El Mundo / Tom Daley haciendo punto en los Juegos // |
Los Gay Games de Hong Kong.
Después de los Juegos más diversos e integradores de la historia, vienen los Gay Games de Hong Kong en 2022. Se llevan celebrando desde 1982, cuando el atleta estadounidense Tom Waddell logró que San Francisco acogiera esta fiesta en la que participan más de 10.000 atletas, tanto profesionales como amateurs.
Lucas de la Cal | El Mundo, 2021-08-07
https://www.elmundo.es/deportes/juegos-olimpicos/2021/08/07/610e0d95e4d4d8f4038b4614.html
Steven apura las últimas caladas de su cigarrillo y suelta que ya tiene ganas que lleguen las próximas Olimpiadas.
-¿Irás a Paris 2024?
-Antes están los Juegos de Invierno de Pekín. Pero sobre todo me gustaría ir a los Gay Games de Hong Kong.
-¿Gay Games?
-En noviembre de 2022. Es la primera vez que se celebran en Asia y mi marido quiere competir en carrera de botes y en dodgeball.
-¿Dodgeball?
-Consiste en ir eliminando rivales golpeándoles con una pelota.
-¡Ah! Balón prisionero lo llamamos en España.
-Ya hay campeonatos mundiales y es el deporte estrella en los Gay Games.
Steven es un periodista canadiense que está en Tokio cubriendo sus terceros Juegos Olímpicos. Explica que los Gay Games se llevan celebrando cada cuatro años desde 1982, cuando el atleta estadounidense Tom Waddell logró que San Francisco acogiera esta fiesta en la que participan más de 10.000 atletas, tanto profesionales como amateurs.
Aunque aún está por ver si finalmente se pueden celebrar el año que viene en Hong Kong. El que fuera un raro avis de libertades dentro de un régimen autoritario, se está pareciendo cada vez más a cualquier otra provincia de China.
Pekín ha tomado el control de su hijo díscolo y algunos de los legisladores que lograron que la ex colonia británica fuera elegida para los Gay Games, ahora están en prisión por culpa de una ley de seguridad nacional que persigue las proclamas a favor de la democracia.
Volvamos a Tokio. Están siendo los Juegos más diversos e integradores de la historia.
"Guía para la cobertura de periodistas sobre atletas LGBTQ en los Juegos Olímpicos". En todas las mesas de la tribuna de prensa del Foro Internacional de Tokio, donde se celebraba la competición de halterofilia, un trabajador del Comité Olímpico Internacional (COI) fue dejando una tarjeta azul con un código QR que incluía la guía.
Las últimas páginas desglosaban un listado de personas LGBTQ que participaban en los Juegos. "Un número récord de atletas, al menos 142 este año", rezaba un prólogo. Aquel día en el Foro, la tarjeta se repartió porque debutaba la primera atleta olímpica transgénero: la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard.
La guía pretendía ser una ayuda a los periodistas que estaban cubriendo el evento: "Utilice siempre el nombre elegido por una persona transgénero. Muchas no pueden obtener un cambio de nombre legal en un tribunal. Es inapropiado hacer preguntas a una persona transgénero sobre sus genitales u otras cirugías que puede que no haya tenido. No caracterice ser transgénero como un trastorno mental".
Nunca había habido tantos atletas LGBTQ públicamente en unos Juegos Olímpicos. Según un informe de Outsports, en Londres 2012 tan solo había 23 deportistas reconocidos y 56 en Río 2016. "El aumento masivo en estos Juegos refleja la creciente aceptación de las personas LGBTQ en el deporte y la sociedad", dice Outsport, que eleva la cifra a 163 atletas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero, queer y no binarios en Tokio 2020.
"Me siento increíblemente orgulloso de decir que soy un hombre gay y también un campeón olímpico", dijo Tom Daley, el saltador de trampolín británico que ha sido una de las estrellas de estos Juegos. "Cuando era más joven pensé que nunca lograría nada por ser quien era. Ser campeón olímpico ahora solo demuestra que puedes lograr cualquier cosa", sentenció.
Justo antes del comienzo de los Juegos, el nadador estadounidense Markus Thormeyer confesó que era homosexual. "Ocultar mi sexualidad se convirtió en una gran distracción para mi entrenamiento. Tener que lidiar con eso fue horrible. Cada día parecía una amenaza y no una oportunidad", contó. "Espero que al competir en estos Juegos pueda mostrarle a la comunidad LGBTQ que pertenecemos y que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos".
