Imagen: levante / Fernando Lumbreras |
La Fiscalía solicita 27 años de prisión, aunque tras el reconocimiento de hechos la petición de pena podría bajar a los 18 años.
Ignacio Cabanes | Levante, 2020-11-09
https://www.levante-emv.com/sucesos/2020/11/09/juicio-asesinato-fernando-lumbreras-valencia-lambda-lgtbi-22689723.html
El acusado de asesinar a Fernando Lumbreras, fundador del colectivo Lambda y uno de los mayores defensores de los derechos LGTBI en la Comunitat Valenciana, ha confesado ante un jurado popular que mató a su víctima tras una discusión y que posteriormente le robó. “No supe llevar la situación, no supe parar”, ha manifestado Shalva E., quien ha pedido perdón tanto a la familia del fallecido como a la de su amigo, acusado de encubrimiento, por “haberlo metido en esto”.
El Ministerio Fiscal solicita 27 años de prisión, 22 por el delito de asesinato y cinco por el robo con violencia, aunque tras su reconocimiento de hechos la pena se le podría rebajar considerablemente, a los 18 años de cárcel. Asimismo, el segundo procesado por el robo y por un delito de encubrimiento, para el que el fiscal pide siete años de cárcel, también ha reconocido parcialmente los hechos, aunque ha alegado que desconocía por completo de las intenciones de su amigo.
El crimen se produjo la noche del 3 de diciembre de 2018 cuando Shalva E., de 26 años y origen georgiano, acudió al domicilio de Lumbreras, en la calle Julián Peña de València. Previamente el otro acusado estuvo vigilando la casa para asegurarse de que la víctima, de 58 años, estuviera en ella.
Lumbreras abrió la puerta a su asesino ya que lo conocía de haber estado en su casa, al haber contratado previamente sus servicios sexuales. “Sube, pero apaga el cigarro antes”, le dijo la víctima por el telefonillo de la puerta. Una vez arriba mantuvieron relaciones hasta que en un momento dado se inició una discusión entre ellos.
Golpeado con un bote de repelente mosquitos y estrangulado con una cuerda
Según los hechos reconocidos por el acusado, éste cogió un cuchillo de cocina y le realizó dos cortes en el pecho, para posteriormente con un bote de repelente de mosquitos golpearle en la cabeza, causándole importantes lesiones en los labios, los ojos, la nariz y los oídos. Al ver que todavía seguía vivo, le tapó la boca con un jersey y, tras atarle las manos con el cinturón de un batín, lo estranguló con una cuerda. “Fue el error mas grande que he cometido en mi vida, estaba bajo los efectos sustancias ilegales, no supe parar”, ha alegado el autor confeso del asesinato.
Por su parte, el otro acusado ha reconocido que ese día acompañó a su amigo hasta el domicilio de Lumbreras y que sabía que iban a mantener relaciones sexuales, pero que desconocía por completo que tuviera intención de robarle y mucho menos que lo fuera a matar. Fue posteriormente cuando su amigo le llamó por teléfono. “Me dijo que necesitaba ayuda mía, estaba muy nervioso”, ha explicado.
La fiscal remarca en su informe que la víctima no tuvo posibilidad alguna de defenderse, debido a los golpes recibidos inicialmente y al encontrase absolutamente inmovilizado con las manos atadas a la espalda.
Shalva E. se apoderó de un teléfono móvil, una mochila con un monedero y tarjetas de crédito, así como de una bicicleta eléctrica, valorada en 1.109 euros, con la que huyó del domicilio. Según han reconocido ambos acusados, ese mismo día el autor material del crimen le contó al otro procesado como lo había matado y ambos decidieron deshacerse de los efectos sustraídos para evitar que la policía pudiera relacionarlos con el crimen.
En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía solicita que el asesino confeso indemnice a la hermana de Lumbreras con 20.000 euros.
El Ministerio Fiscal solicita 27 años de prisión, 22 por el delito de asesinato y cinco por el robo con violencia, aunque tras su reconocimiento de hechos la pena se le podría rebajar considerablemente, a los 18 años de cárcel. Asimismo, el segundo procesado por el robo y por un delito de encubrimiento, para el que el fiscal pide siete años de cárcel, también ha reconocido parcialmente los hechos, aunque ha alegado que desconocía por completo de las intenciones de su amigo.
El crimen se produjo la noche del 3 de diciembre de 2018 cuando Shalva E., de 26 años y origen georgiano, acudió al domicilio de Lumbreras, en la calle Julián Peña de València. Previamente el otro acusado estuvo vigilando la casa para asegurarse de que la víctima, de 58 años, estuviera en ella.
Lumbreras abrió la puerta a su asesino ya que lo conocía de haber estado en su casa, al haber contratado previamente sus servicios sexuales. “Sube, pero apaga el cigarro antes”, le dijo la víctima por el telefonillo de la puerta. Una vez arriba mantuvieron relaciones hasta que en un momento dado se inició una discusión entre ellos.
Golpeado con un bote de repelente mosquitos y estrangulado con una cuerda
Según los hechos reconocidos por el acusado, éste cogió un cuchillo de cocina y le realizó dos cortes en el pecho, para posteriormente con un bote de repelente de mosquitos golpearle en la cabeza, causándole importantes lesiones en los labios, los ojos, la nariz y los oídos. Al ver que todavía seguía vivo, le tapó la boca con un jersey y, tras atarle las manos con el cinturón de un batín, lo estranguló con una cuerda. “Fue el error mas grande que he cometido en mi vida, estaba bajo los efectos sustancias ilegales, no supe parar”, ha alegado el autor confeso del asesinato.
Por su parte, el otro acusado ha reconocido que ese día acompañó a su amigo hasta el domicilio de Lumbreras y que sabía que iban a mantener relaciones sexuales, pero que desconocía por completo que tuviera intención de robarle y mucho menos que lo fuera a matar. Fue posteriormente cuando su amigo le llamó por teléfono. “Me dijo que necesitaba ayuda mía, estaba muy nervioso”, ha explicado.
La fiscal remarca en su informe que la víctima no tuvo posibilidad alguna de defenderse, debido a los golpes recibidos inicialmente y al encontrase absolutamente inmovilizado con las manos atadas a la espalda.
Shalva E. se apoderó de un teléfono móvil, una mochila con un monedero y tarjetas de crédito, así como de una bicicleta eléctrica, valorada en 1.109 euros, con la que huyó del domicilio. Según han reconocido ambos acusados, ese mismo día el autor material del crimen le contó al otro procesado como lo había matado y ambos decidieron deshacerse de los efectos sustraídos para evitar que la policía pudiera relacionarlos con el crimen.
En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía solicita que el asesino confeso indemnice a la hermana de Lumbreras con 20.000 euros.
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