viernes, 30 de noviembre de 2007

#libros #literatura | El cordero carnívoro

El cordero carnívoro / Agustín Gómez Arcos ; prólogo de Luis Antonio de Villena ; traducción de Adoración Elvira Rodríguez
[L’agneau carnivore. Español. 1975]
Barcelona : Cabaret Voltaire, 2007
391 p.
ISBN 9788493518561 [2007-11] / 22 €
Premio Hermès 1975

/ ES / FR* / NOV
/ Franquismo / Homosexualidad / Iglesia católica / Incesto / Literatura / Política / Relaciones familiares
Biblioteca UPV/EHU
http://millennium.ehu.es/record=b1546796~S1*spi

“El cordero carnívoro” narra, de un modo intenso y provocativo, la vida de un muchacho desde su nacimiento hasta que cumple 25 años. Partiendo de la extraña relación entre el protagonista y los seres que lo rodean, Gómez Arcos desvela, de manera descarnada, los traumas causados por la guerra civil en una familia de la burguesía andaluza. Profundas reflexiones sobre las relaciones humanas, la muerte, la homosexualidad, la libertad, la dictadura, la religión, conforman esta novela de amor y de odio, magistralmente escrita pero políticamente incorrecta.

Agustín Gómez Arcos. Nace en Enix, Almería, el seno de una familia republicana. A los veinte años, tras finalizar el bachillerato en Almería, se desplaza a Barcelona para estudiar derecho, pero pronto descubre que su vocación es la literatura, y su auténtica pasión, el teatro. A mediados de los años cincuenta se traslada a Madrid, donde trabaja como actor, director de teatro y traductor. Su labor como dramaturgo se ve premiada en dos ocasiones con el Premio Lope de Vega, pero la censura prohíbe la representación de sus obras. Acosado por la dictadura, decide exiliarse: primero en Londres, y, a partir de 1968, en París, donde publica catorce novelas en francés, obtiene numerosos premios literarios ―finalista del Premio Goncourt en dos ocasiones con “Escena de caza (furtiva)” y “Un pájaro quemado vivo”― y es condecorado con la Orden de las Artes y las Letras de Francia, con grado de caballero (1985) y oficial (1995). Su obra forma parte del programa educativo de los liceos franceses. Está enterrado en el cementerio de Montmartre.

DOCUMENTACIÓN
El cordero carnívoro, de Agustín Gómez-Arcos: el incesto como acto subversivo
Libros, instrucciones de uso, 2014-07-13

http://www.instruccionesdeuso.es/2014/07/el-cordero-carnivoro-de-agustin-gomez.html
El cordero carnívoro (Agustín Gómez Arcos 2007)
Devaneos, 2013-06-28

http://www.devaneos.com/libros/el-cordero-carnivoro-agustin-gomez-arcos-1975/comment-page-1/
Agustín Gómez Arcos entra en mi vida
Daniel Cabrera Espinar | Miedo a la Literatura, 2013-04-06

http://miedoalaliteratura.wordpress.com/2013/04/06/agustin-gomez-arcos-entra-en-mi-vida/
El cordero carnívoro
Manolo Gil | Ideal Room, 2012-12-19

http://ideal-room.blogspot.com.es/2012/12/el-cordero-carnivoro.html
Cabaret Voltaire llega con 'El Cordero carnívoro' de Gómez Arcos a Almería
Diego Martínez | El Almería, 2008-06-05

http://www.elalmeria.es/article/ocio/146859/cabaret/voltaire/llega/con/cordero/carnivoro/gomez/arcos/almeria.html
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Y ADEMÁS…
Muere en París Agustín Gómez Arcos, autor que combatió la desmemoria del franquismo

El escritor de 'El cordero carnívoro' buscó en la lengua francesa la libertad literaria
Octavi Marti | El País, 1998-03-21
http://elpais.com/diario/1998/03/21/cultura/890434801_850215.html
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WIKIPEDIA | Agustín Gómez Arcos

http://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_G%C3%B3mez_Arcos
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ENLACES
El cordero carnívoro | Dosier Agustín Gómez Arcos

http://elcorderocarnivoro.blogspot.com.es/search/label/Agust%C3%ADn%20G%C3%B3mez%20Arcos

