 1960, la fabrica gallega, ubicada en Ourense de "Viguetas García" fue la primera en recibir este sello. Este paso aparentemente modesto revestía una importancia mayor, dado que la norma se trasladaría a Europa. Torroja era el presidente de la Asociación Internacional de Hormigón Pretensado, así que "Viguetas García" sería la primera piedra de una integración tecnológica europea que precedería a la económica y a la política. El proyecto finalmente fracasó.

"Torroja presentó Punto Azul en 1959, como servicio para certificar los elementos fabricados en serie que habían seguido la norma. En abril de 1960 se aprobaron los estatutos de Punto Azul, la Oficina de la Propiedad Industrial aprobó el logotipo y en mayo se publicitó a los fabricantes de viguetas. Pronto, las viguetas de un fabricante de Ourense quedaron adornadas con el primer sello azul". Pero, pese a todos estos esfuerzos, no sobrevivió el invierno.

Camprubí argumenta en su libro que "el nacionalismo tecnológico se convirtió en una herramienta legitimadora que aglutinó a grupos de intereses muy diversos y permitió a la dictadura sobrevivir a lo largo de los años a pesar de -o, más bien, gracias a- sus contactos crecientes con las democracias occidentales". Es más, el desarrollo técnico fue uno de los pilares de esos contactos internacionales y una fuente de intercambios y alianzas.

"La asociación común entre ciencia y democracia ha llevado a importantes historiadores a dar por supuesto que la situación política del franquismo era incompatible con la ciencia y la tecnología. Pero muchos de los científicos e ingenieros que se quedaron en España y mantuvieron sus puestos se beneficiaron ampliamente de las nuevas oportunidades ofrecidas por la situación excepcional. Algunos pasaron a ocupar los puestos abandonados por profesores e investigadores exiliados o caídos en desgracia. Pero las ventajas iban más allá de las carreras personales", explica.

#hemeroteca #lesbianismo #mayores | Susana Blois: "Salí del clóset a los 70 años, cuando ya era abuela: quiero vivir de la manera que quiero"

Imagen: Infobae / Susana Blois
"Salí del clóset a los 70 años, cuando ya era abuela: quiero vivir de la manera que quiero".
Se llama Susana Blois, es psicóloga, tiene dos hijos y tres nietos. Es parte del Centro de jubilados lésbico-gay “Puerta Abierta”, en San Cristóbal. Con ayuda de mujeres de hasta 80 años, logró asumir su orientación sexual. Esta semana se celebró el Día de la visiblidad lésbica.
Gisele Sousa Dias | Infobae, 2017-04-30
http://www.infobae.com/sociedad/2017/04/30/sali-del-closet-a-los-70-anos-cuando-ya-era-abuela/

Susana Blois nació en 1944, en una época en que ser lesbiana era considerado una enfermedad. Su vida fue, por supuesto, muy diferente a la de muchos jóvenes occidentales que hoy asumen su orientación sexual desde la adolescencia y viven como lo que son, sin demasiados conflictos. En aquel momento, Susana no vio otra opción más que subirse al "tren de la normalidad", como ella lo llama: se recibió de psicóloga, tuvo un marido y dos hijos. Pero los años empezaron a pasar y en un momento de su vida entendió que ya no tenía tanto margen de tiempo para decidir si iba o no a vivir como quería: estaba por cumplir 70 años.

Es martes, son las ocho de la noche y llueve desde hace horas. Tres mujeres, todas de unos 70 años largos, suben por la escalera caracol. Lo hacen con cuidado, para no resbalarse: una caída a esta edad podría terminar con una rotura de cadera. Es de noche y llueve así pero nunca faltan. Lo que hay al final de la escalera es un taller de reflexión para lesbianas del primer Centro de jubilados lésbico-gay del país, en San Cristóbal. Es parte de Puerta Abierta a la Diversidad y funciona desde 2010.

Tiene las puntas de las botitas de gamuza mojadas y repasa su vida con tranquilidad, relajada en un sillón. "Yo siempre conocí mi inclinación sexual hacia las mujeres pero en esa época estaba instalado de que era algo malo. Así que con mi homosexualidad hice un paquetito, me la guardé y nunca nadie se dio cuenta", arranca ella. "Me casé a los 21 años, tuve a mis hijos y nos fuimos a vivir a un pueblo muy conservador, en Entre Ríos. Allá, unos 15 años después, conocí a una mujer: la primera mujer con la que estuve en mi vida".

Susana empezó a "ejercer" su homosexualidad a escondidas, "no salí abiertamente del closet": sus hijos lo fueron viviendo como algo natural, pero en su consultorio, en la escuela especial en la que trabajaba y en las reuniones familiares con sus primos "yo lo resguardaba. Nadie me preguntaba y yo tampoco lo explicitaba. Era una verdad a medias, como el secreto de Polichinela: todos lo saben pero nadie lo dice".

Con el paso de los años, Susana se fue dando cuenta de que "la censura venía más que nada de ella misma. En el fondo, sólo es el temor al rechazo, a no ser aceptada. Es algo muy común en la gente de nuestra edad porque se nos educó diciéndonos que la homosexualidad era una patología". Lo que cuenta no es una manera de decir: recién en mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas que, por lo tanto, podían ser curables.

Susana vivió 35 años con esa verdad a medias. Pero cuando dejó Entre Ríos y volvió a La Plata -ya con más de 65 años, sin pareja y con dos hijos grandes- cayó en la cuenta de que había dos caminos: decir "a esta altura de mi vida no voy a andar rompiendo moldes", o lo que efectivamente pensó: "Tengo un deseo y ya no tengo toda la vida por delante. Soy una mujer grande y quiero permitirme vivir de la manera que quiero vivir".

Así, hace cuatro años empezó a venir al grupo y a escuchar a otras mujeres que estaban en su misma situación . "Y gracias a este grupo pude hacer mi salida total del closet", dice, emocionada y con un gesto de agradecimiento. Susana siguió observando que la represión era más bien de ella: cuando le contó a sus primos todos dijeron "ah, si me imaginaba" e incluyeron en la familia a quien era su novia.

Con su nieta, que está por cumplir 15 años, tampoco hubo problemas. "Cuando ella preguntó por qué la abuela dormía con otra mujer su papá le dijo 'porque son una pareja y se quieren mucho'. Listo. Cuando uno educa a quienes tiene cerca sin prejuicios todo se hace un poco más fácil".

Graciela Balestra, a su lado, sonríe con orgullo y asiente. Es psicóloga y coordinadora de Puerta Abierta y cuenta que al grupo "empezó a venir mucha gente de más de 60, 70 años, incluso de 80 también. Casi todos los martes viene una mujer nueva, gente que a lo mejor nunca se animó a vivir su homosexualidad", cuenta. Las sillas alrededor le dan la razón: hay más de 15 preparadas para las mujeres que están por llegar.

"Hay mujeres que hicieron una vida heterosexual pero también hay otras que no tuvieron pareja nunca, que vivían solas con la madre y cuando la madre muere, sienten que tal vez es hora de cambiar sus vidas. Hay mujeres que estuvieron 20 años con otra mujer, como si fueran amigas, enviudan y, como nadie lo sabe no pueden ni siquiera compartir su dolor", sigue. En Puerta Abierta hay grupos para mujeres y también para varones.

Algo de lo que cuenta muestra la película "Beginners", en la que un padre de 75 años (Christopher Plummer) decide que llegó la hora de asumir que es gay. Lo hace una vez que muere su mujer, tras 44 años de matrimonio, y cuando se entera de que tiene un cáncer terminal. Su hijo (Ewan Mc.Gregor) lo ve con su nuevo novio y dice: "Nunca lo vi tan feliz".

Balestra marca, a grandes rasgos, dos momentos: cuando empezó en Puerta Abierta, hace 17 años, y ahora. "Antes había muchos jóvenes viendo cómo salir del closet. Hoy no, son todos mayores", cuenta Balestra. Lo que cuenta con respecto a los jóvenes y a que "salir del closet" ya no es para ellos algo tan conflictivo se puede ver incluso en las ficciones: en la serie de Netflix "13 Reasons why", hay dos varones gay de 17 años entre los protagonistas y una pareja de hombres adultos que tuvieron una hija (la chica sí reniega de ser también gay). Lo mismo sucede en la serie catalana "Merlí". Hay dos varones gays en el aula: a uno de ellos, lo ayuda a salir del armario su propio padre.

