domingo, 30 de abril de 2000

#libros #cultura | Homografías

Homografías / Ricardo Llamas, Francisco Javier Vidarte.
Espasa-Calpe, Madrid : 1999
304 p.
Colección: Espasa Hoy
ISBN 8423977978 [2000-04]

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/ Chueca / Cultura gay / Estereotipos / Homosexuales / Homosexualidad / Identidad colectiva
TEXTO COMPLETO | Hartza
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Mientras nuestras sociedades acarician los oídos de los ciudadanos de a pie con su discurso de tolerancia hacia las minorías, la comunidad gay parece navegar plácidamente en las tranquilas aguas de la autosatisfacción. Con un sentimiento del deber cumplido y sin otra preocupación que recoger los frutos de antiguas revoluciones, que se pretendían permanentes, han sucumbido con prontitud a los cantos de sirena y los deleites de la 'gay way of life'.

'Homografías' recoge la estupefacción que produce ver cómo se ha banalizado el gay pride hasta llegar a límites insospechadamente grotescos: desde el marketing mediático que intenta por todos los medios poner un gay en la vida de cada españolito, pasando por el profundo cansancio que produce oír una y otra vez que lo gay está de moda, hasta la universalización de la corrección política que procura tratar con condescendencia y cariño a los gays, nueva especie protegida del coto de caza heterosexual.

Presentación

Hay varias formas, muchas, de escapar del aburrimiento y de eso que se ha dado en llamar el tedio de la vida. Una de ellas es ser gay. Otra es escribir como un gay. Otra más es leer lo que escriben los gays acerca de sí mismos y de su comunidad. Hemos querido escribir “Homografías” con el propósito de poner en marcha otro tipo de discurso, otro tipo de escritura capaz de decir una palabra certera, aguda, cargada de ironía y de segundas intenciones acerca de “lo gay” sin sumir en el sopor y en la estupefacción a sus lectores (y a sus escritores).

Debemos confesar que estábamos un poco hartos de los debates de siempre, de los mismos temas y argumentos repetidos hasta la saciedad, de los topicazos más que manidos, así como de la superficialidad, del grosero humor y de la poca gracia con que a veces se intenta huir de un discurso serio para caer directamente en el ámbito de la chorrada y del vespertino cotilleo televisivo de tertulianos malajes. Tal vez no consigamos realizar más que a medias nuestro deseo, pero lo que sí está claro es que lo que se escribe sobre y por los gays en nuestro país está necesitando y, más que necesitando, pidiendo a gritos, con honrosas excepciones, una bocanada de aire fresco. Por intentar ofrecer algo distinto no pasa nada.

Aunque “Homografías” no vive sólo de buena voluntad ni se justifica por sus buenas, y no tan buenas, intenciones. La verdad es que incluso ha llegado a sorprendernos el resultado de este experimento de escritura a cuatro manos. Y no es que queramos echarnos flores antes de que algunos decidan arrojarnos otros vegetales y hasta alguna hortaliza tras haber leído el libro. Lee el índice y te darás cuenta de que lo que tienes entre las manos no es otro libro más de ensayo gay. A poco que lo hojees descubrirás que nuestro acercamiento o, mejor, nuestra forma de contar y ver aquello de lo que estamos (empapados) hasta el moño se sale de los cauces habituales.

La provocación, la sonrisa, hasta la carcajada no están reñidas con un análisis serio y penetrante de los puntos de interés que hemos creído más necesario y urgente tratar. No sólo por lo insólito y marginal de los mismos, sino porque a veces nunca se han tocado, han sido silenciados no se sabe muy bien por qué o se los ha pasado culpablemente por alto. A "Homografías" no se le caen los anillos por hablar de los urinarios como singular y secular espacio de encuentro y esparcimiento de los gays. Ni es tan inocente como para no darse cuenta de que, en lo que a derechos se refiere, a veces éstos se nos otorgan aduciendo las mismas razones que abogan por el respeto hacia los animales y el entorno natural. Prueba de ello es la sorprendente consigna de los colectivos informando de que “los derechos de los homosexuales son derechos humanos”. Siempre será mejor que decir: “La comunidad gay, como el bosque, es de todos. No la quemes”. Y si hay que hablar de niños, niñas, nenazas y mariquitas parvularios (¡existen!), pues se habla. Y se informa de que en Norteamérica, por ejemplo, están organizados, tienen sus clubs, se reúnen. Todo ello sin necesidad de llegar a la edad de consentimiento.

