Imagen: El Comercio / Adriana Lastra |
«Lo normal era que la derecha asturiana acabara unida y ahora sólo falta Nacho Prendes, para que haga todo el recorrido».
Ana Moriyón | El Comercio, 2015-12-12
http://www.elcomercio.es/elecciones/generales/201512/12/legalizar-prostitucion-imagina-inem-20151212004555-v.html
Adriana Lastra (Ribadesella, 1979) es consciente de que la más que previsible fragmentación del Congreso obligará a las formaciones a buscar acuerdos constantemente durante la próxima legislatura y el PSOE está dispuesto a participar en este juego. Sin embargo, advierte, nunca sobrepasará sus líneas rojas. La legalización de la prostitución, planteada por Podemos y Ciudadanos, o el referéndum en Cataluña, que también propone Pablo Iglesias, son algunas de ellas.
Algunas encuestas les sitúan como tercera fuerza política. ¿Cómo digiere eso un partido con una trayectoria como la del PSOE?
Con mucha tranquilidad. La derecha mediática lleva 136 años intentando liquidar a este partido y no lo ha conseguido, tampoco ahora. En ningún caso seremos la tercera fuerza política porque en el PSOE estamos peleando por ser la primera y, además, estoy convencida de que va a ser así. Las encuestas desde hace años no reflejan la verdad.
Pero ninguna sitúa al PSOE como ganador. ¿Han reflexionado sobre el motivo?
No. Lo único que hacen es animarnos a querer salir mucho más a explicar nuestro proyecto. El desánimo no tiene cabida en este partido.
Lo que parece evidente es que Podemos y Ciudadanos buscan arañar votos en su mismo espectro político. ¿Cuál de los dos cree que les puede hacer más daño electoral?
Espero que ninguno. Es evidente que hay gente que hace cuatro años votó al PP o al PSOE y que ahora votará a otras opciones. Pero eso es el juego de la democracia, no pasa nada. Tampoco hasta ahora era obligatorio votar al PP o al PSOE, por eso me hace gracia cuando hablan del final del bipartidismo, como si hasta ahora en este país hubiera sido obligatorio votar a una de estas dos fuerzas. Lo que está ocurriendo ahora es la respuesta al hecho de que los partidos más tradicionales no supimos enfrentarnos en un momento dado a la crisis institucional que generó la crisis económica.
¿Ahora sí?
El PSOE aprendió. Celebró un Congreso, renovó su estructura, su discurso y se modernizó. Hay muchísima gente joven ocupando puestos de responsabilidad en los ayuntamientos, en los parlamentos y en la organización en su conjunto. Es muy fácil perder la confianza de la gente y es muy difícil recuperarla, pero nosotros estamos en ese camino. Estoy convencida de que volveremos a ver mayorías absolutas en el PSOE.
Parece complicado que sea el próximo día 20. ¿Con cuál de los dos partidos emergentes podría el PSOE encontrar más afinidad de cara a posibles acuerdos?
Es una realidad que en la próxima legislatura se necesitarán acuerdos, no necesariamente de gobierno, también pueden ser puntuales. Pero no se trata de con quién pactas, sino para qué pactas. Nosotros vamos a pactar con quien quiera un gran acuerdo por la educación, quien defienda la educación pública y laica, quien apoye una reforma constitucional, quien crea en el estado social, en la igualdad y en la lucha contra la violencia de género. Esas son nuestras líneas rojas.
¿Cumplen alguno de los partidos emergentes todas esas líneas rojas?
Es evidente que no. Con Ciudadanos nos estamos quedando sorprendidos por su propuesta de modificar la ley relacionada con la violencia de género. Aunque en realidad, en cuestiones de igualdad, Ciudadanos y Podemos tienen más cosas en común entre ellos que con nosotros. Ambos pretenden legalizar la prostitución y eso el PSOE tampoco lo aceptará nunca. ¿Se imagina que una persona se quede en el paro y en el Inem le ofrezcan un trabajo de puta o, peor aún, que le retiren la prestación por desempleo si no lo acepta?.
La reforma de la Constitución es otro de sus compromisos. Sin embargo, algunos partidos quieren dar un paso más y proponen incluso un referéndum en Cataluña.
