Gucci apoya la ley 'trans' con Paul B. Preciado y las feministas se rebelan.
La última campaña de la firma de lujo impulsa la doctrina 'queer' y las mujeres que se oponen a ésta entran en cólera.
Darío Prieto | LOC, El Mundo, 2020-11-21
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2020/11/21/5fb7abeefc6c83e7658b4665.html
Paul B. Preciado (50) mira a cámara y habla: "Esta revolución va sobre el amor. Es una cuestión de transformar el deseo". Y luego sigue: "Hemos sido construidos históricamente, durante la modernidad patriarcal y colonial como monstruos: como mujeres, como histéricas, como homosexuales, transexuales, como discapacitados, como enfermos mentales. Ahora estamos en un proceso de inversión de esa lógica de opresión. Un momento en que los monstruos toman la palabra".
Gucci, que en 2019 ingresó 9.628 millones de euros (un 13% más que el año anterior) ha escogido al pensador transexual español (que se dio a conocer a comienzos de siglo como Beatriz Preciado) para su nueva campaña, centrada en la doctrina queer. Así, aparece en el primer cortometraje de una serie dirigida por el cineasta Gus Van Sant (‘El indomable Will Hunting’) y por el director creativo de la firma de lujo, Alessandro Michele. Allí, afirma: "Yo me considero un disidente del sexo/género".
El lanzamiento de la campaña, este martes, coincidió con el final de la consulta pública previa de la Ley Trans, impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y que ha generado una importante polémica al incluir entre sus apartados que los niños no necesitarán autorización paterna para iniciar la transición de un sexo a otro. También ha enfrentado a sectores históricos del feminismo con los miembros del Gobierno de Podemos.
La filósofa Amelia Valcárcel, componente del Consejo de Estado, es uno de los rostros más visibles de la revuelta feminista contra los planes del Gobierno, como ha dejado claro en una carta de protesta firmada por otras mujeres destacadas en los ámbitos de la política y la cultura. "Tal ley", explica Valcárcel a LOC, "tendría un 'impacto de género' enorme y desconocido. Sólo hay que ver lo que ocurre en otros países". Y apunta que el porcentaje de nacimientos intersexuales, esto es, de aquellos a los que se aplica reasignación es uno cada 400.000.
Su colega Alicia Miyares afirma que "se está llevando a cabo el proyecto de ley de espaldas a la opinión no sólo de las asociaciones feministas, sino de profesionales del ámbito de la salud, del ámbito jurídico, que tendrían que decir mucho sobre la cuestión".
"Lo que no puede ser", denuncia Miyares, "es que el procedimiento sea un email de referencia el Ministerio de Igualdad para testar la opinión pública. No, esto no es una cuestión de opinión pública, pues supone la anulación en derechos consolidados o consecuencias no deseadas ni deseables para la ciudadanía".
Respecto a la campaña de Gucci, Miyares lanza una pregunta: "¿Los grandes negocios que marcan tendencia en moda ahora también van a marcar tendencia en derechos? Si se confunde tendencia con legislación pues cerramos todas las instituciones jurídicas y legislativas y dejamos que sea el mercado el que determine los derechos de la ciudadanía".
Y lo compara con la cuestión de los vientres de alquiler, al señalar "la pretensión de que los sentimientos sean equiparados a los derechos o peor aún, la pretensión de que los sentimientos y deseos prevalezcan sobre los derechos".
Otra ilustre feminista como Victoria Sendón de León subraya no puede haber una pretendida "autodeterminación" de género. "Lo que hay es muchas formas de ser mujer y muchas formas de ser varón. Y no le pueden llamar identidad. Tendrían que llamarlo, en todo caso, identificación con ciertos estereotipos, en muchos casos de lo más patético, con los cuales las mujeres no nos identificamos. Y menos las feministas".
"A una persona que no se identifica con su género le llaman transgénero. Cuando, en realidad, una mujer que no se identifica con su género es una feminista", sentencia Sendón de León. "Las feministas, precisamente, somos mujeres que no nos identificamos con el género que nos han asignado pero queremos seguir siendo mujeres".
Y sobre la campaña de Gucci, apunta: "Paul Preciado o Beatriz Preciado me parecía mucho más interesante, más inteligente, cuando iba de señora". Y habla de otros productos culturales asociados a esa visión: "La serie ésta de La Veneno es un estereotipo tan espantoso de mujer que muchísimas mujeres, la inmensa mayoría, no nos identificamos para nada con él. Además, siempre dijo: 'Yo soy un hombre. Para mujer, la madre que me parió'. Así que, si la ponen como ejemplo, tienen que asumir también lo que ella decía".
