Imagen: RTVE / Viñeta de 'Trapicheos en la Segunda Avenida' |
Joyce Brabner y Mark Zingarelli les rinden homenaje en el cómic ‘Trapicheos en la Segunda Avenida’. La crónica de la primera generación que hizo frente a una enfermedad desconocida y mortal.
Jesús Jiménez | RTVE, 2018-04-23
http://www.rtve.es/rtve/20180423/activistas-se-convirtieron-delincuentes-para-luchar-contra-sida/1718720.shtml
Hace ya 37 años (1981) que se diagnosticaron en Estados Unidos los primeros casos de sida, una misteriosa enfermedad que deterioraba el sistema inmunitario y que, al principio, solo parecía afectar a hombres homosexuales de entornos urbanos, por lo que en un principio se conoció como GRID (Gay-Related Inmunodeficiency Disease o Inmunodeficiencia Asociada a la Homosexualidad), y por lo que muchos homófobos e idiotas se apresuraron a afirmar que "era un castigo divino por sus comportamientos sexuales inapropiados" .
El caso es que no fue hasta que empezó a afectar a los heterosexuales y amenazó con convertirse en una plaga mundial, cuando la comunidad internacional empezó a tomárselo en serio e investigar. En ese intervalo de tiempo sólo algunas personas y grupos se preocuparon por intentar salvar a los afectados. Un ejemplo sería el de Ron Woodroof, relatado en la exitosa película ‘Dallas Buyers Club’, protagonizada por Matthew McConaughey y Jared Leto (ambos galardonados con el Oscar a actor protagonista y secundario).
Otra emocionante historia, basada también en hechos reales es la relatada en la premiada novela gráfica 'Trapicheos en la Segunda avenida' (Dos Bigotes), de Joyce Brabner y Mark Zingarelli. Un sincero y emocionante homenaje a esa primera generación que se enfrentó al sida y a un grupo de valientes que no dudó en convertirse en delincuentes para intentar salvar a sus amigos afectados por la enfermedad, mediante el contrabando de un medicamento experimental ilegal que pasaban por la frontera mexicana a Estados Unidos.
Una obra ganadora del prestigioso premio Lambda Literary Awards 2015, que reconoce a las obras más destacadas relacionadas sobre temática LGBT.
Convertidos en delincuentes para salvar a sus amigos
La historia está basada en hechos reales, aunque los nombres de los protagonistas se han cambiado para proteger su anonimato. El cómic narra cómo un enfermero gay de Cleveland se topó con el paciente Nº 24 de esa nueva enfermedad misteriosa que, muy pronto, empezó a afectar a sus amigos.
Entonces se fue a Nueva York donde un grupo de artistas y activistas se colocaron en la primera línea de la lucha contra el sida mediante el contrabando de medicamentos prohibidos a través de la frontera mexicana y la administración de marihuana a los enfermos para aliviar sus padecimientos.
Mientras todo el mundo les daba la espalda, este grupo de amigos se atrevió a hacer tratos con la mafia, a disfrazarse para maquillar su identidad e incluso en subirse a una furgoneta con dobles fondos para alojar la droga (para la que se inspiraron en la del ‘Equipo A’, de la famosa serie de Televisión). También suministraban marihuana a los enfermos para aliviar sus sufrimientos.
Cruzaron varias veces la frontera mexicana, haciendo contrabando de esos medicamentos, hasta que, por fin, en 1987, los médicos se comprometieron más en la investigación médica al comprobar que no se trataba "solo de una enfermedad de maricas".
Contada por sus protagonistas
Los creadores de este libro conocían a muchos de esos afectados por el sida. Ellos son la escritora Joyce Brabner, una autora fundamental de la novela gráfica contemporánea y también un personaje de cómic ya que protagonizó numerosos episodios de ‘American Splendor’, el famoso cómic de su difunto marido Harvey Pekar, uno de los referentes del cómic autobiográfico.
El dibujante es Mark Zingarelli, otra leyenda del cómic norteamericano que comenzaría colaborando en la revista antológica ‘WEIRDO’, del gran Robert Crumb, y de ahí pasaría a medios como ‘The New Yorker’, ‘Esquire’ o ‘Time’, entre muchas otras.
Ambos consiguen dotar de humanidad y credibilidad a estos personajes enfrentados a una plaga de proporciones casi bíblicas e ignorados por el resto de la sociedad, que poco menos que los despreciaba.
Una emocionante historia, que es casi un thriller, de estos personajes dispuestos a todo por ayudar a sus amigos, hasta a enfrentarse a una enfermedad desconocida y mortal para la que parecía no haber cura.
Por cierto que actualmente parece que el SIDA ya no nos preocupa y que se puede vivir con él gracias a los medicamentos. Pero no olvidemos que sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo entre la población de 15 a 60 años, que 4.000 personas mueren diariamente en África, y que más de 37 millones de personas lo padecen y sólo la mitad tiene acceso a terapias antirretrovírales.
