Mauricio Vicent | El País, 2011-08-13
Este 13 de agosto, día del octogésimo quinto cumpleaños de Fidel Castro, es una jornada rara en La Habana. La víspera, en el teatro Carlos Marx, unas 5.000 personas con invitación oficial esperaron la fecha con un espectáculo llamado 'Serenata de la Fidelidad', en el que participaron decenas de músicos de Cuba y América Latina con canciones e himnos revolucionarios, también con rumba y hip-hop, en homenaje al líder comunista. Castro, que lleva cinco años apartado del poder debido a una enfermedad, está volcado ahora en la recuperación de su principal aliado, el mandatario venezolano Hugo Chávez, recientemente intervenido de un cáncer en Cuba, donde se encuentra estos días recibiendo tratamiento de quimioterapia.
A la misma hora que se celebraba la 'Serenata de la Fidelidad' en el Carlos Marx, una parejita realizaba los últimos preparativos de su boda en La Habana. La novia, Wendy Irepa, según consta en su carné de identidad, se llamaba Alexis en julio de 2006, cuando Castro fue operado de urgencia debido a una hemorragia intestinal. En 2007 Alexis fue el primer cubano sometido a una cirugía gratuita de cambio de sexo tras la reanudación de este tipo de intervenciones por gestiones del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), que dirige la sobrina de Fidel, Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro. Otras 16 personas han cambiado ya su sexo desde entonces.
Wendy, que durante años trabajó en el CENESEX, se enamoró hace meses de Ignacio, un gay portador del virus VIH y además disidente, con quien decidió casarse este 13 de agosto en el Palacio de los Matrimonios de la barriada de La Víbora. Según los novios, la fecha elegida es su "regalo" a Fidel, que hace un año admitió su responsabilidad en la persecución que sufrieron los homosexuales en los años sesenta, cuando miles de personas fueron recluidas en campos de trabajo para ser "reeducadas".
Los matrimonios gay no están legalizados en Cuba, aunque un proyecto de ley que permitiría las uniones civiles de homosexuales y lesbianas está presentado desde hace tiempo ante el Parlamento por el CENESEX. Wendy sigue figurando como "varón" en la partida de nacimiento, pero legalmente puede casarse con Ignacio por ser reconocida como mujer, así que en realidad no se trata de una boda gay sino entre un hombre que se reconoce homosexual y una transexual que le gustan los hombres. Todo un lío, y para más morbo la madrina de la boda es la blogera Yoani Sánchez y a la ceremonia están invitadas representantes de las Damas de Blanco, diplomáticos norteamericanos y todo el que quiera asistir, una bomba en un país como Cuba. El ramo de flores tendrá la bandera del arcoíris y cuando se parta la tarta también Fidel Castro estará cumpliendo años.
Fuente
Serenata y 'boda gay' en el cumpleaños 85º de Fidel Castro
El expresidente se centra en la recuperación de Hugo Chávez mientras el país espera las prometidas apertura política
Mauricio Vicent | El País, 2011-08-13
La boda gay
Wendy se vio obligada a elegir entre su trabajo y el amor por Ignacio
Yoani Sánchez | El País, 2011-08-14
Desde hace casi un mes el recuerdo de Cusio ha retornado con fuerza. Lo veo en todas partes con sus ademanes llamativos y sus pantalones ceñidos, con su sonrisa perenne que le hacía superar cualquier ultraje. Comencé a evocarlo con intensidad cuando acepté la propuesta inusual, irreverente y sorpresiva de ser la madrina de la primera boda entre un transexual y un gay en Cuba. Mi abuela se pondría las manos en la cabeza si estuviera viva y me viera enrolada -como diría ella- en tal "desvergüenza". Los colegas de mi escuela primaria me tacharían de floja y confundida, mientras que aquellos pendencieros que conocí en mi barriada de Cayo Hueso afilarían los cuchillos.
Sin embargo, las reacciones de molestia no están sólo en esos rostros que emergen del pasado. Varios de mis libérrimos amigos de hoy me han dejado de hablar como protesta ante tal insolencia. Pero es que en Wendy e Ignacio -los novios que ahora tengo el placer de amadrinar- se refleja mucho del sufrimiento que conocí en Cusio, parte del tormento que él debió llevar. Ser testigo de la unión entre la muchacha que una vez tuvo nombre de varón y el joven seropositivo triturado tanto por la homofobia como por la intolerancia política, constituye mi personal forma de homenajear a aquel niño que me enseñó a respetar la diferencia.
