martes, 26 de julio de 2016

#hemeroteca #lgtbi | Entrevista a Gerard Coll Planas: "Las políticas de género deben incluir la perspectiva de la diversidad sexual"

Imagen: La Opinión de Tenerife / Gerard Coll-Planas
Entrevista a Gerard Coll Planas: "Las políticas de género deben incluir la perspectiva de la diversidad sexual".
"El bullying al colectivo LGTB es invisible, porque la misma persona que lo recibe, en muchos casos, no quiere reconocerlo porque de entrada no quiere reconocer su homosexualidad".
Fernando Bethencourt | La Opinión de Tenerife, 2016-07-26
Recogido por: Jackerouack
http://jackerouack.blogspot.com.es/2016/07/politicas-de-genero-y-diversidad-sexual.html

El sociólogo Gerard Coll Planas, especialista en aspectos de género y sexualidad, participó recientemente en unas jornadas sobre igualdad en Gran Canaria. Estas son sus reflexiones.

Usted introduce el concepto de la interseccionalidad en las políticas de igualdad a la hora de atender a las víctimas por violencia de género. ¿En qué consiste?

Hemos impartido un curso del Cabildo de Gran Canaria con dos ejes. El primero trataba la necesidad de ampliar la mirada de las políticas de género para incluir la perspectiva de la diversidad sexual y de género, para que las problemáticas relativas al colectivo LGTB se incorporen unas políticas de igualdad que hasta ahora se tratan desde la perspectiva hombre y mujer. Esa es una parte y pretende ampliar la mirada y entender la homofobia y la transfobia como parte del sexismo. Además, está el tema de la interseccionalidad. Esta es una perspectiva que plantea que tenemos que poder abordar el cruce entre los diferentes ejes de desigualdad. Normalmente, la Administración trabaja por separado los diferentes ámbitos. Una parte trabaja la interculturalidad, otra la perspectiva hombre mujer, la diversidad sexual o la discapacidad; cuando en la práctica las personas somos todas estas cosas al mismo tiempo. El debate actual pone encima de la mesa este factor. Las personas en nuestras realidades cruzan todos los ejes y no puede ser que los servicios públicos continúen trabajando como si fueran separables.

¿Cuáles son las vulnerabilidades del colectivo LGTB?

Lo que planteamos en el curso es que debemos ampliar la forma en que entendemos la violencia de género hoy en día. Poner el foco en las relaciones de maltrato de hombres a mujeres en el ámbito de las parejas es un avance muy importante. Pero esto ha impedido ver otras dimensiones de la violencia de genero. Por ejemplo: ¿qué pasa cuando esta violencia se produce en una relación entre personas del mismo sexo y siguen la misma lógica tipificada del maltrato. Hoy en día, por la legislación que tenemos y los servicios que se prestan, quedarían fuera, sobre todo si son hombres. Esto sucede porque los servicios están orientados a las mujeres. Debemos preguntarnos si la forma en que entendemos la violencia de género debería incluir otros tipos de violencia, como la homofobia y la transfobia. Porque aquí hay dos partes: la atención y la prevención. Ahora se están abordando los casos más flagrantes y que muchas veces implican un sufrimiento grande o el asesinato, pero hay otras vertientes que ahora mismo no se están abordando como deberían desde estos servicios ni desde ningún otro. Ahora si un chaval está siendo acosado en la escuela por ser gay, un caso de bullying, no existe un circuito establecido y reconocido dónde pueda recibir una atención adecuada.

¿No existe una atención o un tratamiento específico?

En algunos sitios lo abordan aunque no sea este oficialmente su cometido. Es decir, informalmente ya se buscan estos circuitos. Lo que pasa es que hace falta que se establezcan oficialmente y que la gente que lo asuma tenga los recursos necesarios, porque ya existe una lista de espera para atender los casos más graves de violencia de género, sobre los que el resto simplemente se añaden. Por lo tanto, cada vez estamos dando un peor servicio y estamos quemando a los trabajadores.

Habla de ampliar, ¿porque esto nunca afectaría al trato que se le da a las mujeres?

