El Homosexual en la frontera [Recurso electrónico] : reconfiguraciones de la masculinidad y la homosexualidad en la novela norteamericana durante la consolidación del Imperio (1942-45) / Óscar Escámez Jiménez ; Juan Antonio Suárez Sánchez (dir.).
Tesis Universidad de Murcia, Departamento de Filología Inglesa. Fecha defensa: 2010-10-04.
405 p.
/ ES / Tesis / RE / Open Access
/ Estados Unidos / Historia – Siglo XX / Homosexualidad y litertaura / Literatura / Masculinidad
TEXTO COMPLETO | Digitum · UMU
http://hdl.handle.net/10201/19760
TEXTO COMPLETO | TDR
http://hdl.handle.net/10803/10821
La homosexualidad masculina, durante la primera guerra fría, se articuló en la literatura norteamericana en torno a dos ejes: las asunciones heroicas de masculinidad (subordinadoras de masculinidades alternativas) y la frontera como sitio y mito. La masculinidad heroica, otrora hegemónica, y la homosexualidad de los personajes de ficción analizados se presentan unidas en una época donde el discurso médico, jurídico, publicitario y político quiso divorciarlas. Esa unión se produjo en uno de los sitios más masculinistas de la tradición norteamericana: la frontera, fuera real, simbólica o imaginaria. Estos personajes no consiguen alejarse de las posiciones patriarcales que los oprimen como homosexuales. Por tanto, esa masculinidad que tanto ansían abrazar queda lejos de ser garante de pleno desarrollo individual, excepto en la frontera categórica con la realidad. Estas ficciones, escritas en el umbral de la posmodernidad, suponen una apelación a los procesos desintegradores y liberalizadores de la misma.
El objetivo principal de esta tesis es demostrar que la homosexualidad masculina, en los años de la primera guerra fría, se articuló en la literatura norteamericana en torno a dos ejes: las asunciones heroicas de masculinidad, y la frontera como sitio y mito. En próximos apartados veremos con más detalle qué entendemos con esto que llamamos “masculinidad”, o mejor dicho “masculinidades”, ya que observaremos que el término es mucho más aplicable en su plural. Baste aquí dejar claro que, de los distintos tipos de masculinidades que se pueden clasificar, el que nuestros personajes reclaman es aquel que, en palabras de Enrique Gil Calvo, tiene una matriz heroica, y que por tanto desarrollan al máximo sus capacidades físicas como hombres, tanto en cantidad o extensión, como en calidad e intensidad, lo cual lo hacen midiéndose con los demás para tratar de superarles. Judith Halberstam ha dicho recientemente que “la masculinidad dominante parece ser una relación naturalizada entre la virilidad y el poder”, y que muchas de esas masculinidades dominantes, a las que ella llama también llama “heroicas” se basan fundamentalmente en la marginación de las masculinidades alternativas. Nuestra tarea será precisar las masculinidades alternativas homosexuales que pujan por hacerse visibles a través de espacios y comportamientos “heroicos”. De esta forma, demostraremos que este tipo de masculinidad heroica (en otro momento hegemónica) y la homosexualidad estuvieron fuertemente unidas aun en una época donde el discurso oficial (médico, jurídico, publicitario, político...) quiso divorciarlas radicalmente, y esa unión se produjo en uno de los sitios más masculinistas de la tradición norteamericana: la frontera, fuera ésta real, simbólica o imaginaria. De la misma forma, mostraremos que los personajes de las obras analizadas, desde su irrevocable apelación a la masculinidad, están lejos de conseguir cualquier libertad subjetiva en lo que a su sexualidad se refiere respecto a las posiciones patriarcales que los oprimen como homosexuales, y por tanto esa masculinidad que tanto ansían abrazar queda lejos de ser garante de pleno desarrollo individual. En el único ámbito donde se vislumbra un mínimo de libertad es en el terreno de la frontera categórica con la realidad, con lo que estas ficciones, escritas en el umbral de la posmodernidad, supondrían una apelación a los procesos desintegradores y a la misma vez liberalizadores de la misma.
