Es cabeza de cartel a la diputación de Bizkaia. Asegura que haber hecho frente al sida le ha conferido valores como la solidaridad
EFE | El Mundo, 2014-11-30
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2014/11/30/547b1408ca4741363f8b4574.html
Josu Unanue, candidato a diputado general de Bizkaia por EH Bildu enfermo de sida y con una trayectoria de tres décadas de lucha pública contra este virus, cree que "es normal" que los políticos y cualquier profesional pueda sufrir esta enfermedad y piensa que, aunque no lo digan, hay políticos seropositivos.
"Imagino que muchas veces la gente se habrá preguntado si un candidato puede tener sida. Pero... ¿Por qué no? Se nos tiene que valorar porque somos personas y no porque tengamos el virus", ha recalcado Unanue en una entrevista concedida a Efe al cumplirse mañana, 1 de diciembre, el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
Josu Unanue se muestra convencido de que "si a alguien le preocupa más el virus que lo que puedas aportar, vamos mal".
El candidato de EH Bildu para las elecciones forales vizcaínas de 2015 confiesa que no tiene constancia de que algún político haya hecho público hasta ahora que es seropositivo, aunque cree que existen.
"Decir, no lo han dicho. Y yo lo respeto. Generalmente, la gente lo ha dado a conocer cuando le quedaba poco para fallecer o estaba en una situación extrema. Y lo ha hecho para aportar a la sociedad ese lado humano que hace falta a cualquier enfermedad", ha destacado.
Unanue, que es teniente alcalde y edil de Acción Social en el Ayuntamiento de Bermeo, supo que era seropositivo hace 30 años, cuando tenía 26 y navegaba por aguas africanas embarcado como maquinista en un atunero congelador.
Antes de donar sangre, le comunicaron que era portador de un virus del que en aquel momento nunca había oído hablar, pero al que entonces se le asociaba una esperanza de vida de dos años.
Tras pasarlo "relativamente mal" durante un tiempo, pronto pensó que, "en lugar de lamentarse", debía adoptar una postura activa para prevenir nuevos contagios y ayudar a otros enfermos.
"Empecé a pensar que sería bueno conocernos (los enfermos), crear tal vez una asociación. Y yo todo eso no sabía cómo se hacía, pero aprendí y poco a poco nos fuimos juntando gente e intercambiando ideas", cuenta.
"Lo pasamos mal. Era la década de los ochenta, noventa... Las cifras de fallecimientos eran bestiales y el temor era tremendo. Nuestra lucha era por la prevención, la información... Empezamos a salir a la calle, a cuidar a los pacientes que estaban mal y a luchar contra los prejuicios sociales", recuerda.
Unanue, que no llegó a desarrollar la enfermedad hasta hace cuatro años, fundó dos agrupaciones vascas contra el sida, T4 y Txo Hiesa, y cofundó cerca de un centenar de colectivos nacionales de apoyo a personas con sida.
Fue el primer voluntario que participó como asesor en el Plan Nacional de Lucha contra el Sida y de las primeras personas en España en hacer público que tenía el virus, lo que dio a conocer al país en 1992, en el programa de televisión "Queremos saber", de Mercedes Milá.
Unanue, que ha compaginado siempre su militancia contra el sida y en otras agrupaciones sociales con su trabajo como profesor de distintas disciplinas, ha explicado que, quizás porque vivió su enfermedad con naturalidad, nunca se ha sentido discriminado.
"A los enfermos de sida nos consideraban apestados porque no nos conocían. Cuando la gente habla de nosotros, que somos 71 millones de personas en el mundo, habla de cifras y no de personas. Cuando realmente nos conocen, se asombran, porque ve que somos gente integrada y con una vida normal", remarca.
Cuando hace cuatro años supo que había desarrollado el sida, lo aceptó como un hecho "razonable", sobre todo porque a muchos de sus compañeros les había ocurrido años mucho antes.
Ahora, explica que mantiene "un control perfecto" del virus, tras seguir un tratamiento médico y hacerse pruebas periódicas.
Con una aparente buena salud y mejor estado de ánimo, Unanue siempre ha hecho vida normal, se ha divertido en "juergas", toca la guitarra y el pandero y se tiene por un hombre "alegre" y estable.
El hecho de haber hecho frente al sida, sin embargo, le ha conferido una serie de valores como la solidaridad o el apoyo a las personas, que está convencido de que marcan su forma de hacer política.
Y aunque ahora ve los años ochenta y noventa como una época "horrible", considera que aún queda mucho por hacer para plantar cara a esta enfermedad y anima a las personas seropositivas a no padecer el virus en silencio.
"Todavía hay gente que vive el sida en soledad, sin decirlo a nadie. El miedo mata. No hay que tener miedo a nada ni a nadie. No tienen que contárselo a todo el mundo, pero sí a la gente que le va a entender, porque es una forma de liberarse de una carga", mantiene.
