El Salto / La transfobia mata // |
Mi vida está en peligro, grito de dolor porque en verdad, ya no puedo más, me siento atrapada en un infierno donde la gente es mi demonio. En Guinea Ecuatorial quieren que yo sea hombre.
Juanita Obono Abecara Eyang · Activista por los derechos LGTBIQ+ | El Salto, 2022-07-10
https://www.elsaltodiario.com/mapas/muerta-estoy-en-vida
Mi nombre es Olivier y soy una mujer transgénero, muchos dirán que soy un demonio, que estoy poseída por un espíritu maligno, por una sirena que me hace comportarme de la siguiente manera o simplemente dirán que soy una vergüenza para este país. Nací hombre, pero no soy hombre, soy una mujer y me gusta ser mujer, ¿por qué decirme hombre por el simple hecho de que tenga un pene? ¿cómo saben que soy hombre por tener un pene? pues no, no soy un hombre y me amo tal como soy. No fue fácil pero le cogí valor y decidí luchar por mí, decidí amarme y la verdad es que, me siento bien conmigo misma.
No sé qué es tener familia, la mía me dio la espalda cuando se enteraron de mi orientación sexual, no les iba a servir. No iba a casarme con una mujer, tampoco iba a tener hijos, porque para ellxs, no podría tenerlos sin una mujer. Así que, me echaron después de todos los intentos de curación para que dejara de ser homosexual.
Ya me cansé de llorar en silencio, ser el centro de atención, ser ese maricón sin futuro que a Guinea trajo sida, tuberculosis y coronavirus, si, así como lo oyen, yo por ser homosexual traje esas enfermedades. Me pregunto: Cuando no existíamos, ¿por qué se moría gente? ¿por qué la gente se mata entre ella? ¿es culpa mía que haya accidentes de vehículos todo el rato en la ciudad porque las carreteras son pequeñas? ¿es culpa mía que exista tanta maldad en este país? ¿Es culpa mía que se avecine la hambruna después de tantas promesas del horizonte 2020? ¿Agua para todos, luz para todos, viviendas para todos, cuando hasta el momento muchxs no ven teniendo ojos y siendo engañados por los kilos de chicharo?
El único pecado que he cometido ha sido amar con locura a un hombre que me hace sentirme viva. Me duele el alma con solo saber que como yo hay muchxs y que son más los que nacen cada día, ¿que será de ellos en este país machista y patriarcal? ¿En este país corrupto?
Soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre jejeje, eso dicen ellos. No sé si saben lo que significa ser mujer y tener que orinar de pie y sujetar con la mano un pene que aborreces, luego se te escapa una lagrimilla en silencio, solo tú sabes lo que sientes y sabes lo que quieres. Me canse de luchar, luchar con el mundo, luchar con mi familia. Creo que me moriré antes del tiempo por esta sociedad que me mata en silencio.
Cómo podría ser feliz en esta sociedad donde no me dejan vivir, es mi vida, mi destino, mi decisión, no necesito que nadie me quiera, lo único que quiero es que me acepten, solo pido una cosa, que me dejen vivir, que me respeten. ¿Qué les cuesta entender, que a mí me gustan los hombres, soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre? En las calles de mi ciudad no puedo circular libremente, lo único que me queda por esperar es la muerte.
Me hago la fuerte cuando en verdad me estoy muriendo en silencio, llevo la mirada hacia atrás y pienso en ellas, las que están naciendo y me pregunto, ¿que será de ellas en este mundo cruel y duro? en este mundo donde tienes que aprender a sobrevivir sola, donde tienes que ser adulta antes del tiempo, donde tienes que abandonar tus estudios porque la escuela te echa indirectamente, con el bulin, las peleas, las humillaciones? Mi alma llora en silencio y no puedo contenerme, creo que es lo único que ahora sé hacer, llorar y llorar, no por mí, sino por ellxs.
Intento creer que no pasa nada, pero, he de reconocer que todas esas palabras en el fondo de mi alma son dañinas, es mucho dolor saber que no tienes a nadie, yo no tengo a nadie solo les tengo a ellxs, al colectivo LGTBIQ, ahora son mi familia porque también son un grupo de personas olvidadas, abandonadas, abusadas, maltratadas, sí, somos nuestra propia familia.
