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El libro 'Ni casadas ni sepultadas' se adentra en la vida de las viudas de los siglos XVI y XVII.
Amaia Nausia, doctora en Historia, presenta su nuevo trabajo, con el que quiere "dar luz a las protagonistas de las sombras".
Katixa Urzaiz | Noticias de Navarra, 2022-03-02
https://www.noticiasdenavarra.com/cultura/2022/03/02/libro-casadas-sepultadas-adentra-vida/1234719.html
‘Ni casadas ni sepultadas. Las viudas navarras, una historia de resistencia femenina’, así se llama el nuevo libro de Amaia Nausia, doctora en Historia por la Universidad de Navarra, que presentó ayer junto con Ion Jimenez, editor de Txalaparta, en la tienda Elkar Comedias en Pamplona.
El libro llega en una fecha importante, cerca del 8 de marzo, y según el editor, "no es casualidad". Igual que en el primer libro publicado con la editorial, ‘¿Vírgenes o putas?’, la escritora ofrece una visión feminista sobre la historiografía reciente. En esta nueva obra, presenta un trabajo de investigación realizado en el año 2010 como su tesis doctoral, ‘Entre el luto y la supervivencia: viudas y viudedades en la Navarra Moderna’, sobre uno de los temas tabú de nuestra cultura: la vejez y la viudedad, concretamente en los siglos XVI y XVII.
"Se habla de la importancia de ofrecer referentes femeninos a las niñas y a las mujeres, y yo he pretendido ofrecer un referente al pasado", afirmó la autora respecto a su obra. "Poner en valor la cotidianidad de las nadies, dar luz a las protagonistas de las sombras, a aquellas mujeres que estuvieron en los márgenes y desde allí hicieron historia", añadió Nausia.
La escritora ha conseguido aunar sus pasiones y militancia en las cuestiones de género con su oficio de historiadora, y muestra de ello es este nuevo libro que trata de dar el lugar que les corresponde en la historia a las que han sido invisibles hasta ahora. Mientras que el anterior trabajo planteaba sobre la mesa un dilema al que tenían que enfrentarse las mujeres en la Edad Moderna (¿vírgenes o putas? ¿buenas o malas?), ‘Ni casadas ni sepultadas’ rompe el dilema completamente. El título surge de un texto que escribió en el siglo XVI Juan Espinosa, tratadista y moralista católico de la época: "Para evitar el peligro y error en que podría incurrir, a mi parecer le convendría o casarse, o morir, conforme al refrán que dice: 'viuda lozana, casada o sepultada' ".
En este ensayo, Nausia se centra en las viudas, las que se quedaron al margen. "Es un libro escrito desde los márgenes, la periferia, pero desde ahí también se puede hablar de lo universal", explicó. Pretende hacerlo recuperando la historia, la voz y la memoria de las que vivieron "en los márgenes del sistema", las que hicieron "una historia de resistencia ante la imposición de los requisitos que dictaban cómo había que ser mujer", relató.
Explicó que la historiografía tradicional ha sido siempre muy "androcéntrica", por haber estado hecha por hombres, y también por mujeres que "se han regido por los valores que imperaban". Como dijo la historiadora Gerda Lerner, "obviar el pasado de las mujeres es otra forma de hacer violencia de género", y la escritora quiso aplicar esa idea a su trabajo: "Si no tenemos conocimiento de nuestra historia y del legado que hemos dejado, eso influye en no tener una conciencia propia de la importancia y de la contribución que tenemos las mujeres en la sociedad", manifestó, haciendo hincapié en que "las mujeres también hemos hecho historia".
En una época en la que la viudedad era un fenómeno femenino, porque a las mujeres "se las identificaba en función de la figura masculina más cercana que tuviesen (hija de, esposa de, viuda de)", estaba totalmente regulado cómo tenían que ser las viudas y esto se usaba como mecanismo de control contra ellas. "La viudedad era como un sello que se le ponía a la mujer y le acompañaba hasta su muerte. Como si el hombre hubiese dejado su impronta en la mujer y pasase a ser una posesión y una extensión del difunto en vida", relató Nausia, comparando el fenómeno de la viudedad con una moneda de dos caras: por un lado, aportaba una cierta "autonomía" al ser la mujer capaz de decidir por sí misma (en el contexto social de la época). Algo que, explicó, generó mucha preocupación, sobre todo entre los moralistas.