Porque Unanue está convencido de que, tal y como sostiene la ONU, si el virus es detectado a tiempo en todos los pacientes y reciben todos ellos la adecuada medicación, "no hay razón para seguir hablando del sida como algo incurable y la pandemia estaría erradicada para el año 2030".
"Imagino que muchas veces la gente se habrá preguntado si un candidato puede tener sida. Pero... ¿Por qué no? Se nos tiene que valorar porque somos personas y no porque tengamos el virus", ha recalcado Unanue en una entrevista concedida a Efe al cumplirse mañana, 1 de diciembre, el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
Josu Unanue se muestra convencido de que "si a alguien le preocupa más el virus que lo que puedas aportar, vamos mal".
El candidato de EH Bildu para las elecciones forales vizcaínas de 2015 confiesa que no tiene constancia de que algún político haya hecho público hasta ahora que es seropositivo, aunque cree que existen.
"Decir, no lo han dicho. Y yo lo respeto. Generalmente, la gente lo ha dado a conocer cuando le quedaba poco para fallecer o estaba en una situación extrema. Y lo ha hecho para aportar a la sociedad ese lado humano que hace falta a cualquier enfermedad", ha destacado.
Unanue, que es teniente alcalde y edil de Acción Social en el Ayuntamiento de Bermeo, supo que era seropositivo hace 30 años, cuando tenía 26 y navegaba por aguas africanas embarcado como maquinista en un atunero congelador.
Antes de donar sangre, le comunicaron que era portador de un virus del que en aquel momento nunca había oído hablar, pero al que entonces se le asociaba una esperanza de vida de dos años.
Tras pasarlo "relativamente mal" durante un tiempo, pronto pensó que, "en lugar de lamentarse", debía adoptar una postura activa para prevenir nuevos contagios y ayudar a otros enfermos.
"Empecé a pensar que sería bueno conocernos (los enfermos), crear tal vez una asociación. Y yo todo eso no sabía cómo se hacía, pero aprendí y poco a poco nos fuimos juntando gente e intercambiando ideas", cuenta.
"Lo pasamos mal. Era la década de los ochenta, noventa... Las cifras de fallecimientos eran bestiales y el temor era tremendo. Nuestra lucha era por la prevención, la información... Empezamos a salir a la calle, a cuidar a los pacientes que estaban mal y a luchar contra los prejuicios sociales", recuerda.
Unanue, que no llegó a desarrollar la enfermedad hasta hace cuatro años, fundó dos agrupaciones vascas contra el sida, T4 y Txo Hiesa, y cofundó cerca de un centenar de colectivos nacionales de apoyo a personas con sida.
Fue el primer voluntario que participó como asesor en el Plan Nacional de Lucha contra el Sida y de las primeras personas en España en hacer público que tenía el virus, lo que dio a conocer al país en 1992, en el programa de televisión "Queremos saber", de Mercedes Milá.
Unanue, que ha compaginado siempre su militancia contra el sida y en otras agrupaciones sociales con su trabajo como profesor de distintas disciplinas, ha explicado que, quizás porque vivió su enfermedad con naturalidad, nunca se ha sentido discriminado.
"A los enfermos de sida nos consideraban apestados porque no nos conocían. Cuando la gente habla de nosotros, que somos 71 millones de personas en el mundo, habla de cifras y no de personas. Cuando realmente nos conocen, se asombran, porque ve que somos gente integrada y con una vida normal", remarca.
Cuando hace cuatro años supo que había desarrollado el sida, lo aceptó como un hecho "razonable", sobre todo porque a muchos de sus compañeros les había ocurrido años mucho antes.
Ahora, explica que mantiene "un control perfecto" del virus, tras seguir un tratamiento médico y hacerse pruebas periódicas.
Con una aparente buena salud y mejor estado de ánimo, Unanue siempre ha hecho vida normal, se ha divertido en "juergas", toca la guitarra y el pandero y se tiene por un hombre "alegre" y estable.
El hecho de haber hecho frente al sida, sin embargo, le ha conferido una serie de valores como la solidaridad o el apoyo a las personas, que está convencido de que marcan su forma de hacer política.
Y aunque ahora ve los años ochenta y noventa como una época "horrible", considera que aún queda mucho por hacer para plantar cara a esta enfermedad y anima a las personas seropositivas a no padecer el virus en silencio.
"Todavía hay gente que vive el sida en soledad, sin decirlo a nadie. El miedo mata. No hay que tener miedo a nada ni a nadie. No tienen que contárselo a todo el mundo, pero sí a la gente que le va a entender, porque es una forma de liberarse de una carga", mantiene.
Porque Unanue está convencido de que, tal y como sostiene la ONU, si el virus es detectado a tiempo en todos los pacientes y reciben todos ellos la adecuada medicación, "no hay razón para seguir hablando del sida como algo incurable y la pandemia estaría erradicada para el año 2030".
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