Imagen: La Voz de Galicia / María Falcón y Cristina Yagüe |
Las lesbianas gallegas dan la cara: «Estamos aquí para que nos vean, lo que no se ve no existe».
Con nombres y apellidos, un grupo de mujeres gallegas que triunfan en distintas profesiones y son referentes dan un paso al frente para celebrar el 26 el Día de la Visibilidad Lésbica y apoyar a las más jóvenes.
Sandra Faginas | La Voz de Galicia, 2021-04-26
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/yes/2021/04/24/lesbianas-gallegas-dan-cara/0003_202104SY24P22991.htm
Necesitan mostrarse, que las veamos bien para que reparemos en ellas y entendamos de una vez que las mujeres lesbianas huyen de los estigmas, que no responden a unos prototipos físicos ni tampoco a un determinado perfil profesional. Hay mujeres que aman a otras mujeres en todos los ámbitos, algunas son deportistas, otras empresarias, otras artesanas, otras conducen tractores y muchas otras hacen vino. Unas tienen el pelo corto y otras largo, unas se maquillan y otras no, y unas quieren ser madres y otras no. Son mujeres como tantas, pero aún necesitan que las observemos con detenimiento para romper las barreras que no las hacen totalmente libres. Por las generaciones que vienen y por las chicas más jóvenes, un grupo de mujeres gallegas han hecho una exposición fotográfica que lleva por título A Rede Visible para mostrarse en su conjunto y dar la cara. Entre ellas, además de lesbianas, hay también bisexuales y trans, en una intención clara de abrir el foco a todo el colectivo en el que se integran.
Sandra López, presidenta de Les Coruña, reconoce que todavía hay reductos en los que siguen existiendo los armarios. «El mundo rural está muy armarizado, por eso es necesario que la gente joven nos vea. Porque hay aldeas y pueblos en los que a lo mejor no hay nadie como ellas». Se refiere Sandra a la necesidad de comprobar que las mujeres lesbianas llenan todos los espacios, que trabajan y que tienen profesiones reconocidas, que disfrutan del éxito en el mundo de los negocios o la empresa, en la política o en el deporte. Allí donde hay mujeres habrá lesbianas, por eso, expone Sandra López, es necesario visibilizarse: «Lo que no se ve no existe». El miedo al rechazo de la propia familia y la discriminación siguen siendo los mayores miedos de quienes aún sufren rechazo cuando se besan en público o se cogen de la mano de sus parejas.
Lo cuenta también Marta Fernández, licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresa y fundadora de Lesworking, que ahora está casada y tiene una hija: «La propia palabra lesbiana tiene una carga. A mí hay personas que no saben cómo nombrarme porque no saben si es un insulto o una expresión que pueden decir». «Por eso -continúa- es fundamental que todos, pero sobre todo las mujeres jóvenes, vean que nos va bien en la vida, con nuestros problemas, como cualquier persona, pero también con nuestras alegrías». «Y son muy importantes los referentes, yo no tenía ninguno porque no era habitual ver a parejas de chicas en la familia o en el trabajo, y sin esa brújula, puede pasarles como a mí, que hasta los 30 años no di el paso», confiesa Marta para que entendamos la importancia de este gesto. «Yo no tenía a nadie que me dijera: ‘A mí me gustan las chicas’ y al no contar con ese apoyo -indica-, no me reconocía e incluso intentaba que me gustaran los hombres porque no quería ser la rara. Pero la cosa no funciona así. No es que te vuelvas lesbiana, lo eres, pero tu entorno, tu cultura y tu formación te orientan en un solo camino. Así que para que nadie se descarte nunca estamos aquí, para esas mujeres jóvenes y para las que vengan detrás, hoy es necesario hacernos visibles».