La otra cara representaba la pérdida: "La viudedad, independientemente de la clase social a la que perteneciesen las mujeres, equivalía al empobrecimiento inmediato", afirmó Nausia, debido a que el principal aporte económico era el del esposo. La escritora también mencionó a las que se sobrepusieron a todas las convenciones sociales, leyes y a la sociedad en general: "Las viudas resistieron".
Además, a pesar de ser un libro muy centrado en Navarra y en casos de viudas navarras en los siglos XVI y XVII, vale para explicar la viudedad en toda Europa. El editor, Ion Jimenez, puso en valor también el hecho de que Nausia hubiera conseguido escribir un libro a raíz de una tesis, dos tipos de escritura con"lenguajes y objetivos totalmente distintos". La escritora logró "desprenderse" de esos requisitos académicos y hacer un texto divulgativo y accesible. Asimismo, subrayó, han querido "mantener unos hilos abiertos que sirvan para futuras investigaciones" en el libro, para que quien quiera investigar "tenga a mano las herramientas necesarias".
Otra forma de hacer historia
El libro ha servido de punto de encuentro en la que intervienen tres historiadoras: Isabel Mellén y Cira Crespo trabajaron con Nausia como prologuistas para la obra. Las tres "se juntaron para reivindicar una historiografía distinta a la que se ha hecho hasta ahora, que tiene en cuenta estos temas relegados", explicó Jimenez. La historiografía feminista que está surgiendo en los últimos años pone encima de la mesa y reivindica otra forma de hacer historia. El libro ha servido también para que diferentes historiadoras se junten y logren ser más fuertes en esta reivindicación. "Estamos contribuyendo a otro tipo de historiografía hecha desde los márgenes y resistiendo ante la tradicional", convino la escritora. "La historia que se nos ha contado siempre ha hablado de progreso, pero para las mujeres fue una época de retroceso", apuntó.
El libro llega en una fecha importante, cerca del 8 de marzo, y según el editor, "no es casualidad". Igual que en el primer libro publicado con la editorial, ‘¿Vírgenes o putas?’, la escritora ofrece una visión feminista sobre la historiografía reciente. En esta nueva obra, presenta un trabajo de investigación realizado en el año 2010 como su tesis doctoral, ‘Entre el luto y la supervivencia: viudas y viudedades en la Navarra Moderna’, sobre uno de los temas tabú de nuestra cultura: la vejez y la viudedad, concretamente en los siglos XVI y XVII.
"Se habla de la importancia de ofrecer referentes femeninos a las niñas y a las mujeres, y yo he pretendido ofrecer un referente al pasado", afirmó la autora respecto a su obra. "Poner en valor la cotidianidad de las nadies, dar luz a las protagonistas de las sombras, a aquellas mujeres que estuvieron en los márgenes y desde allí hicieron historia", añadió Nausia.
La escritora ha conseguido aunar sus pasiones y militancia en las cuestiones de género con su oficio de historiadora, y muestra de ello es este nuevo libro que trata de dar el lugar que les corresponde en la historia a las que han sido invisibles hasta ahora. Mientras que el anterior trabajo planteaba sobre la mesa un dilema al que tenían que enfrentarse las mujeres en la Edad Moderna (¿vírgenes o putas? ¿buenas o malas?), ‘Ni casadas ni sepultadas’ rompe el dilema completamente. El título surge de un texto que escribió en el siglo XVI Juan Espinosa, tratadista y moralista católico de la época: "Para evitar el peligro y error en que podría incurrir, a mi parecer le convendría o casarse, o morir, conforme al refrán que dice: 'viuda lozana, casada o sepultada' ".
