Carmen Calvo // |
Carmen Calvo ajusta cuentas con el otro feminismo: el día "fatídico" de la Ley Trans, con plante al PSOE, y el vacío a Montero en más de 200 páginas
La exvicepresidenta del Gobierno carga contra la doctrina ‘queer’ y pide separar el feminismo de las reivindicaciones LGTBI por tener "intereses enfrentados"
Paloma H. Matellano | El Mundo, 2024-02-14
https://www.elmundo.es/espana/2024/02/14/65cb5976e4d4d80f758b45a7.html
"Quiero revisar los avances conseguidos por el movimiento feminista, la actividad desarrollada por los distintos partidos políticos y su responsabilidad en conseguir la igualdad", enuncia Carmen Calvo, ex vicepresidenta del Gobierno, en la introducción de su libro sobre feminismo, titulado 'Nosotras'. Sin embargo, en ese repaso hay una ausencia notoria: Irene Montero, que no aparece en las más de 200 páginas del cuerpo del texto, aunque sí en una referencia dentro de las notas y no precisamente para halagarla. Los casi cuatro años de Podemos al frente del Ministerio de Igualdad son un vacío en el ensayo de Calvo, quien por el contrario no duda en alardear de su propia etapa al frente de esa cartera (2018-2020), aunque sin rango de Ministerio entonces: "Fue la más feminista de la historia".
La que fuera mano derecha de Pedro Sánchez, ascendida a presidenta del Consejo de Estado esta semana, salió del Gobierno de coalición en 2021 en plena disputa por el sí es sí y con el PSOE decantado hacia la Ley Trans en contra de su criterio. Carmen Calvo se saltó la disciplina de partido en aquella votación, negándose a aceptar la autodeterminación de género, y esto terminó costándole el puesto en lo que se entendió como una victoria de Irene Montero. En su libro, Calvo califica de "fatídico" el día que se aprobó la Ley Trans, aunque evita entrar en detalles sobre el porqué de su decisión: "No pude apoyar una ley de mi partido porque mi doble militancia (socialista y feminista) me obligaba a elegir, y me elegí a mí". Nadie en el PSOE le pidió explicaciones ni le reprochó su voto.
"No hubo reconsideración posible, desde mi mirada éramos nosotras". Es la reflexión de la que surge el título del libro y con la que Carmen Calvo justifica su postura, que aboga por vincular el concepto de mujer con el sexo biológico, y no con el género. En el ensayo, son repetidas las veces que Calvo menciona la "igualdad de sexos", en lugar de la "igualdad de género", y que defiende que es el sexo lo que "determina el curso de la vida de forma radical". La ex vicepresidenta reprocha a quienes cuestionan el significado de 'ser mujer' y considera que "dotar al género de un estatus de esencialidad en detrimento de la categoría de sexo pone a las mujeres en riesgo de discriminación".
Así, Carmen Calvo carga en su ensayo contra la doctrina ‘queer’, acusándola de "apuntalar el patriarcado", y defiende la eliminación del género, pues sostiene que este es el que "encarcela, transforma y construye sin libertad" a las mujeres. La ex vicepresidenta es también muy contundente respecto a la integración de otras causas en la lucha feminista, calificándola de "inaceptable": "El movimiento feminista ha actuado como vaso comunicante de los derechos de los menores, de las minorías racializadas y de los colectivos LGTBI, pero esa fraternidad solo funciona hasta que emergen intereses enfrentados".
Por el contrario, más adelante en el libro y en un tono más conciliador, Carmen Calvo dice que las discrepancias entre las distintas corrientes del feminismo "forman parte de la madurez del movimiento". "Si alguien esperaba que esto no ocurriera, es un ingenuo", ha bromeado en la rueda de prensa de presentación del ensayo. Entre esas diferencias, la ex vicepresidenta pone especial atención al debate sobre la abolición de la prostitución, lamentando que "aparezcan tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda regulacionistas que consideren la prostitución un trabajo".