"A los adultos mayores les cuesta más. Fueron tantos años de silencio que empezar a hablar y animarse no es fácil. Lo que por lo general dicen es: 'todos me conocen de una manera, no puedo pasar de golpe a ser de otra'. Pero cuando empiezan a venir, dejan de sentirse solas, dejan de sentirse las únicas mujeres mayores lesbianas en el mundo", cuenta Balestra. Susana acota: "Hay que sumar que somos una generación muy reprimida en cuanto a la sexualidad, como que la gente adulta no tiene sexo, sean hetero u homosexuales", agrega. Las críticas que le cayeron al presidente Mauricio Macri esta semana por resaltar que los "abuelos" de un geriátrico "estaban como locos bajando pornografía" dan cuenta de ese prejuicio.

"Poder ser quien soy abiertamente fue algo muy tranquilizador", dice Susana. "Y ahora me siento coherente, tengo la sensación de que la vida transcurre de otra manera". Su apertura paulatina, sin necesidad de que en su entorno y en su familia fuera percibido como una bomba, alivia y orienta a las otras mujeres que están en la misma situación. Y cuando piensa en las mujeres que están donde estaba ella hace algunos años, dice: "Les diría que se tomen el tiempo que necesiten y que traten de escuchar las otras experiencias para perder los miedos. La ganancia, del otro lado de ese miedo, es vivir tranquila, a gusto, convencida. No hay mucho más margen de tiempo para seguir privándonos de cosas".

Una escena, en la película Beginners, habla de eso. Mientras el protagonista -el hombre de 75 años- baila con su nuevo novio en el living de su casa, una voz en off dice: "Generalmente, para cuando eres real, la mayoría de tu pelo se ha caído. Tu vista te ha abandonado y se aflojan las articulaciones. Pero estas cosas no importan para nada, porque eres real".

#hemeroteca #censura | De la posverdad a la poscensura: obsesionados con no ofender

'Ice Cream' (1964), de Evelyne Axell, censurado por Facebook
De la posverdad a la poscensura: obsesionados con no ofender.
La corrección política no entiende de ideologías. En una sociedad obsesionada con no ofender, izquierda y derecha desarrollan sus propias censuras. Juan Soto Ivars desnuda la nueva amenaza del moralismo en su ensayo 'Arden las redes'.
Juan Soto Ivars | Papel, El Mundo, 2017-04-30
http://www.elmundo.es/papel/historias/2017/04/30/5901ea48268e3e2c078b45c3.html

«La gente está muy enfadada. Creedme, muy enfadada». El agudo diagnóstico pertenece a Donald Trump. Lo dio el 15 de mayo de 2016. Para entonces ya no era un promotor inmobiliario bocazas obsesionado con lucirse en las primarias del partido Republicano, sino un peligro que inclinaba la balanza hacia un territorio político desconocido en Estados Unidos. Su candidatura avanzaba posiciones ante el desconcierto del Tea Party, el temor de las empresas del Nasdaq y el cachondeo receloso de Stephen Colbert y demás presentadores de late nights. El enfado de «the people» iba a ser el combustible de su campaña. Pero ¿a qué gente se refería?

La división radical del electorado norteamericano quedó clara tras la segunda victoria de Barack Obama, pero derivó en una polarización extrema tras la irrupción de Trump. Desde entonces, como advierte Mark Thompson, escritor y presidente de ‘The New York Times’, el debate político de la mayor democracia del mundo está roto, y quienes fueron compatriotas parecen regirse por valores irreconciliables, como si en EEUU se hubiera desatado una Guerra Fría interna.

Trump se ha aprovechado de la poscensura, un fenómeno nuevo y peligroso, producto de nuestro tiempo, que surge de la alineación de las redes sociales, la crisis de credibilidad de la prensa y una combinación de corrección política y guerra cultural. La poscensura genera linchamientos, pero sobre todo destruye la posibilidad de un debate racional, y crea las condiciones perfectas para que un discurso como el de Trump tenga credibilidad.

En un país donde cualquier comentario de tufo machista puede torcer la carrera de un presentador de televisión, o donde una alusión poco reverente hacia las minorías puede mandar al paro a un profesor, la estratagema de enfrentarse a la corrección política de los liberales parecía suicida. Es lo que creyeron los demócratas, que se lanzaron contra él intentando retratarlo como un machista y un xenófobo. Dos palabras terribles para un demócrata, que sin embargo sonaban a rebeldía para una inmensa masa de población.

La basura blanca, ese colectivo racial empobrecido al que la corrección política sí nos permite ridiculizar, había encontrado en Trump a un tipo que hablaba como «la gente». Quedó demostrado cuando Clinton disparó su última bala a través de ‘The Washington Post’ y rescató las palabras de Trump de 2005, acaparando todas las portadas: «Si eres una celebridad, (las mujeres) te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo».

Unas declaraciones como esas hubieran destruido la carrera de cualquier político demócrata o moderado, pero a Trump, según los estudios de ‘Big Data’, le hicieron pasar por «auténtico». Pese a su misoginia evidente, el 53% de las mujeres blancas se decantaron por él. Cuando se les preguntaba en televisión, las ‘women for Trump’ disculpaban la brutalidad como un desliz, aseguraban que «los hombres hablan así entre ellos», y recordaban lo que Bill Clinton había hecho con Monica Lewinsky.

La victoria de Donald Trump es la constatación de que hay dos bandos en la ciudadanía que se expresan en lenguajes incompatibles y se rigen por valores morales antagónicos. Como señala el académico Javier Marías, «la lengua sirve para unir y para separar, para acercar y alejar, atraer y repeler, engañar y fingir, para la verdad y la mentira».

En esta división aparece una nueva forma de censura, la poscensura. Provocada, sin ser totalmente conscientes de ello, por los dos bandos de la corrección política. Suele escribirse sobre corrección política de izquierdas, pero el otro frente de puritanismo censor se ha vuelto tan poderoso como aquella. Miles de ciudadanos ejercen una vigilancia paranoica del pensamiento y el lenguaje públicos a través de las redes, desde la izquierda y la derecha. Quien hoy defiende tu libertad de expresión, mañana tratará de castigarte.

Las causas tienen que ver con el éxito de las redes sociales y la crisis de credibilidad de la prensa tradicional. Eli Pariser, autor de ‘El filtro burbuja’, indica que los algoritmos de Instagram, Facebook y Twitter ahondan la división creando islas ideológicas cerradas donde los usuarios tienden a recibir solamente opiniones políticas afines, y noticias reales o falsas que corroboren sus prejuicios.

Los progresistas políticamente correctos y los puritanos conservadores tienen en común la alergia a la libertad de expresión de sus adversarios. Los izquierdistas imponen sus ‘trigger warmings’ (avisos de que un texto contiene expresiones potencialmente ofensivas para las minorías), y los conservadores llevan a los tribunales a quienes mancillan los símbolos nacionales. Unos construyen eufemismos para los negros o los enfermos y se los imponen al resto, mientras que otros logran que un pitido sustituya la palabra ‘fuck’ en la televisión. Unos consiguen que se expediente a un profesor que cuestionó la existencia de la cultura de la violación, mientras que otros logran el despido de Ward Churchill de la Universidad de Colorado porque sugirió que el 11-S fue consecuencia de los ataques norteamericanos contra países musulmanes.

Al calor de la poscensura, han brotado empresas como ‘Writing in the Margins’, que «corrige» los libros antes de ser publicados para «limpiarlos» de expresiones que puedan ser entendidas como racistas o machistas. Así, una escritora tan poco sospechosa de xenofobia como J.K. Rowling, autora de Harry Potter, decidió someterse a esta censura para ahorrarse posibles linchamientos en Twitter. Su comportamiento respondía a un miedo contemporáneo: ser acusado de algo que no eres por una multitud de pueblerinos digitales. Ocurrió a Tim Burton, acusado de racista porque sus protagonistas siempre son blancos, o a Scarlett Johansson, que había cometido el pecado de interpretar a la cyborg en la adaptación de un manga japonés.

