sábado, 23 de septiembre de 2023

#textos #lgtbi #activismo | MIKELA GOGOAN ZAITUGU!

Oarsoaldeko Hitza / Recordando a Mikela en el acto de Mikelaldia //

MIKELA GOGOAN ZAITUGU!
Julenka | Mikelaldia, 2023-09-23

[Este es el texto de la intervención de Julen, su amiga y compañera en EHGAM, en recuerdo de Mikel Martin en el acto de Mikelaldia, que familiares, amigas y organizaciones aliadas organizaron en su memoria el 23 de septiembre de 2023 en Orereta/Errenteria. Las intervenciones se realizaron junto al Gaztetxe, en la calle Altxu, en el transcurso de la kalejira.] 

Mikela siempre recordaba cómo nos recibían en los propios sitios del ambiente, en aquella «cuesta del culo» o «mariconcha», cuando íbamos a poner algún cartel o repartir alguna octavilla con aquellas primeras reivindicaciones o algún programa con actividades para celebrar aquellos primeros orgullos organizados por EHGAM. «Aquí están las políticas», nos decían con sumo desprecio. Sí, siempre hemos sido «las políticas» y ese ha sido, precisamente, nuestro orgullo. Lo tuvimos claro desde el principio, asumiendo la máxima feminista de que «lo personal es político», porque no hay duda de que la experiencia personal tiene tremenda conexión con las grandes estructuras sociales y políticas. Y poníamos –y seguimos poniendo- nuestros cuerpos para intentar cambiarlas.

Y siempre como Mikela, comprometidas contra la mercantilización de «lo gay», contra el «pinkwashing» político o empresarial e, incluso, contra la «homonormatividad» que se vive dentro del propio colectivo. Contra todo aquello que forma parte de lo que Shangay Lily, otra de las grandes que se nos fue, denominó, con gran acierto, «gaypitalismo». Y, Mikela, como decías una y otra vez, «aquí estamos y no nos ocultamoss», «hemen gaude eta ez gara ezkutatzen», aquí estamos «las políticas», recordando tu legado, siguiendo con tu lucha y mostrando con nuestros cuerpos que, ahora y siempre, «lo personal es político».

En el brindis del pasado jueves en Txomin Barullo recordaron algunas cosas que nos proponía Mikela en nuestra lucha por la liberación. Comentaba una cómo intentaba convencerla de lo fácil que sería derribar el “sagrado corazón” de Urgull, atándolo con cuerdas y tirando desde un camión desde el paseo Nuevo. Otra también recordó la propuesta para pintarlo de rosa. Al hilo de esto, me acordé que también nos propuso forrarlo con un inmenso condón, algo similar a lo que hicieron las de Iruña en el paseo Sarasate con las farolas, además de la pancarta en el monumento a los Fueros con aquel inmenso lema “acción = vida”.

El último encargo que me hizo Mikela, y como casi siempre de forma urgente, fue el cartel para anunciar la última concentración del 1 de diciembre en Donostia, otra fecha clave en nuestro particular calendario, en la que se conmemora el día mundial de lucha contra el vih-sida. Y, como cada año, comentamos a ver cuándo conseguiríamos cambiar el nombre de la plaza en la que se hace esta concentración anual: no es de recibo que Donostia dedique una plaza a Teresa de Calcuta, ‘apologeta del odio’ como la que más, y menos aún que en ella se ubique el lazo rojo en recuerdo a las víctimas del sida.

Precisamente donde hoy está esta plaza se ubicaba el antiguo mercado de frutas de Atotxa, junto al que fuera el campo de fútbol de la Real. En aquellos pabellones hubo una zona que se permitió utilizar a ciertos colectivos y movimientos sociales. Recuerdo cómo EHGAM preparaba, junto a los taldes feministas de la época, en aquel lugar pancartas para las manifestaciones y otras acciones en defensa de alguna de las reivindicaciones del momento. Mikela siempre estaba dispuesta, cómo no, a colaborar y, en una ocasión, me parece que a favor del divorcio, dejó impreso nada más que ‘por la legali’; no había calculado el espacio y no le entraba nada más, así que así lo dejó, quedándose tan fresca, ‘por la legali’. A partir de entonces y durante mucho tiempo a nuestra Mikeli la llamamos ‘La Legali’, ‘Nati, la Legali’.

Por cierto, ya puestas (y del mismo modo que aprovechaba Mikela para reivindicar cualquier cosa en cualquier situación), no estaría de más iniciar una campaña para que la plaza que todavía se dedica a Teresa de Calcuta no solo deje de hacerlo sino que, en su recuerdo, se denomine plaza Mikel Martin. La memoria de nuestra Mikela, la Legali, se lo merece más que nadie. Porque nadie ha luchado tanto como ella no solo por los derechos LGTBI+ (y tris-tras-tres, como decía en más de una ocasión) y de las personas seropositivas, por la justicia social y por un mundo mejor para todas y, en definitiva, por los derechos humanos. Mikela gogoan zaitugu! Mikela, beti gure bihotzetan! Gora Mikela!

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