No es la única alusión que Calvo hace a quienes ocupan el espacio político más a su izquierda, pues en todo momento insiste en la existencia de un "feminismo socialista" y otro "feminismo comunista", aunque nunca llega a explicar claramente la diferencia. Además, si bien no hay en todo el ensayo mención alguna a Irene Montero o a Podemos, sí aparece en la webgrafía final un artículo de prensa que les ocupa. En él se recoge la reacción de la exministra de Igualdad y otros dirigentes de la formación morada ante unas declaraciones de Pedro Sánchez en las que el presidente calificaba las políticas de Montero como "discursos incómodos" formulados "desde la confrontación". Así, la única aparición de la exministra en el ensayo de Calvo se produce en la última página, en un enlace a una web.
Reproches a la derecha
Partido Popular y Vox sí están omnipresentes en el libro, pues son la principal diana de los dardos de Calvo. A los primeros les recrimina que sus pactos con Vox en gobiernos autonómicos y municipales hayan sido "a costa de sus obligaciones político-democráticas con los derechos de las mujeres", mientras de los segundos condena que tengan como "caballo de batalla" la derogación de la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004. La ex vicepresidenta socialista considera que los diecinueve escaños que perdió la formación de Santiago Abascal en las últimas elecciones generales son "consecuencia inequívoca del voto de las mujeres" y asegura que es el movimiento feminista el que está "batallando políticamente" contra la derecha.
Así, Calvo reprocha a PP y Vox que "no se posicionen de forma clara" en contra de los vientres de alquiler, una práctica ante la que la socialista sí manifiesta una rotunda oposición, reivindicando que "tener un útero es un deseo, pero no puede ser un derecho". Además, felicitándose por haber sacado adelante la ley del aborto, la ex vicepresidenta critica que el PP votase en contra de aquella proposición pese a que "buena parte de su electorado estaba a favor", según afirma que le reconocieron dos diputadas populares en la cafetería del Congreso. "Nos dijeron que, pese a estar a favor de la aprobación de la ley, 'aquel marrón' nos lo íbamos a 'tragar' nosotras solas", recuerda.
Asimismo, Carmen Calvo ha criticado que las formaciones de derecha traten de avivar las polémicas internas del feminismo para desviar el foco de lo verdaderamente importante. "Hacemos debates que no hacen falta y faltan debates que necesitamos", ha denunciado en la rueda de prensa de este miércoles, aludiendo al peligro que supone la pornografía, que "atenta contra la dignidad de las mujeres". Calvo no ha querido pronunciarse sobre a qué manifestación, de las dos que de nuevo marcharán el 8-M, debe acudir la ministra de Igualdad.
La que fuera mano derecha de Pedro Sánchez, ascendida a presidenta del Consejo de Estado esta semana, salió del Gobierno de coalición en 2021 en plena disputa por el sí es sí y con el PSOE decantado hacia la Ley Trans en contra de su criterio. Carmen Calvo se saltó la disciplina de partido en aquella votación, negándose a aceptar la autodeterminación de género, y esto terminó costándole el puesto en lo que se entendió como una victoria de Irene Montero. En su libro, Calvo califica de "fatídico" el día que se aprobó la Ley Trans, aunque evita entrar en detalles sobre el porqué de su decisión: "No pude apoyar una ley de mi partido porque mi doble militancia (socialista y feminista) me obligaba a elegir, y me elegí a mí". Nadie en el PSOE le pidió explicaciones ni le reprochó su voto.
"No hubo reconsideración posible, desde mi mirada éramos nosotras". Es la reflexión de la que surge el título del libro y con la que Carmen Calvo justifica su postura, que aboga por vincular el concepto de mujer con el sexo biológico, y no con el género. En el ensayo, son repetidas las veces que Calvo menciona la "igualdad de sexos", en lugar de la "igualdad de género", y que defiende que es el sexo lo que "determina el curso de la vida de forma radical". La ex vicepresidenta reprocha a quienes cuestionan el significado de 'ser mujer' y considera que "dotar al género de un estatus de esencialidad en detrimento de la categoría de sexo pone a las mujeres en riesgo de discriminación".
