Imagen: Hoyasarte / Fotograma de 'Freeheld' |
Javier López Iglesias | Hoyesarte, 2016-05-09
http://www.hoyesarte.com/cine/freeheld-la-lucha-por-la-igualdad-sexual_226208/
‘Freeheld: Un amor incondicional’, basada en hechos reales, es un grito en la lucha por la igualdad que ya fue tratado en el corto documental 'Freeheld' que, en 2008, ganó el Óscar en Hollywood y el premio especial del jurado en Sundance. Peter Sollett retoma el tema y dirige este drama en el que Julianne Moore vuelve a desplegar esa capacidad de hacer de cualquier papel, un papel grande. La tenaz lucha de una pareja de mujeres por que se les reconozcan sus derechos ante la enfermedad terminal de una de ellas se convirtió en una causa colectiva que ayudó a cambiar las leyes sobre el matrimonio homosexual en Estados Unidos.
Laurel Hester (Julianne Moore) era, en la vida real, una respetada teniente de policía de Nueva Jersey a la que le fue diagnosticado un cáncer terminal. Hester era homosexual, tenía pareja, y mantuvo en los últimos años de su existencia una enconada batalla legal con los legisladores del condado de Ocean para lograr que su compañera sentimental, Stacie Andrée (la actriz canadiense y activista por los derechos de las lesbianas Ellen Page da un muy buen contrapunto al papelazo de Moore), pudiera tras su muerte recibir la pensión que le correspondía y que le permitiría conservar la casa en la que ambas habían vivido su idilio. Un casa que sigue ocupando en la actualidad la pareja de la desaparecida.
Nada fue sencillo
Fácil es deducir que las cosas no fueron sencillas. Que la lucha por la justicia tiene muchos meandros. Que la negativa consecuente con las fuertes raíces conservadoras de los funcionarios -‘freeholders’– que decidían solo pudo ser derribada con la colaboración de amigos y compañeros de la pareja. Una lucha en la que jugaron función clave el detective Dan Wells (Michael Shannon) y el activista Steven Goldstein (Steve Carrell), que logaron reunir a oficiales de policía y ciudadanos de a pie para apoyar aquella cruzada por la igualdad.
En sus primeros compases la película presenta a la agente policial, con 23 años de servicio a sus espaldas, como un personaje sólido que, es obvio, tiene la capacidad de enamorarse de quien le dé la gana. La otra parte de la pareja es una joven, sólida también, que trabaja en un taller mecánico y que tiene muy claro de quién se enamora.
Comienza pues el filme, al plantear la enfermedad sin vuelta atrás de una de las mujeres y las reivindicaciones de ambas, como una apuesta por el cine de la dignidad y la bandera de la justicia. Las dos actrices que dan vida a los personajes reales otorgan un plus de veracidad que sitúa a la propuesta en el lugar destinado a las mejores películas del género. Y el eslógan promocional del filme cobra todo su sentido: “Después de muchos años arriesgando la vida y combatiendo la injusticia en nombre de los demás, Laurel Hester está luchando ahora por sus propios derechos”.
Giro en el objetivo
Pero a mitad de metraje la cosa da un giro y el conjunto se resiente. De la ética, la dignidad y los derechos, se pasa a una apuesta, de tintes casi sensibleros, al drama sentimental de la pareja y a la lucha contra la enfermedad.
Es un giro. Bien contado, pero giro. Por decirlo de alguna forma, el espectador asiste a un cambio de pie y de estar ante un tema socio-político pasa a situarse frente a un drama romántico.
Aun así y a pesar de esta bajada de intensidad en el núcleo de lo que se narra, ‘Freeheld’, que en España se presenta con el añadido de “un amor incondicional”, es una más que estimable película que, siguiendo las palabras de la actriz Ellen Page, hará pensar a muchos, “pues espero que la vean aquellos espectadores que no comprenden la homosexualidad. Por ejemplo, los padres que intentan aceptar que su hijo o su hija son homosexuales. Ojalá les ayude a recapacitar al ver los efectos catastróficos que puede llegar a producir la discriminación”. Que así sea.