En estos casi 40 años desde su descubrimiento más de 78 millones de personas lo han contraído, se ha cobrado la vida de más de 39 millones, sigue sin haber una vacuna y el 40 % de los afectados, a nivel mundial, desconoce que tiene esta enfermedad.
Por eso es tan importante recordar historias como la que nos cuenta ‘Trapicheos en la Segunda Avenida’. Un merecidísimo homenaje a los pioneros en la lucha contra el SIDA.
El caso es que no fue hasta que empezó a afectar a los heterosexuales y amenazó con convertirse en una plaga mundial, cuando la comunidad internacional empezó a tomárselo en serio e investigar. En ese intervalo de tiempo sólo algunas personas y grupos se preocuparon por intentar salvar a los afectados. Un ejemplo sería el de Ron Woodroof, relatado en la exitosa película ‘Dallas Buyers Club’, protagonizada por Matthew McConaughey y Jared Leto (ambos galardonados con el Oscar a actor protagonista y secundario).
Otra emocionante historia, basada también en hechos reales es la relatada en la premiada novela gráfica 'Trapicheos en la Segunda avenida' (Dos Bigotes), de Joyce Brabner y Mark Zingarelli. Un sincero y emocionante homenaje a esa primera generación que se enfrentó al sida y a un grupo de valientes que no dudó en convertirse en delincuentes para intentar salvar a sus amigos afectados por la enfermedad, mediante el contrabando de un medicamento experimental ilegal que pasaban por la frontera mexicana a Estados Unidos.
Una obra ganadora del prestigioso premio Lambda Literary Awards 2015, que reconoce a las obras más destacadas relacionadas sobre temática LGBT.
Convertidos en delincuentes para salvar a sus amigos
La historia está basada en hechos reales, aunque los nombres de los protagonistas se han cambiado para proteger su anonimato. El cómic narra cómo un enfermero gay de Cleveland se topó con el paciente Nº 24 de esa nueva enfermedad misteriosa que, muy pronto, empezó a afectar a sus amigos.
Entonces se fue a Nueva York donde un grupo de artistas y activistas se colocaron en la primera línea de la lucha contra el sida mediante el contrabando de medicamentos prohibidos a través de la frontera mexicana y la administración de marihuana a los enfermos para aliviar sus padecimientos.
Mientras todo el mundo les daba la espalda, este grupo de amigos se atrevió a hacer tratos con la mafia, a disfrazarse para maquillar su identidad e incluso en subirse a una furgoneta con dobles fondos para alojar la droga (para la que se inspiraron en la del ‘Equipo A’, de la famosa serie de Televisión). También suministraban marihuana a los enfermos para aliviar sus sufrimientos.
Cruzaron varias veces la frontera mexicana, haciendo contrabando de esos medicamentos, hasta que, por fin, en 1987, los médicos se comprometieron más en la investigación médica al comprobar que no se trataba "solo de una enfermedad de maricas".
Contada por sus protagonistas
Los creadores de este libro conocían a muchos de esos afectados por el sida. Ellos son la escritora Joyce Brabner, una autora fundamental de la novela gráfica contemporánea y también un personaje de cómic ya que protagonizó numerosos episodios de ‘American Splendor’, el famoso cómic de su difunto marido Harvey Pekar, uno de los referentes del cómic autobiográfico.
El dibujante es Mark Zingarelli, otra leyenda del cómic norteamericano que comenzaría colaborando en la revista antológica ‘WEIRDO’, del gran Robert Crumb, y de ahí pasaría a medios como ‘The New Yorker’, ‘Esquire’ o ‘Time’, entre muchas otras.
Ambos consiguen dotar de humanidad y credibilidad a estos personajes enfrentados a una plaga de proporciones casi bíblicas e ignorados por el resto de la sociedad, que poco menos que los despreciaba.
Una emocionante historia, que es casi un thriller, de estos personajes dispuestos a todo por ayudar a sus amigos, hasta a enfrentarse a una enfermedad desconocida y mortal para la que parecía no haber cura.
Por cierto que actualmente parece que el SIDA ya no nos preocupa y que se puede vivir con él gracias a los medicamentos. Pero no olvidemos que sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo entre la población de 15 a 60 años, que 4.000 personas mueren diariamente en África, y que más de 37 millones de personas lo padecen y sólo la mitad tiene acceso a terapias antirretrovírales.
En estos casi 40 años desde su descubrimiento más de 78 millones de personas lo han contraído, se ha cobrado la vida de más de 39 millones, sigue sin haber una vacuna y el 40 % de los afectados, a nivel mundial, desconoce que tiene esta enfermedad.
Por eso es tan importante recordar historias como la que nos cuenta ‘Trapicheos en la Segunda Avenida’. Un merecidísimo homenaje a los pioneros en la lucha contra el SIDA.
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