El Periódico de Extremadura / Repintando el arcoíris en Cáceres // |
«No vamos a tolerar en nuestra ciudad estos mensajes de odio»
El paseo de la Diversidad de Cáceres recupera su imagen, con los colores de las banderas LGTBI, tras los graffitis del lunes. El ayuntamiento y los colectivos LGTBI renuevan los bancos dañados por las pintadas con las letras ‘Vox’. El alcalde recrimina que las agresiones son el reflejo de un discurso que «está abanderando» un partido.
Lola Luceño Barrantes | El Periódico de Extremadura, 2021-08-19
https://www.elperiodicoextremadura.com/caceres-local/2021/08/19/tolerar-ciudad-mensajes-odio-56332038.html
Brochas, rodillos, cubetas, plásticos, guantes, pintura lila, azul, verde, amarilla, roja... En el Paseo de la Diversidad de Cáceres, el trajín era ayer considerable entre los integrantes de colectivos LGTBI, políticos, cámaras, fotógrafos e incluso agentes de policía que permanecía en la zona para evitar cualquier tipo de incidencia, que no se produjo. «Seguiremos pintando en color lo que algunos pretenden pintar en blanco y negro», explicó Silvia Tostado Calvo, presidenta de Fundación Triángulo Extremadura. Esta agrupación, junto con los miembros de Extremadura Entiende y los responsables municipales, repintaron ayer los bancos de la zona que amanecieron el pasado lunes dañados por graffitis con las letras ‘Vox’.
El propio alcalde, Luis Salaya, y el concejal de Igualdad LGTBI, David Holguín, se sumaron ayer a estos trabajos en el Paseo de la Diversidad, inaugurado a finales de junio. Se trata de una franja peatonal que discurre entre la avenida de Hernán Cortés y el Parque del Príncipe, donde los colectivos LGTBI, con motivo del Día del Orgullo, pintaron una veintena de bancos deteriorados con los colores de sus banderas, que representan la defensa de sus derechos. «Hemos venido para dar un mensaje de apoyo claro, para demostrar que el Ayuntamiento de Cáceres no será neutral frente a las agresiones contra los derechos de las personas», dijo Salaya.
El alcalde no ocultó su malestar por algunas reacciones en las redes sociales, que durante estos días han justificado o quitado relevancia al asunto. «Esas respuestas son todavía más preocupantes en muchos casos que las propias pintadas», subrayó. A su juicio, tales comentarios proceden de «los mismos que se quejan porque hay bancos sin pintar, porque realizamos actos con el fútbol femenino... Son los mismos que todo lo que les parece negativo lo intentan posicionar como no importante». Frente a ello, Salaya quiso dejar claro que lo ocurrido con los bancos «es una agresión, y no vamos a tolerar en una ciudad como la nuestra estos mensajes de odio». Porque, insistió el alcalde, «Cáceres es abierta y tolerante».
«Ahora tienen portavoces»
Sobre la posible autoría de las pintadas, aún no se conoce, pero según Salaya «es lo de menos, porque en cualquier caso suponen el reflejo de un discurso que están abanderando algunos partidos políticos, fundamentalmente uno en nuestro país, que se traduce en que se empoderan quienes tienen odio». El alcalde afirma que esas personas «permanecía hace años en sus casas rabiando, escondidas por vergüenza, y ahora se atreven a mostrarlo. Ahora tiene portavoces y representantes políticos».
Finalmente, recordó que también se trata de un ataque contra el patrimonio, en una zona «que estos colectivos habían puesto más colorida, mucho más agradable». Por eso, agregó, «hoy más que nunca toma sentido recuperar el Paseo de la Diversidad, ahora se ha convertido en un símbolo LGTBI, un colectivo víctima de numerosas agresiones».
También las representantes de los colectivos LGTBI dejaron su mensaje. «Vamos a responder siempre al discurso del odio con lo que mejor sabemos hacer, con activismo», declaró la presidenta de Fundación Triángulo Extremadura, convencida de que lo ocurrido «entra dentro de ciertas dinámicas que se están instalando en la sociedad, y como última consecuencia tienen el incremento de los delitos de odio, en algunos casos con consecuencias fatales».
