sábado, 10 de agosto de 2019

#hemeroteca #gais #politica | Munir Baatur, primer candidato abiertamente gay a la Presidencia de Túnez

Imagen: El Mundo / Munir Baatur
Munir Baatur, primer candidato abiertamente gay a la Presidencia de Túnez.
Cofundador de la asociación Shams, que defiende la despenalización de la homosexualidad en Túnez, este abogado y líder del Partido Liberal aspira a ocupar el Palacio de Cartago si es elegido presidente en las elecciones del 15 de septiembre.
Rosa Meneses | El Mundo, 2019-08-10
https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/10/5d4d91b521efa05c0f8b4599.html

Es abogado, tiene 48 años y ha roto un tabú en su país, Túnez, al ser el primer candidato abiertamente gay a las elecciones presidenciales del 15 de septiembre. Munir Baatur desafía el sistema en un país donde la homosexualidad está penada con tres años de cárcel en virtud de un artículo, el 230, redactado en 1913. Un gesto de valentía, ya que la comunidad LGBTQ sufre el aislamiento social y la tortura policial en Túnez.

"Quiero abrir el debate sobre los derechos LGBT", afirma Baatur, que lidera la asociación Shams, una ONG que lucha por la despenalización de la homosexualidad. Túnez, la cuna de la revolución democrática que vivió el Mundo Árabe a partir de 2011, es el único país de la región tocado por aquel tsunami que ha emprendido con éxito una transición política tras sacudirse la dictadura. Desde la caída del régimen de Zin el Abidin Ben Ali ha habido grandes progresos, como la Constitución promulgada en 2014, que consagra la libertad de información, la igualdad entre hombres y mujeres y un sistema democrático con elecciones libres.

Pero en algunas cuestiones, el cambio se resiste. Mientras el país se ha dotado de una Constitución moderna, la más avanzada del Mundo Árabe, sigue conservando un Código Penal de la época de la colonización francesa. Además, la represión contra la comunidad gay ha aumentado en los últimos años. En diciembre de 2015, un caso emblemático conmocionó la sociedad, cuando seis estudiantes de la Universidad de Kairuan fueron detenidos, juzgados y condenados a tres años de prisión y cinco de destierro por "prácticas homosexuales". En la cárcel sufrieron la tortura policial y las palizas de otros presos.

"No hay progresos en la cuestión LGBT en Túnez: no hay políticos que defiendan estos casos y, en mi opinión, soy la persona ideal para plantear un cambio en la sociedad tunecina", dice Baatur, que lidera el Partido Liberal, en una entrevista a Reuters. Según el Barómetro Árabe que publica la BBC, sólo el 7% de los tunecinos aceptan la homosexualidad. Las detenciones por tener relaciones con personas del mismo sexo crecieron un 60% en 2018, según Shams, que documenta los arrestos y torturas contra la comunidad gay. La asociación registró más de 25 detenciones en el primer cuatrimestre de 2019, según cita Reuters.

Un arcoíris para conquistar Cartago

Baatur, el primer candidato a presidir un país en el norte de África que no oculta su condición homosexual, es miembro fundador de Shams y ha puesto el debate sobre los derechos civiles en el centro de la temática electoral de las elecciones presidenciales. Los comicios, inicialmente programados para noviembre, han tenido que ser anticipados tras la muerte, el pasado 25 de julio, del presidente Beji Caid Esebsi, a los 92 años. Después del cierre de candidaturas, ayer viernes, más de 50 aspirantes han presentado su solicitud para concurrir en la primera vuelta del 15 de septiembre. La segunda vuelta no tiene todavía fecha pero según la legislación debe celebrarse antes del 3 de noviembre si ningún político obtiene mayoría absoluta.

Entre los candidatos con más posibilidades están el magnate de los medios de comunicación Nabil Karui, el actual primer ministro Yusef Chahed, el ex presidente Moncef Marzuki, el ex primer ministro Mehdi Juma o Hamadi Jebali, otro ex premier. Sólo una mujer aspira a ocupar el Palacio de Cartago; se trata de Abir Musi, que fuera secretaria general del partido único durante la dictadura, hoy disuelto. Los islamistas moderados de En Nahda, primera fuerza en el Parlamento, han presentado a su vicepresidente, Abdel Fatah Muru, abogado de 71 años muy próximo al histórico líder de la formación, Rachid Ghanuchi. Es la primera vez que En Nahda aspira a presidir el país.

La Instancia Electoral Independiente (ISIE) anunciará el 31 de agosto las candidaturas válidas. Encabeza los sondeos Karui, con un 23% de intención de voto según Sigma Conseil, principal órgano de encuestas de Túnez. Le sigue el independiente Kaies Saied, con un 20%, y Abir Musi, con el 12%, según recoge Efe citando una encuesta de primeros de agosto. Chahed y Marzuki empatarían con un 7%.

Un candidato desconocido

"A priori, Baatur es un candidato irrelevante y poco conocido por la población tunecina. Su candidatura ha tenido mucha más relevancia en la prensa extranjera que en la de su país, lo que puede hacer pensar que se enmarca en mayor medida en una campaña hacia la opinión pública internacional en favor de la despenalización de la homosexualidad, uno de los grandes caballos de batalla de Shams, que dentro de una candidatura viable para la jefatura del Estado", analiza para El Mundo Bosco Govantes, profesor de ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide.

El propio Baatur conoce bien la tragedia diaria que viven las personas LGBTQ por su condición sexual. En 2013 fue encarcelado, acusado de sodomía, y sufrió torturas. "Fue una agonía, una humillación muy grave", recuerda de ese periodo en una entrevista con 'Slate'. En Túnez, la policía somete a examen anal a los homosexuales para 'probar' su culpabilidad, una práctica definida por la ONU como tortura. La discriminación social, el rechazo de la familia, las amenazas y la represión policial provocan en las víctimas un fuerte trauma psicológico. Junto con otros activistas, Baatur creó en 2015 la asociación Shams (Sol), que ha sido la primera ONG de defensa de los derechos LGBTQ legalizada en Túnez y que se consagra a denunciar la violencia y el trato cruel que sufren estas personas.

"La candidatura de Baatur pone a Túnez y su transición frente al espejo de las incoherencias y contradicciones que hay todavía en la legislación. Se trata de un país con una tradición secular y pro occidental establecida desde la época colonial y consolidada durante la época del presidente Burguiba, que mantiene en la homosexualidad uno de sus principales tabúes sociales", añade Govantes, miembro del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM).

Para Baatur, la despenalización de la homosexualidad "no es una cuestión de aceptación" social, porque otros cambios, como la abolición de la poligamia que aplicó Burguiba en 1965, llegaron sin apoyo popular. "Sesenta años después de la independencia necesitamos voluntad política para imponer reformas y decirle a la gente que no es normal encarcelar personas por ser gais", afirma.

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