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| El País / La policía científica acude al domicilio donde se produjo el crimen // |
Ingresada en la Jiménez Díaz la detenida por apuñalar a otra mujer en el barrio madrileño de La Latina.
Es la única sospechosa del crimen, en el que la víctima fue apuñalada cinco veces en el pecho y el estómago.
Patricia Peiró | El País, 2022-07-16
https://elpais.com/espana/madrid/2022-07-16/ingresada-en-la-jimenez-diaz-la-detenida-por-apunalar-a-otra-mujer-en-el-barrio-madrileno-de-la-latina.html
Ana es la única acusada del crimen y permanece detenida, pero en un centro hospitalario. La principal sospechosa de haber apuñalado cinco veces hasta la muerte en el pecho y el estómago a otra mujer, de 31 años, en su casa, en el número 6 de la calle Alfonso VI, en pleno barrio de La Latina de Madrid, está ingresada desde este viernes en la Fundación Jiménez Díaz, según fuentes policiales que no han podido aclarar las razones médicas, ni tampoco su estado de salud.
La presunta asesina había llamado, unos minutos antes de que llegara la policía al lugar del crimen, a una amiga: “Ven, creo que la he matado”. En lugar de ir, esta amiga no perdió tiempo en llamar a Emergencias para alertar de que Ana podría haber herido a la otra mujer. Antes de que los sanitarios se presentaran, varios agentes de paisano irrumpieron en el edificio.
“Se ha oído a los policías decir a gritos: ‘Tiren la puerta abajo”, explicaba el viernes Raúl Fernández, uno de los clientes del restaurante Camotí, en el bajo del inmueble, que en ese momento acababa de llegar al establecimiento, sobre las cinco de la tarde. Poco después apareció por la calle la presunta asesina, que bajaba la calle andando, y los agentes la reconocieron. La esposaron y la subieron al piso. “Estaba tranquila, como ida”, añadió el testigo.
En el piso, los agentes se encontraron con una mujer de 31 años que había perdido mucha sangre. La víctima tenía cinco cuchilladas en el pecho y el estómago y, pese a que dos ambulancias del Summa se presentaron en el lugar, fue demasiado tarde para la mujer. Los investigadores tomaron muestras en la vivienda, pero aparentemente la supuesta asesina había utilizado un cuchillo de cocina para atacar. Las dos mujeres, según fuentes cercanas al caso, tenían antecedentes, aunque no aclaran por qué delito. Una hora y media después de la llegada de la policía, la presunta asesina salió del lugar esposada y custodiada por los agentes y fue trasladada en el coche policial. Ahora se ha sabido que fue conducida al centro hospitalario.
“Todos los días hay jaleos en esa casa”, comentaba el viernes uno de los vecinos, asomado a la ventana mientras la policía llegaba a la escena del crimen, un piso del que colgaba la bandera LGTBI en el balcón. Los camareros de un bar cercano también apuntaron que conocían a las mujeres y que ya habían protagonizado algunas peleas o discusiones en el pasado. Otro residente en la zona aseguró que las había visto esa misma mañana a primera hora saliendo de un bar paseando al perro. “Eran bastante conocidas en el barrio, siempre iban muy bien vestidas y siempre andaban discutiendo, era normal verlas en los bares. A veces se las oía por el balcón”, comentó otro vecino. “Tenían peleas, pero nadie esperaba que pudiera pasar esto”, comentaban en el bar.
La presunta asesina había llamado, unos minutos antes de que llegara la policía al lugar del crimen, a una amiga: “Ven, creo que la he matado”. En lugar de ir, esta amiga no perdió tiempo en llamar a Emergencias para alertar de que Ana podría haber herido a la otra mujer. Antes de que los sanitarios se presentaran, varios agentes de paisano irrumpieron en el edificio.
“Se ha oído a los policías decir a gritos: ‘Tiren la puerta abajo”, explicaba el viernes Raúl Fernández, uno de los clientes del restaurante Camotí, en el bajo del inmueble, que en ese momento acababa de llegar al establecimiento, sobre las cinco de la tarde. Poco después apareció por la calle la presunta asesina, que bajaba la calle andando, y los agentes la reconocieron. La esposaron y la subieron al piso. “Estaba tranquila, como ida”, añadió el testigo.
En el piso, los agentes se encontraron con una mujer de 31 años que había perdido mucha sangre. La víctima tenía cinco cuchilladas en el pecho y el estómago y, pese a que dos ambulancias del Summa se presentaron en el lugar, fue demasiado tarde para la mujer. Los investigadores tomaron muestras en la vivienda, pero aparentemente la supuesta asesina había utilizado un cuchillo de cocina para atacar. Las dos mujeres, según fuentes cercanas al caso, tenían antecedentes, aunque no aclaran por qué delito. Una hora y media después de la llegada de la policía, la presunta asesina salió del lugar esposada y custodiada por los agentes y fue trasladada en el coche policial. Ahora se ha sabido que fue conducida al centro hospitalario.
“Todos los días hay jaleos en esa casa”, comentaba el viernes uno de los vecinos, asomado a la ventana mientras la policía llegaba a la escena del crimen, un piso del que colgaba la bandera LGTBI en el balcón. Los camareros de un bar cercano también apuntaron que conocían a las mujeres y que ya habían protagonizado algunas peleas o discusiones en el pasado. Otro residente en la zona aseguró que las había visto esa misma mañana a primera hora saliendo de un bar paseando al perro. “Eran bastante conocidas en el barrio, siempre iban muy bien vestidas y siempre andaban discutiendo, era normal verlas en los bares. A veces se las oía por el balcón”, comentó otro vecino. “Tenían peleas, pero nadie esperaba que pudiera pasar esto”, comentaban en el bar.
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