La poscensura es un sistema represivo que no requiere leyes ni estado censor, y que impone sus prohibiciones infundiendo el miedo a ser catalogados como traidores. Bajo la poscensura, los izquierdistas tienen miedo de que una multitud les llame machistas, racistas u homófobos, mientras que los derechistas temen etiquetas como buenista, relativista o progre. En cada bando, son los sinónimos de «traidor».

La poscensura mata el debate racional y exacerba los insultos y las acusaciones. Explica por qué engordan las posiciones radicales y se achica el espacio para la sutileza. Y por qué, pese a los ataques multitudinarios de la izquierda contra la reputación de Donald Trump, éste llegó a presidente del país más poderoso de la tierra. A sus votantes les importaban un pimiento esas etiquetas que la izquierda interpreta como pecados capitales.

#hemeroteca #bullying | Yanire, psicóloga, al otro lado del teléfono contra el acoso escolar: "Me encuentro a niños que llevan sufriendo mucho tiempo"

Imagen: El Diario / Yanire, de la Fundación ANAR
Yanire, psicóloga, al otro lado del teléfono contra el acoso escolar: "Me encuentro a niños que llevan sufriendo mucho tiempo".
Yanire es psicóloga y atiende desde hace seis años las llamadas del teléfono de ANAR contra el acoso escolar. La especialista recibe peticiones de auxilio de menores pero también de familias y amigos, que, asegura, sufren las mismas secuelas que las víctimas. "No sé si hay más acoso, pero sí que ahora tiene nombre, y cuando tiene nombre sabes lo que te pasa y puedes pedir ayuda", afirma.
Sofía Pérez Mendoza | El Diario, 2017-04-30
http://www.eldiario.es/sociedad/telefono-encuentro-llevan-sufriendo-tiempo_0_637987186.html

Yanire es la voz que está al otro lado cuando un niño o niña que sufre acoso escolar llama al teléfono de la Fundación ANAR pidiendo ayuda. Lleva seis años descolgando el aparato y escuchan a los menores que eligen esta vía para romper la barrera del miedo a contar lo que les pasa. También llaman muchas familias, sobre todo madres, que, dice la psicóloga, "sufren las mismas secuelas que las víctimas".

Este recurso está en marcha desde 1994 y desde noviembre funciona en simultáneo al que ha puesto en marcha el Gobierno para el mismo fin. ANAR funciona como un primer cortafuegos para escuchar y orientar, "pero no pretendemos hacer las veces de terapia porque eso no se hace por un teléfono", asegura la psicóloga.

¿Qué se encuentra cuando descuelga el teléfono?
Me encuentro a niños y niñas que llevan sufriendo mucho tiempo, con tristeza y angustia. Normalmente la situación lleva alargándose un tiempo, no es reciente. También a familias o a amigos de las víctimas. Muchos nos dicen que no pueden más y están desorientados sobre qué pueden o deben hacer. Para ellos es un paso gigante porque se están decidiendo a contar a una persona adulta que no conocen de nada algo que les afecta mucho.

¿Les cuesta contarlo?
A muchos, sí. De hecho es muy común que hagan un primer acercamiento para ver qué pasa, explorar qué es esto del teléfono. Y luego volver a llamar tiempo más tarde. Nosotras hacemos informes de todos los casos, aunque no los identificamos porque ni siquiera nos aparece el número desde el que llaman, para que si vuelven a contactar no tengan la sensación de que tienen que empezar a contar de cero.

Cada caso es un mundo y requiere una valoración que hacemos en equipo. No podríamos orientar un niño a dar un paso si no sabemos si en su casa está protegido, si sus padres pueden dar pasos frente al colegio, si tienen profe con el que tene confianza. Vamos dirigiendo las preguntas y, en función de lo que nos cuentan, damos prioridad a un aspecto u otro, siempre con preguntas abiertas.

¿Y cómo se responde a un menor devastado por el acoso?
Somos un equipo de psicólogos que nos hemos formado para esto. Lo más importante, creo, es la calidez en el tono de la voz para generar un ambiente de confianza. Intentamos que la persona se vaya sintiendo cómoda y se tome todo el tiempo que necesita para contar lo que quiera contar, respetando sus silencios y gestionando las preguntas respetando sus ritmos.

¿Sienten culpa?
Normalmente tienen la autoestima baja y muchas inseguridades. Intentamos dotarles de recursos para empoderarles y que entiendan que lo que pasa no es culpa suya. Reforzar que si se está sintiendo triste, ha hecho muy bien al contarlo. A veces nos toca contener.

¿Solo escuchan o también intervienen y avisan a quien corresponda?
Nuestra acción se basa sobre todo en escuchar y dirigir, explicarles a dónde pueden acudir. Tenemos varios niveles de intervención: el primero es la exploración y la búsqueda de apoyos en el entorno del menor, que es fundamental; el segundo, si se llega a él, la derivación a nuestro departamento de recursos sociales y jurídicos; el tercero, si no hay apoyos o en casos muy graves, intervenimos con servicios sociales o de protección del menor. En cualquier caso, nada es un 'abc'. Orientamos todo lo que podemos y empoderamos, pero no estamos aquí para sustituir a una terapia presencial.

¿Llaman muchas madres y padres?
Sí, existe un teléfono para adultos y llaman sobre todo madres. Pero también abuelos o amigos. Para todos ellos es muy doloroso llevar a los niños a un centro escolar y que le estén acosando. Cuando encuentran alguien que les orienta, les tranquiliza. Pero hay secuelas, de hecho, detectamos en ellos las mismas que tienen los niños y niñas: tristeza, ansiedad, angustia, inseguridad... Encontramos a familias muy preocupadas que en muchos casos no se sienten respaldadas por el centro escolar de sus hijos. Lo viven desde esa perspectiva de: "Mi hijo está sufriendo y no se hace nada". Con frustración.

¿Ha atendido a familias de acosadores?
Sí, también. Padres o madres de adolescentes sancionados por acoso. Al final, se están comportando de forma agresiva por algún motivo. Si utilizan la violencia como recursos, intentamos indagar, con ellos, en por qué. Por qué no puede ponerse en el lugar de la persona a la que hace sufrir. Y siempre les redirigimos a profesionales específicos para que puedan trabajar con ellos.

¿Hoy recibe más llamadas que hace seis años?
Muchísimas más.

¿Hay más acoso o es más visible?
No sé si hay más acoso, pero sí que cuando no le pones nombre a algo, si no sabes que te está pasando a ti, le quitas importancia a la violencia. Al final eso hace que no pidas ayuda. Darlo a conocer, que la gente sepa de qué estamos hablando y sepa sus características te ayuda a identificarlo si lo vives o si lo ves en tu entorno.

¿Se está empezando a romper el silencio?
El último informe que hemos hecho con la muestra de los casos que nos llegan a través del teléfono dice que sí, pero esto es solo una muestra. No extrapolable a todo. Con lo que hemos podido analizar vemos, y así lo percibimos también las personas que cogemos el teléfono, que los amigos y compañeros de la víctima de acoso reaccionan más. Y el papel de los espectadores es importantísimo.

En su último estudio, ANAR dice que los casos que han atendido son más graves y afectan a niños más pequeños.
Volvemos al tema de la muestra. Es lo que hemos visto por lo que conocemos y sí tenemos esa percepción de que hay más violencia física. Aunque lo más recurrente siguen siendo los insultos, las humillaciones... en clase y a través de las redes, lo que provoca que no solo sufra en el entorno escolar sino también fuera. Y eso complica las cosas.

#hemeroteca #lgbtifobia #sexismo | El colegio denunciado por actividades sexistas y mensajes homófobos recibe dos millones públicos anuales

Imagen: El Diario / Colegio Juan Pablo II, Alcorcón
El colegio denunciado por actividades sexistas y mensajes homófobos recibe dos millones públicos anuales.
El colegio Juan Pablo II de Alcorcón está siendo investigado por ofrecer talleres de ganchillo a alumnas y visitas al Bernabéu a alumnos. El Gobierno regional invirtió 2,3 millones de euros 2015 y 2,5 en 2016. En estos tres últimos años, la fundación que lo gestiona ha obtenido 9 millones.
Laura Galaup | El Diario, 2017-04-30
http://www.eldiario.es/sociedad/educacion_segregada-financiacion_publica-Comunidad_de_Madrid_0_636936442.html

Actualmente hay 18 centros concertados que ofrecen educación segregada y que reciben financiación pública en la Comunidad de Madrid. Sindicatos, colectivos educativos, partidos políticos y asociaciones LGTBI llevan años solicitando la retirada de conciertos educativos a estos modelos de enseñanza, porque consideran que refuerzan los estereotipos de género.

