viernes, 22 de agosto de 2025

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Javier Cid //

Muere Javier Cid, periodista de El Mundo, un infinito del reportaje, la entrevista, la opinión y la creación de contenidos

Destacó en ámbitos muy distintos, pero se enorgullecía especialmente del premio Alan Turing, recibido en 2019, por su defensa de los derechos LGTBI
El Mundo, 2025-08-22
https://www.elmundo.es/madrid/2025/08/22/68a8a256e9cf4a77238b456d.html

Javier Cid, periodista de El Mundo, ha fallecido en Madrid a la edad de 46 años. Licenciado en Historia, trabajó en diferentes cabeceras de Unidad Editorial y, en la última etapa, ejercía como Jefe de Sección en Gran Madrid, la revista diaria de información local de El Mundo, mientras se desplegaba en sus mil versiones.

Nacido en Zamora en 1979, creció en Pamplona y allí mismo completó sus estudios universitarios. Después, se trasladó a Madrid, donde cursó el Máster de Periodismo de El Mundo, en su primera edición, en 2001. Desde entonces y durante un cuarto de siglo, destacó como reportero, entrevistador e impulsor de suplementos y especiales, marcados siempre por una brillantez y una frescura que convirtió en marca de estilo.

Destacó en ámbitos muy distintos, pero se enorgullecía especialmente del premio Alan Turing, recibido en 2019, por su defensa de los derechos LGTBIQ+. Autor de la bitácora Blogback Mountain en El Mundo, firmó dos novelas, la primera bajo seudónimo, 'Diario de Martín Lobo' y, nueve años después, 'Llamarás un domingo por la tarde', una historia que, en sus propias palabras, "profundiza en los anhelos y las preocupaciones de una generación que se resiste a afrontar el paso del tiempo".

Sería reduccionista encuadrarlas en la temática LGTBI, porque en todos sus textos había una permanente trascendencia, de lo particular a lo público, de lo más íntimo a lo puramente universal. Esa grandeza. Y ese ser único, del que también dejó rastro en televisión, desde el programa Y ahora Sonsoles a las noches de análisis en La Sexta Xplica. Javier Cid era el mismísimo infinito.

En su última etapa en Gran Madrid destacó especialmente en el reporterismo, abordando lo menos cómodo a pie de calle, desde la pobreza extrema a las prácticas sexuales más controvertidas. Desde las páginas locales sacudía mentalidades; bajo la marca de un suplemento regional atraía cientos de miles de lectores en elmundo.es. En todos los casos, la factura estilística, tanto en la redacción como en la producción, permitían aventurar su autoría, sus desvelos, su extenuante elaboración. Textos con decenas de títulos posibles, que entregaba en una lista inacabable a los responsables, y que tenían la profundidad que lleva al impacto, a marcar la agenda, incluso política.

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Inacabable, Javier Cid también sobresalió como entrevistador, tanto en la sección diaria que cierra El Mundo como en las Camisas de Once Varas que este diario publica en agosto, en las contraportadas. El pasado miércoles estaba en los quioscos la conversación con María del Monte y una vez más estuvo entre las piezas más leídas ese día. El propio martes por la tarde, aunque se encontraba en días de vacaciones, llamaba para confirmar el OK definitivo y para planificar futuras entregas. Volvía de sus días de descanso este lunes. Y ya andaba soñando, sin parar de proyectar. Tenía esa querencia por el trabajo, exquisito.

Y sobre todas las cosas Javier Cid era Javi Cid. Quien pasase por él salía distinto. Lo saben Belén Esteban y Barbara Rey; lo saben Villacís, Almeida o Ayuso. Lo saben los lectores de Gran Madrid, YoDona, Telva, Viajes, El Mundo... Y lo saben, claro, y no lo olvidarán, sus compañeros. Javi era un aluvión de anécdotas a su paso, una risa en su estela, un sinfín de imposibles documentados. Este viernes, fue hallado muerto en su domicilio, en La Latina. La autopsia ha confirmado que falleció de muerte súbita este jueves, y este domingo ha sido despedido por sus familiares y amigos, en Madrid, la ciudad que fue horizonte y una musa a la que cuidó en todos los géneros. Su ciudad eterna.

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