Os cuento un poco de historia. En Guinea Ecuatorial hay instituciones en las que han prohibido la entrada de las personas homosexuales, sobre todo las transexuales, constantemente dicen que no existimos, que estamos enfermxs y merecemos ser expulsadoxs, pero, ¿a dónde vamos a ir? Cuando salgo a la calle me dicen de todo. Me han regalado apodos, nombres de burla y no me queda otra opción que enfrentarlo, aunque no me guste, porque en Guinea no se vive, se sobrevive si eres una persona homosexual. Si amanecemos con vida se lo agradecemos a Dios porque en Guinea no nos quieren.
Hay muchísima discriminación por parte del gobierno, la sociedad, la familia. Lo más lamentable es que las personas adultas inducen en menores de edad ideas homofóbicas. Muchxs niñxs ahora están creciendo con ese pensamiento patriarcal mirándonos por encima del hombro y asqueados pero eso ya no me importa porque estoy cansada de esconderme en mi propio mundo y escaparme de mi gente, caminar por la calle con miedo y con la cara mirando al suelo.
Me da miedo irme al hospital por las miradas homofóbicas, la gente no termina de entender que un hombre puede ser mujer y una mujer puede ser un hombre. A menudo me hacen la pregunta de: ¿Qué eres, un hombre o una mujer?, otras veces simplemente me dicen maricón. Mi vida está en peligro, grito de mucho dolor porque en verdad, ya no puedo más, me siento atrapada en un infierno donde la gente es mi demonio. En Guinea Ecuatorial quieren que yo sea hombre, ¿por qué tengo que ser hombre si no me gusta? Nadie sabe lo que siento ni lo que quiero.
Las personas homosexuales en Guinea no llegamos a 50 años, y si los alcanzamos tenemos una vida miserable, solos, desgraciadxs. Muchxs de los que han perdido la vida han sido asesinadxas, por la soledad, por la sociedad, por las fueras armadas, si, ellos, ellos. En Guinea Ecuatorial no hay policías sino estafadores. Jamás cumplen con su tarea. Son tan homófobos como gran parte de la población guineana. Poli en Guinea significa llantos, en lugar de un alivio. Se les ocurre decir que si Guinea no avanza es gracias a los homosexuales. Abusan de las mujeres en las noches y nadie lo aborda, están terminando con la población guineana y nadie lo aborda. Aquí en Guinea encontrarte con un policía, un militar, asusta. La gente sale corriendo, huye.
En Guinea Ecuatorial ser homosexual significa fracaso. Todo el mundo tiene derecho a una sexualidad plena y satisfactoria, nacemos libres, iguales con dignidad y derechos. Las trans, sin embargo, no vivimos por mucho tiempo porque hasta la vida se encargan de quitarnos. Nos violan y lo niegan, las familias nos abandonan, se hace muy difícil acceder a un empleo, pero es que incluso ir a lugares públicos, ir al hospital, se nos hace imposible, llegando a perder la vida.
No he cometido ningún delito, no me disculparé por ser homosexual simplemente. Quiero vivir.
No sé qué es tener familia, la mía me dio la espalda cuando se enteraron de mi orientación sexual, no les iba a servir. No iba a casarme con una mujer, tampoco iba a tener hijos, porque para ellxs, no podría tenerlos sin una mujer. Así que, me echaron después de todos los intentos de curación para que dejara de ser homosexual.
Ya me cansé de llorar en silencio, ser el centro de atención, ser ese maricón sin futuro que a Guinea trajo sida, tuberculosis y coronavirus, si, así como lo oyen, yo por ser homosexual traje esas enfermedades. Me pregunto: Cuando no existíamos, ¿por qué se moría gente? ¿por qué la gente se mata entre ella? ¿es culpa mía que haya accidentes de vehículos todo el rato en la ciudad porque las carreteras son pequeñas? ¿es culpa mía que exista tanta maldad en este país? ¿Es culpa mía que se avecine la hambruna después de tantas promesas del horizonte 2020? ¿Agua para todos, luz para todos, viviendas para todos, cuando hasta el momento muchxs no ven teniendo ojos y siendo engañados por los kilos de chicharo?
El único pecado que he cometido ha sido amar con locura a un hombre que me hace sentirme viva. Me duele el alma con solo saber que como yo hay muchxs y que son más los que nacen cada día, ¿que será de ellos en este país machista y patriarcal? ¿En este país corrupto?
Soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre jejeje, eso dicen ellos. No sé si saben lo que significa ser mujer y tener que orinar de pie y sujetar con la mano un pene que aborreces, luego se te escapa una lagrimilla en silencio, solo tú sabes lo que sientes y sabes lo que quieres. Me canse de luchar, luchar con el mundo, luchar con mi familia. Creo que me moriré antes del tiempo por esta sociedad que me mata en silencio.
