jueves, 14 de octubre de 2010

#hemeroteca #justicia | Jacobo Piñeiro, condenado a 58 años de prisión por el doble asesinato de Vigo

Imagen: El Mundo
Jacobo Piñeiro, condenado a 58 años de prisión por el doble asesinato de Vigo
Asestó 57 puñaladas a dos homosexuales en 2006. El asesino de la calle Oporto ya ingresó en la cárcel de A Lama. Ha de indemnizar a la madre de una de las víctimas con 400.000 euros. Cumplirá 21 años de pena efectiva al descontarse la prisión provisional. Piñeiro fue declarado culpable hace 20 días por un tribunal popular. La Audiencia celebró una vista a puerta cerrada para comunicar el fallo. El autor confeso de dos muertes estaba en libertad desde el 13 de julio.
Antonino García | El Mundo, 2010-10-14
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/14/galicia/1287060860.html

Jacobo Piñeiro, el autor del crimen de la calle Oporto, ya está en la cárcel de A Lama tras ser condenado a 58 años de prisión por las muertes de Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson Luciano en 2006, si bien la realidad es que no cumplirá más de 21 años de pena efectiva. Este jueves se celebró una vista a puerta cerrada en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica, para comunicarle la sentencia.

El magistrado, según reza la sentencia, lo considera culpable de dos delitos de asesinato que acarrean una pena de prisión de 20 años cada uno, a los que se suman otros 18 por un delito de incendio -el joven quemó la casa de las víctimas tras asestar 57 puñaladas a la pareja-. El juez, sin embargo, lo absuelve del delito de hurto que solicitaba la acusación particular por llevarse una maleta cargada de objetos personales de los fallecidos.

Sobre las 16.00 horas del jueves salía el furgón de la Guardia Civil de los juzgados de Vigo con Jacobo Piñeiro en su interior. El condenado, que actualmente tiene 32 años de edad, debe cumplir 25 años del total de la pena impuesta, pero también ha de descontarse los cuatro que ya estuvo de forma preventiva.

Por otro lado, la resolución judicial ha cifrado en 400.000 euros la indemnización que el condenado deberá abonar a Marta Pérez, madre de una de las víctimas, en concepto de responsabilidad civil; y a la Compañía de Seguros Santa Lucía otros 9.179,24 euros, además de imponerle las tres cuartas partes de las costas procesales. Contra esta sentencia, cabe aún recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en el plazo de 10 días.

Un jurado popular lo declaró el pasado 24 de septiembre culpable de asesinato sin posibilidad de indulto o cualquier otro beneficio y desde entonces está obligado a presentarse dos veces al día en los juzgados. Las quejas del colectivo de gays y lesbianas de Galicia (Colega) por el retraso en el fallo judicial obligó a abrir en los últimos días un expediente informativo para conocer el estado de la sentencia.

Tras 20 días de espera, el juez ponente fijó las penas de prisión que deberá cumplir Jacobo Piñeiro y a media tarde de este jueves ingresaba en el centro penitenciario pontevedrés, en el que ya ha estado recluido tras ser detenido el mismo día del crimen, cometido en julio de 2006. Tras conocer el fallo, su abogado solicitó que no se hiciese efectiva la prisión preventiva, pero se impuso la petición de la Fiscalía para trasladarlo de inmediato a prisión.

'Quiero verlo esposado'
Marta Pérez esperó ante el edificio de los juzgados a que el asesino de su hijo entrase en el furgón de la Guardia Civil. "Quiero verlo esposado", señaló la mujer antes de mostrar sus dudas sobre la pena que cumplirá. "Espero que la cumpla íntegramente, pero sé que no va a ser posible. Si está 20 años entre rejas, me doy con un canto en los dientes", aseguró. Su abogado, Tomás Santodomingo, reconoció estar satisfecho por la condena y por conseguir que "en este juicio Jacobo pasó de ser alguien que se defendía de las víctimas a tener que defenderse" de las acusaciones.

Un tribunal popular lo absolvió en febrero de 2009 de los dos delitos de asesinato al aceptar que actuó movido por un "miedo insuperable" a ser violado, pero sobre él recayó la máxima pena de 20 años por el incendio posterior, que a punto estuvo de causar una tragedia mucho mayor en el edificio de las víctimas.

Aquella resolución provocó las enérgicas quejas de los colectivos de gays y lesbianas, que acusaron al jurado de homófobo.

Juicio anulado y constantes retrasos

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anuló el veredicto el año pasado y ordenó repetir el proceso, algo que ratificó el Tribunal Supremo. Pero las decisiones se demoraron tanto en el tiempo que en julio de este año Jacobo Piñeiro salió en libertad tras cumplir el plazo máximo de prisión provisional, cuatro años. Desde entonces, y hasta este jueves, el asesino de la calle Oporto ha tenido que presentarse a diario en el juzgado como medida cautelar para evitar su fuga.

Tras una vista oral que duró siete días, esta vez el tribunal fue contundente y de forma unánime, los nueve integrantes del nuevo jurado lo declararon culpable de dos delitos de asesinato y uno de incendio con agravantes. Los testimonios de las dos médicos forenses, que reconocieron los cuerpos en el lugar de los hechos y que practicaron las autopsias, fueron decisivos para que el tribunal no tuviese dudas de que Piñeiro no se defendía, sino que atacó de forma despiadada.

'Aumentó inhumanamente el dolor'
En su fallo, y así se recoge en la sentencia hecha pública ahora, se señala que el condenado mató a Isaac Pérez y Julio Anderson de 22 y 35 puñaladas, respectivamente, "aumentando deliberada e inhumanamente el dolor o sufrimiento de la víctima".

El polémico proceso judicial estuvo plagado de numerosos retrasos que aumentaron las quejas de familiares y asociaciones. El colectivo de gays y lesbianas formuló la pasada semana una queja ante la Oficina de Atención del Ciudadano, lo que provocó la apertura de un expediente informativo por parte del presidente de la Audiencia de Vigo para conocer el estado de la sentencia y responder a la reclamación.

El magistrado ponente empleó 20 días, trece días hábiles, en redactar una sentencia de 61 folios. La remota posibilidad de que el juicio se anulase de nuevo hizo que se pusiera especial cuidado, tanto en las preguntas al jurado como en la elaboración del fallo, para evitar que prosperase el recurso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.