El cordero carnívoro
elputojacktwist | Dos Manzanas, 2010-11-26

http://www.dosmanzanas.com/2010/11/el-cordero-carnivoro.html

Llevo un par de días soñando con una escena: un niño algo mayor para ser bautizado recibe el sacramento con cara de éxtasis, ante la complacencia del sacerdote, que no es consciente de que la cara de felicidad del niño se debe a las manipulaciones que su bello hermano, que le lleva al altar en brazos, le está haciendo en salva sea la parte (trasera). Esta escena, una de las más subversivas que recuerdo en la literatura escrita en castellano, pertenece a “El cordero carnívoro” de Agustín Gómez Arcos (1933-1998). La relación de Gómez Arcos con España, más que turbulenta llega a ser sangrante: de familia republicana, huye de su Enix (Almería) natal a Barcelona, luego a Londres y finalmente a París, donde triunfó, convirtiéndose en afamado autor de catorce novelas escritas en francés (por lo visto, era el autor favorito de Mitterrand) y ganando numerosos premios y la condecoración de Oficial de la Orden de las Artes y las Letras francesas. Tras la llegada de la democracia volvió los ojos de nuevo hacia España. Pero ese momento de cerrar heridas en falso que fue la Transición tampoco era el más idóneo para su regreso por todo lo alto: demasiado rojo, demasiado maricón, demasiado antirreligioso. Siguió apareciendo por Madrid esporádicamente en los 90, pero nunca recibió el reconocimiento que merecía. Murió en 1998 en París y está enterrado en el cementerio de Montmartre. Pero no acaba ahí la historia: los señores de Cabaret Voltaire (de los que hablamos hace poco en relación a “Mi Marruecos”, de Taia, que además acaba de ganar el Prix de Flore por “Le jour de Roi”), decidieron recuperar su obra completa, y al publicar “El cordero carnívoro” (¡en 2007!), un movimiento vecinal se alzó en su pueblo natal para quitar el nombre a una calle que llevaba su nombre. No lo consiguieron, pero ahí queda, para nuestra vergüenza eterna.

“El cordero carnívoro” es una novela espléndida: el amor incestuoso y homosexual de dos hermanos en una casa que “era una España en miniatura“, con una madre espantosa, un padre ausente, un hermano bellísimo y permanentemente cachondo y los curas y maestros que aparecen por la casa para educar al protagonista. “Cuando se es verdaderamente católico no se puede prescindir del pecado“, dice el autor. Y el gustazo que da, añado. Si Cabaret Voltaire se ha propuesto que todos acabemos conociendo a Gómez Arcos no vamos a ser nosotros menos. Hablaremos de más novelas de él en dosmanzanas.

#libros #historia | Del gueto a la calle : el movimiento gay y lesbiano en el País Vasco y Navarra, 1975-1983


Del gueto a la calle : el movimiento gay y lesbiano en el País Vasco y Navarra, 1975-1983 / Raúl López Romo.
Tercera Prensa, San Sebastián : 2008
208 p.
Colección: Gakoa Liburuak ; 3
ISBN 9788496993013
Homosexualidad
Movimientos sociales -- País Vasco
Movimientos sociales -- Navarra
País Vasco -- Condiciones sociales -- Siglo XX
Navarra -- Condiciones sociales -- Siglo XX
Biblioteca UPV/EHU · Bbc
https://millennium.ehu.es/record=b1559687~S1*spi

El libro de Raúl López es extraordinariamente oportuno a la hora de recordarnos, especialmente a las jóvenes generaciones, las profundas mutaciones sucedidas en unos pocos años en la sociedad española con respecto a la homosexualidad, que ha pasado de una situación de cuasi-clandestinidad, de la represión por el Estado o su reprobación por parte de los dirigentes de la extrema izquierda, a un tratamiento público e institucional respetuoso. No es el de Raúl López un libro al uso. Escrito con una llamativa riqueza narrativa, cuenta con un soporte teórico excelente y con una claridad expositiva envidiable, que permiten seguir la evolución del movimiento gay desde sus balbuceos y complicados comienzos hasta su progresiva consolidación. Es, en suma, un magnífico retrato del paso de un colectivo desde la marginación hasta su paulatina visibilidad.