En este ensayo, Nausia se centra en las viudas, las que se quedaron al margen. "Es un libro escrito desde los márgenes, la periferia, pero desde ahí también se puede hablar de lo universal", explicó. Pretende hacerlo recuperando la historia, la voz y la memoria de las que vivieron "en los márgenes del sistema", las que hicieron "una historia de resistencia ante la imposición de los requisitos que dictaban cómo había que ser mujer", relató.
Explicó que la historiografía tradicional ha sido siempre muy "androcéntrica", por haber estado hecha por hombres, y también por mujeres que "se han regido por los valores que imperaban". Como dijo la historiadora Gerda Lerner, "obviar el pasado de las mujeres es otra forma de hacer violencia de género", y la escritora quiso aplicar esa idea a su trabajo: "Si no tenemos conocimiento de nuestra historia y del legado que hemos dejado, eso influye en no tener una conciencia propia de la importancia y de la contribución que tenemos las mujeres en la sociedad", manifestó, haciendo hincapié en que "las mujeres también hemos hecho historia".
En una época en la que la viudedad era un fenómeno femenino, porque a las mujeres "se las identificaba en función de la figura masculina más cercana que tuviesen (hija de, esposa de, viuda de)", estaba totalmente regulado cómo tenían que ser las viudas y esto se usaba como mecanismo de control contra ellas. "La viudedad era como un sello que se le ponía a la mujer y le acompañaba hasta su muerte. Como si el hombre hubiese dejado su impronta en la mujer y pasase a ser una posesión y una extensión del difunto en vida", relató Nausia, comparando el fenómeno de la viudedad con una moneda de dos caras: por un lado, aportaba una cierta "autonomía" al ser la mujer capaz de decidir por sí misma (en el contexto social de la época). Algo que, explicó, generó mucha preocupación, sobre todo entre los moralistas.
La otra cara representaba la pérdida: "La viudedad, independientemente de la clase social a la que perteneciesen las mujeres, equivalía al empobrecimiento inmediato", afirmó Nausia, debido a que el principal aporte económico era el del esposo. La escritora también mencionó a las que se sobrepusieron a todas las convenciones sociales, leyes y a la sociedad en general: "Las viudas resistieron".
Además, a pesar de ser un libro muy centrado en Navarra y en casos de viudas navarras en los siglos XVI y XVII, vale para explicar la viudedad en toda Europa. El editor, Ion Jimenez, puso en valor también el hecho de que Nausia hubiera conseguido escribir un libro a raíz de una tesis, dos tipos de escritura con"lenguajes y objetivos totalmente distintos". La escritora logró "desprenderse" de esos requisitos académicos y hacer un texto divulgativo y accesible. Asimismo, subrayó, han querido "mantener unos hilos abiertos que sirvan para futuras investigaciones" en el libro, para que quien quiera investigar "tenga a mano las herramientas necesarias".
Otra forma de hacer historia
El libro ha servido de punto de encuentro en la que intervienen tres historiadoras: Isabel Mellén y Cira Crespo trabajaron con Nausia como prologuistas para la obra. Las tres "se juntaron para reivindicar una historiografía distinta a la que se ha hecho hasta ahora, que tiene en cuenta estos temas relegados", explicó Jimenez. La historiografía feminista que está surgiendo en los últimos años pone encima de la mesa y reivindica otra forma de hacer historia. El libro ha servido también para que diferentes historiadoras se junten y logren ser más fuertes en esta reivindicación. "Estamos contribuyendo a otro tipo de historiografía hecha desde los márgenes y resistiendo ante la tradicional", convino la escritora. "La historia que se nos ha contado siempre ha hablado de progreso, pero para las mujeres fue una época de retroceso", apuntó.
- Amaia Nausia. Doctora en Historia por la UN, es responsable de proyectos de Eusko Ikaskuntza - Sociedad de Estudios Vascos, y colaboradora habitual en diversos medios de comunicación.
- Sus trabajos. Con tono divulgativo, sus artículos e investigaciones hablan del rol, modo de pensar, vivir y sentir de las antepasadas. Otros libros son ‘Ser mujer’ y ‘¿Vírgenes o putas? Más de 500 años de adoctrinamiento femenino’.
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