Cómo podría ser feliz en esta sociedad donde no me dejan vivir, es mi vida, mi destino, mi decisión, no necesito que nadie me quiera, lo único que quiero es que me acepten, solo pido una cosa, que me dejen vivir, que me respeten. ¿Qué les cuesta entender, que a mí me gustan los hombres, soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre? En las calles de mi ciudad no puedo circular libremente, lo único que me queda por esperar es la muerte.
Me hago la fuerte cuando en verdad me estoy muriendo en silencio, llevo la mirada hacia atrás y pienso en ellas, las que están naciendo y me pregunto, ¿que será de ellas en este mundo cruel y duro? en este mundo donde tienes que aprender a sobrevivir sola, donde tienes que ser adulta antes del tiempo, donde tienes que abandonar tus estudios porque la escuela te echa indirectamente, con el bulin, las peleas, las humillaciones? Mi alma llora en silencio y no puedo contenerme, creo que es lo único que ahora sé hacer, llorar y llorar, no por mí, sino por ellxs.
Intento creer que no pasa nada, pero, he de reconocer que todas esas palabras en el fondo de mi alma son dañinas, es mucho dolor saber que no tienes a nadie, yo no tengo a nadie solo les tengo a ellxs, al colectivo LGTBIQ, ahora son mi familia porque también son un grupo de personas olvidadas, abandonadas, abusadas, maltratadas, sí, somos nuestra propia familia.
Os cuento un poco de historia. En Guinea Ecuatorial hay instituciones en las que han prohibido la entrada de las personas homosexuales, sobre todo las transexuales, constantemente dicen que no existimos, que estamos enfermxs y merecemos ser expulsadoxs, pero, ¿a dónde vamos a ir? Cuando salgo a la calle me dicen de todo. Me han regalado apodos, nombres de burla y no me queda otra opción que enfrentarlo, aunque no me guste, porque en Guinea no se vive, se sobrevive si eres una persona homosexual. Si amanecemos con vida se lo agradecemos a Dios porque en Guinea no nos quieren.
Hay muchísima discriminación por parte del gobierno, la sociedad, la familia. Lo más lamentable es que las personas adultas inducen en menores de edad ideas homofóbicas. Muchxs niñxs ahora están creciendo con ese pensamiento patriarcal mirándonos por encima del hombro y asqueados pero eso ya no me importa porque estoy cansada de esconderme en mi propio mundo y escaparme de mi gente, caminar por la calle con miedo y con la cara mirando al suelo.
Me da miedo irme al hospital por las miradas homofóbicas, la gente no termina de entender que un hombre puede ser mujer y una mujer puede ser un hombre. A menudo me hacen la pregunta de: ¿Qué eres, un hombre o una mujer?, otras veces simplemente me dicen maricón. Mi vida está en peligro, grito de mucho dolor porque en verdad, ya no puedo más, me siento atrapada en un infierno donde la gente es mi demonio. En Guinea Ecuatorial quieren que yo sea hombre, ¿por qué tengo que ser hombre si no me gusta? Nadie sabe lo que siento ni lo que quiero.
Las personas homosexuales en Guinea no llegamos a 50 años, y si los alcanzamos tenemos una vida miserable, solos, desgraciadxs. Muchxs de los que han perdido la vida han sido asesinadxas, por la soledad, por la sociedad, por las fueras armadas, si, ellos, ellos. En Guinea Ecuatorial no hay policías sino estafadores. Jamás cumplen con su tarea. Son tan homófobos como gran parte de la población guineana. Poli en Guinea significa llantos, en lugar de un alivio. Se les ocurre decir que si Guinea no avanza es gracias a los homosexuales. Abusan de las mujeres en las noches y nadie lo aborda, están terminando con la población guineana y nadie lo aborda. Aquí en Guinea encontrarte con un policía, un militar, asusta. La gente sale corriendo, huye.
En Guinea Ecuatorial ser homosexual significa fracaso. Todo el mundo tiene derecho a una sexualidad plena y satisfactoria, nacemos libres, iguales con dignidad y derechos. Las trans, sin embargo, no vivimos por mucho tiempo porque hasta la vida se encargan de quitarnos. Nos violan y lo niegan, las familias nos abandonan, se hace muy difícil acceder a un empleo, pero es que incluso ir a lugares públicos, ir al hospital, se nos hace imposible, llegando a perder la vida.
No he cometido ningún delito, no me disculparé por ser homosexual simplemente. Quiero vivir.
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