Prólogo / Luis Castells Arteche · Catedrático de Historia Contemporánea, UPV-EHU

Cuando el panorama intelectual y académico del País Vasco viene marcado por la atonía y la reiteración, cuando no por la instrumentalización o dirección política, el libro de Raúl López representa una bocanada de aire fresco. Es un trabajo novedoso, que aborda una temática hasta hace poco maldita, conforme a lo que socialmente representaba la homosexualidad. La historiografía vasca, tan aficionada a indagar en nuestros pasados identitarios nacionales o en las raíces de clase, no estimaba suficientemente respetable dirigir su mirada hacia colectivos que se consideraban fuera de las convenciones socialmente establecidas. Afortunadamente, los cambios culturales y políticos acaecidos en el mundo occidental en los últimos lustros han supuesto la afloración de nuevos movimientos sociales y que se produzca, especialmente fuera de nuestras fronteras, una considerable literatura analizando sus características. Así, el auge que desde finales de la década de 1960 han tenido las protestas sociales no integradas y el estudio de los nuevos repertorios de acción colectiva ha impulsado asimismo a la historiografía – y especialmente a los jóvenes historiadores- a abrirse a otros campos y a indagar sobre esos nuevos movimientos sociales.

Dentro de estos nuevos parámetros se inscribe el trabajo de Raúl López, abordando un tema que hasta hace bien poco era considerado como vidrioso y tenía una escasa receptividad en el mundo académico, no importando si éste estaba representado por gentes de derechas o de izquierdas. Pero uno de los aciertos del libro no estriba sólo en su novedad y en su capacidad para estudiar el movimiento gay y lesbiano sin los estrechos corsés morales o las rígidas ortodoxias aún persistentes, sino en la vía que emplea, en el enfoque metodológico que utiliza para acercarnos a un colectivo que poco a poco se fue forjando hasta hacerse visible. Para ello alterna, como dos caras de una misma moneda, el análisis del movimiento, de cómo se fue organizando y saliendo a la luz pública, por un lado, con las experiencias de las gentes que componían ese colectivo, con sus vivencias, por otro. Algunos historiadores consideramos que la indagación de la vida cotidiana es sustancial para apreciar los fenómenos históricos en toda su complejidad y variedad. Es un enfoque que nos permite profundizar tanto en los planos subjetivos de las gentes como en las pautas culturales sobre las que se normativiza la sociedad. El prisma de lo cotidiano humaniza la historia, propicia acercarnos a los sujetos, explorar sus inquietudes a la vez que sacar a flote lo que permanece inadvertido y que, sin embargo, regulariza las pautas sociales.

El libro que tenemos entre manos de Raúl López es un magnífico ejemplo tanto de la necesidad de analizar la vida cotidiana, como de las posibilidades heurísticas de esta perspectiva. A través de sus páginas el lector va a encontrarse con un relato en el que no sólo se aborda cómo evoluciona el movimiento gay desde un plano organizativo, sino también las penurias, dificultades e incomprensiones en que se han desenvuelto (o se desenvuelven) las personas que lo componían, dándole a la narración un tono próximo a aquellas gentes, de forma que podemos acercarnos y entender lo que suponía la condición de homosexual y el hecho de aparecer socialmente como tal.

Visto desde nuestros días, el cambio en la aceptación pública de la homosexualidad ha sido sustancial en unos pocos años (otra cosa, contra lo que pueda parecer, sería el ámbito de lo privado). El libro es extraordinariamente oportuno a la hora de recordarnos, especialmente a las jóvenes generaciones, las profundas mutaciones sucedidas en unos pocos años en la sociedad española con respecto a la homosexualidad, que ha pasado de una situación de marginalidad y de cuasi-clandestinidad, de la represión por el Estado o su reprobación por parte de los dirigentes de la extrema izquierda (véanse las que en la actualidad nos parecerían chocantes declaraciones de los dirigentes de la ORT y del PTE), a un tratamiento público e institucional respetuoso. Esa transformación se ha producido no sin dificultades. En este sentido, el libro también es una forma de observar la Transición vista desde otra vertiente. Y aquí se constata los diferentes ritmos en que esas modificaciones tuvieron lugar.