Exacto. Todos creemos que es el colectivo más vulnerable hoy en día pero también hay casos de bullying que acaban en suicidio. La lógica pasa por no entender como competencia este aspecto, sino respetar y mejorar en lo que haga falta los recursos que ya hay y ver cómo podemos dar cabida a problemáticas que ahora mismo no están suficientemente bien atendidas. Hay que entender una cosa. El bullying al colectivo LGTB es invisible, porque la misma persona que lo recibe, en muchos casos, no quiere reconocerlo porque de entrada no quiere reconocer su homosexualidad. Es lo último que quiere, por lo que por mucho que se le machaque, no se lo dirá ni a su familia ni a un profesor. Por esto, necesitamos profesionales que sepan detectar este tipo de bullying. Ahora no lo tenemos. Lo que sí tenemos es un problema con estos casos.

¿Supondría esto un gran cambio en los servicios sociales tal como están ahora establecidos?

Más que hacer muchas políticas nuevas u órganos nuevos, se trata de ampliar la mirada de los que ya están. No se trata de pedir una Consejería de Igualdad LGTBI. Para mi, no hace falta. Hace falta que la actual trata los problemas de género con una mirada amplia. ¿Cómo puedes abordar temas de coeducación si no puedes tratar la homofobia?

Las mujeres son en muchos casos reticentes a denunciar. ¿Cómo es la situación del colectivo LGTBI en esta situación de dependencia emocional?

En términos de comparación no le puedo responder. La homofobia, transfobia o bifobia, la LGTBfobia, de alguna forma se alimenta de la vergüenza de la persona. Y por lo tanto esto explica por qué muchos casos de acoso, violencia y bullying llegan tan lejos. Los casos de suicidios son mayores entre esta población. Hablamos de gente que ha estado muy machacada desde Primaria y desde muy pequeños están lidiando con un acoso, con un miedo o una simple falta de reconocimiento identitario. Y esto también tiene un valor.

Ha podido estudiar el escenario y la situación en Canarias, ya que no sé si pensamos de manera infundada que vivimos en una sociedad avanzada en el respeto hacia el colectivo LGTB. ¿Es realmente así?

La sensación que tengo es que estamos en un momento, a nivel nacional, en el que está habiendo un vuelco. Está bien reconocer a las ciudades, los espacios y los territorios donde habitualmente ha habido más compromiso con los derechos del colectivos LGTB como es Gran Canaria y los son las Islas Canarias, pero ha llegado el momento de concretarlo. Los compromisos se demuestran con planes de acciones y con medidas concretas. Hemos llegado a un punto en el que se exige algo más que colgar la bandera arcoiris o dar una subvención. La Administración debe preguntarse si está formando al personal de los servicios de atención, si trabaja bien las políticas de coeducación, si ha definido un circuito o un protocolo de actuación. Estamos en el momento de dar ese salto y entiendo que el Cabildo, con estas jornadas, está en esta linea de querer dar un paso más y concretar sus políticas con compromisos concretos.

¿Entiende que ahora existe una política de exclusión?

No lo sé. Eso corresponde al Cabildo. Yo lo que oí de las trabajadoras, ya que en su gran mayoría son mujeres, que atienden a la gente sin tener reconocida esta labor. Es decir, nadie se queda colgado. Pero esto se produce gracias al compromiso del personal. En temas de prevención, y me refiero a nivel nacional, hay mucho trabajo que hacer y no se hace sistemáticamente. El profesorado no está formado ni sabe como detectar estos casos. Les faltan muchas herramientas, incluso en el contenido de las asignaturas. Lo que se pide es un paso más. Si no se estará excluyendo a una parte de la realidad de nuestra sociedad. Porque si continuamos haciendo lo que hacemos, sin querer, estamos excluyendo a una parte de la sociedad. La LGTB no tiene que ser solo una ampliación de los colectivos a los que se atiende. Creo que es una oportunidad para repensar la perspectiva en la que estamos abordando el género, las desigualdades y las violencias que establece. Puede ser un revulsivo para entender de una forma más compleja, la violencia, las desigualdades y, por lo tanto, replantearnos en conjunto el trabajo que se está llevando a cabo. Esto es lo potente, ver qué está siendo efectivo o qué no, en qué estamos fallando también en el caso de la violencia machista. En Secundaria se dedican muy pocas horas a esto.

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