Imagen: 20 Minutos |
Arkaitz Arce · Miembro de Ahora Madrid LGTBI y co-coordinador de Aleas-IU Madrid | 1 de cada 10, 20 Minutos, 2015-06-19
http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2015/06/19/otro-modelo-de-orgullo-es-posible/
A pocos días de la celebración de las fiestas del Orgullo Lgbti en diferentes ciudades de España, nos llega esta entrada. Con ella se abre un debate, no exento de polémica, sobre la fiesta central de esos días: la marcha del Orgullo que se celebra en Madrid, este año el 4 de julio. Desde el blog queremos subrayar que todas las opiniones que se vayan vertiendo sobre este tema no representan la nuestra. Sin embargo, conocedores de la importancia de exponerlo desde todos los puntos de vista, hemos querido primar el debate a la promoción de un solo modelo de #Orgullo. Abierto queda, e invitados quienes quieran exponer todas las posturas… y ya pasada la fecha, expondremos la nuestra.
Desde hace años, el Orgullo se ha convertido en un negocio mercantilista con oscuros intereses de unos pocos. AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para gays y lesbianas de Madrid y su Comunidad) se ha hecho con el control del Orgullo y, con la colaboración del PP desde que gobernaba Gallardón, han hecho un modelo de orgullo difícil de justificar. Año tras año, el PP en el Ayuntamiento impone multas a la organización del orgullo. AEGAL no puede pagar dichas multas al encontrarse en números rojos, pero propician que, año tras año, hagan caja y espectáculo. Espectáculos en ocasiones bochornosos, como traer a artistas con habituales comentarios LGTBfobicos, pero que desde AEGAL justifican con la excusa de que actúan gratuitamente (se ve que con el “todo gratis”, vale traer a cualquiera). Con todo ello, y debido a la gran dimensión que ha adquirido y que supone organizar el orgullo, la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) ha decidido centrarse solamente en la manifestación.
Sobre la manifestación en sí, aunque sea un ambiente festivo, debe reforzarse el contenido reivindicativo. Algunas personas y colectivos desde fuera, pero también dentro del colectivo LGTBI, creen que con el matrimonio igualitario todas las reivindicaciones están conseguidas. En realidad, el colectivo tiene que seguir luchando por multitud de desigualdades como la despatologización de la transexualidad, evitar la discriminación de la bisexualidad, la igualdad en el campo de la fecundación asistida o adopción en los mismos términos que las parejas heterosexuales, o las agresiones que sufrimos continuamente (provocando en casos extremos incluso suicidios).
El Orgullo LGTBI es una movilización social y política, de activistas y militantes, de la ciudadanía en general, no de clientes ni consumidores. Una manifestación en la que se defiende la igualdad real y efectiva del colectivo LGTBI, la búsqueda de una igualdad que nos permita vivir nuestros cuerpos, nuestra orientación sexual e identidad de género y nuestro estado serológico con libertad y no meras consumidoras de un determinado y rentable nicho de mercado que el empresario “rosa” se esfuerza en explotar.
Creo en un Orgullo organizado por el tejido asociativo LGTBI, a través de coordinadoras o asambleas) y apoyado por otras organizaciones políticas, pequeño comercio de Chueca y zona Centro, organizaciones sociales y sindicales plenamente comprometidas con los valores y las reivindicaciones de nuestra lucha. Este modelo de convocatoria puede encontrar un buen ejemplo a seguir en el que utiliza desde hace décadas el movimiento feminista para organizar y preparar las movilizaciones del 8 de marzo, o tomar como ejemplo de organización festiva el modelo de las fiestas de Bilbao con una coordinadora de fiestas en la que se sientan y autogestionan todos los colectivos.
Se debe rechazar con firmeza la idea de que las grandes empresas puedan participar de una u otra manera en la convocatoria de una movilización política y social robando protagonismo a las activistas sociales e imponiendo sus intereses particulares y dinámicas mercantilistas.
Debemos defender la autofinanciación de la movilización del Orgullo LGTBI a través de aportaciones económicas de los propios movimientos sociales y organizaciones convocantes, y de colectas populares y solidarias realizadas para tal fin. En caso de ser necesaria, hacer uso de ayudas públicas para financiar el Orgullo LGTBI, pero reafirmarse en contra a que el Orgullo sea financiado con subvenciones procedentes de empresas y/o partidos, que puedan limitar la autonomía y la independencia del movimiento. No obstante, el Ayuntamiento de Madrid debería tener el compromiso de asumir la gestión y el coste de la seguridad, limpieza e instalaciones, como un importante activo colaborador en este evento.