Hay temas en los que no se puede ser equidistante y uno de ellos es el problema secesionista. O se está con la ley o con los que intentan vulnerarla. En el PSOE defendemos una reforma de la Constitución porque es nuestra obligación modernizarla para delimitar competencias entre las administraciones, blindar como derechos fundamentales los servicios básicos y garantizar la igualdad. Lo que no vamos a hacer es aceptar un referéndum en Cataluña, ni intentar acabar con la Constitución iniciando un proceso constituyente.
PP y Foro, conscientes de la fragmentación del futuro Parlamento, se han presentado a las elecciones en coalición. ¿Qué opina?
Que corrompen hasta la palabra. Se presentan juntos a unas elecciones cuando, hasta hace dos días, se estaban insultado hasta el punto de que Foro ha dicho en numerosas ocasiones que el PP es enemigo de Asturias y que la decadencia de nuestra región es responsabilidad de los populares. Algo, por otra parte, que yo respaldo totalmente.
Y como estrategia electoral. ¿Qué le parece?
PP-Foro firmaron un acuerdo empresarial que ha dado paso a una coalición política y que se enmarca en un pacto de silencio.
Explíquese.
Cascos fue secretario general de un partido que se financió ilegalmente durante más de 20 años y ahora, cuando se está investigando la Gurtel, el PP rompe a martillazos ordenadores y en Asturias salta el caso Aquagest, firma el pacto del silencio. ¿En qué consiste? Cascos y el PP han acordado que de todos estos temas no van a hablar y que a partir de ahora se van a llevar bien. Lo primero, firman un acuerdo empresarial para buscarle una salida profesional a Cascos y, luego, alcanzan ese acuerdo político.
PP y Foro coinciden en que las críticas del resto de los partidos a su coalición se deben a que ahora se les ve más fuertes. ¿Es así?
Lo normal era que la derecha asturiana acabara unida y ahora sólo falta Nacho Prendes, para que haga todo el recorrido. Pero no les veo más fuertes ni menos, ni me dan más ni menos miedo.
Presumen de ser los únicos que presentan un programa específico para Asturias.
Nada de lo que diga el PP y Cascos es creíble. Rajoy ya se presentó a las pasadas elecciones diciendo que eran los valedores de las comarcas mineras y lo que hicieron fue el mayor daño que se le puede hacer a un sector, al que se le está abocando al cierre. Pero no solo eso. Todas las políticas llevadas a cabo por el PP que tenían repercusión en Asturias, como las que afectan al sector siderúrgico, al medio rural, la pesca o a la inversión pública, siempre han sido negativas para nuestra región. Jamás nos han beneficiado. Y no lo digo yo, hace cuatro días lo decía también Foro.
Ahora PP-Foro presentan un programa en el que se asumen prácticamente todas las reivindicaciones del partido de Álvarez-Cascos, que fue azote del PP durante cuatro años. ¿Cambia eso las cosas?
(risas) Foro no tienen ningún poder real. Fue un mero instrumento que utilizó Álvarez-Cascos para mantenerse en el poder.
Pedro Sánchez prometió aprobar en su primer consejo de gobierno medidas de apoyo a la industria. ¿Qué otros compromisos tiene con esta región?
Somos el único partido en cuyo programa, y no sólo de boca, recogemos propuestas para el futuro de la minería. Nosotros creemos que el carbón tiene futuro, que es importante para el mix energético y que hay que luchar en Europa para que perviva la minería más allá de 2018 porque es una garantía de suministro. También llevamos en nuestro programa una tarifa especial para grandes consumidores, que es fundamental para nuestra industria, y el compromiso para que en la próxima revisión de la PAC se realice un apoyo específico a las pequeñas explotaciones familiares.
¿Y en materia de infraestructuras?
La llegada del AVE, el túnel del Fitu, la autovía del suroccidente...
IU aboga por un frente común para defender los intereses de Asturias. ¿Se apunta?
A mí no me hace falta un grupo interparlamentario para defender los intereses de Asturias porque yo siempre los voy a defender, y para eso tengo mi propio grupo parlamentario.
