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El duro pasado de la Pantoja de Puerto Rico: de las amenazas de muerte de su padre a su labor acogiendo a personas LGTBI en su casa
La artista 'drag' tuvo que marcharse de casa a los 13 años por las amenazas de su padre.
20minutos, 2023-11-28
https://www.20minutos.es/noticia/5194440/0/duro-pasado-pantoja-puerto-rico-las-amenazas-muerte-su-padre-su-labor-acogiendo-personas-lgtbi-su-casa/
Alegre, dicharachera y siempre sonriente. La Pantoja de Puerto Rico siempre llamó la atención por su ocurrente personaje, sus frases famosas y sus actuaciones explosivas. Sin embargo, detrás de ella había una persona LGTBI que consiguió sobreponerse a las muchas penurias que vivió y que ayudó siempre al colectivo. No en vano, es todo un icono ‘queer’ y así es recordada.
Este domingo, el mundo del transformismo y la televisión se vistió de luto tras conocerse el fallecimiento de Ruddys Martínez Díaz, como se llama realmente. La artista de 62 años ingresó de urgencia en el hospital de Bayamón con una afección pulmonar grave, y dejó un mensaje póstumo que se publicó en su Facebook.
"Mi corazón no aguantó tanto amor, desde donde estoy intentaré abrir nuevas puertas que no conozco, me van a recordar y en su corazón me tienen los que me quieren... Como siempre les decía... hay que cuidarse", escribió.
La Pantoja de Puerto Rico, popular en España por su aparición en ‘Crónicas marcianas’ y las recurrentes imitaciones de Carlos Latre, se fue con la positividad que caracterizó su vida, aunque no lo tuvo fácil durante sus 62 años de vida. Así lo contó hace apenas unos meses en el diario puertorriqueño ‘El Nuevo Día’.
La Pantoja de Puerto Rico se fue de casa a los 13 años, después de que su padre la apuntara con un revólver en la cabeza. "Un día estábamos cenando en familia y me sacó un arma y me preguntó si yo era homosexual, si era un hombre o una mujer. Y le dije que era un hombre homosexual", comenzó contando.
"Él se levantó y me dijo 'yo no quiero maricones en esta casa'. Y le dije 'no te preocupes, si quieres mátame ahora'. Me levanté, cogí dos bolsas, metí toda mi ropa y me fui a la calle", recordó, entre lágrimas.
Tras este terrible episodio, estuvo dos semanas vagando por el barrio de Santurce (San Juan), hasta un amigo suyo y su familia la acogieron en su casa. Entonces, siguió estudiando y comenzó a trabajar y a ahorrar, para después mudarse a un apartamento pequeño.
Y está claro que la experiencia con la intolerancia de su padre hizo que quisiese ser una persona completamente opuesta a él: el icono ‘queer’ fue una figura clave para el colectivo gracias a la gran labor que hizo, pues entre los 80 y finales de los 90 acogió en su casa a tres decenas de jóvenes LGTBI.
Personas de entre 16 y 24 años que corrían peligro por su identidad de género y orientación sexual encontraron refugio en su hogar de Toa Baja, Puerto Rico. Ruddy Martínez, al pasar necesidades y tener que pedir ayuda desde los 13 años, decidió ser ella quien ayudase a los demás.
"Yo me ubiqué poquito a poquito, encontré un buen trabajo. En mi camino encontré muchas personas que le pasaba lo mismo que a mí o peor. Y como yo no tuve ayuda, empecé a ayudarlos poco a poco, a acoger amistades en mi casa y les enseñaba a estudiar, a trabajar...", relató.
Este domingo, el mundo del transformismo y la televisión se vistió de luto tras conocerse el fallecimiento de Ruddys Martínez Díaz, como se llama realmente. La artista de 62 años ingresó de urgencia en el hospital de Bayamón con una afección pulmonar grave, y dejó un mensaje póstumo que se publicó en su Facebook.
"Mi corazón no aguantó tanto amor, desde donde estoy intentaré abrir nuevas puertas que no conozco, me van a recordar y en su corazón me tienen los que me quieren... Como siempre les decía... hay que cuidarse", escribió.
La Pantoja de Puerto Rico, popular en España por su aparición en ‘Crónicas marcianas’ y las recurrentes imitaciones de Carlos Latre, se fue con la positividad que caracterizó su vida, aunque no lo tuvo fácil durante sus 62 años de vida. Así lo contó hace apenas unos meses en el diario puertorriqueño ‘El Nuevo Día’.
La Pantoja de Puerto Rico se fue de casa a los 13 años, después de que su padre la apuntara con un revólver en la cabeza. "Un día estábamos cenando en familia y me sacó un arma y me preguntó si yo era homosexual, si era un hombre o una mujer. Y le dije que era un hombre homosexual", comenzó contando.
"Él se levantó y me dijo 'yo no quiero maricones en esta casa'. Y le dije 'no te preocupes, si quieres mátame ahora'. Me levanté, cogí dos bolsas, metí toda mi ropa y me fui a la calle", recordó, entre lágrimas.
Tras este terrible episodio, estuvo dos semanas vagando por el barrio de Santurce (San Juan), hasta un amigo suyo y su familia la acogieron en su casa. Entonces, siguió estudiando y comenzó a trabajar y a ahorrar, para después mudarse a un apartamento pequeño.
Y está claro que la experiencia con la intolerancia de su padre hizo que quisiese ser una persona completamente opuesta a él: el icono ‘queer’ fue una figura clave para el colectivo gracias a la gran labor que hizo, pues entre los 80 y finales de los 90 acogió en su casa a tres decenas de jóvenes LGTBI.
Personas de entre 16 y 24 años que corrían peligro por su identidad de género y orientación sexual encontraron refugio en su hogar de Toa Baja, Puerto Rico. Ruddy Martínez, al pasar necesidades y tener que pedir ayuda desde los 13 años, decidió ser ella quien ayudase a los demás.
"Yo me ubiqué poquito a poquito, encontré un buen trabajo. En mi camino encontré muchas personas que le pasaba lo mismo que a mí o peor. Y como yo no tuve ayuda, empecé a ayudarlos poco a poco, a acoger amistades en mi casa y les enseñaba a estudiar, a trabajar...", relató.
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