Uno de estos colegios, el Juan Pablo II de Alcorcón, en Madrid, ha ido más allá en varias ocasiones, acaparando titulares y críticas desde el comienzo de este curso por el posicionamiento ideológico de su director.

La última petición la realizó el PSOE municipal y Ganar Alcorcón esta Semana Santa, después de que la Cadena Ser informase de que en este centro se organizan talleres de ganchillo y visitas a comedores sociales solo para alumnas y que las excursiones al Santiago Bernabéu quedan circunscritas a los alumnos. La fundación que gestiona el centro asegura que esto no está sucediendo así.

Actividades sexistas
Tras las acusaciones de actividades sexistas, la semana pasada miembros de la Inspección Educativa de la Consejería regional visitaron el centro para comprobar cómo se estaban organizando estos talleres y excursiones. Fuentes de este departamento aseguran que todavía no hay respuesta, aunque explican que han acudido porque no habían informado a la Consejería de que iban a realizar este tipo de actividades.

"Los talleres de ganchillo se han ofrecido a todos los alumnos del centro", explicó en 13tv Juan Carlos Corvera, el presidente de la Fundación Educatio Servanda. "Es verdad que en el taller (de ganchillo) en ese colegio, no se han apuntado niños, pero es totalmente falso que fuesen impedidos", añadió en alusión al hecho de que solo hubiese chicas en estas actividades. El Diario ha intentando en varias ocasiones contactar con algún portavoz de la organización que gestiona el colegio, sin que por el momento hayan respondido.

Este colegio separa a los estudiantes por sexos en clases diferentes y reserva los espacios comunes para que san compartidos de forma mixta. Al ser concertado, el Gobierno regional ha destinado a este centro 2,3 millones de euros en 2015; 2,5 en 2016 y hasta agosto del 2017 obtendrá 1,8 millones de euros, según la información facilitada por la Comunidad de Madrid tras una solicitud de información de esta redacción al portal de transparencia regional.

Los socialistas del municipio iniciaron una recogida de apoyos para evitar que este colegio reciba financiación pública. En 2011, durante el Gobierno de Zapatero, se presentó el anteproyecto de Ley de Igualdad de Trato. En él se contemplaba la revocación de conciertos educativos a los centros que segregan por sexos. Leire Pajín, exministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, aseguró que el Consejo de Estado "avalaba la tesis del Gobierno". Esta medida nunca llegó a entrar en vigor.

Financiación blindada por la Lomce
Actualmente, la Lomce blinda la financiación pública a estos centros, ya que esta normativa recoge que estos colegios no podrán recibir "un trato menos favorable, ni una desventaja, a la hora de suscribir conciertos con las Administraciones educativas o en cualquier otro aspecto". En 2015 el Gobierno regional destinó 34,8 millones de euros a este modelo educativo y en 2016 desembolsaron 37,7 millones, según información facilitada por la Consejería de Educación a El Diario.

La asociación LGTB Arcópoli también solicitó la retirada de fondos públicos al Juan Pablo II de Alcorcón después de que el director enviase, a comienzo de este curso, una carta plagada de ideas homófobas e islamófobas con las que pretendía criticar la ley contra la LGTBfobia aprobada por la Asamblea de Madrid. Además, comparó el islam y la que denominaba "ideología de género" asegurando que "son maquinaciones condenadas a la disolución y al fracaso".

Por estos hechos, el Gobierno regional sancionó al director al pago de una multa de 1.000 euros. Por otro lado, los actos organizados por la Fundación Educatio Servanda, gestora del Juan Pablo II de Alcorcón, también han recibido críticas. Ellos fueron los organizadores del foro en el que el alcalde de Alcorcón, David Pérez, del PP, señaló a las feministas como "mujeres amargadas y fracasadas" en abril de 2015.

Concesiones en detrimento de colegios públicos
"Es un privilegio tenerla en nuestro territorio", aseguró Pérez, en alusión a la fundación que gestiona el centro en una declaraciones publicadas en la web de esta organización. En Parla, el municipio que alberga el otro colegio madrileño concertado que gestiona la Fundación Educatio Servanda y que también segrega por sexos, esta fundación no tuvo tan buena acogida por parte del Gobierno municipal.

El Ayuntamiento de esta localidad denunció la "opacidad" de la adjudicación de la parcela que habían cedido a la Comunidad y en la que se edificó el Juan Pablo II. El Ejecutivo socialista aseguró que en ningún momento se les informó de la confesionalidad del centro y reseñaron que esta decisión del departamento de Lucía Figar, consejera de Educación en aquella época, "desoía las demandas vecinales para la construcción de un colegio público". Por él han recibido durante estos tres años 2,4 millones de euros. Sumando lo recibido por estos dos centros, esta fundación ha gestionado durante este periodo 9,1 millones de euros de dinero público.

Por su parte, la Comunidad señaló que con esta adjudicación "se incrementaba la libertad de elección de las familias que hasta el momento no contaban (en el municipio) con oferta educativa religiosa". El liderazgo de Figar en la Consejería de Educación provocó un "incremento de centros educativos ligados al integrismo católico, con concepciones poco favorecedoras de la igualdad de los sexos", denunció Comisiones Obreras (CCOO) en un informe publicado en 2012 por Carmen Heredero, coordinadora del Observatorio de Igualdad de Género, en el que se evaluaba a estos centros.

En este análisis, Heredero reseñó que estos colegios recibieron "todo el dinero público que hiciese falta, aun en momentos de crisis económica y de recortes para todo lo que fuese oferta pública".

"Hay escasez de esos colegios"
Figar fue consejera durante los mandatos de Aguirre y González y terminó abandonando el cargo tras ser imputada en la Operación Púnica. Nunca negó ser defensora de la educación diferenciada. "A mí, ni me molesta ni me alarma que existan. Es una opción más para los padres", aseguró en una entrevista publicada en Público. "Obama tiene 600 colegios públicos así en EEUU. No molesta en el marco de la oferta. Hay escasez de esos colegios", añadió. Además, en una declaraciones recogidas por Europa Press, utilizó un símil deportivo para rechazar las críticas que recibe este modelo: "Si todo lo que separa a chicos y chicas es discriminatorio, ¿qué hacemos con la liga de fútbol?".

La construcción del colegio Edith Stein en el madrileño barrio de Usera, otro centro concertado que imparte educación diferenciada también fue recibido con críticas. En este caso fue la asociación de vecinos de Orcasitas, ya que no entendían que se tomase esa decisión porque cuando se produjo la concesión "aun quedaban plazas en los colegios públicos". Además, los residentes de la zona consideraban prioritaria la edificación de un centro para mayores, teniendo en cuenta la tasa de envejecimiento que manejaban cuando se licitaron los terrenos.

Otro incidente también en la capital se produjo en las navidades del 2016. El Gobierno de Ahora Madrid fue muy criticado por la oposición, después de que negasen al colegio Arenales, que segrega a sus alumnos por sexos en clases diferentes, participar en la cabalgata del distrito de Carabanchel. La ya dimitida portavoz del PP municipal, Esperanza Aguirre, acusó al equipo de Carmena de querer "adoctrinar y descristianizar" este evento.

Desde la Junta Municipal de Distrito justificaron su decisión recordando que los organizadores acordaron no permitir la participación de ninguna entidad que ejerciera cualquier tipo de discriminación, ya fuera por razones raciales, de género, ideológicas, religiosas o cualesquiera otras. Por lo tanto, este centro contradecía los criterios pactados.

"No tiene encaje constitucional"
Este modelo que segrega a niños y niñas, sobre todo en Primaria y Secundaria, ha sido muy criticado por colectivos educativos. "Para nosotros, que haya colegios que separan a los alumnos no tiene encaje constitucional. Puesto que la Constitución española establece que no se puede hacer discriminación por ese motivo. Si el centro tiene encaje constitucional, cosa que nosotros negamos, la financiación sería solo una cuestión administrativa", apunta José Luis Pazos Jiménez, presidente de la FAPA Francisco Giner de los Ríos.