Así, Carmen Calvo carga en su ensayo contra la doctrina ‘queer’, acusándola de "apuntalar el patriarcado", y defiende la eliminación del género, pues sostiene que este es el que "encarcela, transforma y construye sin libertad" a las mujeres. La ex vicepresidenta es también muy contundente respecto a la integración de otras causas en la lucha feminista, calificándola de "inaceptable": "El movimiento feminista ha actuado como vaso comunicante de los derechos de los menores, de las minorías racializadas y de los colectivos LGTBI, pero esa fraternidad solo funciona hasta que emergen intereses enfrentados".
Por el contrario, más adelante en el libro y en un tono más conciliador, Carmen Calvo dice que las discrepancias entre las distintas corrientes del feminismo "forman parte de la madurez del movimiento". "Si alguien esperaba que esto no ocurriera, es un ingenuo", ha bromeado en la rueda de prensa de presentación del ensayo. Entre esas diferencias, la ex vicepresidenta pone especial atención al debate sobre la abolición de la prostitución, lamentando que "aparezcan tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda regulacionistas que consideren la prostitución un trabajo".
No es la única alusión que Calvo hace a quienes ocupan el espacio político más a su izquierda, pues en todo momento insiste en la existencia de un "feminismo socialista" y otro "feminismo comunista", aunque nunca llega a explicar claramente la diferencia. Además, si bien no hay en todo el ensayo mención alguna a Irene Montero o a Podemos, sí aparece en la webgrafía final un artículo de prensa que les ocupa. En él se recoge la reacción de la exministra de Igualdad y otros dirigentes de la formación morada ante unas declaraciones de Pedro Sánchez en las que el presidente calificaba las políticas de Montero como "discursos incómodos" formulados "desde la confrontación". Así, la única aparición de la exministra en el ensayo de Calvo se produce en la última página, en un enlace a una web.
Reproches a la derecha
Partido Popular y Vox sí están omnipresentes en el libro, pues son la principal diana de los dardos de Calvo. A los primeros les recrimina que sus pactos con Vox en gobiernos autonómicos y municipales hayan sido "a costa de sus obligaciones político-democráticas con los derechos de las mujeres", mientras de los segundos condena que tengan como "caballo de batalla" la derogación de la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004. La ex vicepresidenta socialista considera que los diecinueve escaños que perdió la formación de Santiago Abascal en las últimas elecciones generales son "consecuencia inequívoca del voto de las mujeres" y asegura que es el movimiento feminista el que está "batallando políticamente" contra la derecha.
Así, Calvo reprocha a PP y Vox que "no se posicionen de forma clara" en contra de los vientres de alquiler, una práctica ante la que la socialista sí manifiesta una rotunda oposición, reivindicando que "tener un útero es un deseo, pero no puede ser un derecho". Además, felicitándose por haber sacado adelante la ley del aborto, la ex vicepresidenta critica que el PP votase en contra de aquella proposición pese a que "buena parte de su electorado estaba a favor", según afirma que le reconocieron dos diputadas populares en la cafetería del Congreso. "Nos dijeron que, pese a estar a favor de la aprobación de la ley, 'aquel marrón' nos lo íbamos a 'tragar' nosotras solas", recuerda.
Asimismo, Carmen Calvo ha criticado que las formaciones de derecha traten de avivar las polémicas internas del feminismo para desviar el foco de lo verdaderamente importante. "Hacemos debates que no hacen falta y faltan debates que necesitamos", ha denunciado en la rueda de prensa de este miércoles, aludiendo al peligro que supone la pornografía, que "atenta contra la dignidad de las mujeres". Calvo no ha querido pronunciarse sobre a qué manifestación, de las dos que de nuevo marcharán el 8-M, debe acudir la ministra de Igualdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.