Este estudio tiene un carácter histórico, por cuanto la reconfiguración homosexual de la masculinidad en la frontera se produce en los años en los que el Imperio Americano sentó sus bases, sobre todo en materia de política exterior, para quedar constituido como en años posteriores se dio a conocer al resto del mundo: como la nueva Roma dominadora en una era post-imperialista, pero en la que la idea de imperio continuó prevaleciendo, quizá más que nunca, si seguimos la tesis expuesta por Michael Hardt y Antonio Negri en su obra Empire. Por lo tanto, muchas de las percepciones acerca de la masculinidad norteamericana de estos años apelan a una manifiesta voluntad de dominación imperialista. Afirmar que la homosexualidad se reconfigura a través de una masculinidad en la frontera es también afirmar que la homosexualidad actúa, desde posiciones ora complacientes ora divergentes, dentro de dicha voluntad.
La representación homosexual de las cuatro novelas que examinaremos reivindicará unas formas de masculinidad heroico-tradicional con el fin de hacerse visible. No estamos hablando, por tanto, de una homosexualidad liberadora, libre de cualquier prejuicio de lógica binaria de género, sino de una homosexualidad que tiene que representarse con el tapiz de lo masculinamente respetable. Lo que sucederá será que, en este proceso de reconfiguración, la propia masculinidad será también cuestionada. Por supuesto, si tomamos la tesis foucaultiana de que donde hay poder hay resistencia y de que ésta nunca está en posición de exterioridad respecto del poder, hablar de radicalidad en estas novelas se torna, cuanto menos, en un asunto problemático. Tendríamos que determinar la irregularidad de ciertos nudos de resistencia en estas novelas, no solamente localizables en la oposición homosexual/ heterosexual y en relación a la oposición masculinino/ femenino, sino en otras conjunciones que hicieran referencia a otro tipo de resistencias patriarcales. El verdadero cuestionamiento al poder en estas novelas no radicará en la disfunción normativa de las conductas sexuales de los personajes, sino más bien en la manera en que estas conductas interactuarán con otros ejes de opresión como son la raza, el origen dentro de un contexto imperialista o, sobre todo, la clase social.
Nuestro estudio de género se enmarca en el giro que los estudios gays dan a partir de los años 90, y que se engloba en la etiqueta queer studies. Puesto que la homosexualidad no es necesariamente una otridad radical, ya que comparte muchas características con la masculinidad hegemónica, la efectividad de tal radicalismo en estas novelas está de entrada cuestionada, sin que ello sea óbice para discernir lo que hay de oposición y de conformismo en la imagen de la masculinidad que proponen nuestros personajes. Lo que no hace la homosexualidad en estas cuatro novelas es plantear una crítica global a las estructuras de opresión que operaban en la América de la primera Guerra Fría. Estudiosos como Leo Bersani han mostrado la limitación de la homosexualidad como herramienta para el radicalismo político, y todo ello a pesar de que según Robert Corber, autores como Gore Vidal o James Baldwin entendieron mejor (o supieron resolver mejor) que muchos productores y directores de cine negro las estructuras de opresión que gobernaban la América de posguerra. A pesar de ello, no debemos olvidar que el comportamiento de los personajes de estas novelas resultará altamente peligroso para el discurso heterosexual supremacista de la posguerra, ya que al no acogerse sus personajes a la mayor parte de las características femeninas que dicho discurso les imponía como homosexuales, se mezclan en su comportamiento con lo heterosexualmente establecido, de manera que la diferenciación entre lo heterosexual y lo homosexual se hace casi imposible a simple vista.
Otro objetivo de esta tesis será determinar, no sólo el tipo de masculinidades que tienen los protagonistas, sino también el tipo de relaciones que, como hombres, establecen con el resto de personajes. Habrá que decidir si son de alianza, dominio o subordinación con respecto al poder, relaciones que se construyen a través de prácticas que excluyen o incluyen, que intimidan o incluso explotan. En este sentido nos interesa ver la relación que se establece entre masculinidades ideales, hegemónicas, subordinadas y marginadas, así como las relaciones que se dan en términos de complicidad. R.W. Connell, quien enuncia este tipo de relaciones en su obra Masculinities, adopta el término de hegemonía del pensador italiano Antonio Gramsci. Tal y como Connell lo aplica al ámbito de las relaciones de género, “hegemonic masculinity can be defined as the configuration of gender practice which embodies the currently accepted answer to the problem of patriarchy, which guarantees (or is taken to guarantee) the dominant position of men and the subordination of women”. Tal como veremos, los protagonistas masculinos homosexuales de estas novelas apelarán de una forma u otra a prácticas que, como hombres, les garantizarán una posición de poder privilegiada, bien frente a otros hombres, bien frente a las mujeres que les rodean.
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