En 2015, la exsecretaria de Estado y actual directora adjunta de Educación y Competencias de la OCDE, Montserrat Gomendio, desmintió la base en la que los defensores de la educación diferenciada justifican este modelo, admitiendo que "no hay evidencia científica" de que la educación diferenciada (que separa a niños y niñas) aumente el rendimiento en clase.

Esta redacción ha intentando ponerse en contacto con varios centros educativos, con la Fundación Arenales (que aglutina cuatro colegios de este tipo) y con la Asociación Madrileña de Empresas Privadas de Enseñanza, sin haber obtenido respuesta.

#hemeroteca #turismo | El World Pride de Madrid pone a la C. Valenciana en el escaparate gay mundial

Imagen: Levante / Ximo Puig (d) en la FEria de Turismo de Berlín
El World Pride de Madrid pone a la C. Valenciana en el escaparate gay mundial.
La AVT recibirá un premio por sus políticas de «turismo diverso e igualitario» en el evento que a finales de junio convertirá a Madrid en capital mundial LGTV.
J. L. García | Levante, 2017-04-30
http://www.levante-emv.com/economia/2017/04/30/world-pride-madrid-pone-c/1560546.html

El cambio de paradigma en la política turística, vendiendo la C. Valenciana como tierra de acogida, accesible y amable para segmentos como el público gay comienza a recoger frutos. El World Pride que se celebra en Madrid en pocas semana va a poner a la C. Valenciana en el escaparate de la comunidad LGTB de todo el mundo.

La Fundación Diversa Global ha decidido otorgar su premio anual a las políticas turística 2017 a l'Agència Valenciana del Turisme «por su contribución y apoyo a la realidad LGTB a través de sus campañas de imagen y del fomento de un turismo diverso e igualitario». El año pasado, el premio Diversa Turismo se otorgó a Turismo de Argentina.

Cabe recordar que, desde la edición de 2016, la Comunitat Valenciana ha participado en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) con un espacio propio en el pabellón destinado a la oferta LGBT. Del mismo modo, este año también ha contado con un stand específico en el Pink Corner de la Feria ITB de Berlín, como una muestra de la apuesta decidida por este mercado. Del mismo modo, y en lo que respecta la participación en Ferias y eventos de carácter nacional e internacional también está previsto que participe en el Pride Park de Estocolmo y en el World Pride Park de Madrid.

Este año, como ya pasó en la pasada edición, la Agència Valenciana del Turisme participará, patrocinando y tematizando una de las carrozas, en la cabalgata del Orgullo 2017 que se celebra en Madrid (El World Pride). La fiesta del Orgullo LGBT en Madrid es el mayor evento urbano que se celebra en Europa pues aglutina a casi 2 millones de personas en las principales plazas y calles de la ciudad. Desde la plaza de Chueca, símbolo de las libertades y de los derechos del colectivo LGBT se suceden las actuaciones, los conciertos y las actividades para todos los públicos. La fiesta del Orgullo LGBT de Madrid «es un gran acontecimiento económico, social y reivindicativo que trasciende mucho más allá de nuestras fronteras, recibiendo numerosos visitantes de toda Europa y del mundo·, señala la AVT.

#hemeroteca #libros #franquismo | Lino Camprubí: "No se puede entender el Opus Dei sin los científicos del CSIC"

Imagen: El Español / Franco y el obispo de Urgell inauguran una central del Noguera Ribagorzana, 1953
"No se puede entender el Opus Dei sin los científicos del CSIC".
Lino Camprubí se adentra en la ciencia y la tecnología durante el franquismo, donde no todo fue lo que parece.
Antonio Villarreal | El Español, 2017-04-30


Durante 40 años del siglo XX, en España no se votó, no se pudieron decir muchas cosas ni hacer muchas cosas. Los escritores tuvieron que decir, como hizo Cernuda, no que estaban hartos de Franco, sino que estar cansado tiene plumas, "plumas que desde luego nunca vuelan, mas balbucean igual que loro". ¿Qué ocurrió con los científicos en todos esos años, se podía hacer ciencia en el franquismo? A esa tesis ha dedicado el investigador Lino Camprubí su libro ‘Los ingenieros de Franco’ (Crítica).

Camprubí recuerda en el libro una discusión de 1969 entre su abuelo, Gustavo Bueno, filósofo ateo fallecido el verano pasado, y el paleontólogo católico Miguel Crusafont. Es un ejemplo de que aquellas cuatro décadas no fueron un páramo de ciencia con ínfulas patrióticas, sino que hubo una cierta tensión y, sobre todo, que los científicos e ingenieros tuvieron un papel fundamental en el desarrollo económico, político e ideológico del franquismo.

Una de las intenciones de su libro es combatir esa leyenda negra de que la investigación en el franquismo fue para todos un "tiempo de silencio", como sugiere la novela de Luis Martín-Santos.


Los motivos son varios pero por ejemplo, uno de los científicos de los que hablo en el libro se llama José Antonio Valverde y era biólogo, estudió en Sevilla casi toda su vida e hizo su labor en Doñana. Las memorias de Valverde, de 2003, son muy interesantes y en algún lugar se refiere a la historiografía de ese periodo, y claro, él reflexiona que decir que no hubo investigación científica en el franquismo colocaba a los que estaban haciendo ciencia en ese periodo en una especie de limbo.

¿Y cree que ha encontrado la respuesta?


En conversaciones encontré que había una insistencia en decir que no podía haber ciencia durante el franquismo y al mismo tiempo estaba la necesidad de reconocer que sí la había. La pregunta que yo me hacía era doble: ¿Por qué se ha dicho que no hay? ¿Qué tipo de investigación había? Y creo que la respuesta es común: se ha dicho que no hay porque la investigación que había hoy en día no se considera científica, porque al hacerla había que entonar un canto a la patria y otro a la Virgen María. No es lo que hoy en día entendemos por ciencia, pero lo interesante es entender cómo podía haber investigación científica en manos de gente de la época, que tenía una ideología nacional-católica más o menos presente.

Pensamos en la construcción de la presa Hoover como parte de la historia de la ingeniería, pero los pantanos extremeños o las hidroeléctricas de Franco en Galicia tienen connotaciones más folclóricas que tecnológicas, ingenieriles o ecológicas. ¿Por qué ocurre esto?

Tiene un poco que ver con la Transición y el modo que hemos tenido las generaciones posteriores de entender el modelo anterior. Cada vez más se tiende a decir que antes de la democracia no había nada y que fue con la Constitución cuando la cosa empezó a tirar. Pero todos los historiadores serios están de acuerdo en que eso no se entiende así.

Por ejemplo, solía hablar con un ecologista de Sevilla que en los años setenta era un activista contra la energía nuclear, y sin embargo, hablando con él en 2010 me decía que la investigación nuclear en España era una mierda pinchada en un palo. Vamos a ver, si estabas en los setenta contra la nuclear, ¿cómo me dices ahora que en el franquismo no había investigación nuclear? En el año 74, España era el mayor cliente de Estados Unidos de energía nuclear y uranio enriquecido.

Creo recordar que la central de Zorita, inaugurada en 1968, sí que estaba construida en gran medida por los EEUU, con un reactor Westinghouse listo para meter el combustible y darle al botón.

Sí y no. Es verdad que la central nos la dieron llave en mano, pero cada contrato con ellos equivalía a muchos otros subcontratos con empresas de tecnología española, se calcula que unas 2000 empresas por central. Es decir, el reactor sí, pero luego había un montonazo de cosas relacionadas con hacer funcionar aquello de verdad y al final, aumentar la autonomía y consolidar el capitalismo en España, que al final era lo que quería Estados Unidos.

Es curioso que la crítica de su conocido fuese hacia la energía nuclear y no hacia la propia dictadura.


Lo que yo creo que ha pasado en parte es que, la izquierda española después de la Transición se hizo capitalista. Ya lo era de antes, pero había grupos que decían "Franco es malo precisamente por industrializarse", desde un punto de vista marxista lo que supuso el franquismo es una acumulación forzosa del capital, la crítica entonces era "mirad, Franco está preparando el país para los capitalistas".

Una parte de su libro se dedica a los vínculos entre José María Escrivá de Balaguer y el nacimiento del CSIC, esos lazos entre investigación y religión.