El PP continúa con su batería de promesas en materia fiscal, aunque ustedes no se las crean.
No se las cree nadie. Rajoy ganó las últimas elecciones generales mintiendo, diciendo que iba a bajar impuestos y subió 50, lo que supuso un coste de 23.000 millones de euros a la clase trabajadora. Es imposible bajar los impuestos cuando hay que cumplir con un déficit y la UE te está exigiendo que recortes 10.000 millones más.
Algunas encuestas les sitúan como tercera fuerza política. ¿Cómo digiere eso un partido con una trayectoria como la del PSOE?
Con mucha tranquilidad. La derecha mediática lleva 136 años intentando liquidar a este partido y no lo ha conseguido, tampoco ahora. En ningún caso seremos la tercera fuerza política porque en el PSOE estamos peleando por ser la primera y, además, estoy convencida de que va a ser así. Las encuestas desde hace años no reflejan la verdad.
Pero ninguna sitúa al PSOE como ganador. ¿Han reflexionado sobre el motivo?
No. Lo único que hacen es animarnos a querer salir mucho más a explicar nuestro proyecto. El desánimo no tiene cabida en este partido.
Lo que parece evidente es que Podemos y Ciudadanos buscan arañar votos en su mismo espectro político. ¿Cuál de los dos cree que les puede hacer más daño electoral?
Espero que ninguno. Es evidente que hay gente que hace cuatro años votó al PP o al PSOE y que ahora votará a otras opciones. Pero eso es el juego de la democracia, no pasa nada. Tampoco hasta ahora era obligatorio votar al PP o al PSOE, por eso me hace gracia cuando hablan del final del bipartidismo, como si hasta ahora en este país hubiera sido obligatorio votar a una de estas dos fuerzas. Lo que está ocurriendo ahora es la respuesta al hecho de que los partidos más tradicionales no supimos enfrentarnos en un momento dado a la crisis institucional que generó la crisis económica.
¿Ahora sí?
El PSOE aprendió. Celebró un Congreso, renovó su estructura, su discurso y se modernizó. Hay muchísima gente joven ocupando puestos de responsabilidad en los ayuntamientos, en los parlamentos y en la organización en su conjunto. Es muy fácil perder la confianza de la gente y es muy difícil recuperarla, pero nosotros estamos en ese camino. Estoy convencida de que volveremos a ver mayorías absolutas en el PSOE.
Parece complicado que sea el próximo día 20. ¿Con cuál de los dos partidos emergentes podría el PSOE encontrar más afinidad de cara a posibles acuerdos?
Es una realidad que en la próxima legislatura se necesitarán acuerdos, no necesariamente de gobierno, también pueden ser puntuales. Pero no se trata de con quién pactas, sino para qué pactas. Nosotros vamos a pactar con quien quiera un gran acuerdo por la educación, quien defienda la educación pública y laica, quien apoye una reforma constitucional, quien crea en el estado social, en la igualdad y en la lucha contra la violencia de género. Esas son nuestras líneas rojas.
¿Cumplen alguno de los partidos emergentes todas esas líneas rojas?
Es evidente que no. Con Ciudadanos nos estamos quedando sorprendidos por su propuesta de modificar la ley relacionada con la violencia de género. Aunque en realidad, en cuestiones de igualdad, Ciudadanos y Podemos tienen más cosas en común entre ellos que con nosotros. Ambos pretenden legalizar la prostitución y eso el PSOE tampoco lo aceptará nunca. ¿Se imagina que una persona se quede en el paro y en el Inem le ofrezcan un trabajo de puta o, peor aún, que le retiren la prestación por desempleo si no lo acepta?.
La reforma de la Constitución es otro de sus compromisos. Sin embargo, algunos partidos quieren dar un paso más y proponen incluso un referéndum en Cataluña.
Hay temas en los que no se puede ser equidistante y uno de ellos es el problema secesionista. O se está con la ley o con los que intentan vulnerarla. En el PSOE defendemos una reforma de la Constitución porque es nuestra obligación modernizarla para delimitar competencias entre las administraciones, blindar como derechos fundamentales los servicios básicos y garantizar la igualdad. Lo que no vamos a hacer es aceptar un referéndum en Cataluña, ni intentar acabar con la Constitución iniciando un proceso constituyente.
