Público / Michael Ben David, representante de Isarel en Eurovisión 2022 // |
¿Por qué participa Israel en Eurovisión si no es un país europeo?
En el festival participan todos los países que formen parte activa de la Unión Europea de Radiodifusión, actualmente formada por 73 miembros activos en 56 países de Europa y otros de la cuenca Mediterránea y Asia Occidental.
Público, 2022-05-14
https://www.publico.es/culturas/participa-israel-eurovision-no-pais-europeo.html
Aunque geográficamente no esté en Europa, Israel participa en el festival de Eurovisión por formar parte de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), el organismo encargado de organizar los intercambios de programas, coordinar las coproducciones, negociar los derechos de difusión y participar en el desarrollo de nuevas tecnologías.
La UER está formada por 73 miembros activos en 56 países de Europa y otros de la cuenca Mediterránea y Asia Occidental. Israel ha ganado el certamen cuatro veces. La última fue en 2018, cuando Netta se hizo con el micrófono de cristal gracias a ‘Toy’.
La primera vez que Israel venció en Eurovisión fue en 1978, gracias a Izhar Cohen y Alphabeta y a su tema ‘A-ba-ni-bi’. Un año más tarde, en 1979, Gali Atari & Milk and Honey volvieron a proclamar a Israel vencedora con su canción ‘Hallelujah’. Pero sin duda, una de las victorias más polémicas del concurso fue en 1998, cuando Dana, una cantante trans, ganó el festival con ‘Diva’. Su actuación provocó la cólera de diversos sectores ortodoxos de su país natal, que llegaron a pedir el boicot a la artista.
Este 2022, el país también participará en el concurso. El pasado 12 de abril Israel había anunciado su retirada parcial debido a una huelga del Ministerio de Relaciones Exteriores del país hebreo que hacía imposible acompañar a la delegación de Radiodifusión Israelí a Turín. Tras resolverse el embrollo, las autoridades israelíes han confirmado su asistencia. ‘I.M’ es el título del tema que interpretará Michael Ben David en el certamen.
Eurovisión, escaparate de los conflictos internacionales
El Festival de Eurovisión es el evento musical más visto del mundo, con más de 200 millones de espectadores. Esta visibilidad lo convierte en la oportunidad perfecta para que cada país haga gala y se publicite. En este sentido, no han sido pocas las críticas que han recaído sobre aquellos territorios que, aprovechando el certamen, han tratado de lavar su imagen. El caso de Israel es uno de los que más ha llamado la atención, pero no es el único.
Para ver uno de los primeros usos de Eurovisión como arma política hay que remontarse a 1964, cuando un hombre salió tras la actuación suiza portando una pancarta en la que se podía leer "Boicot a Franco y a Salazar", en alusión a las dictaduras de España y Portugal.
No fue el único gesto contrario al régimen franquista, puesto que Austria se negó a participar en el certamen de 1969, cuando el festival se celebraba en Madrid. Aquel año Eurovisión se celebraba en Madrid. También fue muy sonada la jugada de Joan Manuel Serrat el año anterior, que se negó a representar a España con aquel 'La, la, la' ya que su intención era recitar al menos dos frases en catalán, pero la censura franquista se lo impidió.
En 2014, Ucrania no permitió que la candidata rusa entrara al país a representar su tema justo después de que se hubiera producido la anexión de la península de Crimea. Este mismo año, Rusia ha sido expulsada del concurso tras iniciar la guerra en el Donbás.
Todos estos ejemplos dan una idea del uso político que cada país ha hecho del festival y del oportunismo de muchos gobernantes para hacer 'pinkwashing' y restar importancia a las vulneraciones de los derechos humanos cometidos en sus territorios.
Otros países no europeos que participan en Eurovisión
A lo largo de la historia han sido varios los países que geográficamente no situados en Europa han participado en Eurovisión. En esta edición son cinco: Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Australia e Israel.