No niego que hubiera una gran represión del franquismo sobre los científicos, en particular sobre instituciones anteriores como la Junta de Ampliación de Estudios, pero aparte de eso hay que ver lo que se fue haciendo, de lo contrario no se puede entender cómo pudo sobrevivir sin ciencia un estado moderno durante 40 años. Una de las cosas que se hizo fue el CSIC, cuyo objetivo no era sólo la investigación, sino la investigación para la independencia económica de España.

Eso lo dirigió gente como José María Albareda, que era el secretario general, que estaba muy vinculada al Opus Dei. Algún historiador ha dicho que el Opus Dei influenció a la ciencia española en el franquismo, y sí, pero a la vez se puede decir que el CSIC influyó al Opus Dei. ¿Por qué? Porque en 1939 el Opus Dei no era nada, eran los siete amigos de esa fotografía y poco más. Además, los de la foto influyeron mucho en Escrivá de Balaguer y su objetivo, que era como el de Ramiro de Maeztu y otros: hacer un catolicismo compatible con el capitalismo. El vínculo nacionalcatólico y el económico es lo que hace que la investigación científico-técnica reciba una especial atención en algunos sectores estratégicos.

¿Es comparable la situación de la ciencia durante esos años con la de la cultura, es decir, grandes figuras exiliadas y brillando mientras aquí había que agachar la cabeza y apechugar?

Sí, pero es también el reflejo de cómo miramos a las cosas, incluso hoy en día. Entre el 47 y el 49 estuvieron en España Heisenberg y otros científicos nucleares alemanes, y aquí había gente importante como Eduardo Torroja. Eso sí, no ganaron premios Nobel como Severo Ochoa, que aunque ejercía fuera tenía muchos vínculos con España. Lo que digo en el libro es que el papel de la ciencia en España no puede medirse sólo con baremos científicos, número de premios Nobel o publicaciones, sino que es interesante verlo en relación con los problemas reales de aquella época, tanto políticos como de fronteras, soberanía energética, de Gibraltar o del Sáhara.

Su abuelo, Gustavo Bueno, fue uno de esos focos de raciocinio y diálogo en años difíciles para el cientificismo, ¿fue una inspiración para este libro?
Ha sido una fuente de inspiración en muchos sentidos, uno de ellos fue no entender el Estado sólo como política en el sentido de relación entre gobernantes y gobernados, sino como manejo del territorio y manejo de las fronteras. Otro fue el de mirar a la ciencia no sólo como grandes teorías o descubrimientos, sino como prácticas materiales en el laboratorio. Y luego ya en cosas más concretas. Lo de Crusafont fue una de las últimas conversaciones que tuve el verano pasado con él, me contó toda la historia con pelos y señales. Luego recibí de un amigo de Barcelona la carta del archivo de Crusafont, y pude comprobar que todo era tal y como me lo había contado. Gustavo Bueno le recriminaba a Crusafont utilizar la providencia, porque decía que él no usaba ese término como científico sino como católico. La verdad es que, leyéndolo hoy, se expresaban con bastante libertad, más de lo que cabría suponer en esos años. Él decía siempre que el límite de la libertad de expresión era no mencionar a Franco: "Mientras tú no digas que Franco es un inútil, todo lo demás lo puedes decir".

#hemeroteca #testimonios #lesbianismo | Jimena Rico: el 'no sin mi novia' de la maestra coctelera de Torrox

Imagen: El Mundo / Jimena Rico
Jimena Rico: el 'no sin mi novia' de la maestra coctelera de Torrox.
La española pidió al Cónsul que le ayudase a traer a Shaza a su país. "Si hubiesen metido a Shaza en la cárcel, Jimena habría pedido que la encarcelasen con ella".
Berta G. de Vega / Javier Negre | El Mundo, 2017-04-30
http://www.elmundo.es/cronica/2017/04/30/59047d4122601dab718b4624.html

Jimena Rico es una maestra agitando la coctelera. Es su trabajo. Guapa, con una imagen rompedora, no le costó encontrar trabajo en Londres cuando llegó hace cuatro años, desde Torrox, un pueblo costero de Málaga. Hasta ahí no llegan los árabes que, en Marbella, piden jamón y champán francés en hoteles de lujo. El dinero del petróleo lo vería tiempo después, cuando la empresa para la que trabajaba en Londres le mandara a Dubai. Su último empleo en la ciudad emiratí fue en ‘La Cantine du Faubourg’, donde servía cócteles. Fue allí, según su amiga Tamara, donde conoció a Shaza Ismail, una bella egipcia que iba con un par de escoltas y disfrutaba en la zona VIP.

Al poco, Jimena, según Tamara, se tatuó la mano con un mensaje de amor por ella. Sabía que sería un amor complicado. Tal vez imposible. Aunque no imaginaba que ambas pondrían a España en vilo cuando esta semana trascendió que habían desaparecido y que estaban retenidas en Turquía.

‘La Cantine’ es un escaparate del lujo más occidental de Dubai. Lo contrario a la Universidad Ajman, donde estudió Shaza y las mujeres van vestidas con pañuelo y vestidos largos. Nada que ver con Jimena, que llevaba media cabeza rapada y piercings. Tampoco con algunas de las amigas egipcias de Shaza, totalmente occidentalizadas.

"Cuando se enamoró de Shaza, nos dijo que la familia era muy rica y religiosa", cuenta Tamara. No iba a ser una historia fácil. Siguieron viéndose en Dubai, desde donde Jimena despedía el año con una foto saludada por amigos de todo el mundo, que da idea del ambiente cosmopolita en el que se movía esta chica argentina hija de malagueño que, al acabar el instituto, hizo cursos de coctelería y, en plena crisis, puso rumbo a Londres. Allí regresó de nuevo a principios de año.

En enero, Shaza colgó una foto en un lugar nevado. Jimena le escribe: "Qué bien verte viajando y feliz. Un abrazo grande". Ella contesta un "gracias" con un corazón. Luego le dice a una amiga que es Georgia, a donde las dos huyeron hace unos días. En febrero, Jimena cuelga una imagen juntas abrazándose. "Te echo mucho de menos, mi niña", le dice Jimena; Shaza le contesta que ella más. "No me olvides, cariño. Yo no te olvidaré. Te quiero con todo mi corazón", escribe Jimena.

Según Tamara, fue entonces cuando Shaza le contó a su padre que había conseguido un curso en Londres y también un visado. "Shaza no quería volver a Dubai y por eso decide contarle a su familia, desde Londres, que está enamorada de Jimena". Lo hace a través de un whatsapp. Error. El padre le dice que regrese a despedirse de su madre enferma y que acepta su historia de amor. Según Tamara, las enamoradas desconfían y deciden ir juntas. "Al llegar, el padre tiene preparado el billete de vuelta a Londres para Jimena, que no quiere irse. Las retienen en casa de la familia de Shaza y Jimena nos pone un mensaje y nos lo cuenta todo. Que quieren huir". Ahí empieza la gran escapada que las llevó a Georgia, con el padre de Shaza presentándose en el aeropuerto de Tiflis con un abogado para impedir que su hija se fuese a Londres. Rompió sus pasaportes y las amenazó de muerte, según Jimena. El padre lo niega y asegura que la malagueña "miente"...

Es la palabra de un padre que cuando se enteró de la homosexualidad de su hija le dio un ataque de ansiedad y le recomendó ir a un psicólogo para 'curarse'. Las jóvenes pudieron escapar y cruzar la frontera turca, donde fueron detenidas en un control antiterrorista en Samsun, una ciudad a orillas del mar caspio. Estuvieron varias horas en un centro de detención hasta que Jimena logró convencerles de que no eran terroristas.

La pareja tomó un bus hacia Estambul donde volvieron a ser interceptadas por la policía turca y conducidas a un centro de detención para mujeres donde fueron tratadas como sospechosas de terrorismo. En las primeras horas de la desaparición de las chicas se contó que fueron retenidas por falta de documentos. Fuentes cercanas a las autoridades turcas dicen ahora, en cambio, que "fue el comportamiento inadecuado" de la malagueña el que les llevó a un calabozo y a estar incomunicadas durante 70 horas. "Ha tenido varios enfrentamientos con la policía turca que podría haberle salido caro en un país muy complicado", aseguran fuentes diplomáticas españolas.

