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Referendo sobre matrimonio igualitario en Cuba es un "error inmenso".
En septiembre, Cuba podría convertirse en el noveno país latinoamericano en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pero el debate en torno al Nuevo Código de Familia ha estado marcado por miedos.
Viola Traeder | DW, 2022-07-26
https://www.dw.com/es/referendo-sobre-matrimonio-igualitario-en-cuba-es-un-error-inmenso/a-62606089
El próximo 25 de septiembre, Cuba celebrará un referendo vinculante sobre el Nuevo Código de Familia, que renovaría la ley vigente desde hace 47 años. De imponerse el Sí, se legalizaría, por ejemplo, el matrimonio igualitario.
"Estamos convencidos de que, en su momento, mayoritariamente, el pueblo cubano hará suyo este código revolucionario, inclusivo y democrático", dijo Homero Acosta, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, tras la aprobación de la normativa en el Parlamento.
Ya en 2019, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), bajo la dirección de Mariela Castro, hija del entonces líder cubano Raúl Castro, buscó anclar el matrimonio entre las personas del mismo sexo en la nueva Constitución, aprobada ese mismo año. No obstante, de cara al rechazo de amplios sectores de la sociedad, ese aspecto no fue incluido en la nueva carta magna. Ahora, se votará en un referendo.
Referendo: un "error inmenso"
En opinión de Sandra Heidl, especialista en estudios de género y psicóloga por la Universidad de La Habana, el referendo es un "error inmenso". En entrevista con DW, la activista LGBTIQ explica que el Código de la Familia abarca muchos temas que van más allá del matrimonio igualitario, la adopción entre parejas del mismo sexo o la gestación subrogada, como el papel de la familia en el cuidado de las personas adultas mayores.
"Dentro del Código se incluyen por primera vez determinados contenidos progresistas, y, de alguna manera, el gobierno no quiso responsabilizarse de ello. Me parece un error inmenso, porque se está hablando de derechos humanos, y los derechos humanos no pueden llevarse a referendo", sostiene.
Según la activista cubana, el debate ha sido complicado porque "hay mucho miedo y falta de información". A esto se suman la homofobia y transfobia en la isla, así como una fuerte oposición por parte de los sectores religiosos y conservadores.
Mientras que el matrimonio igualitario fue ampliamente discutido en los últimos meses, otros temas "polémicos", como el cuidado de las personas adultas mayores, quedaron relegados a un segundo plano. “El Estado prácticamente se quita la responsabilidad de las personas de la tercera edad, tanto retiradas como pensionadas, y le da esa responsabilidad a la familia”, explica.
Voces de protesta
Bert Hoffmann, director de la oficina berlinesa del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA, por sus siglas en inglés), no descarta que el referendo cubano también refleje el descontento generalizado en la isla a raíz de la terrible situación económica, la emigración masiva y el sistema sociopolítico imperante.
"Si bien esto no tiene nada que ver con el Código de la Familia, seguramente habrá voces de protesta que aprovecharán el momento para expresar su descontento, votando en contra del referendo", dice en entrevista con DW.
El politólogo explica que lo "fascinante" de esta votación es que, por primera vez desde 1959, Cuba vive un proceso electoral cuyo resultado no se conoce de antemano. En su opinión, el referendo va mucho más allá del Código de la Familia, porque también se plantea la pregunta de si es posible realizar votaciones controvertidas en Cuba.
"En caso de que gane el No, el Estado podrá argumentar que así funcionan las democracias. Sin embargo, puesto que la normativa fue aprobada en el Parlamento sin votos en contra, será evidente que el Parlamento está muy alejado del estado de ánimo social", señala Hoffmann.
Por su parte, la especialista en estudios de género Heidl no duda de que el referendo se vaya a aprobar en septiembre. En su opinión, el reto fundamental tras la votación será seguir luchando para que se implementen los artículos del Código relacionados con la comunidad LGBTIQ.
"Estamos convencidos de que, en su momento, mayoritariamente, el pueblo cubano hará suyo este código revolucionario, inclusivo y democrático", dijo Homero Acosta, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, tras la aprobación de la normativa en el Parlamento.
Ya en 2019, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), bajo la dirección de Mariela Castro, hija del entonces líder cubano Raúl Castro, buscó anclar el matrimonio entre las personas del mismo sexo en la nueva Constitución, aprobada ese mismo año. No obstante, de cara al rechazo de amplios sectores de la sociedad, ese aspecto no fue incluido en la nueva carta magna. Ahora, se votará en un referendo.
Referendo: un "error inmenso"
En opinión de Sandra Heidl, especialista en estudios de género y psicóloga por la Universidad de La Habana, el referendo es un "error inmenso". En entrevista con DW, la activista LGBTIQ explica que el Código de la Familia abarca muchos temas que van más allá del matrimonio igualitario, la adopción entre parejas del mismo sexo o la gestación subrogada, como el papel de la familia en el cuidado de las personas adultas mayores.
"Dentro del Código se incluyen por primera vez determinados contenidos progresistas, y, de alguna manera, el gobierno no quiso responsabilizarse de ello. Me parece un error inmenso, porque se está hablando de derechos humanos, y los derechos humanos no pueden llevarse a referendo", sostiene.
Según la activista cubana, el debate ha sido complicado porque "hay mucho miedo y falta de información". A esto se suman la homofobia y transfobia en la isla, así como una fuerte oposición por parte de los sectores religiosos y conservadores.
Mientras que el matrimonio igualitario fue ampliamente discutido en los últimos meses, otros temas "polémicos", como el cuidado de las personas adultas mayores, quedaron relegados a un segundo plano. “El Estado prácticamente se quita la responsabilidad de las personas de la tercera edad, tanto retiradas como pensionadas, y le da esa responsabilidad a la familia”, explica.
Voces de protesta
Bert Hoffmann, director de la oficina berlinesa del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA, por sus siglas en inglés), no descarta que el referendo cubano también refleje el descontento generalizado en la isla a raíz de la terrible situación económica, la emigración masiva y el sistema sociopolítico imperante.
"Si bien esto no tiene nada que ver con el Código de la Familia, seguramente habrá voces de protesta que aprovecharán el momento para expresar su descontento, votando en contra del referendo", dice en entrevista con DW.
El politólogo explica que lo "fascinante" de esta votación es que, por primera vez desde 1959, Cuba vive un proceso electoral cuyo resultado no se conoce de antemano. En su opinión, el referendo va mucho más allá del Código de la Familia, porque también se plantea la pregunta de si es posible realizar votaciones controvertidas en Cuba.
"En caso de que gane el No, el Estado podrá argumentar que así funcionan las democracias. Sin embargo, puesto que la normativa fue aprobada en el Parlamento sin votos en contra, será evidente que el Parlamento está muy alejado del estado de ánimo social", señala Hoffmann.
Por su parte, la especialista en estudios de género Heidl no duda de que el referendo se vaya a aprobar en septiembre. En su opinión, el reto fundamental tras la votación será seguir luchando para que se implementen los artículos del Código relacionados con la comunidad LGBTIQ.
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