La Transición política se realizó con evidentes tensiones, pero desde un consenso sobre su necesidad por parte de las fuerzas democráticas y de gran parte de la sociedad española, que permitió en un tiempo relativamente breve llevar a buen puerto las reformas más sustanciales. Otra cosa diferente fue el recorrido que tuvo que atravesar el movimiento gay y lesbiano para hacerse “visible”, para ser asumido con normalidad por la sociedad, para salir “del gueto a la calle”. Y es que aquí se topaban con sentimientos culturales asentados a través del tiempo, con mentalidades rancias sustentadas en valores tradicionales a las que un tema como la homosexualidad les desbordaba y se sentían incapaces de asimilarlo. Por eso, el camino que siguió, y sigue, está erizado de obstáculos e incomprensiones, con un rechazo – a veces encubierto- de las formaciones conservadoras, pero también con una relación incómoda, cuando no reticente, por parte de los partidos de izquierda. En este punto, en el libro se resalta y se hace justicia a la labor que ha desempeñado tanto el movimiento organizado como las acciones individuales a la hora de llevar al escenario público la cuestión homosexual y hacer posible así una transformación, difícil pero cierta, en la percepción ciudadana. Es también un termómetro que mide con bastante fidelidad los cambios acaecidos en la sociedad española y para constatar que si el avance que se ha registrado ha sido estimable, todavía queda camino por recorrer.

No es el de Raúl López un libro al uso. Escrito con una llamativa riqueza narrativa, cuenta con un soporte teórico excelente y con una claridad expositiva envidiable, que permiten seguir la evolución del movimiento gay desde sus balbuceos y complicados comienzos hasta su progresiva consolidación. Es, en suma, un magnífico retrato del paso de un colectivo desde la marginación hacia su paulatina visibilidad.

VISTA PREVIA | Academia.edu
https://www.academia.edu/6198063/Del_gueto_a_la_calle_el_movimiento_gay_y_lesbiano_en_el_Pais_Vasco_y_Navarra_1975-1983_San_Sebastian_Tercera_Prensa_2008_

martes, 6 de noviembre de 2007

#hemeroteca #homofobia #testimonios | "La homofobia es también una forma de 'apartheid"

El País / Desmond Tutu //
 
"La homofobia es también una forma de 'apartheid".
Ana Carbajosa | El País, 2007-11-06

https://elpais.com/diario/2007/11/07/ultima/1194390002_850215.html 

La cita es en la habitación 239 de un hotel de Bruselas. Por la puerta de ese cuarto apareció ayer a las diez de la mañana un hombre bajito, muy vivo y con una sonrisa que le cruzaba la cara. Allí estaba Desmond Tutu, el fiero combatiente del ‘apartheid’ surafricano, el arzobispo anglicano sin pelos en la lengua.

-¿Cómo está?

-Un día más viejo que ayer -y Tutu estalla en una carcajada, divertido ante su propia ocurrencia.

-¿Qué le preocupa ahora?

Tutu corta la conversación en seco. "Primero recemos, luego hablamos". Sentado en la butaca, une sus manos anilladas, baja la cabeza y recita la oración en voz alta. "Amén. Ahora sí podemos hablar".

Al que fuera premio Nobel de la Paz en 1984 le preocupa la pobreza y la desigualdad, pero además le irritan las iglesias actuales, las que condenan a los homosexuales, las que no dejan que se ordenen las mujeres y las que no se ocupan de los perseguidos. "¿Qué diablos pasa con las iglesias? ¿Cómo es posible luchar contra el racismo y no contra la homofobia? La orientación sexual no se elige. La homofobia es también una forma de ‘apartheid’. Los negros no elegimos ser negros; los homosexuales, tampoco". Tutu, con chaqueta de lana abotonada y pantalón de pinzas, gesticula cuando habla, mira con los ojos muy abiertos y no para quieto en la silla. Tiene 76 años y un torrente de energía que delatan sus gestos.