Jimena llevaba, según una amiga, DNI y un visado electrónico que te permite entrar y salir de Turquía sin problemas, por lo que la razón de su encierro no fue la falta de documentación. En cambio, Shaza carecía de pasaporte y su condición en el país asiático era ilegal. Cabe la posibilidad de que los policías turcos quisiesen detener a la egipcia por su falta de documentación y que Jimena discutiese con ellos, lo que les llevaría a encerrar a ambas.

Dos días antes de ser detenida, su familia le había pedido a Jimena que volviera sola a España pero ella no quiso abandonar a su novia. Tampoco dejarla sola en el centro de detención."Dijo que no se iba de Turquía sin su novia y por eso quiso estar con ella en el centro de refugiados hasta que la dejasen salir. Si hubiesen metido a Shaza en la cárcel, Jimena habría pedido que la encarcelasen con ella. Se ha obsesionado con ella", aseguran en el entorno de la malagueña.

El viernes en el Ministerio de Asuntos exteriores, cuando ya tenían todo arreglado para el regreso de Jimena, hablaban así de ella. "Estamos prestándole asistencia consular y averiguando cuáles son sus planes". La española le dijo al Cónsul en Estambul que su único plan era volver a España con Shaza y le pidió que gestionase la salida de su pareja. Su cabezonería dio frutos. Las autoridades españolas consiguieron que Jimena y Shaza fuesen deportadas a España y ya el sábado aterrizasen en Barcelona para luego poner rumbo a Torrox en un coche de alquiler a continuar su romántica historia. Ambas llegaron al municipio malagueño la pasada madrugada. A 7.974 Kilometros de Dubai, dónde, a pesar de los cócteles y de la música electrónica de ‘La Cantine’, su amor está prohibido.

#hemeroteca #testimonios | Los íntimos de David Delfín cierran filas en torno al diseñador en su año más difícil

Imagen: El Español / Pablo Sáez y David Delfín
Los íntimos de David Delfín cierran filas en torno al diseñador en su año más difícil.
Se cumplen 12 meses desde que el diseñador fuera intervenido para extirparle tres tumores cerebrales. Su círculo más cercano no se ha separado de él en todo este tiempo y le protegen para evitar que se conozca su estado de salud.
Cristina Rodrigo | El Español, 2017-04-30

La vida cambió para David Delfín (46 años) cuando en una revisión en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid le detectaron tres tumores en la cabeza. Tuvieron que intervenirle para extirparlos, aunque uno de ellos fue imposible. De aquel momento ha pasado ya un año y en todo este tiempo el diseñador ha estado centrado en su recuperación. "No tengo miedo. Tengo una especie de espíritu de supervivencia. No paro de pensar en todo lo que quiero hacer. Me siento con ganas de luchar, me pone. Es grave, soy consciente. Y sé que es una lucha real, son tumores de grado 3 que lo que quieren es seguir adelante… pero tenemos que pararlos", confesó en la revista ‘Vogue’, donde el diseñador mostró las grapas en su cabeza.

David Delfín tenía pensado "poner en marcha una colección de ropa para niños, hacer estilismo y dirección de arte, plantear una exposición con mis bocetos...". Ninguno de estos planes ha podido realizarse aún. Su firma ni siquiera ha estado presente en las dos ediciones pasadas de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid que se han llevado a cabo justo después de la operación a la que se sometió el diseñador. Desde 2003 nunca había faltado a su cita con la pasarela.

Las informaciones del diseñador llegan con cuenta gotas. Su círculo más próximo ha optado por el hermetismo. ‘Jaleos’ se ha puesto en contacto con personas de su entorno y todos ellos mantienen el más absoluto de los silencios. Amigos, compañeros y familiares; todos han cerrado filas en torno al diseñador. No quieren que vuelva a haber filtraciones, como hace unas semanas, cuando personas de su entorno declaraban a El Español que "está tranquilo y bien, recuperándose", además de asegurar que no salía de casa más que para ir a las revisiones del hospital y continuar con su tratamiento.

En este año tan duro por su lucha contra el cáncer, se suma la difícil pérdida de su gran amiga Bimba Bosé como consecuencia de un cáncer de mama. Delfín estaba muy unida a ella y no ha logrado superar su pérdida. En el velatorio de la modelo se le pudo ver muy afectado y sin poder reprimir las lágrimas. En la Semana de la Moda homenajeó a la que fuera su musa empapelando toda la capital española con una imagen de ella en blanco y negro.

La actividad de David Delfín en las redes sociales también descendió notablemente a raíz de su enfermedad. Una de las últimas instantáneas que ha compartido corresponde a una imagen de unas flores que le dedica a su pareja Pablo Sáez. Es él quien ha estado en todo momento al lado del malagueño. También sus amigos más íntimos entre los que se encuentran Bibiana Fernández (63), Topacio Fresh (43) o Félix Sabroso, quien le ha visitado recientemente en su casa, como ha compartido el director y productor de cine en su cuenta de Instagram.

Delfín no sale de casa y cuando lo hace es para acudir a sus sesiones de quimioterapia y radioterapia en la Fundación Jiménez Díaz. La última vez que el andaluz apareció en público fue en el tanatorio para despedirse de Bimba. Desde entonces no hay imágenes de él. Se dijo que acudió con sus amigos a un brunch en el hotel Ritz de Madrid, pero no fue así, como aseguran a este medio. También se llegó a publicar que estuvo recientemente en un almuerzo que celebraron varios de sus amigos en la Casa de Campo de Madrid. También nos niegan su presencia. No sale de casa.

#hemeroteca #homofobia | Porno, machismo y homofobia, el día a día de los 'grupos de tíos' de WhatsApp

Imagen: El Mundo
Porno, machismo y homofobia, el día a día de los 'grupos de tíos' de WhatsApp.
Es raro encontrar en estas comunidades a alguien que se sienta ofendido, que la abandone o que reproche su actitud a los miembros más activos.
Diego Bernejo | F5, El Mundo, 2017-04-30
http://www.elmundo.es/f5/comparte/2017/04/30/59036e55468aeb947d8b4685.html

El 80% de los jóvenes españoles revisa su teléfono móvil al menos una vez cada hora. El 72% siente la necesidad de contestar los mensajes nada más recibirlos. Estas cifras reflejan el claro problema al que se enfrenta nuestra sociedad: la adicción a los smartphones.

Parte de la culpa en lo tocante a esta epidemia la tiene WhatsApp, una app utilizada por nueve de cada diez españoles todos los días empleando en ella una media de 45 minutos diarios, según datos del Estudio Anual de Redes Sociales 2016 . Pero tras esta adicción se esconden, en ocasiones, malos usos que derivan de su manejo, convirtiéndose en la herramienta perfecta para extrapolar a la esfera online todo tipo de actitudes reprobables.

Así lo pone de manifiesto el documento elaborado por investigadores de la Universidad de Alicante Machismo a golpe de Whatsapp. El móvil: mecanismo de violencia sexista en los estudiantes universitarios. Esta investigación pone el foco en "la importancia que tienen las nuevas tecnologías en la perpetuación de las diversas formas de machismo, y mas en concreto en la persistencia de la violencia de género entre los jóvenes".

Chistes machistas, un clásico
Este estudio concluyó que el 16,2% de los 222 alumnos universitarios encuestados había recibido alguna vez mensajes sexistas a través de WhatsApp, confirmando a su vez que "el móvil se utiliza como un mecanismo de transmisión de violencia machista".

Más allá del ciberacoso o de los peligrosísimos mecanismos de control a los que someten los celosos patológicos a sus parejas, existe otro gran foco de machismo recalcitrante asentado, normalizado y hasta bien visto en términos generales que, de alguna manera, está sirviendo para acentuar la tesis de los que defienden la desigualdad de género: hablamos de los conocidos como ‘grupos de tíos’ de WhatsApp.

Se trata de cotos formados íntegramente por hombres, habitualmente jóvenes, en los que abundan los intercambios de mensajes sexistas y en los que no faltan ni chistes subidos de tono ni, directamente, publicaciones pornográficas a través de fotos y vídeos, generando todo tipo de comentarios de índole machista a su paso.