Y TAMBIÉN…
Nos sentimos Orgullos@s
Ahora Madrid, 2015-06-19
https://conoce.ahoramadrid.org/nos-sentimos-orgulloss/
Desde hace años, el Orgullo se ha convertido en un negocio mercantilista con oscuros intereses de unos pocos. AEGAL (Asociación de Empresas y Profesionales para gays y lesbianas de Madrid y su Comunidad) se ha hecho con el control del Orgullo y, con la colaboración del PP desde que gobernaba Gallardón, han hecho un modelo de orgullo difícil de justificar. Año tras año, el PP en el Ayuntamiento impone multas a la organización del orgullo. AEGAL no puede pagar dichas multas al encontrarse en números rojos, pero propician que, año tras año, hagan caja y espectáculo. Espectáculos en ocasiones bochornosos, como traer a artistas con habituales comentarios LGTBfobicos, pero que desde AEGAL justifican con la excusa de que actúan gratuitamente (se ve que con el “todo gratis”, vale traer a cualquiera). Con todo ello, y debido a la gran dimensión que ha adquirido y que supone organizar el orgullo, la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) ha decidido centrarse solamente en la manifestación.
Sobre la manifestación en sí, aunque sea un ambiente festivo, debe reforzarse el contenido reivindicativo. Algunas personas y colectivos desde fuera, pero también dentro del colectivo LGTBI, creen que con el matrimonio igualitario todas las reivindicaciones están conseguidas. En realidad, el colectivo tiene que seguir luchando por multitud de desigualdades como la despatologización de la transexualidad, evitar la discriminación de la bisexualidad, la igualdad en el campo de la fecundación asistida o adopción en los mismos términos que las parejas heterosexuales, o las agresiones que sufrimos continuamente (provocando en casos extremos incluso suicidios).
El Orgullo LGTBI es una movilización social y política, de activistas y militantes, de la ciudadanía en general, no de clientes ni consumidores. Una manifestación en la que se defiende la igualdad real y efectiva del colectivo LGTBI, la búsqueda de una igualdad que nos permita vivir nuestros cuerpos, nuestra orientación sexual e identidad de género y nuestro estado serológico con libertad y no meras consumidoras de un determinado y rentable nicho de mercado que el empresario “rosa” se esfuerza en explotar.
Creo en un Orgullo organizado por el tejido asociativo LGTBI, a través de coordinadoras o asambleas) y apoyado por otras organizaciones políticas, pequeño comercio de Chueca y zona Centro, organizaciones sociales y sindicales plenamente comprometidas con los valores y las reivindicaciones de nuestra lucha. Este modelo de convocatoria puede encontrar un buen ejemplo a seguir en el que utiliza desde hace décadas el movimiento feminista para organizar y preparar las movilizaciones del 8 de marzo, o tomar como ejemplo de organización festiva el modelo de las fiestas de Bilbao con una coordinadora de fiestas en la que se sientan y autogestionan todos los colectivos.
Se debe rechazar con firmeza la idea de que las grandes empresas puedan participar de una u otra manera en la convocatoria de una movilización política y social robando protagonismo a las activistas sociales e imponiendo sus intereses particulares y dinámicas mercantilistas.
Debemos defender la autofinanciación de la movilización del Orgullo LGTBI a través de aportaciones económicas de los propios movimientos sociales y organizaciones convocantes, y de colectas populares y solidarias realizadas para tal fin. En caso de ser necesaria, hacer uso de ayudas públicas para financiar el Orgullo LGTBI, pero reafirmarse en contra a que el Orgullo sea financiado con subvenciones procedentes de empresas y/o partidos, que puedan limitar la autonomía y la independencia del movimiento. No obstante, el Ayuntamiento de Madrid debería tener el compromiso de asumir la gestión y el coste de la seguridad, limpieza e instalaciones, como un importante activo colaborador en este evento.
Y TAMBIÉN…
Nos sentimos Orgullos@s
Ahora Madrid, 2015-06-19
https://conoce.ahoramadrid.org/nos-sentimos-orgulloss/
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