"Yo me imagino a Dios llorando al ver que su Iglesia se permite perder el tiempo condenando a los gays y las lesbianas, mientras medio mundo pasa hambre y el sida arrasa". Tutu, casado y con cuatro hijos, es de los que piensa que los curas no pueden dejar de ocuparse de la política, de los problemas sociales, "de las cosas que importan".

Desmond Tutu aterrizó en Bruselas el lunes procedente de Estados Unidos. Ayer dio una conferencia en la capital belga y hoy volará hasta Londres para recoger un par de galardones antes de volver a casa, en Suráfrica. Ésta es la vida del líder moral -junto con Nelson Mandela- de la Suráfrica actual. Un sinfín de reconocimientos que compagina con la actividad política y religiosa.

Tutu cohabita con Mandela, Jimmy Carter y Kofi Annan en The Global Elders, un grupo de sabios mayores que tratan de contribuir a la resolución de los grandes conflictos. El año pasado, la ONU le nombró para dirigir una misión que esclareciera lo sucedido en Beit Hanún (Gaza) durante una incursión militar en la que murieron 19 civiles palestinos. La misión tropezó con la negativa del Gobierno israelí, pero el boicoteo no ha impedido que el arzobispo anglicano intensifique sus ataques verbales contra las acciones del Estado ocupante. "Yo les digo a los judíos: sed fieles a vuestro legado, al Dios del éxodo", y se adentra el arzobispo en pasajes bíblicos que representa cambiando de voz, interpretando a unos y otros. Deja de lado la Biblia y las parábolas y vuelve a lo terrenal: "Les digo: recordad lo que pasó en Alemania. Comportaos. La situación en Israelí es inaceptable, injusta. Han construido un muro que confisca grandes extensiones de tierras palestinas, los niños tardan horas en ir al colegio. En Suráfrica hemos aprendido que si apoyas un sistema injusto, el alma se resiente". Es su sentencia final. Tutu, que no ha querido comer ni beber en el encuentro, se despide como llegó, con una gran sonrisa.

sábado, 3 de noviembre de 2007

#textos #activismo | EHGAM, 30 años liberando prejuicios

Imagen: El Punt / Manifestación organizada por la Red contra la Homofobia en Barcelona, 2007-11-03
EHGAM, 30 años liberando prejuicios.
Julen Zabala · EHGAM – Gipuzkoa | Red contra la Homofobia, 2007-11-03

Texto presentado en los IV Encuentros de la RcH, celebrados del 1 al 3 de Noviembre de 2007 en Barcelona

EHGAM, Euskal Herriko Gay-Les Askapenerako Mugimendua / Movimiento de Liberación Gay-Les de Euskal Herria, dio sus primeros pasos a finales de 1976 y a principios del año siguiente hizo su primera aparición pública. A lo largo de todo el año 2007, estamos conmemorando estos primeros 30 años de lucha de una organización que se ha convertido en referente social, dentro y fuera del propio activismo.

En una sociedad donde se rechaza al “diferente”, EHGAM ha hecho de la diferencia su principal bandera. Su lucha se ha centrado en, por una parte, superar barreras, estereotipos y prejuicios y, por otra, reivindicar constantemente unos derechos que se negaban a gais, lesbianas, hombres y mujeres transexuales y a otras expresiones sexuales (en adelante GLT+), denunciando cualquier discriminación como consecuencia de la orientación sexual o de la identidad de género.

Podríamos decir que llevamos 30 años “contaminando” Euskal Herria con nuestros colores. Una tarea larga y difícil porque las resistencias han sido múltiples y persistentes. No debemos olvidar que hasta 1983 la organización fue clandestina y alegal. En aquellos durísimos inicios la lucha debió centrarse en la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social y en la propia legalización de los diferentes grupos del movimiento gay, especialmente complicada en el caso de EHGAM.