Y TAMBIÉN…
Ellen Page: "Mi personaje en 'Freeheld' es más 'masculino' que yo".
La protagonista de 'Juno' se alza como portavoz de la comunidad gay dentro y fuera de la pantalla. Este fin de semana estrena su película junto a Julianne Moore, la historia real de una pareja de lesbianas y de la lucha por sus derechos.
Deborah García | Tentaciones, El País, 2016-05-05
http://elpais.com/elpais/2016/05/04/tentaciones/1462381330_389964.html
Laurel Hester (Julianne Moore) era, en la vida real, una respetada teniente de policía de Nueva Jersey a la que le fue diagnosticado un cáncer terminal. Hester era homosexual, tenía pareja, y mantuvo en los últimos años de su existencia una enconada batalla legal con los legisladores del condado de Ocean para lograr que su compañera sentimental, Stacie Andrée (la actriz canadiense y activista por los derechos de las lesbianas Ellen Page da un muy buen contrapunto al papelazo de Moore), pudiera tras su muerte recibir la pensión que le correspondía y que le permitiría conservar la casa en la que ambas habían vivido su idilio. Un casa que sigue ocupando en la actualidad la pareja de la desaparecida.
Nada fue sencillo
Fácil es deducir que las cosas no fueron sencillas. Que la lucha por la justicia tiene muchos meandros. Que la negativa consecuente con las fuertes raíces conservadoras de los funcionarios -‘freeholders’– que decidían solo pudo ser derribada con la colaboración de amigos y compañeros de la pareja. Una lucha en la que jugaron función clave el detective Dan Wells (Michael Shannon) y el activista Steven Goldstein (Steve Carrell), que logaron reunir a oficiales de policía y ciudadanos de a pie para apoyar aquella cruzada por la igualdad.
En sus primeros compases la película presenta a la agente policial, con 23 años de servicio a sus espaldas, como un personaje sólido que, es obvio, tiene la capacidad de enamorarse de quien le dé la gana. La otra parte de la pareja es una joven, sólida también, que trabaja en un taller mecánico y que tiene muy claro de quién se enamora.
Comienza pues el filme, al plantear la enfermedad sin vuelta atrás de una de las mujeres y las reivindicaciones de ambas, como una apuesta por el cine de la dignidad y la bandera de la justicia. Las dos actrices que dan vida a los personajes reales otorgan un plus de veracidad que sitúa a la propuesta en el lugar destinado a las mejores películas del género. Y el eslógan promocional del filme cobra todo su sentido: “Después de muchos años arriesgando la vida y combatiendo la injusticia en nombre de los demás, Laurel Hester está luchando ahora por sus propios derechos”.
Giro en el objetivo
Pero a mitad de metraje la cosa da un giro y el conjunto se resiente. De la ética, la dignidad y los derechos, se pasa a una apuesta, de tintes casi sensibleros, al drama sentimental de la pareja y a la lucha contra la enfermedad.
Es un giro. Bien contado, pero giro. Por decirlo de alguna forma, el espectador asiste a un cambio de pie y de estar ante un tema socio-político pasa a situarse frente a un drama romántico.
Aun así y a pesar de esta bajada de intensidad en el núcleo de lo que se narra, ‘Freeheld’, que en España se presenta con el añadido de “un amor incondicional”, es una más que estimable película que, siguiendo las palabras de la actriz Ellen Page, hará pensar a muchos, “pues espero que la vean aquellos espectadores que no comprenden la homosexualidad. Por ejemplo, los padres que intentan aceptar que su hijo o su hija son homosexuales. Ojalá les ayude a recapacitar al ver los efectos catastróficos que puede llegar a producir la discriminación”. Que así sea.
Y TAMBIÉN…
Ellen Page: "Mi personaje en 'Freeheld' es más 'masculino' que yo".
La protagonista de 'Juno' se alza como portavoz de la comunidad gay dentro y fuera de la pantalla. Este fin de semana estrena su película junto a Julianne Moore, la historia real de una pareja de lesbianas y de la lucha por sus derechos.
Deborah García | Tentaciones, El País, 2016-05-05
http://elpais.com/elpais/2016/05/04/tentaciones/1462381330_389964.html
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