Por su parte, Sara Ramos, vicepresidenta de Extremadura Entiende, hizo hincapié en la importancia de visibilizar las agresiones, pero también el acto de ayer. «Nuestra respuesta es importante para que entre todos hagamos entender que no nos vamos a quedar parados, que ya está bien», dijo la activista, destacando la necesidad de «buscar fundamentalmente un compromiso de toda la ciudadanía».
También el concejal David Holguín manifestó que las pintadas han supuesto «una agresión al colectivo», por parte de «reductos que existen en todas las ciudades, envalentonados por un discurso de odio que se ha instalado en las administraciones por parte de un partido, y que tenemos que combatir todos los que nos consideremos demócratas, de la izquierda al centroderecha».
Holguín quiso destacar la tolerancia de Cáceres, «que se ha demostrado en todos los actos del Orgullo», y matizó la importancia simbólica de recuperar los bancos «en defensa de este colectivo».
El propio alcalde, Luis Salaya, y el concejal de Igualdad LGTBI, David Holguín, se sumaron ayer a estos trabajos en el Paseo de la Diversidad, inaugurado a finales de junio. Se trata de una franja peatonal que discurre entre la avenida de Hernán Cortés y el Parque del Príncipe, donde los colectivos LGTBI, con motivo del Día del Orgullo, pintaron una veintena de bancos deteriorados con los colores de sus banderas, que representan la defensa de sus derechos. «Hemos venido para dar un mensaje de apoyo claro, para demostrar que el Ayuntamiento de Cáceres no será neutral frente a las agresiones contra los derechos de las personas», dijo Salaya.
El alcalde no ocultó su malestar por algunas reacciones en las redes sociales, que durante estos días han justificado o quitado relevancia al asunto. «Esas respuestas son todavía más preocupantes en muchos casos que las propias pintadas», subrayó. A su juicio, tales comentarios proceden de «los mismos que se quejan porque hay bancos sin pintar, porque realizamos actos con el fútbol femenino... Son los mismos que todo lo que les parece negativo lo intentan posicionar como no importante». Frente a ello, Salaya quiso dejar claro que lo ocurrido con los bancos «es una agresión, y no vamos a tolerar en una ciudad como la nuestra estos mensajes de odio». Porque, insistió el alcalde, «Cáceres es abierta y tolerante».
«Ahora tienen portavoces»
Sobre la posible autoría de las pintadas, aún no se conoce, pero según Salaya «es lo de menos, porque en cualquier caso suponen el reflejo de un discurso que están abanderando algunos partidos políticos, fundamentalmente uno en nuestro país, que se traduce en que se empoderan quienes tienen odio». El alcalde afirma que esas personas «permanecía hace años en sus casas rabiando, escondidas por vergüenza, y ahora se atreven a mostrarlo. Ahora tiene portavoces y representantes políticos».
Finalmente, recordó que también se trata de un ataque contra el patrimonio, en una zona «que estos colectivos habían puesto más colorida, mucho más agradable». Por eso, agregó, «hoy más que nunca toma sentido recuperar el Paseo de la Diversidad, ahora se ha convertido en un símbolo LGTBI, un colectivo víctima de numerosas agresiones».
También las representantes de los colectivos LGTBI dejaron su mensaje. «Vamos a responder siempre al discurso del odio con lo que mejor sabemos hacer, con activismo», declaró la presidenta de Fundación Triángulo Extremadura, convencida de que lo ocurrido «entra dentro de ciertas dinámicas que se están instalando en la sociedad, y como última consecuencia tienen el incremento de los delitos de odio, en algunos casos con consecuencias fatales».
Por su parte, Sara Ramos, vicepresidenta de Extremadura Entiende, hizo hincapié en la importancia de visibilizar las agresiones, pero también el acto de ayer. «Nuestra respuesta es importante para que entre todos hagamos entender que no nos vamos a quedar parados, que ya está bien», dijo la activista, destacando la necesidad de «buscar fundamentalmente un compromiso de toda la ciudadanía».
También el concejal David Holguín manifestó que las pintadas han supuesto «una agresión al colectivo», por parte de «reductos que existen en todas las ciudades, envalentonados por un discurso de odio que se ha instalado en las administraciones por parte de un partido, y que tenemos que combatir todos los que nos consideremos demócratas, de la izquierda al centroderecha».
Holguín quiso destacar la tolerancia de Cáceres, «que se ha demostrado en todos los actos del Orgullo», y matizó la importancia simbólica de recuperar los bancos «en defensa de este colectivo».
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