Imagen: El Mundo |
El Ayuntamiento de Valencia se compromete a «agilizar» las denuncias contra la prostitución y el tráfico de drogas en Velluters tras las protestas de los residentes.
Ángel Salguero | El Mundo, 2019-10-05
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2019/10/05/5d977322fc6c83223d8b4678.html
A primera vista, este bajo en la calle San Pedro Pascual de Valencia no llama la atención. Su vetusto cierre metálico está cubierto de graffiti, como muchos otros en esta parte del centro histórico, aunque quizá el detalle más importante sea la puerta de acceso, permanentemente entornada.
Porque detrás de esa puerta, según denuncian los vecinos, existe un prostíbulo que funciona las 24 horas del día. Tras años de protestas sin obtener respuesta alguna, los residentes decidieron como último recurso colocar esta semana en la fachada de su bloque de viviendas carteles en los que puede leerse: «Bajo de esta finca se ejerce la prostitución y las autoridades no hacen nada».
Y la maniobra ha funcionado. Este viernes el Ayuntamiento, finalmente, reaccionó anunciando su intención de «agilizar las denuncias contra la prostitución y el tráfico de drogas en Velluters» a través de un acuerdo entre las concejalías de Protección Ciudadana y Espacio Público. Lo hizo tras una reunión de responsables municipales con los vecinos en la que se les informó de las medidas previstas.
«Llevamos ya tres años con esto», asegura Ángel, uno de los residentes. «Incluso hemos intentado hablar con el copropietario, con la Policía... No sé si han sido los cartelitos que hemos colocado lo que realmente ha dado pie a que este jueves viniera una pareja de agentes y estuviera en la puerta. Los vimos hablar, al parecer, con la meretriz, porque es conocida de vista y suele pulular por aquí».
Se trata, señala, de una «situación tensa al máximo. Aquí viven adolescentes y gente joven, y en la plaza nueva rehabilitada hay muchos niños. Y es un ambiente muy desagradable».
Todo comienza, explica este vecino, «cuando las contratan, seguramente en Velluters, a 300 metros de aquí. Puede ser gente con aspecto normal, aunque también se ve a gente pasada de alcohol o con problemas de drogadicción. A veces se orinan aquí en el portal, o tiran los botes de cerveza o los briks de alcohol». Y en ocasiones, añade, «al ver salir a vecinas por la puerta, se ha acercado alguien que estaba merodeando y les ha hecho propuestas».
Cuando se renovó la calle, sostiene Ángel, salieron a la luz también los problemas de salubridad que provoca la actividad en ese bajo. «El encargado de la obra nos dijo: 'Han estado ustedes a nada de que se obturaran los desagües, por la cantidad de toallitas higiénicas que salían por ahí'. Y es que no sé si tan siquiera tendrán agua, si están utilizando eso...», apunta.
Durante estos años, los vecinos han acudido al Ayuntamiento, a la Policía Local y Nacional y también han presentado denuncias. «Los policías locales nos han dicho que en el momento en que se produjese un altercado, fuésemos a avisarles, pero eso es sólo un instante. Si ven que tú estás ahí, ellos desaparecen», afirma.
«Aquí hay una actividad ilegal, y es un servicio 24 horas», subraya este residente. «Siempre dejan la puerta del bajo entornada y a veces, cuando pasas, te puedes asomar y lo ves: Ladrillos rojos sin lucir, bombillas colgando del techo... Como si estuviéramos en un país tercermundista», afirma.
Y, añade, «según he oído, el dueño no tiene ninguna licencia de actividad. Porque ¿qué actividad legal es esa que puede alquilar un bajo con sus cubículos para que se practique la prostitución?».
Lo que más sorprende a este vecino es que tras la visita de la policía la actividad continuara como si nada: «¿No son capaces de ver que se trata de algo ilegal y clausurarlo?». Y mientras pronuncia estas palabras, un hombre mayor pasa ante el portal de la mano de una mujer mucho más joven. «¿Te das cuenta? ¡Ahí va otro!», se lamenta.
Porque detrás de esa puerta, según denuncian los vecinos, existe un prostíbulo que funciona las 24 horas del día. Tras años de protestas sin obtener respuesta alguna, los residentes decidieron como último recurso colocar esta semana en la fachada de su bloque de viviendas carteles en los que puede leerse: «Bajo de esta finca se ejerce la prostitución y las autoridades no hacen nada».