PP y Foro, conscientes de la fragmentación del futuro Parlamento, se han presentado a las elecciones en coalición. ¿Qué opina?
Que corrompen hasta la palabra. Se presentan juntos a unas elecciones cuando, hasta hace dos días, se estaban insultado hasta el punto de que Foro ha dicho en numerosas ocasiones que el PP es enemigo de Asturias y que la decadencia de nuestra región es responsabilidad de los populares. Algo, por otra parte, que yo respaldo totalmente.
Y como estrategia electoral. ¿Qué le parece?
PP-Foro firmaron un acuerdo empresarial que ha dado paso a una coalición política y que se enmarca en un pacto de silencio.
Explíquese.
Cascos fue secretario general de un partido que se financió ilegalmente durante más de 20 años y ahora, cuando se está investigando la Gurtel, el PP rompe a martillazos ordenadores y en Asturias salta el caso Aquagest, firma el pacto del silencio. ¿En qué consiste? Cascos y el PP han acordado que de todos estos temas no van a hablar y que a partir de ahora se van a llevar bien. Lo primero, firman un acuerdo empresarial para buscarle una salida profesional a Cascos y, luego, alcanzan ese acuerdo político.
PP y Foro coinciden en que las críticas del resto de los partidos a su coalición se deben a que ahora se les ve más fuertes. ¿Es así?
Lo normal era que la derecha asturiana acabara unida y ahora sólo falta Nacho Prendes, para que haga todo el recorrido. Pero no les veo más fuertes ni menos, ni me dan más ni menos miedo.
Presumen de ser los únicos que presentan un programa específico para Asturias.
Nada de lo que diga el PP y Cascos es creíble. Rajoy ya se presentó a las pasadas elecciones diciendo que eran los valedores de las comarcas mineras y lo que hicieron fue el mayor daño que se le puede hacer a un sector, al que se le está abocando al cierre. Pero no solo eso. Todas las políticas llevadas a cabo por el PP que tenían repercusión en Asturias, como las que afectan al sector siderúrgico, al medio rural, la pesca o a la inversión pública, siempre han sido negativas para nuestra región. Jamás nos han beneficiado. Y no lo digo yo, hace cuatro días lo decía también Foro.
Ahora PP-Foro presentan un programa en el que se asumen prácticamente todas las reivindicaciones del partido de Álvarez-Cascos, que fue azote del PP durante cuatro años. ¿Cambia eso las cosas?
(risas) Foro no tienen ningún poder real. Fue un mero instrumento que utilizó Álvarez-Cascos para mantenerse en el poder.
Pedro Sánchez prometió aprobar en su primer consejo de gobierno medidas de apoyo a la industria. ¿Qué otros compromisos tiene con esta región?
Somos el único partido en cuyo programa, y no sólo de boca, recogemos propuestas para el futuro de la minería. Nosotros creemos que el carbón tiene futuro, que es importante para el mix energético y que hay que luchar en Europa para que perviva la minería más allá de 2018 porque es una garantía de suministro. También llevamos en nuestro programa una tarifa especial para grandes consumidores, que es fundamental para nuestra industria, y el compromiso para que en la próxima revisión de la PAC se realice un apoyo específico a las pequeñas explotaciones familiares.
¿Y en materia de infraestructuras?
La llegada del AVE, el túnel del Fitu, la autovía del suroccidente...
IU aboga por un frente común para defender los intereses de Asturias. ¿Se apunta?
A mí no me hace falta un grupo interparlamentario para defender los intereses de Asturias porque yo siempre los voy a defender, y para eso tengo mi propio grupo parlamentario.
El PP continúa con su batería de promesas en materia fiscal, aunque ustedes no se las crean.
No se las cree nadie. Rajoy ganó las últimas elecciones generales mintiendo, diciendo que iba a bajar impuestos y subió 50, lo que supuso un coste de 23.000 millones de euros a la clase trabajadora. Es imposible bajar los impuestos cuando hay que cumplir con un déficit y la UE te está exigiendo que recortes 10.000 millones más.
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