martes, 22 de agosto de 2023

#hemeroteca #gais | 'La Otxoa', icono gay de la Transición que 'liberó del armario' a una generación a ritmo de copla

El Diario / 'La Otxoa' a su llegada al teatro el día del preestreno de la obra //

'La Otxoa', icono gay de la Transición que 'liberó del armario' a una generación a ritmo de copla

En 1979 convirtió en un himno el emblemático 'Libérate', pero antes sufrió, como otros muchos, la incomprensión y la cárcel; ahora se retira de los escenarios a lo grande, con una obra que repasa su vida con las entradas agotadas
Belén Ferreras | El Diario, 2023-08-22
https://www.eldiario.es/euskadi/otxoa-icono-gay-transicion-libero-armario-generacion-ritmo-copla_1_10453545.html

“Libérate, libérate, ser 'mariquita' no es delito, ¡libérate!” Con esta frase, cantada a ritmo de copla pegadiza, 'La Otxoa' se convirtió en un icono del colectivo gay en un momento difícil, con la Transición apenas arrancada, cuando declararse abiertamente homosexual suponía prácticamente cerrarse todas las puertas. 'La Otxoa' las quiso abrir de par en par desde el escenario de una txosna en las segundas fiestas de Bilbao en la democracia. Corría el año 1979 y el 'Libérate' se convirtió en himno, mostrando que algo estaba cambiando, por fin, en la sociedad vasca y en la española, aunque hoy en día, 44 años después de aquella mítica actuación en el recinto festivo de Bilbao, todavía queda mucho camino por recorrer en la carrera hacia la igualdad real y en la lucha contra la homofobia.

José Antonio Nielfa, 'La Otxoa', fue uno de los que abrió camino desde el escenario en los peores momentos, uno de los muchos que sufrieron la cárcel después de que le aplicarán la Ley franquista de vagos y maleantes por ser homosexual, y que se convirtió en mito llamando desde una canción a una liberación colectiva de los que todavía se encerraban en el armario. “No lo calles lanza el grito, libérate', dice la canción. Él siempre se ha sentido libre.

Con 75 años ha decido retirarse de los escenarios de forma definitiva y a lo grande, con una obra que cuenta partes de su vida con humor, aunque no todo hayan sido risas desde que nació en 1947. Una obra en la que la propia Otxoa canta sus míticas canciones y levanta al público de sus asientos demostrando que forma parte del imaginario bilbaíno casi al nivel de la baldosa de Bilbao, de la ría, del Athletic o de la calle san Francisco donde nació, justo al lado de la calle Las Cortes, conocida durante años como 'La Palanca', donde convivían los prostíbulos y los cabarets y cafés-teatro del Bilbao más genuino de la época. La obra, que se ha estrenado coincidiendo con el arranque de la Aste Nagusia tiene todas las entradas agotadas para las 12 funciones previstas.

Bajo el título 'Agur, Otxoa feroz', acompañado de un magnífico elenco de actores que le dan vida en diferentes etapas de su vida, se desgrana en el escenario de la Sala BBK su infancia en ese barrio de Bilbao, sus primeros trabajos en el bar de su familia y como se le empezó a llamar 'La Otxoa' después de trabajar en un bar que se llamaba así. Cuentan su pasión por dedicarse a la canción, aunque iba para futbolista, y su estancia primero en Madrid, luego en Torremolinos, y después en Barcelona, donde vivió más de una década y cantaba canciones de Lola Flores, y donde fue encarcelado por ser homosexual. Una experiencia que le marcó, y años después fue el primer artista en actuar para los presos en la cárcel vizcaína de Basauri, ya como toda una 'diva'. Regresó de Barcelona a Bilbao en los años 70, y convirtió los locales que abrió -primero La Chufa, y después La Otxoa-, en punto de encuentro de la noche bilbaína y del colectivo LGTBI en particular.

La obra cuenta también, sin dejar el sentido del humor, los malos momentos de su historia, que serán probablemente el reflejo de los que vivieron muchos, desde la persecución de la Policía por su condición de gay, al dolor del desamor o la incomprensión de una condición que nunca ha querido ocultar. Recuerda que le contó a su madre que era homosexual y ella no se lo creyó - o prefirió no hacerlo- y le dijo que eso de homosexual le sonaba a “nombre de plano combinado”. Porque en la época en la que José Antonio Nielfa empezó a querer ser La Otxoa, ponerse peluca y subirse a unos tacones para cantar, los homosexuales eran 'maricones' o 'mariquitas'. Una expresión que 'La Otxoa' usa en sus canciones y con la que se ironiza en la obra: “Que no puedes decir ahora mariquita” dice en un momento de la obra una de las actrices, “tienes que decir LGTBIQ+”.

José Antonio iba para futbolista, pero colgó las botas por los zapatos de tacón y las lentejuelas ha sido y es artista y sobre todo, activista por la visibilidad de la libertad sexual. “En mi casa nunca hubo armarios, sólo percheros”, dice.

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