Y la maniobra ha funcionado. Este viernes el Ayuntamiento, finalmente, reaccionó anunciando su intención de «agilizar las denuncias contra la prostitución y el tráfico de drogas en Velluters» a través de un acuerdo entre las concejalías de Protección Ciudadana y Espacio Público. Lo hizo tras una reunión de responsables municipales con los vecinos en la que se les informó de las medidas previstas.
«Llevamos ya tres años con esto», asegura Ángel, uno de los residentes. «Incluso hemos intentado hablar con el copropietario, con la Policía... No sé si han sido los cartelitos que hemos colocado lo que realmente ha dado pie a que este jueves viniera una pareja de agentes y estuviera en la puerta. Los vimos hablar, al parecer, con la meretriz, porque es conocida de vista y suele pulular por aquí».
Se trata, señala, de una «situación tensa al máximo. Aquí viven adolescentes y gente joven, y en la plaza nueva rehabilitada hay muchos niños. Y es un ambiente muy desagradable».
Todo comienza, explica este vecino, «cuando las contratan, seguramente en Velluters, a 300 metros de aquí. Puede ser gente con aspecto normal, aunque también se ve a gente pasada de alcohol o con problemas de drogadicción. A veces se orinan aquí en el portal, o tiran los botes de cerveza o los briks de alcohol». Y en ocasiones, añade, «al ver salir a vecinas por la puerta, se ha acercado alguien que estaba merodeando y les ha hecho propuestas».
Cuando se renovó la calle, sostiene Ángel, salieron a la luz también los problemas de salubridad que provoca la actividad en ese bajo. «El encargado de la obra nos dijo: 'Han estado ustedes a nada de que se obturaran los desagües, por la cantidad de toallitas higiénicas que salían por ahí'. Y es que no sé si tan siquiera tendrán agua, si están utilizando eso...», apunta.
Durante estos años, los vecinos han acudido al Ayuntamiento, a la Policía Local y Nacional y también han presentado denuncias. «Los policías locales nos han dicho que en el momento en que se produjese un altercado, fuésemos a avisarles, pero eso es sólo un instante. Si ven que tú estás ahí, ellos desaparecen», afirma.
«Aquí hay una actividad ilegal, y es un servicio 24 horas», subraya este residente. «Siempre dejan la puerta del bajo entornada y a veces, cuando pasas, te puedes asomar y lo ves: Ladrillos rojos sin lucir, bombillas colgando del techo... Como si estuviéramos en un país tercermundista», afirma.
Y, añade, «según he oído, el dueño no tiene ninguna licencia de actividad. Porque ¿qué actividad legal es esa que puede alquilar un bajo con sus cubículos para que se practique la prostitución?».
Lo que más sorprende a este vecino es que tras la visita de la policía la actividad continuara como si nada: «¿No son capaces de ver que se trata de algo ilegal y clausurarlo?». Y mientras pronuncia estas palabras, un hombre mayor pasa ante el portal de la mano de una mujer mucho más joven. «¿Te das cuenta? ¡Ahí va otro!», se lamenta.
Y TAMBIÉN…
Un 'hostel' en el convento: negocios por los que la Iglesia aún no paga impuestos en València.
El convento de la Encarnación alquila sus bajos y parte del inmueble a cinco empresas y a un establecimiento hostelero, pero no abona el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El Arzobispado argumenta que los ingresos de los alquileres se destinan a la restauración del edificio y a actividades benéficas. El Ayuntamiento ultima un listado de propiedades, hasta ahora exentas del tributo, por las que se girará el recibo al desarrollarse actividades económicas, casos de la Casa de la Salud o la Universidad Católica.
Carlos Navarro Castelló | El Diario, 2019-10-04
https://www.eldiario.es/cv/hostel-convento-negocios-Iglesia-impuestos_0_949105469.html
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El convento de la Encarnación alquila sus bajos y parte del inmueble a cinco empresas y a un establecimiento hostelero, pero no abona el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El Arzobispado argumenta que los ingresos de los alquileres se destinan a la restauración del edificio y a actividades benéficas. El Ayuntamiento ultima un listado de propiedades, hasta ahora exentas del tributo, por las que se girará el recibo al desarrollarse actividades económicas, casos de la Casa de la Salud o la Universidad Católica.
Carlos Navarro Castelló | El Diario, 2019-10-04
https://www.eldiario.es/cv/hostel-convento-negocios-Iglesia-impuestos_0_949105469.html
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