Una realidad a la que casi todos los hombres hemos tenido acceso y que, en muchos casos, nos toca vivir por duplicado o triplicado, llegando a encontrarnos mensajes de este tipo en grupos de amigos del instituto, de la universidad o de colegas del trabajo. Allí, lo raro, cuando de sopetón salta un mensaje con un nuevo chiste, un meme vejatorio o un gif con unos pechos enormes, es encontrar a alguien que se sienta ofendido, que abandone el grupo o que reproche su actitud a los miembros más activos.

No obstante, en este tipo de grupos no todos los participantes tienen el mismo grado de responsabilidad, siendo habitual encontrar distintos roles. Por un lado están los que se dedican a compartir todo aquello que encuentran en foros de índole sexual o en otros grupos en los que los proveedores de estos chistes son otros. Por otro, los que actúan como consumidores. Estos últimos están divididos en dos subgrupos: Los activos, que engloba a aquellos que deciden consumir y comentar estas publicaciones, y los pasivos, que ni descargan ni leen este tipo de archivos, limitándose a guardar silencio hasta que algún otro tema les hace retomar su actividad.

En relación al primer grupo, el integrado por aquellos que deciden por cuenta propia empezar a transformar un grupo de amigos en un ‘grupo de tíos’, parece responder a un perfil claramente definido en distintos estudios psicólogos. Tal y como venía sucediendo previamente en los foros y en los chats de Internet, se trataría de sujetos con ciertos problemas de autoestima que, muy probablemente, y aprovechando la frialdad del medio, adquieren actitudes que no se atreverían a adoptar en otro tipo de contextos. Todo con el objetivo de llamar la atención y sentirse protagonistas por un rato.

Homofobia en los grupos de WhatsApp
Además de la cosificación de la mujer, en este tipo de grupos de WhatsApp es también habitual asistir a todo tipo de manifestaciones destinadas a menospreciar y ridiculizar al colectivo homosexual. Esta suerte de ‘machos alfa 2.0’ no dudan en aprovechar la más mínima ocasión, y sin que nadie se lo pida, para subrayar públicamente su condición de heterosexuales a través de publicaciones vejatorias dirigidas al mundo gay.

A menudo, los nombres de estos grupos son ya en sí toda una declaración de intenciones. Un ejemplo muy claro de ello es el de ‘La Manada’, el grupo de WhatsApp formado por los presuntos violadores de San Fermín y en el que los caricaturizados roles machistas habituales en estos reductos digitales habrían saltado a la esfera offline con los resultados ya conocidos.

Para muchos, la proliferación de estos ‘grupos de tíos’ son la prueba irrefutable de que las tesis más caducas del discurso del heteropatriarcado han encontrado en las nuevas tecnologías el lugar perfecto para expandirse y asentarse. En definitiva, la responsabilidad de lo que sucede en nuestro entorno, también en el digital, es de cada uno. Pasar por alto en Internet según qué tipo de actitudes que no admitiríamos en la calle tiene como fin asumir la normalización de una anormalidad... con todos los peligros que eso conlleva.

sábado, 29 de abril de 2017

#hemeroteca #lgtbi #activismo | El mapa de los afectos: 25 años de activismo LGTB

Imagen: 20 Minutos / Manifestación estatal del Orgullo 1997
El mapa de los afectos: 25 años de activismo LGTB.
Jesús Generelo · Presidente de la FELGTB | 1 de cada 10, 20 Minutos, 2017-04-29
http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2017/04/29/el-mapa-de-los-afectos-25-anos-de-activismo-lgtb/

Recientemente pude escuchar a la madre de un niño transexual afirmar públicamente que las familias de menores trans tuvieron que arremangarse y aprender a organizarse para proteger los derechos de sus hijas e hijos porque el movimiento LGTB no había asumido esa defensa. En ese momento se me vino a la cabeza el discurso, radicalmente opuesto, de otra madre activista. Esta otra mujer mantenía, y lo hace cada vez que tiene ocasión, que ella se convirtió en mejor persona gracias a este movimiento. Porque gracias a él, a su lucha, ella había conseguido entender, aceptar y querer incondicionalmente a su hijo.

A ambas madres las tengo por queridas amigas, pero con todo el cariño, me atrevo a decir que a la primera le falta una visión histórica y compleja de lo que ha sido y es el movimiento LGTB. Y me atrevería a responderle que sin este, sin los cambios radicales que ha propiciado, tal vez en este momento las mentalidades no hubieran madurado lo suficiente para que hubiera surgido este bienvenido y glorioso movimiento de familias a favor de sus hijas e hijos LGTB. Es más, tal vez sin estas décadas de movimiento, ella no hubiera alcanzado a entender quién es su hijo y lo que significa ser transexual. Por fortuna, nunca lo sabremos. Pero sí sabemos que muchas, muchas familias, han aprendido a comprender y a bien amar gracias a este movimiento que nos hace respirar orgullo.

Porque el movimiento LGTB ha transformado el mapa de los afectos. Que es, quizás, lo más profundo que hay y que se tiene que transformar. A poco que echemos la vista atrás –no mucho, un puñado de años– encontramos la foto fija de miles de jóvenes lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, abandonando sus casas camino del exilio; muchas y muchos adolescentes trans olvidando sus estudios por falta de entendimiento, de cariño; expulsiones del hogar; supresión de custodias a padres y madres LGTB; rechazos de familiares, de amigos… No vamos a hablar de discriminación legal, de faltas de derechos. Que también, pero ahora no hace al caso. Hablamos de falta de afecto, de amor, de malversación de los sentimientos porque la sociedad nos educaba para odiar, para rechazar, para no entender a las y los diferentes, para sentir incluso repulsión física ante ellos. Aunque estos fueran nuestros propios hijos, padres, madres o hermanas.

Esto fue así, lo sigue siendo en la mayor parte del Mundo. En nuestro país, por suerte, la situación ha cambiado. Ahora incluso resulta difícil creer que esto haya de forma tan masiva. Porque este país está irreconocible. Y eso se lo debemos al movimiento LGTB. A estos 40 años de lucha por los derechos, por la igualdad… y por los afectos.

Un movimiento que ha provocado una revolución contando, durante décadas, con una única herramienta: la visibilidad de quienes unían sus fuerzas en él. Pacífico, sin violencias, sin dinero, sin apoyos institucionales durante mucho, mucho tiempo. Mostrándose, demostrando que conocernos es querernos. Haciendo caer prejuicios, rasgando velos de estigmas.

Y el movimiento LGTB, puesto que no tenía referente ni espejo en el que mirarse, se ha ido construyendo sobre la marcha, creciendo, ampliándose, entendiéndose a sí mismo, incorporando nuevos apoyos y nuevas perspectivas. Desde el punto de vista personal esta lucha siempre se percibe como desesperantemente lenta. Cuando una niña, un adolescente, una persona LGTB cualquiera sufre, se siente sola, no aceptada o incluso sin esperanza, cuando un joven trans se quita la vida, nos evidencia que vamos lentos, que vamos con retraso. Pero desde un punto de vista histórico, este proceso ha sido vertiginoso, casi increíble. Cada paso nos ha llevado a otro paso, cada escalón nos ha permitido subir otro más, y así hemos ido ganando espacios sociales, comprensión, afectos. Sin cada paso anterior, no hubiera sido posible abrir nuevas puertas de armarios.

Y ahí están las opiniones de cada cual para juzgar qué cosas se han hecho mejor o peor, si el movimiento debía haber acabado también con el capitalismo, con la familia, con la injusticia global, con el binarismo de género, si tenía que haber cubierto de glamour a nuestra gris sociedad, revolucionado las formas de construir las masculinidades, etc., etc. Que cada cual rellene su particular línea de puntos en su particular concepción de la función de los movimientos sociales y, en concreto, del movimiento LGTB. El camino no se ha acabado y trabajo, queda mucho por hacer. Pero algo parece indudable: el mapa de los afectos sí ha resultado alterado. Para bien. Hemos aprendido a querernos y a querer más y mejor. Y ese mérito siempre estará en el currículum del movimiento, de nuestro movimiento.

Por eso, ayer, 28 de abril, el día en el que FELGTB ha cumplido 25 años, resulta muy afortunado que nuestra organización, haya optado por declarar este 2017 como ‘Año por los Derechos LGTB en todo el mundo’. Porque ese mapa de los afectos que hemos transformado, que estamos en proceso de transformar más profundamente, no admite fronteras.