Imagen: Vanguardia / Gabriela Mistral |
EFE | Vanguardia, 2010-05-06
https://vanguardia.com.mx/ninaerrantelascartasdeamordegabrielamistralasusecretaria-496015.html
Un libro que se publica en España de la mano de Lumen y que muestra la apasionante relación entre la premio Nobel de Literatura (1945) y Doris Dana, secretaria y compañera de sus últimos años de vida y albacea de sus bienes materiales e intelectuales.
"Yo sé bien que nadie, ninguna persona en este mundo, puede saber qué cosa es nuestra vida sino (excepto) nosotros mismos". Así escribe la poeta chilena Gabriela Mistral en una de sus cartas a su asistente personal y compañera sentimental Doris Dana, reunidas ahora en "Gabriela Mistral. Niña errante".
Un libro que se publica en España de la mano de Lumen y que muestra la apasionante relación entre la premio Nobel de Literatura (1945) y Doris Dana, secretaria y compañera de sus últimos años de vida y albacea de sus bienes materiales e intelectuales.
Un epistolario que tiene su origen a finales de los años cuarenta, en el verano de 1948, cuando Gabriela Mistral vivía en Santa Bárbara (California) y Doris en Nueva York, y que comenzó después de que ambas hubieran mantenido un fugaz encuentro personal en el Bernard College de Nueva York, donde la poeta dio una charla sobre "la industria del odio", con eco internacional.
Así lo cuenta y desgrana minuciosamente Pedro Pablo Zegers B., editor del volumen y autor del prólogo.
A partir de ese momento, la joven Doris, de 28 años de edad, perteneciente a una aristocrática familia estadounidense, se queda prendada de la autora de "Desolación", entonces de 58 años. Y ya en las primeras cartas, y sin conocerla personalmente, se dirige a ella como "mi querida y venerada maestra".
Aquí comienza el vínculo entre ambas mujeres, que luego se acrecentaría con la publicación de un libro de Gabriela sobre Thomas Mann que tradujo al inglés Doris. Una relación de más de una década que queda plasmada en las 250 cartas que ha seleccionado Zegers para esta publicación.
Y una correspondencia que ha podido salir a la luz porque, tras la muerte de Dana, en noviembre de 2006, su sobrina y heredera Doris Atkinson donó al Gobierno chileno el legado literario de Mistral, que Dana había tenido guardado durante casi 50 años, con más de 40.000 documentos entre poemas, manuscritos, inéditos y fotografías, para que se guardara en la Biblioteca Nacional.
Ese legado incluía todo este material, más de 10.000 cartas con las que ha trabajado Zegers, jefe del Archivo del Escritor de la citada Biblioteca.
El libro, que ha despertado polémica en Chile por sacar a la luz la vida íntima de la que es todo un símbolo de la nación, pasa por el amor, la política, el pensamiento, los viajes, los celos o la historia de la literatura.
"Cuando leí por primera vez estas cartas, yo sabía lo que tenía entre manos y cuál iba a ser el impacto que iban a provocar en Chile, de manera que las trabajé con mucha altura de miras, pero también con mucha cautela", dijo Zegers cuando presentó en Chile "Niña errante", el pasado 4 de septiembre.
Tema delicado, sobre todo teniendo en cuenta que Mistral era muy celosa de su intimidad y nada propensa a airear cartas, y que se volvía a especular con su sexualidad.
"Estoy tratando de acercar al ser humano que fue Gabriela Mistral, al ser de carne y hueso, bajarla del pedestal en el que la hemos tenido durante más de 50 años y ponerla en la tierra, y, tal vez con esto, incitar a la lectura de su trabajo", explicó el editor.
"Yo sé bien que nadie, ninguna persona en este mundo, puede saber qué cosa es nuestra vida sino (excepto) nosotros mismos". Así escribe la poeta chilena Gabriela Mistral en una de sus cartas a su asistente personal y compañera sentimental Doris Dana, reunidas ahora en "Gabriela Mistral. Niña errante".
Un libro que se publica en España de la mano de Lumen y que muestra la apasionante relación entre la premio Nobel de Literatura (1945) y Doris Dana, secretaria y compañera de sus últimos años de vida y albacea de sus bienes materiales e intelectuales.
Un epistolario que tiene su origen a finales de los años cuarenta, en el verano de 1948, cuando Gabriela Mistral vivía en Santa Bárbara (California) y Doris en Nueva York, y que comenzó después de que ambas hubieran mantenido un fugaz encuentro personal en el Bernard College de Nueva York, donde la poeta dio una charla sobre "la industria del odio", con eco internacional.
Así lo cuenta y desgrana minuciosamente Pedro Pablo Zegers B., editor del volumen y autor del prólogo.
A partir de ese momento, la joven Doris, de 28 años de edad, perteneciente a una aristocrática familia estadounidense, se queda prendada de la autora de "Desolación", entonces de 58 años. Y ya en las primeras cartas, y sin conocerla personalmente, se dirige a ella como "mi querida y venerada maestra".
Aquí comienza el vínculo entre ambas mujeres, que luego se acrecentaría con la publicación de un libro de Gabriela sobre Thomas Mann que tradujo al inglés Doris. Una relación de más de una década que queda plasmada en las 250 cartas que ha seleccionado Zegers para esta publicación.
Y una correspondencia que ha podido salir a la luz porque, tras la muerte de Dana, en noviembre de 2006, su sobrina y heredera Doris Atkinson donó al Gobierno chileno el legado literario de Mistral, que Dana había tenido guardado durante casi 50 años, con más de 40.000 documentos entre poemas, manuscritos, inéditos y fotografías, para que se guardara en la Biblioteca Nacional.
Ese legado incluía todo este material, más de 10.000 cartas con las que ha trabajado Zegers, jefe del Archivo del Escritor de la citada Biblioteca.
El libro, que ha despertado polémica en Chile por sacar a la luz la vida íntima de la que es todo un símbolo de la nación, pasa por el amor, la política, el pensamiento, los viajes, los celos o la historia de la literatura.
"Cuando leí por primera vez estas cartas, yo sabía lo que tenía entre manos y cuál iba a ser el impacto que iban a provocar en Chile, de manera que las trabajé con mucha altura de miras, pero también con mucha cautela", dijo Zegers cuando presentó en Chile "Niña errante", el pasado 4 de septiembre.
Tema delicado, sobre todo teniendo en cuenta que Mistral era muy celosa de su intimidad y nada propensa a airear cartas, y que se volvía a especular con su sexualidad.
"Estoy tratando de acercar al ser humano que fue Gabriela Mistral, al ser de carne y hueso, bajarla del pedestal en el que la hemos tenido durante más de 50 años y ponerla en la tierra, y, tal vez con esto, incitar a la lectura de su trabajo", explicó el editor.
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