Han sido decenas de campañas contra la exclusión, por el reconocimiento social y contra el insulto y la marginación, por la igualdad legal y social, por la visibilidad y contra los estereotipos, por el derecho a la diferencia y contra los prejuicios, por la diversidad sexual, contra la discriminación en la educación y en el entorno laboral, por la insumisión al servicio militar, por la apostasía y contra la financiación de iglesias que nos condenan, contra la psiquiatrización y medicalización de la transexualidad, contra las terapias de “curación”, por la retirada de libros de texto homófobos, contra el gueto al que se nos quiere relegar, contra quienes sin escrúpulos hacen su negocio del mercado rosa…

Todo ello forma ya parte de nuestra lucha de treinta años: liberando prejuicios, sumando complicidades, defendiendo la pluralidad sexual y apostando por la diversidad. Y debido a las permanentes reivindicaciones del activismo GLT+ podemos constatar los logros actuales, especialmente en la igualdad legal.

Pero nos sigue quedando mucho por hacer para conseguir la plena igualdad social. Los datos de diferentes estudios recientes no son nada alentadores. Así, un 80% de gais y lesbianas prefieren seguir ocultando su condición en el trabajo, para evitar problemas y discriminaciones. Y un 40% de jóvenes rechazan contar entre sus amistades personas de condición homosexual.

El acoso escolar a quienes no cumplen con los parámetros estereotipados de género sigue siendo constante. La incomprensión y el rechazo social hacia la transexualidad es más que manifiesta. Todavía son demasiadas las personas que sufren discriminaciones, insultos e, incluso, agresiones, por ser o parecer diferentes. Y qué decir de la violencia machista, claro exponente de una sociedad que no asume la transformación de sus estructuras.

Todavía necesitamos lograr un convencimiento colectivo de que hay que seguir luchando por la igualdad social y erradicar cualquier actitud homofóbica, lesbofóbica, transfóbica o heterosexista. Sin olvidar, en ningún caso, que en lugares demasiado cercanos avanza el revisionismo más ultra y que aún en la mayor parte del mundo la población GLT+ sufre una situación terrible, de persecución y hasta de muerte.

Queremos también recordar a quienes no han podido conocer estos avances logrados y a quienes se han quedado por el camino, como nuestra Madelón. Ella estaría hoy aquí, como en tantas reuniones de la COFLHEE, y nos recordaría, una vez más, que “si tu pluma les molesta, clávasela”. También queremos recordar muy especialmente a quienes nos dejaron a causa del sida. Si los inicios del movimiento de liberación GLT+ fueron complicados, su irrupción en la década de los ochenta, casi sin tiempo a despegar, nos marcó decisivamente: tuvimos que aprender no sólo a superar el estigma social al que se nos condenaba sino también a enfrentarnos a una nueva realidad y tejer nuevas redes solidarias.

Consideramos que sigue siendo prioritario luchar contra cualquier muestra de heterofascismo. Las agresiones (hetero)sexistas, machistas, racistas, xenófobas, homófobas, lesbófobas, tránsfobas deben ser erradicadas socialmente. Es necesario intervenir decisivamente en ámbitos como el laboral, el educativo o el judicial y programar acciones específicas para los sectores GLT+ más desfavorecidos, como jóvenes, mayores, migrantes, lesbianas, hombres y mujeres transexuales, personas discapacitadas, personas seropositivas…

Seguimos mostrando nuestra preocupación por la falta de conciencia social, la despolitización y el acomodo de una gran parte de la población GLT+. Necesitamos campañas que nos mantengan en tensión y otras más generales que alerten al conjunto de la sociedad. Apostamos por iniciativas como RED CONTRA LA HOMOFOBIA como un lugar de encuentro para quienes deseamos otra forma de hacer, otra forma de sentir, otra forma de combatir, otra forma de resistir…

El pasado 28 de Junio, como cada año, salimos a la calle, invitando a todo el mundo a que se liberara de prejuicios y compartiera nuestros colores, en esa diversidad que nos ofrece el arcoíris, en ese día que nos resulta tan especial y cuyo espíritu de liberación quisiéramos que se extendiera a lo largo de todo el calendario. Este año EHGAM lo celebró bajo el lema “Vive la diferencia”. Ese es el mensaje que queremos trasmitir en nuestro 30 aniversario: que cada persona viva, con toda libertad, su propia forma de ser, su propia forma de sentir, su propia diferencia, con el respeto de las demás.