"Es un tema muy vidrioso, muy escurridizo que yo creo que no aguanta un análisis en profundidad. Y, como ha dicho Lidia Falcón, lo más grave es lo de los niños y las niñas: los están induciendo a una cosa que les puede fastidiar la vida, hacer infelices para siempre". En resumen: "Esto es un despropósito. Y espero que el PSOE no caiga en ello porque sería para dejar de votarles toda la vida".
Gucci, que en 2019 ingresó 9.628 millones de euros (un 13% más que el año anterior) ha escogido al pensador transexual español (que se dio a conocer a comienzos de siglo como Beatriz Preciado) para su nueva campaña, centrada en la doctrina queer. Así, aparece en el primer cortometraje de una serie dirigida por el cineasta Gus Van Sant (‘El indomable Will Hunting’) y por el director creativo de la firma de lujo, Alessandro Michele. Allí, afirma: "Yo me considero un disidente del sexo/género".
El lanzamiento de la campaña, este martes, coincidió con el final de la consulta pública previa de la Ley Trans, impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y que ha generado una importante polémica al incluir entre sus apartados que los niños no necesitarán autorización paterna para iniciar la transición de un sexo a otro. También ha enfrentado a sectores históricos del feminismo con los miembros del Gobierno de Podemos.
La filósofa Amelia Valcárcel, componente del Consejo de Estado, es uno de los rostros más visibles de la revuelta feminista contra los planes del Gobierno, como ha dejado claro en una carta de protesta firmada por otras mujeres destacadas en los ámbitos de la política y la cultura. "Tal ley", explica Valcárcel a LOC, "tendría un 'impacto de género' enorme y desconocido. Sólo hay que ver lo que ocurre en otros países". Y apunta que el porcentaje de nacimientos intersexuales, esto es, de aquellos a los que se aplica reasignación es uno cada 400.000.
Su colega Alicia Miyares afirma que "se está llevando a cabo el proyecto de ley de espaldas a la opinión no sólo de las asociaciones feministas, sino de profesionales del ámbito de la salud, del ámbito jurídico, que tendrían que decir mucho sobre la cuestión".
"Lo que no puede ser", denuncia Miyares, "es que el procedimiento sea un email de referencia el Ministerio de Igualdad para testar la opinión pública. No, esto no es una cuestión de opinión pública, pues supone la anulación en derechos consolidados o consecuencias no deseadas ni deseables para la ciudadanía".
Respecto a la campaña de Gucci, Miyares lanza una pregunta: "¿Los grandes negocios que marcan tendencia en moda ahora también van a marcar tendencia en derechos? Si se confunde tendencia con legislación pues cerramos todas las instituciones jurídicas y legislativas y dejamos que sea el mercado el que determine los derechos de la ciudadanía".
Y lo compara con la cuestión de los vientres de alquiler, al señalar "la pretensión de que los sentimientos sean equiparados a los derechos o peor aún, la pretensión de que los sentimientos y deseos prevalezcan sobre los derechos".
Otra ilustre feminista como Victoria Sendón de León subraya no puede haber una pretendida "autodeterminación" de género. "Lo que hay es muchas formas de ser mujer y muchas formas de ser varón. Y no le pueden llamar identidad. Tendrían que llamarlo, en todo caso, identificación con ciertos estereotipos, en muchos casos de lo más patético, con los cuales las mujeres no nos identificamos. Y menos las feministas".
"A una persona que no se identifica con su género le llaman transgénero. Cuando, en realidad, una mujer que no se identifica con su género es una feminista", sentencia Sendón de León. "Las feministas, precisamente, somos mujeres que no nos identificamos con el género que nos han asignado pero queremos seguir siendo mujeres".
Y sobre la campaña de Gucci, apunta: "Paul Preciado o Beatriz Preciado me parecía mucho más interesante, más inteligente, cuando iba de señora". Y habla de otros productos culturales asociados a esa visión: "La serie ésta de La Veneno es un estereotipo tan espantoso de mujer que muchísimas mujeres, la inmensa mayoría, no nos identificamos para nada con él. Además, siempre dijo: 'Yo soy un hombre. Para mujer, la madre que me parió'. Así que, si la ponen como ejemplo, tienen que asumir también lo que ella decía".
"Es un tema muy vidrioso, muy escurridizo que yo creo que no aguanta un análisis en profundidad. Y, como ha dicho Lidia Falcón, lo más grave es lo de los niños y las niñas: los están induciendo a una cosa que les puede fastidiar la vida, hacer infelices para siempre". En resumen: "Esto es un despropósito. Y espero que el PSOE no caiga en ello porque sería para dejar de votarles toda la vida".
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