El atleta estadounidense Raven Saunders hizo una reivindicación más visual tras ganar la plata en lanzamiento de peso. De pie en el podio, levantó los brazos por encima de la cabeza para formar una X con las muñecas. Luego lo explicó: "Es la intersección donde se encuentran todas las personas oprimidas".
-¿Irás a Paris 2024?
-Antes están los Juegos de Invierno de Pekín. Pero sobre todo me gustaría ir a los Gay Games de Hong Kong.
-¿Gay Games?
-En noviembre de 2022. Es la primera vez que se celebran en Asia y mi marido quiere competir en carrera de botes y en dodgeball.
-¿Dodgeball?
-Consiste en ir eliminando rivales golpeándoles con una pelota.
-¡Ah! Balón prisionero lo llamamos en España.
-Ya hay campeonatos mundiales y es el deporte estrella en los Gay Games.
Steven es un periodista canadiense que está en Tokio cubriendo sus terceros Juegos Olímpicos. Explica que los Gay Games se llevan celebrando cada cuatro años desde 1982, cuando el atleta estadounidense Tom Waddell logró que San Francisco acogiera esta fiesta en la que participan más de 10.000 atletas, tanto profesionales como amateurs.
Aunque aún está por ver si finalmente se pueden celebrar el año que viene en Hong Kong. El que fuera un raro avis de libertades dentro de un régimen autoritario, se está pareciendo cada vez más a cualquier otra provincia de China.
Pekín ha tomado el control de su hijo díscolo y algunos de los legisladores que lograron que la ex colonia británica fuera elegida para los Gay Games, ahora están en prisión por culpa de una ley de seguridad nacional que persigue las proclamas a favor de la democracia.
Volvamos a Tokio. Están siendo los Juegos más diversos e integradores de la historia.
"Guía para la cobertura de periodistas sobre atletas LGBTQ en los Juegos Olímpicos". En todas las mesas de la tribuna de prensa del Foro Internacional de Tokio, donde se celebraba la competición de halterofilia, un trabajador del Comité Olímpico Internacional (COI) fue dejando una tarjeta azul con un código QR que incluía la guía.
Las últimas páginas desglosaban un listado de personas LGBTQ que participaban en los Juegos. "Un número récord de atletas, al menos 142 este año", rezaba un prólogo. Aquel día en el Foro, la tarjeta se repartió porque debutaba la primera atleta olímpica transgénero: la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard.
La guía pretendía ser una ayuda a los periodistas que estaban cubriendo el evento: "Utilice siempre el nombre elegido por una persona transgénero. Muchas no pueden obtener un cambio de nombre legal en un tribunal. Es inapropiado hacer preguntas a una persona transgénero sobre sus genitales u otras cirugías que puede que no haya tenido. No caracterice ser transgénero como un trastorno mental".
Nunca había habido tantos atletas LGBTQ públicamente en unos Juegos Olímpicos. Según un informe de Outsports, en Londres 2012 tan solo había 23 deportistas reconocidos y 56 en Río 2016. "El aumento masivo en estos Juegos refleja la creciente aceptación de las personas LGBTQ en el deporte y la sociedad", dice Outsport, que eleva la cifra a 163 atletas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero, queer y no binarios en Tokio 2020.
"Me siento increíblemente orgulloso de decir que soy un hombre gay y también un campeón olímpico", dijo Tom Daley, el saltador de trampolín británico que ha sido una de las estrellas de estos Juegos. "Cuando era más joven pensé que nunca lograría nada por ser quien era. Ser campeón olímpico ahora solo demuestra que puedes lograr cualquier cosa", sentenció.
Justo antes del comienzo de los Juegos, el nadador estadounidense Markus Thormeyer confesó que era homosexual. "Ocultar mi sexualidad se convirtió en una gran distracción para mi entrenamiento. Tener que lidiar con eso fue horrible. Cada día parecía una amenaza y no una oportunidad", contó. "Espero que al competir en estos Juegos pueda mostrarle a la comunidad LGBTQ que pertenecemos y que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos".
El atleta estadounidense Raven Saunders hizo una reivindicación más visual tras ganar la plata en lanzamiento de peso. De pie en el podio, levantó los brazos por encima de la cabeza para formar una X con las muñecas. Luego lo explicó: "Es la intersección donde se encuentran todas las personas oprimidas".
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