El caso de Australia es algo distinto al resto, pues los australianos no son miembros activos de la Unión Europea de Radiodifusión. Australia paga una cuota pero su estatus dentro de la organización es la de miembro asociado. Fue en 2015 cuando debutó en el festival con motivo del 60 aniversario del concurso y, entre otras razones, debido a la expectación masiva que este causaba en el país oceánico, en el cual llevaba retransmitiéndose unos treinta años.
La UER está formada por 73 miembros activos en 56 países de Europa y otros de la cuenca Mediterránea y Asia Occidental. Israel ha ganado el certamen cuatro veces. La última fue en 2018, cuando Netta se hizo con el micrófono de cristal gracias a ‘Toy’.
La primera vez que Israel venció en Eurovisión fue en 1978, gracias a Izhar Cohen y Alphabeta y a su tema ‘A-ba-ni-bi’. Un año más tarde, en 1979, Gali Atari & Milk and Honey volvieron a proclamar a Israel vencedora con su canción ‘Hallelujah’. Pero sin duda, una de las victorias más polémicas del concurso fue en 1998, cuando Dana, una cantante trans, ganó el festival con ‘Diva’. Su actuación provocó la cólera de diversos sectores ortodoxos de su país natal, que llegaron a pedir el boicot a la artista.
Este 2022, el país también participará en el concurso. El pasado 12 de abril Israel había anunciado su retirada parcial debido a una huelga del Ministerio de Relaciones Exteriores del país hebreo que hacía imposible acompañar a la delegación de Radiodifusión Israelí a Turín. Tras resolverse el embrollo, las autoridades israelíes han confirmado su asistencia. ‘I.M’ es el título del tema que interpretará Michael Ben David en el certamen.
Eurovisión, escaparate de los conflictos internacionales
El Festival de Eurovisión es el evento musical más visto del mundo, con más de 200 millones de espectadores. Esta visibilidad lo convierte en la oportunidad perfecta para que cada país haga gala y se publicite. En este sentido, no han sido pocas las críticas que han recaído sobre aquellos territorios que, aprovechando el certamen, han tratado de lavar su imagen. El caso de Israel es uno de los que más ha llamado la atención, pero no es el único.
Para ver uno de los primeros usos de Eurovisión como arma política hay que remontarse a 1964, cuando un hombre salió tras la actuación suiza portando una pancarta en la que se podía leer "Boicot a Franco y a Salazar", en alusión a las dictaduras de España y Portugal.
No fue el único gesto contrario al régimen franquista, puesto que Austria se negó a participar en el certamen de 1969, cuando el festival se celebraba en Madrid. Aquel año Eurovisión se celebraba en Madrid. También fue muy sonada la jugada de Joan Manuel Serrat el año anterior, que se negó a representar a España con aquel 'La, la, la' ya que su intención era recitar al menos dos frases en catalán, pero la censura franquista se lo impidió.
En 2014, Ucrania no permitió que la candidata rusa entrara al país a representar su tema justo después de que se hubiera producido la anexión de la península de Crimea. Este mismo año, Rusia ha sido expulsada del concurso tras iniciar la guerra en el Donbás.
Todos estos ejemplos dan una idea del uso político que cada país ha hecho del festival y del oportunismo de muchos gobernantes para hacer 'pinkwashing' y restar importancia a las vulneraciones de los derechos humanos cometidos en sus territorios.
Otros países no europeos que participan en Eurovisión
A lo largo de la historia han sido varios los países que geográficamente no situados en Europa han participado en Eurovisión. En esta edición son cinco: Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Australia e Israel.
El caso de Australia es algo distinto al resto, pues los australianos no son miembros activos de la Unión Europea de Radiodifusión. Australia paga una cuota pero su estatus dentro de la organización es la de miembro asociado. Fue en 2015 cuando debutó en el festival con motivo del 60 aniversario del concurso y, entre otras razones, debido a la expectación masiva que este causaba en el país oceánico, en el cual llevaba retransmitiéndose unos treinta años.
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