domingo, 11 de septiembre de 2016

#hemeroteca #homofobia | Toño Abad: «Mientras exista la desigualdad, se perpetuará la homofobia»


Imagen: El Mundo / Toño Abad
Toño Abad: «Mientras exista la desigualdad, se perpetuará la homofobia».
Daniel Moltó | El Mundo, 2016-09-11

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2016/09/11/57d519ee46163f6c038b45be.html

A sus 38 años, Toño Abad, -economista y jurista de formación y empleado público de la Generaliat Valenciana en la Conselleria de Obra Pública, Vivienda y Ordenación del Territorio-, asume un nuevo reto en Diversitat Alacant, colectivo con el que ya colaboraba de forma activa, llegando a ocuparse durante dos años de la comunicación y las relaciones institucionales. Esta semana asumió oficialmente el cargo de Secretario General y empezó a trabajar con el equipo de la nueva dirección para desarrollar su proyecto para los próximos tres años.

¿Cuáles son las líneas básicas del proyecto que pretende llevar adelante durante ese tiempo?

Lo más inmediato es poner en marcha un plan de lucha contra la homofobia en las aulas, una lacra bastante presente en Primaria y Secundaria. Desafortunadamente, vivimos con la realidad de las agresiones -tanto físicas como verbales- hacia los jóvenes que tienen una identidad de género diferente o expresan una orientación sexual distinta en el ámbito escolar. Queremos impulsar un plan para minimizar esta situación al máximo porque entendemos que las aulas no se pueden convertir en un infierno para nadie, ni deben quedar impunes las agresiones de ningún tipo.

También plantea instaurar un observatorio autonómico contra la homofobia. ¿En qué consistirá?

Sí, esa es una propuesta más a largo plazo. Funcionaría como instrumento de ayuda y atención a la víctima de delitos de odio con tintes homófobos. Y el objetivo es que se pueda poner en marcha en diferentes municipios, a través de la participación de los ayuntamientos que quieran adherirse.

Hablando de homofobia. ¿Existe un repunte de agresiones de este tipo? ¿Se difunden más?

Yo no hablaría de repunte. Siempre han ocurrido, ahora se contabilizan y se lleva a cabo un mejor seguimiento, por lo que se difunden en mayor medida. Por otro lado, se está luchando contra la infradenuncia e intentando que aquellas agresiones que quedaban impunes afloren y se conozcan, aunque las víctimas no quieran continuar el proceso penal. También hay que tener en cuenta la mayor visibilidad.

¿En qué sentido?

El hecho de que haya leyes igualitarias, como la del matrimonio homosexual, contribuye a normalizar conductas que antes no se tenían en público, como cogerse de la mano, darse un beso en público o demostrar afectividad. Evidentemente, eso provoca que afloren comportamientos homófobos.

¿Fomentan de alguna manera las redes sociales y el anonimato en el que se escudan algunos internautas estos delitos de odio?

Sí. Respecto al acoso escolar homofóbico, tenemos claro que las redes sociales juegan un papel fundamental a la hora de convertir esa agresión en algo permanente. Es decir, el bullying ya no se circunscribe al ámbito del colegio sino que está en todas partes, incluso en el propio domicilio de la víctima, que antes era como un refugio. Y aunque las redes sociales son muy positivas a la hora de denunciar, controlar y difundir esas agresiones, es cierto que también pueden promocionar o servir de plataforma a gente que insulta y amenaza escondiéndose tras un pseudónimo, a 'iluminados' que dicen que pueden curar la homosexualidad, etcétera.

Otro ámbito en el que expresa interés es en el de las familias y su diversidad...

Nuestra asociación tiene grupos de trabajo autónomos que se encargan de diferentes áreas. La de familias no ha sido atendida hasta el momento como se merece y creemos que eso debe cambiar. Su diversidad es reflejo de la nuestra como colectivo, es símbolo de nuestra lucha y de lo que hemos conseguido. Por eso queremos dar a las familias diversas un servicio de representación, de asesoramiento jurídico, psicológico... pero también darlas a conocer y potenciarlas.

¿Consideran que debe haber un mayor apoyo -o un apoyo más real- de las Administraciones?

Vemos que hay muy buenas palabras, que los representantes de las Administraciones públicas son las primeras en sacar la bandera, en hacerse la foto o en salir con nosotros en las manifestaciones. Pero la labor que llevan a cabo organizaciones como la nuestra necesitan de una estabilidad y de una financiación que -como ocurre en el caso de Diversitat- no tienen. Ahora, con la llegada de los gobiernos de cambio, creemos que esa sensibilidad debería de notarse más si cabe.

¿Hay algún colectivo que requiera mayor atención o apoyo?

Sí. El colectivo transexual ha sido el más discriminado, incluso dentro de la familia LGTBI. Históricamente han sido marginados y excluidos socialmente. Y en este sentido, nos parece un gran avance la Ley de Reconocimiento de la Identidad de Género que ha aprobado el Consell a través de la Conselleria de Igualdad, una medida con avances sanitarios, sociales o laborales importantísimos para eliminar la discriminación de estas personas. Es un gran paso pero hay que seguir trabajando por la igualdad real y efectiva.

¿Existe un registro concreto de agresiones homófobas?

No. De hecho, hay una diferencia entre los datos sobre delitos homófobos que tenemos del Ministerio de Interior y los que contabilizamos nosotros a raíz de las consultas de asesoramiento, tanto penal como civil, que ofrecemos a la gente que se acerca a la asociación. Por ese motivo precisamente queremos crear ese observatorio contra la homofobia, porque serviría para institucionalizar la recogida y registro de datos.

¿Recurre mucha gente a esos servicios que presta Diversitat? ¿En qué consisten?

Sí, atendemos a muchas personas y son de varios tipos. En los casos de agresiones homófobas -hace nada, por ejemplo, una pareja de chicos fue insultada y agredida en una parada de autobús de Alicante y vino a pedirnos ayuda-, atendemos a las víctimas, les ofrecemos un acompañamiento desde el primer momento y les prestamos servicio jurídico. Nuestra abogada les acompaña en los casos de juicio penal o civil e incluso, cuando se nos permite, nos personamos como acusación particular.

Estos casos que menciona son agresiones flagrantes pero ¿existe también una homofobia de baja intensidad, cotidiana, igual que ocurre con el micromachismo?

Sí. De hecho, existe la desigualdad, en general. Y mientras eso ocurra, predominará el discurso que sitúa a unas personas por encima de otras. Desgraciadamente, en nuestra sociedad tiene una fuerte presencia el machismo y el miedo a lo diferente -hay ya quien utiliza el término «diversifobia»- y eso incluye todas sus manifestaciones: homofobia, bifobia, transfobia...Como dices, existe también esa homofobia de bajo nivel, el chiste recurrente, el insulto fácil, la caracterización humorística del homosexual, la lesbiana o el transexual...Incluso en textos oficiales, como ocurrió recientemente con un libro de un módulo formativo sanitario, en el que decía que los gays tenían mayor propensión de contraer más enfermedades de transmisión sexual porque son más promiscuos, algo que evidentemente no es cierto. En definitiva, un discurso homófobo de bajo nivel que va calando y que nos estigmatiza.

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