Wendy nació en el cuerpo equivocado. Ignacio cayó en prisión muy joven por repartir proclamas con la declaración de los derechos humanos. Se conocieron en febrero pasado, cuando ella ya había logrado hacerse una cirugía de adecuación genital y él llevaba años lidiando con el VIH. Se miraron y un segundo después ya ambos sabían que estaban irremediablemente atraídos por el agujero negro del amor. Ella trabajaba en el Centro de Estudios de la Sexualidad (Cenesex) que dirige Mariela Castro y él publicaba sus crónicas en uno de esos sitios digitales que el Gobierno tacha como "enemigos de la revolución". Los obstáculos en el camino de su relación no terminaban ahí, apenas si comenzaban.
Cuando la hija de Raúl Castro supo que su protegida se encontraba con un gay disidente, la empujó a decidir entre seguir laborando en aquella institución oficial o continuar la relación con Ignacio. Una mañana, la Seguridad del Estado se llevó el ordenador que Wendy tenía en su oficina para buscar cualquier información "clasificada" que le hubiera enviado a su amante. Le dijeron que ya no era una persona confiable y sólo podrían ofrecerle una plaza para limpiar el piso. Se fue dando un portazo, con su melena lacia brillando bajo el apabullante sol del desempleo. Él la recibió con un beso y fijaron la fecha de la boda.
Antes de salir del Cenesex, Wendy Iriepa había logrado aquella cirugía que sintonizaba su mente con su cuerpo. También alcanzó el sueño dorado de muchos transexuales cubanos, la posibilidad de tener un documento de identidad con nombre femenino. Para cuando fueron juntos al notario, éste les emitió una cita matrimonial sin percatarse que en la inscripción de nacimiento de ella decía "sexo: masculino". Dieron la primera firma el 28 de julio y ayer sábado rubricaron la segunda. Se colaron por un intersticio que había dejado la legalidad, en un país donde aún no está permitido el matrimonio gay. Pero impedirles validar ante la ley su relación hubiera significado desmentir a la mismísima Mariela Castro, que mandó a emitir aquel carnet de mujer para Wendy. Aunque la Asamblea Nacional aún no ha aprobado -ni siquiera discutido- la legalización de la uniones entre personas de un mismo género, Ignacio y Wendy lograron írsele por delante a la burocracia.
A mí sólo me correspondió acompañarlos en su decisión, verlos crecerse ante cada nuevo obstáculo, ser testigo de cómo se sonreían felices de saberse ya un matrimonio. Pero el principal sacrificio lo han puesto ellos, que han superado la burla de muchos, la presión de la policía política, que sintió la boda como una provocación; la molestia de Mariela Castro, quien no asistió al Palacio de Matrimonios mostrando con su ausencia que desaprobaba la unión. Pudimos festejar gracias también a la fuerza del afecto que los llevó a desoír los chistes contra homosexuales, las ofensas, el testosterónico discurso oficial y las agresivas alusiones de esos camorristas que tiene todo barrio.
En medio de la ceremonia me pareció ver un rostro conocido. Salí a la amplia escalera del Palacio, pero no pude encontrarlo. No sé, quizás fue sólo la combinación del calor, de la emoción y de un breve trago de ron que me tomé antes de comenzar todo. Pero hubiera jurado que era Cusio. Sonriente y gesticulando, con sus pantalones de siempre... ajustados hasta el escándalo.
Fuente
La boda gay
Wendy se vio obligada a elegir entre su trabajo y el amor por Ignacio
Yoani Sánchez | El País, 2011-08-14
Documentación
Un homosexual se casa con una transexual en Cuba
Reuters, 2011-08-14
Dos gays se casan por vez primera en Cuba y dedican la boda a Fidel Castro en su 85 cumpleaños
Milagros L. de Guereño | El Diario Vasco, 2011-08-14
La hija de Raúl Castro felicita al transexual que se casará con un gay crítico con el régimen cubano
Iriepa, de 37 años, e Ignacio Estrada, un homosexual seropositivo de 31 años que es miembro del grupo independiente Observatorio LGBT, se conocieron en mayo y decidieron casarse el 13 de agosto, con tal de hacer coincidir sus nupcias con el 85 cumpleaños del expresidente Fidel Castro.
La Vanguardia, 2011-08-13
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