Y de los urinarios a los gimnasios, un lugar más aceptado socialmente para pasar el tiempo libre o perder hora tras hora haciendo (de) cuerpo, comunidad, tomando batidos y hablando por el móvil. Nada vergonzante, por otra parte. Otra faceta más del laboratorio social en el que se ha convertido el “villaje” madrileño de Chueca, otro aspecto digno de mención en la fatigosa vida privada del homosexual residente o visitante. Por no hablar, como sí lo haremos, de los homosexuales privados de vida que llevan siempre, junto a las llaves de casa, las del armario. Son las dificultades de vivir tras una doble puerta y el riesgo de que algún día, alguien decida hacernos un improvisado “outing” y sacarnos del armario a trompicones. Controvertida cuestión que tampoco hemos querido que se nos quedara en el tintero.

En ocasiones ha sido conveniente mirar las cosas un poco más a vista de pájaro y hacer alguna que otra interpretación de conjunto de la situación actual de la comunidad gay en el contexto internacional, nacional y también nacionalista o regionalista. Es el caso de los artículos “Kit-kat”, “Nomadismo” o “Polinomios”, donde a un derroche de ironía se le une una crítica mordaz de una comunidad que parece estar muriendo de éxito, que fracasa justamente cuando parece haber triunfado, encontrado al amor de su vida y haberse inscrito en el registro de parejas. Unido todo ello a un cierto resquemor y sospecha por lo que les pueda estar pasando por la mente a los homófobos de toda la vida que tan tranquilitos e inofensivos nos parecen mientras se toman un respiro y unas cuantas barritas de chocolate. A saber qué ocurre cuando se les acabe la rojiza chocolatina.

Con todo ello, y con un leve repaso por el mundo de la ciencia, de los lingüistas, de los médicos, psicólogos y psiquiatras que tanto han hecho para que los gays nunca pudieran hablar en primera persona, para que nunca fueran posibles ni estas “Homografías” ni ninguna otra, sino sólo un aséptico discurso, ideológico como pocos, de heterosexuales hablando de pervertidos y sodomitas, sólo nos quedaba ya el intento de reconstruir nuestra identidad a partir de todos estos retazos y retales, confiando que el “patchwork” final no resultara demasiado estridente, aunque sí muy colorido.

Así las cosas, cualquier recomendación para hincarle el diente a este libro se hace superflua. La única recomendación que se nos ocurre es, precisamente, hincárselo. Por donde sea. Está claro que no es un ensayo para leerlo necesariamente de un tirón porque se vaya a perder el hilo. Tampoco hay asesino. El asesino o los asesinos de sobra sabemos ya todos quiénes son. Los apartados no son capítulos, sino artículos completamente autónomos que permiten ser leídos de una tacada y pasar a otro o pasar a hacer otra cosa. Abdominales mismamente. Incluso a veces, bastantes veces, procuramos remitir a otras partes de “Homografías” para aquellos a quien les guste leer con un cierto orden. En fin, hemos procurado a toda costa solventar de antemano todas las excusas posibles que normalmente ponemos para no leer ensayo gay ni a tiros. Habrá que inventarse buenas y creíbles razones a partir de ahora para decir: “¿”Homografías”? No, yo todavía no lo he leído”.

SUMARIO
Presentación
Hecho una fiera / Meditación inconfesable de un marica anónimo
Quetzal: especie protegida / El estatuto problemático de gays y lesbianas como animales de derecho
Urinarios / Parajes de hecho y meandros de la cultura gay
Galletones / El gimnasio y la política del cuerpo
Armario / La vida privada del homosexual o el homosexual privado de vida
Nenaza / La invención del niño mariquita
Kit-kat / Un análisis entre esperanzado y escéptico de nuestra situación actual
Polinomios / Dignidad, claudicación y matrimonios de conveniencia
Pesquisas / Las maricas frente a la curiosidad científica: de mujeres barbudas a conejillos de Indias
Yogurines / Requisitos de género y nueva juventud gay
Outing / La cólera de los gays
Territorio / Chueca: el laboratorio de la comunidad contenta
Nefandarios / El “Diccionario” de la Real Academia o el espejo del alma de una sociedad “tolerante”
Nomadismo / Los colores de mi bandera
Falucine / Bastos o espadas: durmiendo con su enemigo
Identidad / Moverse y salir en la foto: el tocino y la velocidad
Bibliografía

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