Sandra López, presidenta de Les Coruña, reconoce que todavía hay reductos en los que siguen existiendo los armarios. «El mundo rural está muy armarizado, por eso es necesario que la gente joven nos vea. Porque hay aldeas y pueblos en los que a lo mejor no hay nadie como ellas». Se refiere Sandra a la necesidad de comprobar que las mujeres lesbianas llenan todos los espacios, que trabajan y que tienen profesiones reconocidas, que disfrutan del éxito en el mundo de los negocios o la empresa, en la política o en el deporte. Allí donde hay mujeres habrá lesbianas, por eso, expone Sandra López, es necesario visibilizarse: «Lo que no se ve no existe». El miedo al rechazo de la propia familia y la discriminación siguen siendo los mayores miedos de quienes aún sufren rechazo cuando se besan en público o se cogen de la mano de sus parejas.
Lo cuenta también Marta Fernández, licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresa y fundadora de Lesworking, que ahora está casada y tiene una hija: «La propia palabra lesbiana tiene una carga. A mí hay personas que no saben cómo nombrarme porque no saben si es un insulto o una expresión que pueden decir». «Por eso -continúa- es fundamental que todos, pero sobre todo las mujeres jóvenes, vean que nos va bien en la vida, con nuestros problemas, como cualquier persona, pero también con nuestras alegrías». «Y son muy importantes los referentes, yo no tenía ninguno porque no era habitual ver a parejas de chicas en la familia o en el trabajo, y sin esa brújula, puede pasarles como a mí, que hasta los 30 años no di el paso», confiesa Marta para que entendamos la importancia de este gesto. «Yo no tenía a nadie que me dijera: ‘A mí me gustan las chicas’ y al no contar con ese apoyo -indica-, no me reconocía e incluso intentaba que me gustaran los hombres porque no quería ser la rara. Pero la cosa no funciona así. No es que te vuelvas lesbiana, lo eres, pero tu entorno, tu cultura y tu formación te orientan en un solo camino. Así que para que nadie se descarte nunca estamos aquí, para esas mujeres jóvenes y para las que vengan detrás, hoy es necesario hacernos visibles».
- Xácia Ceive, Escritora: «As lésbicas trans somos algunhas das máis invisibles. Quero que a próxima xeración entenda que non se ten que esconder»
- Lucía Trenor, secretaria xeral da Federación de Servizos de CC.OO: «Dar visibilidad ayuda a otras muchas mujeres a dar el paso a tener una vida más feliz y coherente»
- María Falcón y Cristina Yagüe, viticultoras: «Las mujeres lesbianas también hacemos vino y nos reivindicamos para ayudar a las jóvenes»
- Cristy Tojo Velasco, medalla de oro de España y Europa de Parakárate: «Mientras amar siga siendo ilegal en muchos países, mientras haya penas de muerte por querer a una mujer, mientras siga habiendo gente en el armario, mientras siga habiendo agresiones y mientras se siga llamando ‘amiga’ a tu pareja o tengas miedo de decir tu orientación en ambientes laborables, seguiremos visibilizándonos y luchando por nuestros derechos con más orgullo que nunca»
- Marta Álvarez Quintero, granjera, lechera, regenta Granxa Maruxa: «Es una alegría y un orgullo esta iniciativa. Las lesbianas que viven en el campo necesitan referentes»
- Marta Fernández, licenciada en Derecho y Administración de Empresas y Fundadora de LesWorking: «Tenemos derecho a ser nosotras mismas, aún cuesta mucho que las mujeres nos mostremos sin soltar la mano de nuestra novia en la calle»
- Elena Ferro, zoqueira, premio nacional de Artesanía: «Non importa a quen amemos, o que importa é que nos respectemos»
- Artemisa Semedo, poeta, colectivo Afrogalegas: «No hay feminismo sin antirracismo. Esta frase representa lo que me toca vivir en el día a día»
- Patricia López-Carcedo, voluntaria de Protección Civil: «Quiero reivindicar la igualdad de las personas trans»
- Andrea Nunes, poeta e profesora na Universidade Ca’Foscari en Venecia: «Non todes preferimos o paxaro na man, a outres danos polo cento voando»
- Rocío Fraga, exconcejala de Igualdad en A Coruña, bisexual: «As mulleres que temos unha sexualidade liberada temos que dar un paso á fronte»
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