Barcelona : Anagrama, 1979.
334 p.
Colección: La Educación Sentimental.
ISBN 9788433913128
/ ES / IT* / ENS
/ Filosofía / Historia – Siglo XX / Homosexualidad / Liberación sexual / Marxismo
Nueve conclusiones cierran estos “Elementos de crítica homosexual”:
1) La liberación del Eros y la emancipación del género humano pasan necesariamente por la liberación del homoerotismo, entendida como el cese de la persecución contra los homosexuales manifiestos y la expresión concreta del componente homoerótico del deseo por parte de todos los seres humanos.
2) La liberación de la homosexualidad supone el total reconocimiento y la concreta manifestación del deseo erótico hacia las personas de diferente sexo por parte de los/as homosexuales, y la realización de un nuevo modo gay de amarse entre hombres y mujeres.
3) La antítesis heterosexualidad-homosexualidad deberá ser superada y sustituida por una síntesis transexual.
4) La liberación de la homosexualidad y la abolición de la represiva primacía heterosexual-genital determinarán la desinhibición completa y la liberación de la profunda naturaleza hermafrodita del deseo.
5) La liberación de la transexualidad del sujeto llevará a la negación de la polaridad entre los sexos y a la conquista utópica del nuevo hombre-mujer o, mucho más probablemente, mujer-hombre.
6) Éste es el único camino para la (re)conquista de la comunidad humana y la superación de la neurosis individual y social: el conocimiento anulará las barreras entre el Yo y el no-Yo, entre el Yo y los demás, entre cuerpo e intelecto, entre el decir y el hacer.
7) Para ello, es necesaria la afirmación del movimiento revolucionario de las mujeres.
8) El hundimiento del sistema falocéntrico supone el hundimiento del sistema capitalista. El proletariado revolucionario y el movimiento de las mujeres revolucionarias son las dos caras del Partido comunista-comunidad humana, del que el movimiento de los homosexuales es el culo.
9) Para dicha revolución son de extrema importancia la contribución del sadismo, el sadomasoquismo, la pederastia propiamente dicha, la gerontofilia, la necrofilia, la zoofilia, el autoerotismo, el fetichismo, la escatología, la urofilia, el exhibicionismo, el voyeurismo, etc., es decir, de todas las llamadas “perversiones”, sin olvidar la más “perversa” de todas: la “esquizofrenia”.
Como dice Mario Mieli, dichas afirmaciones escandalosas pueden inducir al lector a serlo desde la primera página, o a lanzar el libro por la ventana (o a un “vade retro” púdico e hipócrita), dándose cuenta al instante de que no está interesado (o tal vez excesivamente…) en una lectura de este tipo, en determinadas hipótesis.
Mario Mieli es colaborador de la revista Lambda y ha participado, como actor y autor, en espectáculos teatrales como “La traviata norma evvero: veffanculo… ebene sì!”, incitantes a la transgresión de la “normalidad”.
1) La liberación del Eros y la emancipación del género humano pasan necesariamente por la liberación del homoerotismo, entendida como el cese de la persecución contra los homosexuales manifiestos y la expresión concreta del componente homoerótico del deseo por parte de todos los seres humanos.
2) La liberación de la homosexualidad supone el total reconocimiento y la concreta manifestación del deseo erótico hacia las personas de diferente sexo por parte de los/as homosexuales, y la realización de un nuevo modo gay de amarse entre hombres y mujeres.
3) La antítesis heterosexualidad-homosexualidad deberá ser superada y sustituida por una síntesis transexual.
4) La liberación de la homosexualidad y la abolición de la represiva primacía heterosexual-genital determinarán la desinhibición completa y la liberación de la profunda naturaleza hermafrodita del deseo.
5) La liberación de la transexualidad del sujeto llevará a la negación de la polaridad entre los sexos y a la conquista utópica del nuevo hombre-mujer o, mucho más probablemente, mujer-hombre.
6) Éste es el único camino para la (re)conquista de la comunidad humana y la superación de la neurosis individual y social: el conocimiento anulará las barreras entre el Yo y el no-Yo, entre el Yo y los demás, entre cuerpo e intelecto, entre el decir y el hacer.
7) Para ello, es necesaria la afirmación del movimiento revolucionario de las mujeres.
8) El hundimiento del sistema falocéntrico supone el hundimiento del sistema capitalista. El proletariado revolucionario y el movimiento de las mujeres revolucionarias son las dos caras del Partido comunista-comunidad humana, del que el movimiento de los homosexuales es el culo.
9) Para dicha revolución son de extrema importancia la contribución del sadismo, el sadomasoquismo, la pederastia propiamente dicha, la gerontofilia, la necrofilia, la zoofilia, el autoerotismo, el fetichismo, la escatología, la urofilia, el exhibicionismo, el voyeurismo, etc., es decir, de todas las llamadas “perversiones”, sin olvidar la más “perversa” de todas: la “esquizofrenia”.
Como dice Mario Mieli, dichas afirmaciones escandalosas pueden inducir al lector a serlo desde la primera página, o a lanzar el libro por la ventana (o a un “vade retro” púdico e hipócrita), dándose cuenta al instante de que no está interesado (o tal vez excesivamente…) en una lectura de este tipo, en determinadas hipótesis.
Mario Mieli es colaborador de la revista Lambda y ha participado, como actor y autor, en espectáculos teatrales como “La traviata norma evvero: veffanculo… ebene sì!”, incitantes a la transgresión de la “normalidad”.
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