Imagen: 20 Minutos / Rufino Arco y Arantxa Miranda, de LGTBIpol, y Paco Ramírez, de Colegas |
Piden un número de teléfono como el 016, y su equiparación en derechos a las víctimas de violencia machista.
Amaya Larrañeta | 20 Minutos, 2018-04-16
https://www.20minutos.es/noticia/3315087/0/protocolo-denuncias-violencia-intragenero-dentro-parejas-mismo-sexo/
La asociación de agentes de la autoridad por la diversidad sexual, LGTBIpol, y el colectivo Colegas reclaman al Ministerio del Interior un protocolo específico para denunciar violencia intragénero, aquella que se produce en el seno de parejas del mismo sexo. El objetivo que persiguen estas asociaciones es empoderar a las víctimas para salir de su situación a través de la denuncia y, sobre todo, conocer mediante un registro la verdadera dimensión de una lacra que permanece oculta en España.
La reivindicación de Colegas y LGTBIpol es la de incorporar una casilla específica de violencia intragénero en los formularios de las denuncias de la Policía (Nacional, municipal y autonómicas) y de Guardia Civil, que permita sacar a estas agresiones de la categoría de violencia doméstica, que es donde se enmarcan ahora sin poder diferenciarlas de otras agresiones familiares, como las que se producen, por ejemplo, entre hermanos o padres e hijos.
"Normalmente la intragénero es un tipo de violencia que no se denuncia. El problema es que los gais y las lesbianas hace muy poco que somos visibles. Solo podemos casarnos desde 2005 y no nos atrevemos aún a contar que a nosotras también nos pegan", ha explicado Arantxa Miranda, agente de la Policía Municipal de Madrid y miembro del colectivo LGTBIpol.
El portavoz de Colegas, Paco Ramírez, ha recordado que las primeras informaciones sobre crímenes de violencia intragénero, con posterioridad a la aprobación del matrimonio gay, datan de 2009, y que la última precisamente se refiere a un doble crimen en Priego, Córdoba, este fin de semana. Ramírez lamenta que la cobertura de estos sucesos siga sin reflejar la verdadera dimensión de la violencia intragénero, que de acuerdo con sus cifras se habría cobrado unas 15 vidas en diez años en España y que, en base a estudios internacionales, la han padecido "entre el 30% y el 60% de las parejas LGTBI".
El colectivo reclama, además de un protocolo de denuncias propio, el establecimiento de un servicio de teléfono similar al 016 y que las víctimas de esta violencia tengan el mismo tratamiento, en recursos y derechos, que las víctimas de la violencia machista. "Exigimos a nivel legislativo medidas que nos equiparen a las víctimas de la violencia de género y que Interior recoja de manera periódica información estadística sobre la violencia intragénero", ha reivindicado su portavoz, Paco Ramírez.
La psicóloga de la asociación Colegas, Mariluz López, ha recordado que en este tipo de violencia lo que el agresor o agresora busca es "minar y controlar" a su pareja, ya sea a través de golpes (violencia física), del chantaje emocional (violencia psicológica) o incluso de la violencia sexual, por ejemplo exigiendo prácticas de riesgo y sin protección. López ha explicado que hay dos modalidades de actos violentos específicos de la violencia intragénero: el ‘outing’, es decir, amenazar a la pareja con hacer pública su orientación sexual; y los ataques homofóbicos en el seno de la pareja.
Sin embargo, López ha querido desmontar tres mitos habituales que circulan sobre la violencia entre parejas del mismo sexo. "No necesariamente se produce porque un miembro de la pareja escoja un rol de género distinto, de hombre y de mujer; tampoco es cierto que las lesbianas no la sufran, porque para ser violento no hace falta ser hombre; ni que sea menos grave que la violencia machista, porque todavía no hay datos estadísticos oficiales".
"Es una violencia que existe y que hay que visibilizar para que las víctimas puedan salir de este calvario", ha insistido el portavoz de Colegas.
La reivindicación de Colegas y LGTBIpol es la de incorporar una casilla específica de violencia intragénero en los formularios de las denuncias de la Policía (Nacional, municipal y autonómicas) y de Guardia Civil, que permita sacar a estas agresiones de la categoría de violencia doméstica, que es donde se enmarcan ahora sin poder diferenciarlas de otras agresiones familiares, como las que se producen, por ejemplo, entre hermanos o padres e hijos.
"Normalmente la intragénero es un tipo de violencia que no se denuncia. El problema es que los gais y las lesbianas hace muy poco que somos visibles. Solo podemos casarnos desde 2005 y no nos atrevemos aún a contar que a nosotras también nos pegan", ha explicado Arantxa Miranda, agente de la Policía Municipal de Madrid y miembro del colectivo LGTBIpol.
El portavoz de Colegas, Paco Ramírez, ha recordado que las primeras informaciones sobre crímenes de violencia intragénero, con posterioridad a la aprobación del matrimonio gay, datan de 2009, y que la última precisamente se refiere a un doble crimen en Priego, Córdoba, este fin de semana. Ramírez lamenta que la cobertura de estos sucesos siga sin reflejar la verdadera dimensión de la violencia intragénero, que de acuerdo con sus cifras se habría cobrado unas 15 vidas en diez años en España y que, en base a estudios internacionales, la han padecido "entre el 30% y el 60% de las parejas LGTBI".
El colectivo reclama, además de un protocolo de denuncias propio, el establecimiento de un servicio de teléfono similar al 016 y que las víctimas de esta violencia tengan el mismo tratamiento, en recursos y derechos, que las víctimas de la violencia machista. "Exigimos a nivel legislativo medidas que nos equiparen a las víctimas de la violencia de género y que Interior recoja de manera periódica información estadística sobre la violencia intragénero", ha reivindicado su portavoz, Paco Ramírez.
La psicóloga de la asociación Colegas, Mariluz López, ha recordado que en este tipo de violencia lo que el agresor o agresora busca es "minar y controlar" a su pareja, ya sea a través de golpes (violencia física), del chantaje emocional (violencia psicológica) o incluso de la violencia sexual, por ejemplo exigiendo prácticas de riesgo y sin protección. López ha explicado que hay dos modalidades de actos violentos específicos de la violencia intragénero: el ‘outing’, es decir, amenazar a la pareja con hacer pública su orientación sexual; y los ataques homofóbicos en el seno de la pareja.
Sin embargo, López ha querido desmontar tres mitos habituales que circulan sobre la violencia entre parejas del mismo sexo. "No necesariamente se produce porque un miembro de la pareja escoja un rol de género distinto, de hombre y de mujer; tampoco es cierto que las lesbianas no la sufran, porque para ser violento no hace falta ser hombre; ni que sea menos grave que la violencia machista, porque todavía no hay datos estadísticos oficiales".
"Es una violencia que existe y que hay que visibilizar para que las víctimas puedan salir de este calvario", ha insistido el portavoz de Colegas.
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